Llevas tres días con dolor de cabeza, mareo y sensación de debilidad. Preocupado, te sientas frente al ordenador y tecleas los síntomas en Google.
Los resultados indican que pueden atribuirse a múltiples enfermedades: desde una simple migraña hasta insolación, anemia, meningitis o un mortal cáncer de pulmón microcítico.
Un abanico de posibilidades demasiado amplio para intentar convertir al motor de búsqueda en tu médico de cabecera.
Aún así, las consultas al Doctor Google son el pan nuestro de cada día. Seis de cada 10 españoles utilizan internet para informarse sobre salud, según la última encuesta del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI). La mitad de ellos, para buscar síntomas propios o de algún familiar para averiguar qué les pasa. El 47%, para buscar remedios para sí mismo u otros miembros de la familia.
Y un alto porcentaje acaba convenciéndose erróneamente de que sufre una enfermedad gravísima. Son los cibercondriacos, los hipocondriacos de la Red.
Hace un par de años se puso en marcha una investigación para valorar 23 verificadores de síntomas. Esto es: herramientas informáticas que usan algoritmos para ayudar a pacientes al autodiagnóstico. Y no son el invento de unos alarmistas hipocondriacos: suelen pertenecer a universidades, hospitales, organismos públicos o compañías de seguros.
Y cientos de miles de personas las usan para averiguar si están enfermas y decidir así si acuden al médico o se ahorran la visita.
Mirar en Google en qué consiste una determinada enfermedad, es una cosa normal. Pero seguir las indicaciones médicas que da el buscador, ya no me convence en absoluto.
ResponderEliminarDON FLORENCIO.
EliminarEstoy de acuerdo con lo que dices.
Que el 47% de los españoles busquen REMEDIO a sus dolencias en internet, recuerda a los tiempos en que se iba a los curanderos de los pueblos.
ResponderEliminarDOÑA CANDELA
EliminarLa verdad es que veo cada vez a más gente tirar de movil para enterarse en Google del nombre de algunas dolencia o de algunas pildoras-
Normal que haya CIBERCONDRIACOS. Si siempre ha habido hipocondricos con enfermedades imaginarias, ya unicamente les faltaba que Google les diera más facilidades.
ResponderEliminarDON FERNANDO.
EliminarSiempre ha habido hipocondriacos y ahora con el DOCTOR GOOGLE se habrán duplicado como mínimo.
Pues los hipocondriacos, los homeopatas y otros druidas, la tenemos clara. Sobre todo en temas de virus/bacterias, estas cosas no se pueden tomar a risa, porque sin quererlo, podemos crear una mutacion resistente a las medicinas reales.
ResponderEliminarEllo sin olvidar a las legiones de creyentes que tragan las vacunas son peligrosas y ocultan segundas intenciones o que por naturismos extremistas llegan a provocar muertes o que enfermedades controladas se descontrolen de nuevo
Mucha tortaca falta.
SEÑOR OGRO.
EliminarCierto. Entre "naturistas", herbolarios y aficionados a las píldoras, se están cargando las inmunologías del organismo de cada quién a base de medicinas obtenidas en Internet.
La gente vive más años pero existen millones de personas que son adictas a fármacos o sus sustitutos que no necesitan para nada.
Según ha mostrado un estudio en el que se ha entrevistado a 323 pacientes de 14 a 75 años de centros de salud de la Comunidad de Madrid, el 61% de los pacientes de Atención Primaria utiliza Internet para informarse sobre su posible diagnóstico.
ResponderEliminarTras analizar las respuestas de 323 pacientes, el estudio refleja que el 61% de los usuarios de Internet son mujeres con una edad media de 48 años. Además, el 92% tiene un nivel de estudios medio alto y el 18% un índice de renta bajo.
DON ANDONEGUI
EliminarLo que supone un palo para el buen funcionamiento de los Centros de Salud y sus profesionales.
Me consta, por algún conocido que me la ha comentado, que los médicos tienen verdadero terror al Dr. Google, porque los pacientes llegan con un batiburrillo de información previa a sus consultas y les discuten tratamientos y diagnósticos.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarEra esperable que sucediera lo que comentas. Al final los pacientes creen más a Dr. Google que a su médico.
Y luego están los que ni se molestan en ir a su médico de cabecera tras consultar en Internet.