09 enero 2013

Obsolescencia programada

Daniel Mendez explica que en la película "El Hombre del Traje Blanco", de 1951, planteaba un dilema  : ¿Qué ocurriría si un investigador diese con la fórmula para fabricar el tejido perfecto que ni se mancha ni se arruga ni se rompe?
Todo un éxito, ¿verdad? 
Pues no. El científico del filme, encarnado por Alec Guinness, se mete en mil líos cuando la industria se vuelve en su contra. Los empresarios dejarían de hacer negocio, los trabajadores perderían su empleo... una pesadilla para la sociedad de consumo. 

Por eso, en la vida real, una serie de fabricantes y ciertos economistas crearon y alentaron hace ya años la obsolescencia programada. Esto es: impresoras que dejan de imprimir cuando contabilizan un número determinado de impresiones;  bombillas fabricadas para fundirse a las mil horas, baterías que se agotan en un año o dos... 

Son solo algunos de los ejemplos que más han trascendido, con fabricantes de renombre detrás, como Epson o Apple, Philips, etc. etc.. ¿Qué pretenden? 

Salvar la economía, dicen. Realizar productos perecederos que aseguren un nivel de consumo constante.

Con todo, por secretos que hayan permanecido, planes como estos no son nuevos. Según diversos documentos, todo empezó en 1924, cuando los principales fabricantes de bombillas acordaron crear lámparas que se fundieran tras mil horas de uso para asegurarse las ventas. Fue el cártel Phoebus, integrado por Osram, Philips y General Electrics, entre otros. 

Una de las consecuencias inevitables de desechar productos al ritmo actual es el alto nivel de contaminación que eso genera. "Estamos utilizando mal unas materias primas que extraemos del Tercer Mundo y que les devolvemos en forma de basura", dice un científico.

Conclusión: si el aumento de la población, la producción industrial, la contaminación y la explotación de recursos naturales se mantienen al ritmo de los últimos tiempos, dicen que la Tierra y sus bienes naturales se agotarían en cien años.

Por tanto, tenemos clarísimo que hoy todos los electrodomésticos, ordenadores, máquinas a electricidad, motores de vehículos, etc. tienen programado su caducidad y parada. 

Los únicos  objetos de los que aún nos podemos fiar son el encendedor llamado "mechero" consistente en una mecha y una rueda con piedra de chispa, y los incombustibles "cachimba" y "botijo español".

Tellabeltz



12 comentarios:

  1. Es absolutamente cierto lo que dices Javier; pero quisiera matizar algo con respecto a los productos de mas o menos elevada tecnología.El marketing de las grandes (y no tan grandes)empresas tecnológicas se basa en la innovación constante; cada año sacan al mercado un nuevo modelo que arrincona al anterior de modo que ya no sustituyes tu PC (teléfono movil, tv, etc.) porque esté roto sino por obsoleto; así nos encontramos con miles de equipos prácticamente nuevos y que en el mercado secundario tampoco valen nada.Añades a eso que la reparación cuando es necesaria rsulta antieconómica y ya tienes el coctel de la sociedad de consumo.Marketing, marketing y marketing.Se podría escribir largo y tendido sobre estas estrategias....

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    1. DON F.J.EUGENIO
      Claro, ya no es casi necesario programar esa obsolescencia por causa, como dices, de la permanente y rapidísima innovación existente en casi todos los artículos tecnológicos.

      Y la segunda parte que mencionas : que cada vez que llames al técnico para arreglar la parada de un electrodoméstico la contestación habitual es : no merece la pena el gasto de arreglarlo porque sale más barato comprar uno nuevo.

      Esa es la sociedad de consumo que disponemos por culpa de las partes : la de los fabricantes y la de una sociedad deseando y ansiando siempre CONSUMIR lo más nuevo. No hay más que ver la gilipollez de esos miles de descerebrados haciendo cola toda la noche para adquirir un nuevo modelo de movil que anuncia Apple o cualquier empresa.

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  2. La cosa es complicada, vivimos en la sociedad que vivimos, y es necesario haya consumo para que esta sobreviva. Como ha mencionado Eugenio luego tenemos la otra pata del banco, constante innovación, nuevos productos, marketing. En muchos productos la obsolescencia ya no es necesaria, son los usuarios los que se desprenden del mismo cuando sale uno mejor en el mercado.

    Lo que si me parece nefasto, inmoral y a eliminar son esas comanditas entre empresas para imponer precios o modelos de obsolescencia, eso si que no puede ser.

    Y lo que tampoco puede ser es que llenemos a paises del tercer mundo de basura y mierda. Vi un video de como estan aquellos paises y es tremendo... mares de desechos junto con sus substancias toxicas desparramandose por el mismo suelo que recorrer familias en busqueda de algo valioso.

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    1. SEÑOR OGRO
      Sí, F.J. EUGENIO está en lo cierto : en lo electrónico de mano ( moviles, ordenadores, tablets, etc.) ya no es necesaria la obsolescencia porque somos nosotros mismos los que desechamos productos que no llevan de vida ni dos o tres años.

      Lo vergonzoso es el caso que citas : acuerdos de empresas para que una lavadora que antes duraba 15 ó 20 años ahora esté programada para dejar de funcionar a los 5 años.

      Y el tercer problema es el de la basura tecnológica que almacenamos en países como Somalia. Hablan propagandisticamente de que hay que reciclar y de que las empresas lo hacen : yo no lo creo. No se recicla casi nada ajeno a cartón y papel.

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  3. lo malo es q los humanos venimos también con obsolescencia programada. Puede q la Crisis obligue a reutilizar y a reparar muchas cosas ahora desechados.
    saludos blogueros

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    1. DON JOSÉ ANTONIO
      Muchísima más gente de lo que se cree está ya con obsolescencia en vigor y sin embargo les dejamos ocupar cargos directivos públicos y privados. Habría que someter, como suele repetir el bloguero Isra, a exámenes psicotécnicos a todos los que pretendan acceder a un cargo, y con revisiones bianuales.

      Sí, la Crisis va a obligar a usar objetos y máquinas que se desechaban y comenzar a emplear métodos de postguerra, como recauchutados de ruedas y apertura de lavaderos públicos, etc. etc.

      Saludos cordiales

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  4. En esta sociedad de consumo, forzada como tal por ese procedimiento que apunta, deberíamos reducir nuestros gastos a lo único que precisamos diariamente: LA COMIDA. A esos trucos de marketing arriba comentados también hay que sumar los llamados "caprichos de la moda", que inducen a la gente a cambiar de percha permanentemente. Un ejemplo han sido las variaciones de la moda respecto a las corbatas; un par de años "se llevaban" estrechas, luego había que usarlas anchas, después volvían a ser estrechas y así sucesivamente. Mi padre se reía del asunto porque usaba pajarita. Lo mismo sucede con las demás prendas de vestir; hay que ser firme en las convicciones y no comprarse nada a menos que el aumento de volumen corporal lo exija.

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    1. DON BWANA
      Estoy de acuerdo : los que aún somos poderosos en el sentido de que hacemos lo que nos apetece, debemos limitarnos a disfrutar de lo que apetece como huevos fritos con patatas fritas, anchoas asadas al carbón, siestas como las que se metian los freires hace cien años ( y quizá ahora en algún convento perdido)y un ordenata sin complicaciones modelnas (nos viene el Windows-8 con uso tactil en vez de ratón y mil novedades más inútiles) así como obtener la fórmula que esconde Isra para digerir en tres o cuatro minutos una ingesta de varios kgs. de alimentos.

      Lo de las corbatas las sufrí en su tiempo hasta que decidí usar un modelo ni ancho ni estrecho que, por suerte, luego se impuso. Actualmente modifico mi vestuario unicamente cuando descubro que los pantalones del pasado año ya no me permiten atar los botones de la cintura. Luego están los que usan gafas de sol aunque llueva a mares y a los que les cambian de moda permanentemente. Y en los cortes de pelo lo mejor llevarlo al estilo semi-militar, salvo cuando se cae en cuyo caso con una gorra de club de golf es suficiente para resolverlo.

      Que los dioses nos protejan y en agosto nos encontremos en Complutum para intercambiar ideas al respecto.

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  5. Pues que que quieres que te diga Tella, que en unos 10 minutos me voy a calzar una baguette de jamoncito serrano y me he desayunado unas palmeritas con un cafelito, cuando acabe sabré que a mi ordenata le quedan 2 telediarios, a mi móvil 2 horas y a mi pen drive un par de minutos (un pen drive de 8 Gb me costó hace un año y medio lo mismo que uno de tropecientos gigas ahora).

    Por eso hay que volver a los clásicos, Elvis, Dr.Who, vinilos, libros de toda la vida (lo que más me toca los cojones de estos tiempos modernos es la PUTA MIERDA de los e-book), etc...

    Como verás, me he salido por la tangente, pero que le vamos a hacer, los de Complvtvm hacemos lo que queremos cuando queremos.

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    1. DON ISRA
      Cuando termines con ese bocata y antes de comenzar con el segundo medita en la forma de no tirar tu último modelo de movil LG porque te debe de durar hasta la mortaja.

      Y hablando de cosas serias : he estado comprobando cómo se lee un libro con un e-book de esos y está clarísimo que no he de ser yo un cliente de ellos porque aún me gustan los libros, no sólo por su contenido sino por su olor a tinta y su tacto de papel y sus cubiertas bien hechas.

      Todos los pen-drives que tengas véte vaciándolos a uno o mil discos DVD porque en breve estarán obsoletos lo mismo que los DVD pero son más fiables los últimos.

      Y necesito tu fórmula de digerir rapidamente los alimentos porque la alubiada y posterior plato de bacalao en salsa verde me tienen toda la tarde con el estómago dandome sensación de que estoy embarazado.
      ¿Sabias que el plato de "duelos y quebrantos" no tiene caducidad?

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    2. ¡que cojones intercambiar ideas al respecto en Complvtvm!... como en esa época estamos con la fresquita (una fresquita muuu rara) saco el coche del garaje, lo dejo un par de minutos al sol y nos hacemos unas anchoitas como las que le comentas a Bwana, encima del capó (vale que no es carbón, pero ya sabes que aquí vamos muy a nuestra bola)

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    3. DON ISRA
      Bueno, bueno, no te pongas así. Y además que sepas que Don Bwana es un "todoterreno" y yo ya me acostumbré a vuestras temperaturas siempre que se camine despacio y por la sombra, al cobijo de monasterios o cafés.

      Y una mañana, a eso de las doce, hacemos lo que dices con tu coche. Ya llevaré yo las anchoas de Guetaria. Sería muy conveniente advertir con antelación a Doña Maribeluca y a Don Manuel El Paseante.Quizá hasta el Gran Zorrete se nos uniría para contarnos secretos de sus agentes que espian a los de la CIA.

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