04 septiembre 2017
La boda del comunista
La boda de Alberto Garzón, como la de Lady Di, es un acontecimiento que rebasa las fronteras y produce riadas de comentarios, igual que la ingestión excesiva de marisco provoca gota.
A Garzón le exigen pureza. Si usted da lecciones, don comunistón, lo menos que puede hacer es casarse en la bodega de un pesquero, rodeado de pescadores borrachos que cantan polcas y rasguean balalaicas, preferiblemente con una armenia coja y tuerta que porta un ramo mustio de lavandas entre las manos.
Y magia: los mismos que se cachondeaban, con bastante motivo, por cierto, de la alergia patológica que le producían las chaquetas a Pablo Iglesias, ahora recriminan a Garzón que se haya paseado con un frac azul por entre las mesas de un convite absolutamente convencional. Pues a ver si nos aclaramos.
Hay que decir, de todas formas, que el comunista de hoy no es el comunista de ayer. El comunista siempre quiere viajar hacia una Arcadia, pero ésta ha cambiado de lugar en los últimos 10 años. Hoy, el comunista es más conservador que progresista.
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Ya dice el refranero que una cosa es predicar y otra dar trigo.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarRefrán muy aleccionador. Pero a los "pobriños" en neuronas no hay refrán que les cale.
Los comunistas, desde siempre, han sentido envidia de los acadaulados y de ahí su resentimiento de querer eliminarlos. Pero en cuanto tienen la menor oportunidad imitan los modos de aquellos.Baste recordar las dachas que se construyen los jerifaltes en todos los lugares en donde mandan.
ResponderEliminarDON VILLAR
EliminarLa vieja historia tantas veces repetida y que seguirá habiendo en tanto haya resentidos sociales por el Mundo.
Este ni siquiera sabe portar un "chaqué" y lo lleva como si fuera una zamarra de tela. Y el cuello de la camisa y esa corbata rematan su ignorancia sobre el bien vestir.Hasta para imitar a los pudientes hay que estar preparado.
ResponderEliminarDON MARIO.
EliminarSí, se nota demasiado que le va el frac como una indumentaria de cardenal a un mendigo. Pero debe de creer que ni Beau Brummel iba más elegante.
Pobres comunistas. Ya no pueden disimular su afición de siempre de vivir como un Botín.
ResponderEliminarDON LUCIANO
EliminarA eso han aspirado siempre y siguen aspirándolo a cuenta de quitar lo que tienen los que son como Botín.
Lo mejor del tema es la reacción de los sicarios comunistas, el memo de a pie, de la calle. Se muestran indignados porque nos descojonamos de Garzon a mandibula batiente. No entienden en sus escasas entendederas, que no nos parece mal se case a lo grande, sino que el emisario del reparto de la riqueza, el ayatolah del proletariado, se casque una boda de señorito real al doble o triple de lo que cuesta una boda normal.
ResponderEliminarPregunte inocentemente si de viaje de novios irian a Corea del Norte, Venezuela u otros paraisos comunistas, pero me da que no fue así.
SEÑOR OGRO.
EliminarEso es muy bueno : lo de la indignación de los comunistas de calle por nuestras carcajadas por su bodorrio a lo cutre-aristocrático.
De viaje de boda se habrá ido a las Antillas a un Hilton.