03 abril 2011

El mercenario del Gal asesinado por sus jefes

"Jean Pierre se convirtió en un testigo incómodo, negativo, para sus jefes; y esos mismos jefes, los del GAL, fueron quienes lo eliminaron el 19 de marzo de 1984". De esa forma tan clara y directa se expresa, por primera vez, Teresa Rilo, viuda de Jean Pierre Cherid, el eslabón perdido entre el Batallón Vasco Español (BVE) y los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL).

Jean Pierre Cherid era un reconocido y prestigioso mercenario que formó parte del ejército francés como paracaidista, fue miembro de la OAS [Organización del Ejército Secreto en sus siglas francesas], soldado a sueldo en Biafra y otras guerras africanas que, finalmente, recaló en España.

Aquí, como destacado anticomunista, consiguió la protección de los servicios secretos y trabajó en ATE (Antiterrorismo ETA) con el capitán de navío Pedro Martínez, cuyo alias era Pedro el Marino. Entre 1975 y 1982 colaboró con el BVE y estuvo a las órdenes tanto de Pedro el Marino como del inspector jefe Antonio González Pacheco, más conocido por Billy el Niño.

A partir de 1982, tras la llegada del PSOE al poder, trabajó para los GAL bajo la supervisión directa del sargento de la Guardia Civil Manuel Pastrana, que estaba destinado en la Secretaría de Estado de Interior con Rafael Vera.

Se da la circunstancia de que en los próximos días, entre el 4 y 6 de abril, la cúpula del Ministerio del Interior tendrá que declarar, como testigo, en uno de los últimos juicios de los GAL. Esa vista oral se celebra en la Audiencia Nacional contra el comisario Miguel Planchuelo, que supuestamente dio la orden de atentar contra los bares Batxoki (Bayona) y Consolation (San Juan de Luz) en febrero de 1986.

La petición de la acción popular contra el que fuera comisario jefe de Información de Bilbao es de 114 años de cárcel.

Jean Pierre Cherid murió el 19 de marzo de 1984 en Biarritz  (Francia)  cuando, supuestamente, manipulaba unos explosivos que había colocado en un vehículo en la calle de Víctor Hugo, con el fin de atentar contra un grupo de etarras que tenía que pasar por aquel punto.

Sin embargo, 27 años más tarde, Teresa Rilo, su viuda, revela que su marido no murió por un error de manipulación de explosivos, como siempre se había especulado: "Era un experto en la utilización y manejo de explosivos y recibió la contraorden de sus superiores de retirar aquel vehículo, trasladarlo hasta Irún y entregarlo a la Guardia Civil de allí. Es decir, no había que manipular nada y, además, la carga estaba desconectada. Fue una trampa de su propia gente para eliminar a un testigo negativo".

Ése es el principal argumento por el que Teresa Rilo considera que ella y sus dos hijas son también víctimas del terrorismo de los GAL y reclaman una indemnización por los años en que su marido trabajó para el Ministerio del Interior, de 1976 a 1984: "Jean Pierre trabajó con Pedro Martínez [Pedro el Marino] en los servicios secretos, con el inspector Antonio González Pacheco (Billy el Niño) y con el sargento Manuel Pastrana, que estaba en la Secretaría de Estado. Es decir, mi marido trabajaba para un grupo parapolicial de Interior que montó el propio Ministerio y siguió trabajando cuando Felipe González era presidente del Gobierno".

Tras la muerte de Cherid, su viuda intentó reclamar una ayuda de los supervisores de su marido, pero nunca consiguió nada: "Jean Pierre, antes de morir, me dijo que si algún día le pasaba algo, que no me preocupara, que sus jefes me ayudarían y que no me dejarían tirada. Después, todo fue al contrario. Vinieron a casa y se llevaron todos los papeles y las armas que relacionaban a Jean Pierre con el BVE y con los GAL, y me dijeron que no abriera la boca, que no hablara con ningún periodista y que tuviera mucho cuidado con lo que hacía. Se puede decir que me amenazaron. Yo estaba muerta de miedo porque tenía presiones por todas partes, de ETA y del Ministerio del Interior".

Con los años, Teresa Rilo y sus hijas han ido investigando y reconstruyendo cómo fue la muerte de su marido:  " Hoy sabemos, por medio de confesiones e informaciones que nos han aportado sus antiguos compañeros y amigos, que a Jean Pierre lo eliminaron. Paco, un guardia civil muy cercano a mi marido, siempre me decía que era una lástima lo que le habían hecho a Jean Pierre, que no se merecía eso. Estoy convencida de que él sabía o escuchó el plan que tenían para taparle la boca".

Jean Pierre Cherid, que nació en Argel en 1940, participó como mercenario y militante de extrema derecha en los atentados de Montejurra 76, donde murieron dos carlistas, y, dos años más tarde, en la voladura del etarra José Miguel Beñaran, Argala, que fue uno de los que atentaron en 1973 contra el entonces presidente del Gobierno, almirante Carrero Blanco.

En el periodo comprendido entre 1978 y 1982 el BVE, donde actuaba Cherid, atentó contra un número importante de militantes de ETA entre los que estaba Sagardía Saldua, Uzurbil, que siguió la misma suerte que Argala. En 1980, Cherid intentó secuestrar y trasladar a España a Dolores González Cataraín, Yoyes, haciéndose pasar por un gendarme francés.

Y en tiempos de los GAL (1983-1984), el mercenario francés se vio involucrado en los atentados de los etarras Oñaederra, Perurena, Gurmindo, Antxon, y Pérez Arenaza (cuñado de Txomin), entre otros. Marzo de 1984, el mes en que murió Cherid, fue uno de los periodos de mayor intensidad de los GAL, con un total de cuatro asesinatos.

Jean Pierre Cherid voló por los aires el 19 de marzo de 1984 a las 13.30 horas en Biarritz y su mujer se enteró por la televisión de que aquel hombre destrozado por la acción de una bomba era su marido:

"Aquel día nadie daba señales de quién era la persona que había muerto, pero me di cuenta de que era Jean Pierre cuando en un reportaje de televisión vi cómo enfocaban un pie con un zapato, que era lo poco que había quedado de aquella persona. Al ver el zapato supe, de manera automática, que aquel pie era de Jean Pierre, y también intuí que aquello no era normal".

Teresa Rilo, 27 años después de la muerte de Jean Pierre Cherid, sabía lo que se traía entre manos su marido y las diferencias que estaba manteniendo con sus jefes de Interior en los últimos tiempos: "Aquel coche estaba allí desde hacía mese, preparado para atentar contra un grupo de etarras que iba a los bares de aquella zona. Jean Pierre quería que la reivindicación del atentado se realizara a través del BVE y Madrid, sus jefes, le dijeron que tenían que ser los GAL. Eso llevó a un enfrentamiento entre ambas partes y Jean Pierre, incluso, llegó a amenazar a sus interlocutores en Interior".

La viuda va más lejos en los pormenores del vehículo cargado de explosivos (un Renault 18 blanco con matrícula francesa 8185 RL 64) e indica: "El coche estaba desconectado, según me contó él. No era tan tonto como para dejarlo conectado, pues conocía muy bien el mundo de los explosivos. Le dieron la orden, desde Madrid, de retirarlo de Biarritz, llevarlo a Irún y entregárselo a la Guardia Civil. Estoy segura de que alguien de los GAL manipuló el coche y los explosivos y por eso le dieron la orden de que lo trasladara, para que, de esa forma, al abrirlo muriera y así eliminaban a un testigo negativo".

Después de la muerte de uno de los mejores jefes de los GAL se produjo el silencio policial y judicial, tanto en Francia como en España. Toda la investigación se centró en que Cherid murió al manipular la pila del detonador de los explosivos.

"En Interior me dijeron que para demostrar que Jean Pierre había trabajado para la Policía y la Guardia Civil tenía que acreditarlo alguno de sus jefes. Durante todos esos años tanto Antonio (se refiere a Billy el Niño) como Manolo (en alusión al sargento Manuel Pastrana) me dijeron que no me moviera, que no dijera nada, y cuando los he llamado no han querido saber nada. Pues ahora, que les llame la Justicia y que digan quiénes eran sus jefes, quién proporcionaba a mi marido los explosivos, las armas y el dinero para trabajar en el sur de Francia como grupo parapolicial de Interior, y así sabremos toda la verdad de aquellos años".

Tellagorri



8 comentarios:

  1. Que investiguen, que sigan investigando hasta llegar al último mono de aquel entramado. Que caiga quien tenga que caer, pero que esta señora no pida dinero por los trabajos de su marido en la organización terrorista de los GAL. Sólo faltaba que pagáramos una pensión a las viudas de estos mercenarios.

    Supongo que este hombre sabía dónde se metía y que lo que hacía estaba fuera de la legalidad; mal hizo presuponiendo lealtad a quienes se mueven en el fango de la corrupción, la ilegalidad y la traición.

    Saludos.

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  2. DOÑA ELENA
    Suscribo totalmente tu comentario.

    Al fin y al cabo era un asesino profesional que se alquilaba. Yo recuerdo los DOS MUERTOS que dejó en una concentración de carlistas en Montejurra. Sin venir a cuento. Pagado véte a saber por quién.

    Asesinó en tiempos de Franquito con aquel grupo de matones llamados "Batallón Vasco Español" o "Guerrilleros de Cristo Rey".
    En aquella época, no creo que en Andalucia lo vivieraís, aquí había cada día algún ciudadano apaleado, lo que hacía que los etarras lo usaran como excusa para matar más.

    Después fué comprado por Amedo y dedicado a las labores que todos sabemos y de las que Rubal sabe demasiado.

    Este y una media docena más como él eran la coartada para despistar las acciones asesinas de guardias civiles, policias y militares, todos en un saco llamado GAL.
    Y, claro, al igual que en el 11-M con los confidentes moros de la Policia, a éste y sus compas lo cepillaron para cerrar bocas.

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  3. En Madrid si que vivimos y peleamos contra esos guerrilleros de cristo rey, niñatos dirigidos por facciosos ocultos que se dedicaban a dar leña en las zonas de ocio, sobre todo en Argüelles, había una zona de copas llamada Aurrerá, que era donde solían actuar, recuerdo un día en el barrio de Salamanca, venia de una boda trajeado, y me metí en un bar a tomar una copa, y al rato, llegaron unos cuantos chavales de unos 20 años, arañados y alguno con algún moraton, y me sorprendió ver que unos cuantos señores de mediana edad que estaban sentados en una mesa, se levantaron para interesarse por ellos, y recuerdo que le contaron que en Aurrera les habían currado, y el tío, uno con bigotito recortado les dijo lo siguiente: " sois hombres, a si que no quejaros, la próxima vez vais con cadenas, o con navajas y os despacháis a gusto", no me pare a oír nada mas, pague la copa y me fui; lo que demuestra que tanto este Jean Pierre Cherid, como aquellos chavales que me encontré, no eran mas que cabezas de turco al servicio de intereses ocultos.
    Un saludo

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  4. Qué "campurrio" todo esto, no lo entenderé jamás. Menos hacer lo más lógico, utilizar las armas que da un Estado de Derecho para acabar con ETA, se hicieron y se hacen cabriolas de todo tipo. Supongo que para quedar bien con los peneuveros.

    ¿Y esta mujer porqué espera tantos años para revelar que mataron a su marido? A mi me parece muy bien que se investigue hasta el final ¿Pero ésta que pinta en todo este sarao?

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  5. DON MANUEL
    Sí, había unas pandillas de descerebrados enviados por no se sabe quién, aunque sospecho que no andaría muy lejos el personaje nefasto aquel de BLAS PIÑAR.

    Tal como comenta, hubo una época en San Sebastián en que el barrio del Antiguo todos los viernes por la noche aparecían unas cuadrillas de esas, tal como Ud. relata, y que apaleaban a los que cogian en el camino. Con absoluta impunidad porque era inutil llamar a la Policia y la Guardia Civil era sorda.

    Los del barrio se organizaron y montaron grupos de tres o cuatro, repartidos los grupos, armados con estacas a esperarlos. Y cazaron a una docena de éstos Guerrilleros de Cristo Rey, resultando ser sargentos, cabos o brigadas del Ejército vestidos de paisano junto con policias procedentes de otras poblaciones, y un par de tipos como el Sherif.
    En cuanto la prensa local lo publicó se acabó la historia.

    Tal como dice, eran sicarios y carne de cañón de intereses ocultos.

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  6. DOÑA CANDELA
    Todo esto en el fondo era un modo de desestabilizar el sistema y atemorizar al gentío y no se sabe porqué o de qué dependían entonces.

    Luego se unieron a los llamados grupos GAL y a partir de ahí estaban dirigidos por una docena de AMEDOS a las órdenes de Interior, del gobierno de Gonzalez.

    Qué porqué lo hacían?
    Porque este país es chapucero y brutal por esencia y gusta de utilizar amedredentadores profesionales y de pago en cada ocasión que algunos políticos desean causar problemas sin dar la cara ni arriesgarse.

    Luego les copiaron los batasunos y durante décadas hemos tenido noches de asalto y vandalismo en cada localidad vasca, gratuita y brutal, quemando de todo incluídos coches estacionados y cajeros de Bancos.

    Lo de esta mujer es de tonta del culo por completo porque hasta ahora no había abierto la boca. Y pensará que va a conseguir una indemnización estatal a cambio de no alborotar. Y no alborotar significa que los responsables de entonces de lo que hacía su marido y otros siguen en puestos claves del Estado.

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  8. La opinión de una maketa (a mucha honra, ;) )como yo, servidora, no la voy a decir por no armar revuelo ni escándalo. Pero me arde la sangre estas cosas, caro Javier.
    Éstos no sabrán "latín" como el de Costa de Marfil, pero nada de toda esta basura va a salirles gratis.

    Abrazos.

    11:25 PM

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