03 mayo 2015

Gurkas y Nepal

"En la guerra disponías de un fusil para defenderte. Aquí me sentí como un muñeco al que meneaban. Acabé en el suelo. Nunca había sentido tanto miedo", dice Sunder Ghela, de 80 años de edad, nativo del poblado de Barpak y otro veterano que sirvió con los militares ingleses.
En las filas de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, nombres como Barpak, Laprak o Balaua se asocian con las regiones nepalíes que sirvieron como centro reclutamiento durante décadas a los Regimientos Gurkas, que en ese país se han rodeado de toda una aureola casi mítica tras su participación en incontables conflictos.

Pero desde el pasado 25 de abril, cuando la región de Gorja (que da nombre a esas unidades militares inglesas) se convirtió en el epicentro del terremoto, esos mismos poblados son un reflejo de la devastación que ha azotado a este país. Encaramada en una montaña de 2.000 metros de altura, Barpak ha quedado aislada del país.
El camino usado en el pasado por los jeeps que conducían hasta esta pintoresca población de unos 12.000 habitantes aparece ahora cortado por decenas de avalanchas. El colapso de las colinas lo cubrió con toneladas de piedras y tierra, rocas del tamaño de camiones y enormes arboles de decenas de metros de altura.
Ahora, el acceso desde Balaua  hasta lo que resta de Barpak requiere o bien un periplo en helicóptero o una durísima ascensión de más de tres horas a través de desfiladeros poco propicios para los que sufren de vértigo o ríos que se deben atravesar por precarios puentes de madera colgantes que se balancean a cientos de metros de altura. El desafío ha probado una vez más la dureza de clanes como los Gurung o los Ghela, el principal vivero humano de los Regimientos Gurka.
Los habitantes de Barpak y los puebluchos colindantes han organizado desde hace días un suerte de cadena humana en la que porteadores de todas las edades  (incluidos ancianos o mujeres que alternan los bultos con el niño que llevan atado a la espalda) son capaces de subir estos riscos sin despeñarse con decenas de kilos a la espalda.

"Nos eligen porque somos muy duros. Gente directa. Por estas montañas sólo pueden andar las cabras. Y nosotros", asevera Sunder Ghela en Barpak, acompañando sus palabras con una amplia sonrisa.
El último tramo requiere arrastrarse casi a gatas sobre los restos de una avalancha y concluye caminando literalmente sobre los pedruscos y despojos que hace días eran las viviendas de este poblacho de 300 habitantes.
Dhan Bhadur Gurung se salvó porque consiguió "saltar fuera de la casa" justo antes de que se derrumbara por completo. El padre de Dhan, Tuka Ram Gurung, también sirvió en las unidades Gurkas de Inglaterra durante 15 años. "Estuvo desplegado en Hong Kong", refiere.

Las tropas Gurkas se dividieron entre Inglaterra e India tras la independencia de ese país en 1947. Antes se ganaron su fama combatiendo en la primera y segunda Guerra Mundial. La historia militar les recuerda como temibles guerreros, hábiles en el manejo de su temido cuchillo curvo, el kukri, con el que se lanzaban al asalto de las posiciones enemigas al grito de "¡Aayo Gorkhali!" (¡Aquí vienen los Gurkas!).
Sus méritos fueron reconocidos por las autoridades británicas, que hasta ahora les ha concedido 26 cruces de Victoria, la mayor distinción militar del Reino Unido.

A sus 82 años, Del Bahadur Ghela, admite su impotencia ante la catástrofe. Sobrevivió entre otras a la atroz campaña de Burma en la II Guerra Mundial y sirvió durante 45 años en los Regimientos Gurkas.
El seísmo ha devastado un 60% de Barpak, una villa a la que la prensa local se refiere como la zona cero del terremoto.  No esperan la ayuda externa.
En la actualidad, unos 3.400 gurkas permanecen alistados en el ejército inglés y otros 30.000 en el indio.

(Información de Javier Espinosa)


4 comentarios:

  1. Habrá que ver cómo se han tomado en Argentina el desastre nepalí, allí estos gurkas hicieron de las suyas cuando la guerra de las Malvinas.

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    1. DON ULTIMO
      Intuyo que los argentinos no desean recordar nada de lo de Malvinas porque hicieron el indio bravo y quedaron en ridículo por causa de unos espadones.
      No sabía que la Armada british hubiera llevado GURKAS como infantería, y tal como dices es predecible que no se anduvieran en bromas.

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  2. El hacer frente a las adversidades está en el ADN de estas personas, obligados a ser duros como la roca en la que habitan, sin las comodidades que nosotros tenemos y tan poco valoramos. Las historias que se relatan acerca de ellos bajo las órdenes de "Bill" Slim parecen sacadas de una película del Stallone en Vietnam. No dudo que en poco tiempo aquello volverá a ser el remanso de tranquilidad que era hasta la llegada del terremoto.

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    1. DON HEREP
      Tienes mucha razón. Creo que su ancestral cultura, no sé si budista, los cultiva como gente pacífica pero dispuesta a defender a muerte aquello que valoran. Y el medio en que viven, tal como comentas, los hace duros como las rocas.

      Esperemos que pronto se recuperen de las pérdidas materiales.

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