13 julio 2015

Nuestras "bacanales" guerreras

Los griegos (ahora que están muy de moda), fueron los primeros grandes cultivadores occidentales de la vid. Los romanos les siguieron la corriente en esto y en casi todo. El vino fue tan importante para los griegos que tuvieron un dios específico del vino, Dionisos, también conocido como Baco. Y ahí empezaron las complicaciones. O, mejor, las explicaciones.

Lo dionisíaco fue, inmediatamente, sinónimo del desparrame orgiástico y festivo, y las bacanales, qué decir de las bacanales. Lo de Haro y Pamplona (por no hablar del botellón hispánico) es una gamba a la plancha, una misa de ocho, si se compara con una bacanal como Dionisos manda.
O sea, que este salto entre la cultura del vino y sus manifestaciones más desmadradas ya viene, sin que haya contradicción, de antiguo.
Todo viene de la Antigüedad, con manual de uso y con explicación psicoanalítica por si hiciera falta. 

Según el periodista Hidalgo falta haría explicarse el porqué de que tantas fiestas españolas tengan tintes (y tintos) bélicos: las batallas del vino, de las flores, los Moros y Cristianos, la tomatina (a tomatazos) de Buñol... En un país tan guerracivilista, las fiestas son guerreras.
La fiesta como enfrentamiento, y el enfrentamiento como fiesta. Siempre, con interés turístico nacional o, a poco que el cirio sea mayúsculo, internacional. Y el suelo, hecho un asco.
Lo dionisíaco, habría que explicarlo mejor. ¿Es inevitable que fiesta, alcohol y muchedumbre vayan siempre juntos? Se ve que sí.
Nunca se ha entendido, en España, que un individuo solitario y sobrio esté en condiciones de celebrar fiesta alguna.

TOMATINA DE BUÑUEL

9 comentarios:

  1. Pues si, un poco de fiesta en masa no viene mal. Sobre en todo en ciudades poco amables como Vitoria donde el clima suele ser un muro enorme para que la gente se junte a tomar cacharros. Sí, la gente se junta en bares todo el año, pero no se puede comparar con el ambiente que se forma a la que hace algo de sol y florecen terrazas. Y no digo ya nada en fiestas y tal.

    No será el colmo de la elegancia, pero que nos quiten lo bailao. Hay que celebrar que las cosas no van todo lo mal que podrian ir. Toquemos madera

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    1. SEÑOR OGRO.
      Lo festivo en masa es, desde siempre, el modo de "sentirse paisanos" los habitantes de cada lugar. Y tal como dices en cuanto luce el sol al gentío le gusta tomar sus chupitos o cañas en terrazas con mucha algarabía. Fíjate en un detalle : en donde existen cuatro cinco terrazas de bares y en uno de ellos apenas hay gente, to er mundo deja de ir a ese en donde hay sitio.
      Se os acercan las "Blancas" e imagino que estarás planchando la "blusa".

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  2. En fin, sería para hablar largo y tendido sobre el asunto.

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  3. La "tomatina de Buñol" según cuentan, fue un invento para darle salida al exceso de producción de tomates en la zona. La gran popularidad del evento (acude gente de todas partes del mundo) se debe, en mi humilde opinión, a que, por el color del tomate maduro, da la impresión de que ha corrido sangre a base de bien, como si la fiesta hubiera sido a puñaladas o machetazos, lo que resulta más atractivo para el personal.

    La misma distracción parece tener Prima Teresita, con ese aspecto sangriento de su tabla, como si hubiera sufrido el ataque de un tiburón, lo que, afortunadamente, no ha sucedido, a juzgar por el saludable aspecto de su muslamen.

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    1. DON BWANA.
      Bueno, lo de Buñol es una forma de adaptar el espíritu borroka de la gente a la necesidad de hallar mercado para el producto, siendo una excusa parecida a la de tragar las DOCE UVAS de fin año, otro invento de alguien para sacar de almacenes el exceso de producción en un determinado año.
      Lo de Buñol va más en consonancia con nuestro espíritu de ver mucha sangre , aunque sea ficticia.
      En otras épocas la vocación sangrienta de las fiestas se traducía en tirar del campanario una cabra o a la suegra disimuladamente.
      Pero no creo que sea afición local exclusiva esa de la sangre porque se sabe que los gringos que llegan a San Fermín buscan desesperadamente llevarse a casa un buen costurón de asta de toro bravo, cual medalla militar.
      Sí, a prima Teresita se la ve un tanto ensimismada, tal como si hubiera visto media docena de tiburones a su alrededor.

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  4. A mi no me busquen en ninguna de estas actividades lúdico-festivas masivas.... les tengo alergia. Prefiero irme con la prima Teresita mar adentro. Una bacanal bien organizada es otra cosa, es comparar el metro en hora punta con ir en el transcantábrico, nada que ver.

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    1. DON CSC.
      Coincido contigo en gustos y tendencias al respecto. Siempre huyo de la multitud y más si de por medio hay alcohol.

      No sé cómo serán "las bacanales bien organizadas" pero me las imagino.

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    2. Yo también me las imagino, como las debían organizar en la Grecia y Roma clásica los verdaderamente ricos.....

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