31 julio 2013

Zampabollos teutones

Desde Alemania, a través de declaraciones y artículos, se ha acusado a los españoles de ciertos males inveterados como la pereza y el derroche. ¿Pero son los alemanes perfectos?

No, no lo son. Y lo más curioso es que para descubrir sus peores defectos no hay más que escarbar en su  tozudo afán de perfección que llevan hasta el extremo, convirtiéndola en prepotencia.

Alemania comenzó a tocar una nueva pieza musical en la que el país no se veía a sí mismo como uno más entre iguales, sino como una potencia rectora.





La cultura del ahorro llega a la obsesión. El 20% de los chaveles menores tiene plan de pensiones.











La prostitución es legal desde 2002 en este país y una de las consecuencias es que Alemania se ha convertido, no solamente en el "burdel de Europa", sino también en un escalofriante paraíso del tráfico de personas. Si la belleza alemana oficial es la de Claudia Schiffer, la nacionalidad de las menores de 14 años forzadas a la prostitución es sobre todo búlgara y rumana, y su número se dobla cada año, según reconoce la Oficina Federal de Estadística. Un documental calcula que día acuden a los burdeles alemanes 1.200.000 personas, lo que reporta jugosos beneficios al Estado, ya que tanto locales como prostitutas pagan un impuesto como servicio de "diversión y espectáculo".






Se manejó el dato de que los alemanes obesos significan un gasto anual para el sistema de Salud de entre 17.000 a 20.000 millones de euros.









  
Las enfermedades psiquiátricas han aumentado en un 80% desde 1995 en Alemania y en 2009 una depresión se llevó al futbolista Robert Enke, tras cuya muerte, alarmada, la revista semanal Stern trató el tema de la depresión infantil en un artículo titulado "El rendimiento bajo presión enferma a los más pequeños", subrayando que uno de cada cuatro niños en Alemania sufre de depresiones, miedos exacerbados o hiperactividad.



(Sobre texto inicial  de R. Sanchez)

30 julio 2013

Justicia comunitaria en Bolivia

Bocabajo, sobre el ataúd de la mujer que violó, y atado de pies y manos. Así fue enterrado vivo un joven de 17 años en Bolivia.

Adentro, en la casa parroquial de Colquechaca donde se realizaba el velorio, la solemnidad había reemplazado al dolor por la muerte de Leonarda Arias, la mujer de 37 años que quería ser abogada y terminó asesinada por la tierra que un muchacho de 17 embutió en su boca luego de violarla.

Todos los que rodeaban el ataúd de Leonarda aquella noche sabían que si el muchacho era entregado a la Policía, ésta lo pondría frente a un juez y, aunque el juez ordene su encarcelamiento, el muchacho estaría libre en algunos meses, quizás en algunas semanas.

 "Será bocabajo", susurró en idioma quechua uno de los concurrentes al oído de Felipe Arias, el padre de Leonarda, pero él no respondió ni siquiera con los ojos. El cortejo fúnebre había llegado al camposanto un poco más tarde de lo previsto porque, además de cargar el ataúd, los dolientes tuvieron que llevar a rastras al muchacho cuyo instinto de supervivencia había reaccionado frente a la muerte. Consciente de que lo iban a matar, había renunciado a la inmovilidad que exhibió en el velorio para resistirse con sus menguadas fuerzas.

Los intentos por liberarse de las cuerdas de lana de oveja le habían lacerado muñecas y tobillos pero él insistía mientras los dolientes lo levantaban y cargaban detrás del ataúd. Alguien gimió cuando el ataúd descendió a la fosa cavada en la tierra un poco más profundo que lo normal pero el silencio volvió a reinar en el momento en que el cuerpo del muchacho fue arrojado encima.

Se movió, se retorció como gusano desesperado mientras dos hombres descendían a la fosa para acomodarlo pero nadie escuchó el farfulleo ahogado. Uno lo agarró de los tobillos y el otro de la cabeza, y entre ambos lo pusieron bocabajo. Había que ponerlo así.


Los dos hombres salieron de la fosa, la tierra empezó a cubrir el ataúd y el cuerpo maniatado. Más tierra. De pronto, ataúd y cuerpo maniatado desaparecieron pero los retorcijones todavía se percibían porque la tierra se movía por el lado de la cabeza y los pies.  La tierra seguía cubriendo la fosa y ya no se percibía más movimiento. La falta de aire debió matar al muchacho e inmovilizar para siempre su cuerpo maniatado.

Santos Ramos había sido enterrado vivo y así había pagado por la violación y asesinato de Leonarda Arias.

Por esa única calle transitaron los familiares de Leonarda Arias Jancko al promediar las 18:00 horas del lunes 3 de junio para dirigirse hasta la oficina del fiscal Emilton Jara y denunciar la desaparición de su pariente. Ni el fiscal Jara ni los escasos policías de Colquechaca pudieron hacer nada para evitar el ajusticiamiento porque un centenar de comunarios impidieron que se acercaran tanto a la casa parroquial, donde se realizó el velorio, como al cementerio.

Tras el reconocimiento estatal de la justicia comunitaria, ejercida según los usos y costumbres de los indígenas, los casos de linchamientos se han incrementado notoriamente en Bolivia. El mismo 5 de junio en que Santos era enterrado vivo, otro chico de 17 años, Roberto Huanca, era ejecutado, acusado de matar a Julio Apaza Paco, de 47, para robarle su coche. Huallpa no sólo fue golpeado sino que se le quemó vivo.

Aunque ha introducido la justicia comunitaria en la Constitución, el Gobierno boliviano no reconoce las ejecuciones porque las considera asesinatos.Los indígenas de la región viven en parcialidades llamadas ayllus y descienden de los Qaraqara, pueblos guerreros y, por ello, preferidos por los incas.

j.j. Toro


29 julio 2013

Juan David Ochoa

JUAN DAVID OCHOA
Un niño bien metido a capo. Fundador del cartel de Medellín, se le atribuyen miles de crímenes en Colombia

Amable, educado, callado, el más discreto del clan pese a ser el primogénito, un hombre que huyó siempre de los flashes y que, según la agencia norteamericana que lucha contra las drogas, era un ser "débil".

Juan David Ochoa Vásquez fundó en los 60, con sus dos hermanos (Fabio y Jorge Luís)  y el capo di capi Pablo Escobar, el cartel de Medellín, el más sanguinario de la historia reciente colombiana. Baste recordar que pusieron una bomba en un avión y mataron a más de un centenar de pasajeros.

Los Ochoa, a diferencia de Pablo y su íntimo amigo y socio Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mejicano, pertenecían a la clase acomodada de la capital de Antioquia.

Hijos de un próspero empresario, Don Fabio, fanático de los caballos de paso fino y con la mejor cuadra del momento, pudieron aprovechar las oportunidades que le brindó su progenitor y convertirse en buenos profesionales. Pero optaron por aliarse con los narcotraficantes que iniciaban en Colombia un negocio que terminaría reportándoles ingentes beneficios. Lo hicieron en contra del criterio de su padre. Su ambición desmedida y la absoluta falta de escrúpulos, unidos a un personaje de mente despiadada como Escobar, convirtieron Colombia en un infierno.

Cientos de policías cayeron a manos de sicarios porque pagaban por cada cadáver; además del avión de Avianca y de asesinar a tres candidatos presidenciales, de secuestrar y matar periodistas, pusieron bombas en lugares públicos concurridos, causando miles de muertos y heridos.

En plena contienda contra la nación, en 1981, la guerrilla del M-19 secuestró a la única chica de los Ochoa, Martha Nieves, solidaria con sus hermanos pero ajena al negocio. Para rescatarla, crearon el MAS (Muerte a Secuestradores), un grupo implacable que a la mínima sospecha mataba a mansalva. La liberaron y demostraron a sus rivales que nada les detendría y que resultaba un suicidio retarles.

La cacería emprendida contra Pablo Escobar dio sus frutos y en diciembre del 1993 murió acribillado por la Policía. Dos años antes, y para evitar que los atraparan, los Ochoa y otros mafiosos optaron por acogerse a una ley generosa, aprobada por el Gobierno de César Gaviria, que les aplicaba condenas ridículas por sus infinitos crímenes, a cambio de someterse de manera voluntaria a la Justicia.

El 16 de febrero de 1991 ingresó en prisión, pero cinco años más tarde, con los mencionados beneficios y los obtenidos por trabajar en prisión, estaba en la calle. Abandonó el tráfico de cocaína, o nunca le pudieron probar lo contrario, y se dedicó a la ganadería y a los caballos, al igual que Jorge Luís, el segundo de los Ochoa.

Pero Fabio, el menor y el consentido de la familia, siguió delinquiendo y en 2001 le extraditaron a Estados Unidos, donde cumple una pena de 30 años. Su condena fue un mazazo para él.

Ha muerto de un infarto en el hospital más elegante de Medellín.
Juan David Ochoa Vásquez, narcotraficante, nació en 1948 en Medellín (Colombia) y murió en esa ciudad el 25 de julio de 2013. 

Por Salud Hernández

28 julio 2013

La morena ministra

Lo que no se podía imaginar Cecile Kyenge Kashetu cuando el pasado 27 de abril se convirtió en la primera ministra negra de la historia de Italia, en calidad de titular de Integración y Políticas Juveniles, es lo absolutamente brutales que llegarían a ser las resistencias. En los apenas tres meses que esta mujer de 49 años y origen congoleño lleva en el Gobierno ha soportado durísimos ataques racistas.

No es sólo que en algunos muros del país hayan escrito pintadas anónimas contra ella. Lo peor es que las agresiones más infames de las que está siendo objeto esta parlamentaria del centro-izquierda proceden de algunos de sus colegas políticos. El último ha sido Roberto Calderoli, vicepresidente del Senado y uno de los pesos pesados de la Liga del Norte, que la ha comparado con "un orangután".

Pero ya antes otros miembros de ese mismo partido, conocido por su xenofobia ramplante, habían pedido que fuera violada (en plan represalia, para "hacerla entender lo que puede sentir" una mujer blanca violada por un africano) o la habían insultado diciendo cosas como que "los africanos pertenecen a una etnia muy distinta de la nuestra que no ha producido grandes genios".

El viernes, sin ir más lejos, un consejero de la localidad de Trento, en el norte del país, un tal Paolo Serafini, la espetó desde su página de Facebook: "Qué vuelva a la jungla".

Jamás, ni una sola vez, ha respondido con improperios a quienes la agredían con comentarios racistas. La ministra encara los ataques predicando con el ejemplo y poniendo en práctica un difícil ejercicio de integración y tolerancia. Es verdad que ella es así: una mujer fuerte que no permite que las agresiones xenófobas le afecten. Pero también es que a estas alturas de la batalla, por desgracia, está muy curtida.

Desde que llegó hace 15 años a Italia sin papeles, como una inmigrante ilegal, ha padecido de todo a causa del color oscuro de su piel.
Cecile Kyenge procede de Kambove, en Katanga (en el sudeste de la República Democrática del Congo). Fue allí donde nació el 28 de agosto de 1964, en el seno de una familia acomodada perteneciente a la etnia bakunda. Su padre, católico, era el jefe de una importante tribu que practica la poligamia, de manera que a pesar de sus convicciones religiosas tuvo cuatro esposas y trajo al mundo 38 hijos, entre los que se incluye la actual ministra.

Algunos políticos de la Liga del Norte y del Pueblo de la Libertad (PDL), la formación de centro-derecha que lidera Silvio Berlusconi, en seguida se le echaron encima, acusándola de defender la poligamia y aprovechando para lanzarle nuevos ataques xenófobos. "¿La ministra Kyenge pretende presentar un proyecto de ley sobre la poligamia, basado en su experiencia familiar en el Congo?", lanzaba Elvira Savinoesa, diputada del PDL. Pregunta envenenada.

"La poligamia es un comportamiento que forma parte de la sociedad en la que yo nací. Y lo que es necesario es tener el valor y la dignidad de decirlo, de explicar que esa practica se puede o no compartir, pero que no es ni mejor ni peor que la de otras culturas. Los propios orígenes no se pueden negar, no se pueden esconder", sentencia Cecile Kyenge, que admite que a ella encajar sus propias raíces le ha costado no poco tiempo y muchos sufrimientos.

Llegó a Italia en 1983, con 19 añitos, de chiripa e impulsada por una única idea fija: estudiar medicina. Así que Cecile Kyenge no tuvo más remedio que entrar de manera ilegal en Italia. Y, como miles de inmigrantes, lo hizo con una mano delante y otra detrás, cercada por la pobreza. Pero los sacrificios de Kyenge obtuvieron su recompensa. La hoy ministra consiguió su objetivo: logró sacarse el título de licenciada en Medicina por la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma. Posteriormente, en la Universidad de Moda hizo la especialización en oftalmología.

Conseguir la ciudadanía italiana le llevó 15 años. Y la obtuvo sólo porque se casó con un italiano que responde al nombre de Mimmo y que también él es un poco inmigrante: es un calabrés originario de Modena. Él y Kyenge tienen dos hijas, Maisha y Giulia. La primera tiene 21 años y estudia cultura de la moda en Rimini. Giulia, por su parte, tiene 17 años y las ideas muy claras sobre cuál es la receta para curar el racismo: "Vivir en paz, viajar mucho y leer tanto".

Por Hdez.Velasco


26 julio 2013

Aterrorizajes


Hoy compartimos una serie de vídeos de aterrizajes de aviones que pueden quitar las ganas de volar incluso a los viajeros más experimentados.

Con una combinación de experiencia, habilidad y una buena dosis de suerte es posible conseguir posar en tierra cualquier aparato sin que sus pasajeros sufran ningún daño de consideración.






Asesinato de Pancho Villa

En una emboscada que le habían preparado sus adversarios en Hidalgo del Parral (Chihuahua), cae abatido el revolucionario mexicano Pancho Villa, tras recibir el Dodge en el que viajaba más de 100 impactos de bala.
Su asesinato puso fin a una larga trayectoria de lucha revolucionaria, que había comenzado al lado de Francisco Madero en la década de 1910. Al pasar Villa  tripulando un automóvil Dodge, que él mismo manejaba y acompañado de cinco personas más, fue atacado desde el interior de una casa, disparándose sobre él una descarga cerrada de fusilería. (…).

Villa quedó muerto en su automóvil recibiendo cinco balazos y tres hombres de la escolta terminaron también muertos y dos heridos. En un hotel de Hidalgo del Parral se dispuso la capilla ardiente, a donde acudieron muchas personas para comprobar que realmente había muerto, ya que eran muchas las veces que se había corrido el rumor de su muerte.

Desde junio de 1920, Doroteo Arango Arámbula (que era su verdadero nombre) se había retirado a la Hacienda del Canutillo (Durango), que el Gobierno de Adolfo de la Huerta le había entregado en propiedad, junto a 50 hombres de armas como escolta, por los convenios de Sabinas, firmados tras el asesinato de Venustiano Carranza en Tlaxcalantongo .

Villa convirtió la Hacienda del Canutillo en su proyecto de vida y creó una colectividad agrícola, convirtió la iglesia en almacén, sembró trigo, frijoles y maíz, compró nueva maquinaria agrícola, fundó un banco, abrió talleres de carpintería, creó una escuela para niños y construyó casas dignas para los trabajadores.
Aunque había abandonado de la lucha revolucionaria y estaba retirado de la primera línea de la política, a principios de la década de 1920 Villa concedió varias entrevistas a periodistas norteamericanos, en las que afirmó que se “volvería a levantar en armas si Estados Unidos atacaba México”. A fines de 1922, en otra entrevista al periodista mexicano Hernández Llergo, confirmó sus simpatías por Adolfo de la Huerta, quien mantenía un enfrentamiento con el presidente Álvaro Obregón, y en esa misma entrevista Villa realizó una amenazadora declaración: “Los políticos me temen porque podría levantar un ejército de cuarenta mil hombres en poco tiempo”.

Y no era una afirmación baladí, porque el prestigio y la popularidad de Villa seguían siendo muy grandes entre el pueblo mexicano, aunque su nómina de enemigos también era más que considerable.

Según todos los indicios que se manejaron desde el principio, fueron dos de sus máximos e históricos rivales, el presidente Álvaro Obregón y el general Elías Calles quienes ante el temor de una vuelta a las armas del antiguo revolucionario, ordenaron el asesinato de Villa, aunque los autores materiales del mismo fueron Melitón Lozoya, el administrador de la Hacienda del Canutillo antes de que fuera entregada a Villa, y el diputado por Durango Jesús Salas Barraza. Este último se declaró culpable y fue encarcelado, aunque salió de prisión en 1924. 

23 julio 2013

Juzgado número cinco

Un cuarentón en camiseta cruza la sala con una caja roja entre las manos. Maneja el artefacto con cautela absoluta. Como si estuviera relleno de nitroglicerina. En cuanto olisquea al reportero, aprieta el paso y se refugia tras la puerta de un despacho. Reaparece al cabo de unos segundos, ya más tranquilo y con las manos vacías.
 —Es que me has pillado con los originales de los papeles de Bárcenas en la mano. Y nadie puede saber dónde los guardamos...

El custodio de los papeles es uno de los 25 trabajadores del legendario Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Es el epicentro de la vida judicial española. El organismo que, desde los tiempos de Garzón, investiga los asuntos más turbios de nuestro país. Y que ahora, en plena oleada de corrupción, ha redoblado su importancia. Y su juez, Pablo Ruz, es quien marca la hora. Al fondo de la escena, parapetado en su espartano despacho, el magistrado trabaja en silencio. A sus 37 años, el espigado juez ha asumido la misión de que su rebosante cartera de pesquisas llegue a buen puerto. Y eso que el mero enunciado de sus causas provocaría mareos al juez más curtido: Faisán, SGAE, Rumasa, Pretoria, Falciani... 

Pero todo palidece ante Gürtel. Y, sobre todo, ante su vástago endiablado: los papeles de Bárcenas. Una causa que, este lunes, colocó todos los focos sobre el magistrado, con su esperadísimo interrogatorio al ex tesorero del PP. Así, en silencio, lleva trabajando desde que, hace tres años, ocupó su despacho en comisión de servicio tras la suspensión de Baltasar Garzón. Y así siguió el resto de la semana: cinco días de seísmos en el crucial juzgado nº5. La propia supervivencia del juez al frente del organismo quedó en entredicho. Cosas del venenoso mundillo judicial...

Tras infinitos desmentidos, el ex tesorero se dispone a admitir la autoría de la contabilidad B del PP. Todo un triunfo para la silente maquinaria del juez Ruz. Decenas de periodistas aguardan apostados a la puerta del juzgado. Pero, en su despacho, el magistrado tiene asuntos pendientes antes de lidiar al miura Bárcenas. Le toca tomar declaración a los detenidos del fin de semana: tres por casos de blanqueo y droga, otro por una orden de detención europea en Alemania...

Solventado el papeleo, se encara con el ex tesorero. Son cinco horas y media de declaración. Se celebra del tirón, sin una sola pausa. Juez e imputado se conocen bien. Es la cuarta vez que cruzan sus miradas en una sala de interrogatorios. Se trata de un momento cumbre para la carrera del juez Ruz. Y también para el equipo de funcionarios que le ayudan a instruir el caso.

Dos se encargan de los papeles de Luis Bárcenas. Otros cinco, del mastodóntico sumario Gürtel, la pieza de la que nació lo demás.  Trabajan, literalmente, codo con codo, en apenas 20 metros cuadrados.  Son cinco mesas, cinco sillas y cinco ordenadores. El escaso hueco sobrante está repleto de cajas, archivadores y legajos. Parece imposible que aquí se dirima un caso tan relevante para el futuro de España. Pero así es.

Este lunes se deja 12 horas en el juzgado. Tras la declaración de Luis Bárcenas, pide un sandwich y una cocacola.  Su jornada habitual es de 9:00 a 21:00. Y hacia las once de la noche, cuando ya ha acostado a sus cuatro hijos, sigue estudiando papeles en su casa, un segundo piso de una urbanización de Pozuelo.

Pablo Ruz heredó de Garzón los casos más aparatosos. No sólo hablamos de Gürtel: también del Faisán, la SGAE, Pretoria, Nueva Rumasa, Al Qaeda, las herriko tabernas... "Cuando se fue el superjuez, abrieron los cajones de su despacho y de allí salieron sapos y culebras", cuenta un ex magistrado de la Audiencia Nacional.

Por Suarez


BARCENAS

Falangistas conspiradores de 1941

El 14 de abril de 1937, en plena guerra, se había publicado el Decreto de Unificación de las fuerzas políticas. El objetivo era integrar a las diferentes ideologías y facciones que apoyaron la sublevación en un sistema de partido único, convirtiendo en ilegales al resto de formaciones.

Esto llevó a un grupo de falangistas descontentos, la mayoría militares que sentían traicionados sus ideales nacionalsindicalistas, a formar una Falange "Auténtica" en la clandestinidad. Se consideraban  seguidores a la vez de Manuel Hedilla Larrey, el antiguo jefe nacional de la formación que se había opuesto al Decreto y acabó siendo condenado a muerte bajo la acusación de conspirar contra Franco.

Estos seguidores de la corriente hedillista, opuestos a la dictadura franquista  (eran opuestos porque querían implantar su propia dictadura a lo Musolini) y a la Falange oficialista, fueron conocidos como los "falangistas auténticos".  Por su parte, en la intimidad, Franco era de la opinión de que los falangistas seguían comportándose como niñatos a los que les gustaban las peleas y las bravuconadas, según contaba Vicente Gil, médico personal del Caudillo durante cuarenta años: "Vicente, los falangistas, en definitiva, sois unos chulos de algarada", le decía. (Con mucha razón, por cierto).

En diciembre de 1939, usando el domicilio del general Emilio Rodríguez Tarduchy como lugar de reunión, este núcleo duro decide constituir una Junta Política que coordine sus acciones desde la clandestinidad y contra el régimen. Junto a Tarduchy, que fue su primer presidente, se encontraron en la casa figuras como el periodista Patricio González de Canales, Daniel Buhigas, Ricardo Sanz, Ventura López Coterilla, Luis de Caralt, José Antonio Pérez de Cabo, Gregorio Ortega Gil o Ramón Cazañas, este último nombrado años antes jefe de Melilla de la Falange por el mismo Primo de Rivera.

Entre las acciones propuestas por estos falangistas (muchos de los cuales acabaron encarcelados o fusilados por el régimen), las primeras que se plantearon fueron el asesinato de Serrano Suñer y el del mismísimo Franco.

Para matar al nuevo jefe de Estado se eligió la fecha del 1 de abril de 1941, durante la celebración del Día de la Victoria sobre la República. Un atentado que hubiera tenido unas consecuencias tan importantes como imprevisibles para la historia de España, más allá de la evidente espectacularidad y el simbolismo del día escogido. Lo primero que se planteó fue hacer estallar una bomba en la tribuna presidida por el Caudillo, aunque pronto la desestimaron por considerarlo un método indiscriminado más propio de los anarquistas que de los falangistas.

Entonces, se optó por la posibilidad de disparar directamente contra él, manteniendo la misma fecha, pero cambiando el lugar donde se cometería el magnicidio. La nueva ubicación sería el Teatro Español de Madrid, donde el dictador acudiría esa misma noche para ver una función.

Todo estaba avanzado, pero, en el último momento, la mayoría de los miembros de la Junta manifestaron sus dudas, llegando a la conclusión de que tanto el asesinato de Franco como el de Serrano Suñer causarían el efecto contrario al que buscaban. Esto es, en vez de acabar con la dictadura, se produciría una dura represión dirigida contra ellos de la que ya habían tenido muestras. En 1937, por ejemplo, ya había sido ejecutado Mariano Durruti, falangista convencido y hermano de Buenventura, el histórico líder anarquista. En 1942, tras un largo juicio, condenarían a muerte a Juan Domínguez, inspector nacional del SEU, la organización sindical estudiantil fundada por la Falange, condecorado por el mismo Hitler, y Juan Pérez de Cabo, uno de los miembros de aquella junta fundadora.

Ni uno solo de los miembros de la Junta votó a favor de los atentados. Esa es la razón por la que nunca quedó constancia por escrito de lo que en ellas se hablaba o decidía. Lo que conocemos ha llegado hasta nosotros por algunos testimonios orales de los que acudieron a las reuniones.


CONSPIRADORES HEDILLISTAS

22 julio 2013

Ojo al iPhone

A los 23 años, Ma Ailun se encaminaba a iniciar su vida como adulta. Había cumplido su sueño de trabajar como azafata de vuelo. Lo hacía desde mayo de 2011 para una de las firmas punteras del país, China Southern Airlines. Tras firmar el contrato de matrimonio, se había mudado recientemente con su marido, dedicado al transporte de mercancías. Ambos vivían en la prefectura de Changji, en la provincia de Xinjiang. Eran musulmanes.

Ya se habían tomado las fotos de boda. Sólo la ceremonia tradicional estaba pendiente. Se debía celebrar el 18 de agosto. El 11 de julio, Ma estaba sola en casa. Como es habitual en el gremio, trabajaba dos o tres días seguidos y luego descansaba. En la tarde, después de una ducha, fue a responder a una llamada de su iPhone 4 mientras el móvil estaba enchufado a la red eléctrica para cargar la batería. Algo falló. Todavía no se sabe qué.

Cuando el marido llegó horas más tarde encontró a Ma tendida en la cama. Tenía gran parte de la piel quemada, teñida de negro. A las doce y media de la noche llamó a la policía local, que más tarde certificó lo sucedido: Ma había muerto electrocutada por el más lucrativo invento de la compañía norteamericana Apple.

"Vamos a investigar en profundidad lo sucedido y a cooperar con las autoridades", aseguró la firma.

China es el mercado de más rápido crecimiento para Apple. El país asiático representa en la actualidad alrededor del 19% de las ventas totales de la compañía, de acuerdo al informe de resultados del segundo trimestre de este año. La facturación global de la empresa estadounidense en 2012 ascendió a unos 120.000 millones de euros, casi un 12% del PIB español.

Millones de jóvenes en el país asiático ahorran durante meses sus exiguos salarios para comprar un iPhone o un iPad, verdaderos símbolos de estatus en el país.

El artilugio fue un capricho que se permitió con sus primeros sueldos. Lo compró en un distribuidor oficial de Urumqi a finales de 2012, de acuerdo al relato de la cuñada. Le costó 3.700 yuanes (unos 470 euros al cambio actual), una verdadera fortuna en comparación con los salarios habituales de los recién graduados, que suelen estar en torno a los 250 euros.

El último caso que han reportado los medios es el de Wu Jiantong, un pequinés de 30 años que sufrió una descarga cuando fue a recoger su iPhone 4 mientras estaba cargando el pasado ocho de julio, según diario el local Beijing Wanbao. Desde entonces, Wu permanece en coma en un hospital del distrito de Haidian de la capital.

El caso de la azafata puede convertirse en una nueva prueba de fuego para Apple, que ya atravesó una crisis de credibilidad en China este año.

Por Torres



21 julio 2013

Derecho a robar en el Metro

Las carteristas bosnias, como cualquier agrupación cultural de características semejantes, pueden acceder a las instalaciones del Metro cuando les salga.

Imagino que tendrán ustedes curiosidad por saber qué ocurrió, al final, con aquella banda de carteristas bosnias a las que, tras una escandalosa reincidencia delictiva, hoy detenidas y mañana en la calle, un juez prohibió el acceso al Metro de Madrid.

Quizá recuerden que el arriba firmante se guaseaba de la medida, preguntándose qué ocurriría cuando esas prójimas se pasaran la decisión judicial por la bisectriz del chichi. Pero no ha hecho falta. La decisión no llegó a tener efecto, porque la Audiencia Provincial de Madrid, especializada en aplicar la ley irreprochablemente, sin casarse con nadie y sin que le tiemble el pulso, ha tumbado la anterior decisión judicial, sentenciando que la banda de carteristas, y supongo que cualquier otra agrupación cultural de características semejantes, puede acceder a las instalaciones del Metro cuando le salga. Y punto.

El derecho de libre circulación y uso de servicios públicos prima sobre cualquier otra circunstancia, etcétera. Con lo que las bosnias podrán seguir cometiendo delitos y faltas de hurto con perfecta impunidad, exhibiendo incluso el texto de la Audiencia Provincial de Madrid ante sus víctimas y ante la policía (supongo que lo llevarán plastificado para más comodidad) a fin de dejar las cosas claras y el chocolate espeso.

Aunque lo que de verdad lo pone estupendo a uno, en la resolución, es un detalle delicioso: una de las causas por las que se tumba la anterior decisión de alejamiento del Metro es que ni en el atestado policial ni en el auto del juzgado de Instrucción n.º 47 de Madrid se identificaba a las personas a las que debía proteger dicha medida. Léanse el anterior párrafo otra vez, despacio. Y en efecto: eso, dicho en claro, significa que ni los policías que detuvieron 330 veces a las bosnias, con sus correspondientes 330 diligencias, ni el auto del juez que dictó la orden, detallaban los nombres y apellidos de todos los viajeros del Metro a los que se pretendía proteger con dicha medida.

Por consiguiente, la cosa era excesiva y atropellaba los derechos de las desvalidas delincuentes, privándolas de un servicio de transporte "esencial", según la resolución. Que también ellas tienen sus derechos, oigan. Y sus corazoncitos.

Ahora imagine usted que va en el Metro, tecleando en su Aifon o como se escriba, o leyendo una novela, y se le arrima una bosnia con permiso de residencia, quinientas detenciones en el currículum y la sentencia que acabamos de glosar en el bolsillo. Y le roba la cartera. Y usted la pilla in flagranti delicto, como decían Cicerón y los romanos ésos. Y la bosnia, o sus cómplices, le montan la pajarraca que suelen en tales casos, gritando y acusándolo de haberles querido meter mano, y demás parafernalia. Y usted, sabiendo que aunque llegue la pasma a socorrerlo, a las dos horas esas pavas estarán de nuevo en la calle y en el Metro ocupándose de otro pringao, y que siempre habrá una ecuánime Audiencia Provincial de Madrid dispuesta a garantizar que nadie atropelle los derechos de esas hijas de puta, imagine usted, le digo, que llevado por el natural impulso le calza una hostia a una bosnia…

 ¿Lo ha imaginado ya?... Bueno. Pues imagine ahora el marrón que va a comerse acto seguido, lo mismo en la Audiencia Provincial que fuera de ella: agresión a inmigrante, desprecio de sexo, violencia de género y posiblemente también de génera. Y como la cosa ocurre en el Metro, con agravante de subterraneidad y alevosía.

Resultado: varios días de calabozo como que hay Dios, empapelamiento judicial para años, sentencias, costas de juicio, abogados, tasas judiciales, procuradores, multa, reparación de lesiones y daños morales, embargo de bienes, etcétera. Y dese con un canto en los dientes si le caen menos de dos años de talego.

Con el detalle de que si su careto es conocido, como el de Carlos Herrera o el mío, sale abriendo telediarios. Fijo. Por misógino y por fascista. Dura Lex, sed Lex, decían los clásicos. O sea, Duralex.

Luego, tras considerar el enjambre de casos en que al ciudadano honrado lo crucifican y el delincuente sale impune, extráñense, por ejemplo, de que una señora que se encuentra al violador de su hija libre en la calle, tan campante, y éste se chotea preguntándole por la niña, compre una lata de gasolina y monte su propia falla casera, resolviéndolo ella misma.

Y es que, como ya apuntó hace tiempo don Francisco de Quevedo (que nos conocía hasta por las tapas), a menudo en España no hay más justicia que la que uno compra.


 ARTURO PEREZ REVERTE



20 julio 2013

Bellezas orientales

Piel de porcelana, melenas oscuras, figuras esbeltas, miradas profundas, extremadamente educadas y algo tímidas…
Con una belleza innata y una elegancia exquisita que las ha hecho mundialmente conocidas, aunque tengan rostros dulces e inocentes, son actrices, modelos, cantantes o “celebrities” muy seguras de sí mismas y mujeres de su tiempo que piden paso para acomodarse en el sitio que les corresponde.














La ciudad perdida

Un revolucionario láser acaba de encontrarla bajo la espesa selva de Camboya. Vivían dos millones de personas. Incluía templos, canales, diques, carreteras...

Hace más de 500 años, Mahendraparvata, capital del Imperio Jemer, languideció, se quedó deshabitada y desapareció entre la espesa jungla camboyana. La ciudad perdida y olvidada acaba de ser descubierta por los arqueólogos.

En abril de 2012, Damian Evans, de la Universidad de Sydney (Australia), y Jean-Baptiste Chevance, de la londinense Fundación de Arqueología y Desarrollo, cargaron en un helicóptero un sistema láser que rebota miles de millones de pulsos en el terreno y mide el tiempo que tardan en volver.

A 800 metros sobre el suelo el helicóptero pasó ocho días sobrevolando los tupidos bosques y los láseres dibujaron un mapa detallado de un paisaje urbano meticulosamente planificado. Incluía carreteras, diques, canales y templos ocultos bajo una densa vegetación sobre Phnom Kulen, una montaña en la provincia de Siem Reap.

La nueva tecnología es como un ábrete Sésamo porque los haces de láser pueden penetrar la densa vegetación y cubrir extensiones de tierra que llevaría años explorar a pie. Sin remover ni un celemín de tierra, sin tener que soportar los mosquitos ni arriesgarse a las fiebres, los arqueólogos han descubierto más de dos docenas de templos abrazados por enormes raíces y vestigios del mayor núcleo urbano preindustrial del mundo. Lo que obtuvieron con el láser fue la inesperada imagen de una gran urbe pasmada en la quietud definitiva.

Lo que sobre el terreno parecían surcos y agujeros sin relevancia, era un complejo sistema de acueductos y presas. Sin necesidad de largas excavaciones, de repente vieron en la pantalla lo que llevaban años buscando. ¡Eureka! El hallazgo supone que la extensión de Angkor, la imponente capital del Imperio Jemer, fue casi cuatro veces mayor de lo que hasta ahora se había estimado.

Era, en definitiva, el espectacular corazón de un imperio cuya influencia se extendió por gran parte del sudeste asiático. Mahendraparvata, apenas a 25 km al oeste de Angkor Wat, empezó a erigirse hace 1.200 años, al tiempo que el primer emir de Córdoba comenzó a levantar su mezquita.

Era el capricho del rey Jayavarman II, el fundador de un imperio en un tiempo y un lugar lleno de dioses. Incluso algunos hombres eran dioses. El rey se autonombró Chakravartim, Rey del Mundo, y Mahendraparvata fue la metrópoli desde la que dominó su imperio. Lo cierto es que se trata de un hallazgo relativo, porque no sólo se sabía de la existencia de Mahendraparvata, sino que algunos templos y edificios civiles ya eran conocidos desde hace años por el equipo del francés Jean-Baptiste Chevance.

Los arqueólogos australianos y franceses confirmaron su mapa virtual con una expedición a pie por la selva. Junto a Evans iban un guía con una sola pierna llamado Heng Pila y el fotógrafo Nick Moir. Para acceder a la montaña de Kulen tuvieron que recorrer barrizales infestados de alimañas, matorrales y pantanos con el alma en vilo porque estas montañas fueron uno de los bastiones del Jemer Rojo durante los años 70 y 80 del siglo pasado y los guerrilleros las sembraron de minas.

Olvidada por el mundo en los últimos seis siglos, no ha sido saqueada y permite el estudio de la civilización que la construyó. El enigma es ¿Por qué se hundió el gran imperio jemer? Damian Evans, codirector de la expedición, dice que una de las teorías que están considerando es que la dependencia de la gestión del agua llevó al colapso de la ciudad. En el siglo XII la urbe contaba con una población muy elevada, probablemente de dos millones de habitantes, que sobrevivía gracias a los alimentos de las zonas rurales.

A sólo 25 kilómetros de Angkor, el mayor complejo de templos hinduistas del mundo, "más grandioso que Grecia y Roma juntas", los jemeres levantaron la ciudad de Mahendraparvata, hace 1.200 años.

Por Ugidos



19 julio 2013

Brutísimos y bolleras


A los veraneos del Rey Mswati III de Suazilandia poco o nada parecen importarle que el 39 por ciento de todos los habitantes de entre 15 y 49 años de edad de su país estén infectados de sida.

En 2009, las 13 esposas del Monarca facturaron más de cinco millones de euros en un viaje de placer por Italia, Francia, Dubái y Taiwán.

Quizá para recorrer de forma más segura tanto kilometraje, cuatro años antes había entregado a sus mujeres diez vehículos de alta gama (por entonces solo contaba con otras tantas cónyuges) valorados en cerca de 600.000 euros, así como exigía al Parlamento la aprobación de una partida presupuestaria de 12 millones para la edificación de un palacio para cada reina.
Un costoso regalo carente de críticas internas. Que en el país africano las valoraciones sobre la vida personal del Monarca son delito estatal.


Imagen de Bar Refaeli (derecha) besándose con la empresaria israelí Orna Elovitch 

18 julio 2013

Brujas de la noche

Los soldados alemanes apodaron durante la Segunda Guerra Mundial como el grupo de las "brujas de la noche" a los aeroplanos ligeros que iban cargados de bombas pilotados por mujeres que cada noche machacaban sus líneas.

El silbido que producían al volar aquellos aparatos con alas de tela y madera fina y el hecho de que estuviesen pilotados por mujeres no hacían sino alimentar la leyenda de las "brujas".

Nadezha Popova era una de las heroínas que cada noche llegaba a despegar hasta ocho veces en unas antiguallas que ni siquiera poseían una radio, paracaídas ni ametralladoras con las que poder defenderse. Se trataba de ahorrar carga para poder llevar más bombas, necesitar menos combustible y llevar a cabo más misiones.

Esta configuración significaba la muerte segura en caso de ser alcanzadas por una sola bala, ya que la carga explosiva se encontraba al descubierto y distribuida por todo el cuerpo del avión. Si un piloto alemán conseguía derribar a una "bruja", se le concedía nada menos que la Cruz de Hierro.

"Bombardeábamos, matábamos, era parte de la guerra”, dijo Popova en un documental sobre su vida. Igual que al resto de sus compañeras, se le asignó un uniforme hecho con los retales del traje de un piloto varón y se esperaba de ella que lanzase todas las bombas que pudiera antes de ser derribada o se estrellase, algo que se consideraba una certeza que todos sabían que ocurriría tarde o temprano.

Pero Nadezhda Popova sobrevivió a la guerra y completó un total de 852 misiones, en casi todas las cuales tuvo que "avanzar entre un muro de fuego enemigo" con la cara congelada  (la cabina no tenía techo)  y dispuesta a estrellarse contra el objetivo en caso de ser alcanzada. Después de intentar sin éxito convertirse en piloto de combate, la joven Nadezhda decidió convertirse en "bruja" para intentar "hacer un trabajo que debía ser hecho" y también "para demostrar a nuestros enemigos que éramos más fuertes y estábamos mejor preparados", solía decir.

Lo más seguro es que, al preparar sus misiones Popova recordaba la rabia que sintió cuando pudo "ver las caras sonrientes de los pilotos nazis al ametrallar a multitudes indefensas" en su Moscú natal, algo que recordaba y no se cansaba de señalar en cada entrevista.

"BRUJAS DE LA NOCHE"

Las temibles "brujas nocturnas" se convirtieron pronto en una leyenda que los enemigos repetían. La propaganda estalinista supo explotar la figura de las "heroínas de la patria". Sus éxitos en la contienda les otorgaban un halo especial, tanto en su país como entre sus enemigos, y en el caso de la fuerza aérea, la estampa de una mujer piloto con el pelo al viento y dispuesta a jugarse la vida por sus camaradas resultaba épica y de lo más sugerente.

Por otro lado, formar unidades aéreas con mujeres no era ningún problema, pues antes de la guerra la Unión Soviética contaba con un centenar y medio de escuelas de vuelo y una cuarta parte de los alumnos eran féminas.

 Nadezhda Vasilyevna Popova, piloto de guerra, nació en Shabanovka (antigua URSS) el 27 de diciembre de 1921 y murió en Moscú el 8 de julio de 2013.

Por Gayo.


17 julio 2013

Mirando al mar

Bajo el palio de la luz crepuscular, cuando el cielo va perdiendo su color, quedo a solas con las olas espumosas que me mandan su rumor.



Ni un lejano barquichuelo que mirar, ni una blanca gaviota sobre el mar...


Yo tan sólo recordando la aventura que se fue, la aventura que en tus brazos amorosos disfruté, bajo el palio sonrosado de la luz crepuscular.


Mirando al mar soñé...........................