30 junio 2010

Mendigos, Malvividores y Jubilatas

En las Ordenanzas Reales de Carlos III, datadas en 1768, se limitaba el acceso a los ejércitos a “gitanos, murcianos y gente de mal vivir…".
Vaya vuesa merced a saber el porqué Carlos III metía a los murcianos en medio de esa frase. Imagino que los de Murcia nunca se lo habrán perdonado a los Borbones.

A propósito de ello, inserto un episodio de jubilatas escrito por el amigo y bloguero-escritor Don José Luís de Valero.

"Ahora en la calle de Atocha no hay banqueros extranjeros de empolvada peluca que favorezcan o provean de fondos las arcas del rey, si exceptuamos alguna sucursal bancaria en la que cabe la posibilidad de pillar por sorpresa a su director trapicheando con dineros que no le pertenecen.

Tampoco por Atocha circulan hoy en día piojosos viandantes a pesar que buscones y pelanduscas siempre los hubo, habido y habrá, aunque sí es cierto que pululan mendigos tanto nacionales como extranjeros exhibiendo cartones rotulados donde le indican a uno el grado de abandono y miseria en el que están inmersos.

-Eso con Franco no pasaba – afirma categórico el señor Braulio, comerciante del barrio que no se perdía ni una manifestación en la Plaza de Oriente.

Es cierto. Con Franco los pobres, o sea casi todos los españoles, se refugiaban en su casa para oír el parte de las diez de la noche frente a un plato de sopa y media docena de garbanzos por barba. Mientras tanto, los mendigos con residencia fija en la calle estaban dos días por semana a régimen de lentejas adobadas con piedras en los comedores de Auxilio Social.

Con Franco un mendigo no se desmadraba y además se andaba con ojo en sus modales y en la forma de proceder ante el personal, no fuera caso que la Policía Armada le inflase a hostias sobre el terreno, durmiera gratis por una temporada bajo techo en los calabozos de la Puerta del Sol y encima le colocaran un marrón aplicándole la Ley de Vagos y Maleantes facturando al susodicho a Carabanchel por tiempo indefinido.

Los mendigos de antes acostumbraban a ser muy educados e incluso muy píos. El que se ponía a pedir limosna a la puerta de una iglesia, cuando salía o entraba el cura portando el Santísimo con el monaguillo dándole a la campanilla, entonces el paria se arrodillaba santiguándose con unción y poniendo cara de circunstancias. Su fervorosa actuación le valía muchos enteros ante los fieles, que acostumbraban a premiarle con unas monedas. Y sobre todo, su fingido fervor le valía un huevo si se hallaba cerca un guardia municipal, que en estos casos acostumbraba a hacer la vista gorda mirando hacia otro lado.

Por la calle de Atocha tampoco circulan espadachines a sueldo.

Hoy en día sería impensable portar una espada al cinto, pero lo cierto es que las armas cortas han sustituido a las largas y más de un sicario circula llevando en el bolsillo una automática fabricada en Albacete o en Eibar, según la clase de arma que sea aunque todas ellas escupen muerte.

-Eso con Franco tampoco pasaba, coño – insiste el Braulio, sacando brillo a una espada toledana.
En eso tengo que darle la razón al Braulio.

Con Franco eso no pasaba. Pasó después, el 24 de Enero de 1977 cuando alguno de sus acólitos añorando sin duda viejos tiempos, ametrallaron un despacho de abogados laboralistas situado en el nº 55 de Atocha, dejando cinco cadáveres esparcidos por el suelo como muñecos rotos. muñecos rotos.

Siempre existirán Braulios nostálgicos de la vieja guardia, aunque cada vez quedan menos de esos que llevan bigotillo hitleriano y el escudo con el cangrejo de la Falange cabalgando en la solapa; aunque de un tiempo a esta parte parece que de nuevo resurge una soterrada fuerza con tintes extremistas y ultramontanos. Quizá sea una forma de pensamiento o consciente-subconscienteinconsciente colectivo o como demonios quiera llamársele, pero lo cierto es que la gente está cabreada y en según qué reuniones las discusiones suben de tono y se apuntan drásticas medidas.

En mi deambular por Madrid me he acercado a visitar a un viejo amigo y aprovechando la ocasión, he asistido a una de esas reuniones que se celebran entre los jubilados, teniendo como marco una Residencia de día para La Tercera Edad.

-Hay más de dos millones de moros en España, puñeta – contabiliza el Matías, que había sido maestro nacional y para eso de los números es una lumbrera.

-Menos moros, Matías.

-Está bien, millón y medio pero de ahí no me bajo – rebaja automáticamente con un mohín de disgusto.

-Algo así. Por ahí van los tiros.

-¿Y te parecen pocos? ¡Es una quinta columna acantonada dentro del suelo patrio, hostias! ¡Si se sublevan estamos perdidos!

El Matías se exalta. Su abuelo la palmó en Filipinas y su padre en Alhucemas. Cuando estalló la guerra civil a él le pilló en Burgos y sirvió en Intendencia sin oír más tiros que los que se disparaban en la barraca de feria que instalaban en su pueblo para las fiestas de Santa Bárbara.
Hasta ahí estaba el Matías liado con la pólvora.

-Si de mí dependiera, te aseguro que echaba a todos los moros de España a hostia limpia y se los devolvía al tontolaba del Mohamed, joder; que Madrid parece la sucursal de Rabat y los españoles los recepcionistas de toda la mierda que sobra en Marruecos.

A Matías parece que le va a dar algo. Aporrea la mesa y pide a gritos una copa de coñac mientras yo le pido que se calme y no monte un cirio. El resto de personal que se reúne en el local se aproxima a la mesa del otrora maestro nacional, tomando posiciones.
Cuando él habla, habla España y sanseacabó.

El Matías toma aire y se lanza dedo en ristre, apuntando hacia las alturas como poniendo a Dios por testigo.

-Ya lo dijeron los Reyes Católicos: que en su reino no querían ni moros, ni judíos, ni gitanos, ni murcianos ni gentes de mal vivir.

-Oye Matías, que yo soy de Cieza. A ver si te arreo una hostia que te avío, mamón.

El murciano se ha levantado de su asiento hecho un basilisco, dispuesto a deshacer entuertos y dejar a salvo la reputación de la Comunidad Autónoma de Murcia.

-Pues lo que he dicho está escrito, es historia y dicho queda – replica el Matías sacando pecho.

Y no me retracto! – apuntilla.

Al de Cieza le sale babilla por la comisura de la boca.

Retira lo de los murcianos, rediós, o me cago en toda la dinastía de los Reyes Católicos!

-¿Dónde está mi coñac? – inquiere el Matías, que necesita darse ánimos para aguantar la que se le viene encima con el de Cieza.

Una mujer con bata blanca acude presurosa a la mesa de un Matías sin resuello debido a un ataque de tos.
-Ni coñac ni leches, Matías. Tómese esta tila y márchese a casa o llamo inmediatamente a su mujer para que venga a recogerle.

Mientras al murciano lo están sujetando entre cuatro, el Matías aprovecha la ocasión y escurre el bulto haciendo mutis por el foro. Su disertación prometía, mas visto el peligroso cariz que tomaban los acontecimientos lo más aconsejable es ahuecar el ala y posponer el mitin para mejor ocasión.

En la residencia para jubilados del barrio de Lavapiés, el asunto de los moros y demás inmigrantes se vive muy intensamente y no hay día que no se organice un debate-trifulca al respecto.

Aunque lo que es inamovible son las cifras de delincuencia atribuibles a las gentes de mal vivir.
Y de eso los madrileños saben un rato."

Tellagorri


19 comentarios:

  1. Maese TELLAGORRI:

    Vuesa merced es en extremo indulgente haciéndose eco de mis recuerdos, en un principio plasmados a pluma sobre unos folios para luego ser traspasados a este diabólico invento informático llamado ordenador.

    Debo agradecer vuestra gentileza puesto que como ya os comenté en una misiva, éste y otro de los libros que me surgieron de la mollera los escribí precisamente para ser divulgados, para que a las nuevas generaciones no se les olvidé que la vida en España nunca ha sido fácil. Ni lo fue antes ni lo es ahora. Mañana, ni se sabe, pero tal y como están las cosas en el corral socialista y de seguir los mismos pollos y cluecas en el gallinero, es más que posible que dentro de unos años estas nuevas generaciones se lancen a las calles y levanten barricadas.

    Si tal cosa sucediera, tened por seguro que el levantamiento civil español no se parecería en nada al Mayo francés, entre otros motivos porque los españoles tenemos bastante más mala leche que los gabachos. Sobre todo cuando se pasa hambre.
    Hambre de pan y sed de Justicia.
    Y esto está al caer.
    Espero no vivir para verlo.

    Un abrazo, querido Maese Tellagorri, y ruego me disculpéis por no haber intervenido en los comentarios de vuestro anterior post, mas ando inmerso en sesudas disciplinas musicales preparando un nuevo concierto. Y Vive Dios! que esta vez no será de sople armónico, sino más bien orgánico y pianístico, puesto que estoy construyendo en Blogger un nuevo palacio cardenalicio que llevará por nombre AUDITORIUM, donde he instalado un diabólico invento nipón aunque fabricado en Alemania.

    Trátase el artilugio de un teclado mágico con el cual de igual modo podré ofreceros un concierto de órgano, de piano, de violín, trompeta, acordeón guitarra, flauta travesera. etc,. Y por si hiciere falta, también dispongo de coros.

    Ahora estoy escudriñando en el complejo manual de instrucciones, a ver si por un casual localizo alguna vedette o vicetiple de esbelta figura, con ligueros, de rotundas caderas y aterciopelados senos. Más que nada para amenizar y dar colorido al espectáculo.

    Quedad con Dios, que NOS tenemos una cita con el Diablo.

    ResponderEliminar
  2. CABALLERO DE LA DIGNA FIGURA

    Cierto, en España nunca ha sido fácil vivir.

    Y el día en que vuelvan a reventar las costuras, se van a oir las algarabías hasta en Islandia.

    Que sea pronto cuando podamos disfrutar de vuestros diabólicos mecanismos de escuchar ruídos diversos y con acompañamientos.
    Que los peces del Mediterraneo os acompañen en vuestras soledades creativas.

    ResponderEliminar
  3. Querido Tellagorri, ya lo dicen los abueletes: "Esto con Franco no pasaba", y es esta una verdad como una catedral...evidentemente habìa cosas malas pero al menos existìa el respeto a las fuerzas del orden, no como hoy que gracias a los sociatas del Gran Bobo se les toma a recochineo y hasta el moro mas pardillo del moral les toma el pelo...hablando de moros, yo, como madrileno, estoy con el abuelo Matìas, tenemos 1 mill y pico de sùbditos tocapelotas del Mohamed en suelo patria a los que habrìa que darles "leña al moro" que si no esta gente se pitorrean del personal con Ceita/Melilla, el Islam, el velo y la puta madre que les pariò a todo...con esta gente lo que era necesario era mano dura que es de la ùnica manera que en toda su puta vida han aprendido a respetar...en cuanto llegan los sociatas meapilas con sus ayudas a inmigrantes etc es cuando se suben a la parra y se creen con el derecho de hacer o deshacer a su gusto....ojalà que el cambio de gobierno que se acerca en 2012 tome medidas contra estas gentes...

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. CAROLVS
    Te observo muy optimista en el sentido de que creas que en el 2012 esto cambia. Dudo de que a los sociatas los quiten los de la Oposición, y si así fuere son igual de membrillos y atontados que los actuales.
    Sus objetivos, los de los dos Partidos, es que cientos de miles de afiliados vivan como el Marqués de Salamanca lo hacía con Isabel II.

    ResponderEliminar
  5. Cuando en una sociedad se inyecta como con jeringuilla miles y cientos de miles de inmigrantes, sin control ninguno, es absolutamente imposible que esto no pase factura a la sociedad; factura normalmente negativa, por mucho "aporte" que me digan que nos van a dar esos inmigrantes (y perdón por la generalización, que ya se que hay de todo).

    Porque no todas las culturas son iguales, ni todas las culturas son respetables (uy lo que he dicho!), porque no todas las gentes "son güenas", porque las fronteras son algo más que "cosas antiguas", sino consecuencias de mucha historia y por tanto con un porqué y un para qué.

    En el 2012, aunque gane el PP, que nadie se engañe porque nada va a cambiar. Primero, fue el PP el que empezó dejando entrar a cantidad de inmigrantes (a menor escala que el PSoe, cierto, pero a saco también). Segundo, endurecer las leyes supondría abrir más cárceles, ¿saben el pastizal que cuesta mantener un preso en una carcel?...señores, lo diré claro, no hay pasta.

    Nos vienen tiempos muy jodidos en muchos ámbitos, y creo que cuando mi hija tenga una edad, la llevaré a dar clases de karate o cosa similar.

    ResponderEliminar
  6. Este sainete llamado Ex-paña no cambia, y lo peor, es que nosotros, los de otra generación, por desgracia, nos estamos convirtiendo en los nuevos Matias de turno; vivimos los ultimos estertores del abuelo, esperamos la transición como el que espera la comunión, nos formamos en el colegio, en la calle, en la vida, luchamos por sacar adelante a nuestra familia, hasta que nuestros hijos se han medio independizado, y ahora... en la dorada prejubilación, nos damos cuenta que , las carreras delante y detras de los grises, las asambleas, los mitines, el lanzamiento de octavillas, todo eso, no fué mas que una ilusión pasajera de juventud, porque, cambiar, no ha cambiado nada, seguimos tan jodidos como antes, en este pais de nunca jamas, donde sigue habiendo mucho cacique,señorito dominguero, maleantes de medio pelo , mendigos sacralizados y jubilados de profesión.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  7. Mi querido y recordado bisabuelo, persona absolutamente apolítica, trabajadora, honesta y con su retahila de apellidos vascos, también decía que, con Franco, se vivía mejor. Va para veinte años de su fallecimiento, de modo que no me cuesta mucho saber lo que diría hoy en día.

    Al tal Matías yo no le conozco. A mi bisabuelo, sí.

    Los mejores y más objetivos análisis políticos vienen de las personas a las que no les interesa la política. Sólo trabajar, vivir en paz y con su familia. Como mi bisabuelo.

    ResponderEliminar
  8. Llevas razon amigo Tellagorri...pero bueno ya sabes que la esperanza es lo ùltimo que se pierde...

    ResponderEliminar
  9. Pues si, Lavapies es una mierda llena de moros, chinos y lo que es peor, alternativos guarros ocupando edificios y haciéndoles un favor a las minorias étnicas (hay una mezcla de olores corpóreos de guarros e inmigrantes penosa).

    Y bien, una vez hecha la rondita para hacer amigos decir que esas callejuelas cercanas al Reina Sofía tienen, a pesar de todo, su encanto.

    Y frente al optimismo de 2012 vamos a peor de cabeza, los que están no creen en nada y los que vendrían han dejado de creer porque no da votos, sólo piensan en la silla y el coche oficial, lo dicho, a la mierda nos vamos de cabeza.

    ResponderEliminar
  10. Sé que es muy injusto generalizar, por eso distinguiré entre sudamericanos, negros y moros.
    Los primeros me parecen gente trabajadora y muy educada, cercanos a nuestra cultura y poco problemáticos.
    Los segundos, los negros subsaharianos no se meten en follones, vienen de la miseria total y sólo buscan sobrevivir.
    Sin embargo los terceros me parecen muy arrogantes, siempre pidiendo derechos, los que son incapaces de pedir en su país, intentan imponernos su cultura y no respetan la nuestra, la del país que los acoge. Digo como el amigo Carolvs, sólo aprenden a palos, y lo digo literalmente, a palos. Dicho por alguien que todos los días trata con ellos en la prisión.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. SEÑOR OGRO
    Efectivamente cada quién en su pueblo o como exigen los franceses que "el que quiera vivir en Francia que se adapte a las costumbres, cultura y leyes francesas".

    Harás bien en hacer que tu niña vayan adquiriendo buenos conocimientos de artes marciales.

    ResponderEliminar
  12. DON MANUEL
    Sí, señor. Nada ha cambiado desde nuestra juventud salvo los nombres y las apariencias de algunas cosas.
    Todo sigue siendo una dictadura de señoritos y un sistema que ni es democrático ni lo será hasta que se cambie todo de raíz.
    Lo que se ha modificado, esencialmente y a peor es la educación y formación de las generaciones nacidas a partir de la muerte de Franquito.

    ResponderEliminar
  13. INISFREE
    Los que siguen teniendo, y algunos lo conservamos, la idea de que lo esencial es lo que tú dices : trabajar, vivir en paz y con su familia, ya no nos sirve de nada.
    Estamos todos en el mismo saco que va derechito al barranco.

    ResponderEliminar
  14. ISRA
    Esa conclusión a la que has llegado la compartimos muchos : no hay nada que hacer con la castaza política existente que sólo aspira a vivir de los demás.
    Y el país terminará o mendigando y con hambrunas o armando una gorda.

    ResponderEliminar
  15. ELENA
    Has hecho una buena clasificación de los inmigrantes pero te faltan algunos.

    Estoy de acuerdo que con los sudacas hay pocos problemas, que los negritos (tan subsaharianos como nosotros subfranceses) subsisten en sus miserias sin mucho follón, y que a los moros hay qye atizarlos diariamente a poder ser.

    Pero te faltan los delincuentes profesionales de rumanos, polacos, búlgaros y rusos. Gentuza de tenerla aparte.
    Y, como dice el abuelete Matias, no dices nada de los murcianos.
    La RAE dice que "murciar" significa hurtar.

    A mi particular parecer lo de mezclar a gitanos con murcianos proviene de la costumbre, ya no existente, de que muchos murcianos recorrian los caminos de España vestidos con largas blusas grises vendiendo por los Ferias y pueblos toda clase de quincalla.
    Mucho antes de que los viajantes catalanes y sus maletones recorrieran en tren toda España ofreciendo telas, lo hacían en mulas o en tren los citados murcianos cargados de cacharros.

    Y probablemente de ahí les quedara una imagen de medio gitanos. También recorrian los caminos de España o al menos del Norte, los afiladores gallegos con sus bicicletas y la rueda de afilar cuchillos o tijeras.

    ResponderEliminar
  16. Llevas razón, los he olvidado pero es que esos no son inmigrantes, son delincuentes puros y duros.

    ResponderEliminar
  17. Que en España la vida nunca ha sido fácil es cosa sabida. La casta política nos lleva robando el pan y las ilusiones desde hace siglos, y los tenemos que echar a patadas a todos ya mismo, que si en 2012 gana Marianico el Corto (de ideas) la cosa va seguir igual.
    Lo de la inmigración es peliagudo, pero yo no dividiría a los inmigrantes por sus orígenes, sino individualmente, aunque sin duda los peores son los moros.
    El otro día oí hablar muy bien de Melbourne, y de la cálida acogida que dan sus gentes a los foráneos, además de la belleza de sus paisajes y su calidad de vida.

    ResponderEliminar
  18. Cabeza la mía!
    Magistral, como siempre el relato del Sr. de Valero(so).
    Espero ansioso su próxima producción musical.

    ResponderEliminar
  19. Yo es que la única experiencia "franquista" que tengo es la de una colleja cariñosa de mi padre en la azotea porque una soleada mañana de noviembre del '75, cantaba con mis cinco añitos. Lo demás es lo leído por este caballerete, y visto lo visto, se han cambiado la famosa Ley de Maleantes, por una peor todavía que se conoce como Ley Electoral, y es que los maleantes de antes, ahora pasan por Atocha para pedir pro tección y pro gresismo para esos inmigrantes que vaya uno a saber que llevan detrás de esos ropajes tan amplios.

    Los tiempos cambian, y los maleantes también, antes paseaban por Atocha y ahora toman cafés en la Carrera de San Jerónimo.

    ResponderEliminar