17 mayo 2013

El barco grande



225.282 toneladas de peso (unas cinco veces el Titanic y 12 la Torre Eiffel), 360 metros de longitud, 64 de ancho, 16 cubiertas, 24 ascensores, 65 metros de altura desde el nivel del mar, 6.296 huéspedes, 2.165 miembros de tripulación de hasta 71 países diferentes... Son las cifras que maneja el barco de cruceros más grande del mundo. O lo que es lo mismo, el Allure of the seas de la compañía Royal Caribbean.



Está dividido en siete vecindarios temáticos: Royal Promenade, un paseo cubierto salpicado de tiendas, restaurantes y cafés; Central Park, la zona verde con 12.100 plantas naturales; Central Park Boardwalk, al aire libre; Entertaiment Place, con su pista de patinaje sobre hielo, su casino y su teatro; Vitality At Sea, para ponerse en forma a golpe de spa y gimnasio; Pool And Sports Zone, en la cubierta principal, y Youth Zone, con atracciones de todo tipo para niños de hasta 12 años.




Teniendo en cuenta la descomunal osamenta de la nave en cuestión, normal que quepan desde canchas de fútbol y baloncesto de tamaño oficial a un campo de minigolf, una pista de patinaje sobre hielo, tiendas a destajo (desde productos de las firmas Coach o Guess a otra centrada en los mil y un artilugios fotográficos o para mascotas), galerías de arte y hasta un par de piscinas acondicionadas para practicar surf.





La oferta gastronómica-enológica alcanza la cifra redonda de 25 locales repartidos por todo el barco.

Hay de todo: italiana (Sorrento's Pizzeria o Giovanni's Table),

Americana cien por cien (con su propio ejemplar de la cadena Johnny Rockets y sus pantagruélicas hamburguesas),

Comida saludable (Vitality Café)... Hasta una enoteca, Vintages, en la que se maridan todo tipo de vinos con queso y tapas. Si lo suyo son los japos, ahí está el Izumi.

Un par de sugerencias: langosta escaldada con salsa de champagne y rollo de tempura de camarones coronado con anguila de agua dulce.

Y, por supuesto, sus bandejas de carne y pescado cocinadas sobre piedras calientes (ishiyaki).

De postre, nos quedamos con el flan con esencia de jengibre.


 
Hasta un clásico STARBUCKS



8 comentarios:

  1. Pues no me apetece nada hacer un crucero en ese mastodonte.
    Me horripila estar rodeado de millonarios gringos todos viejecitos y con mucha marcha que ademas se permiten hacerse los graciosos y encima pasados de alcohol....
    ¡¡Horrible!!

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    1. DON F.J.EUGENIO
      Ni a mí tampoco, pero no por los demás pasajeros, sean millonarios o loras viudas, sino porque los barcos me producen claustrofia. En una ciudad puedes moverte y ver cada día zonas diferentes. En un barco, aunque sea tan grande como ese, en dos días te has recorrido y visto todo lo que hay. Y el resto de días es un aburrimiento.

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  2. Estoy de acuerdo con las opiniones que me preceden:: demasiado grande. Donde esté un clásico velero y, a ser posible, en compañía de Romina, que se quiten esos mastodontes. Éso sí, recomendaría a la prima que se abrigara un poco porque el tiempo está muy traicionero últimamente

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    1. DON BWANA
      En efecto, son tan grandes que tienen hasta tiendas como El Corte Inglés pero de cómodos sólo en la imaginación de quienes montan en ellos. Creen que con tumbarse en una hamaca y tener siempre en la mano una copa de mojitos es el no va más de parecerse a Bill Gates.
      Con lo grato que es poder trasladarse a zonas desconocidas de una ciudad a tomarse un chocolate con churros y mirar el pasar de primas elegantes taconeando a lo Ava Gadner.

      Prima Romina tiene cara de estar pasando bastante frío y habrá que abrigarla, como dice, o mandarla a Moscú en donde estos días están a temperaturas por encima de 25º.

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  3. Chabacano, choni, hortera... no subía ahí ni engañado, Sólo si te pones colorao como una gamba tras pasar 75 horas tumbado al sol y usas chanclas con calcetines blancos te encuentras en tu ambiente en sitios allí, tíos elegantes como yo jamás serán vistos en esos antros.

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    1. DON ISRA
      Sin duda alguna : gente elegante como tú no frecuenta ni pisa lugares así.

      Están creados para seres con mentalidad de dependientes de comercio o auxiliares de oficina. Por ello ese aspecto de "chabacano" que calificas al movible éste. Y además no hay nada más aburrido y limitado que un buque en la mar, por muy grande que sea.

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  4. Pues lo que es seguro es que a mi no me pillan,no me gustan un pelo los trasatlánticos.

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    1. DON MAMUNA
      Les vas a dar un disgusto a los de la empresa esa de Royal Caribbean.

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