VICTOR HUGO, una vida desgraciada

Victor Hugo, nació en la fase resacosa de la Revolución francesa. Su novela más conocida, "Los Miserables", se ambienta no en la revolución que terminó con Luis XVI en la guillotina, sino en la rebelión protagonizada en junio de 1832 por los hijos decepcionados de aquella. Los que sentían que, a pesar de toda la sangre derramada, nada había cambiado en un mundo donde había miserables en cada esquina.

Hoy en día Victor Hugo está considerado uno de los escritores más importantes del siglo XIX y un hombre con una superdotada calidad literaria que, en buena parte, se inspiraba en su propia vida privada, muy agitada, repleta tragedias.

Su padre, José Leopoldo Hugo, era hijo de un carpintero que ascendió en las filas del ejército ciudadano de Napoleón.La señora de Hugo se convirtió en la amante del superior de su marido, el General Victor Lahorie, que ejerció de figura paterna para Victor Hugo y sus hermanos hasta su ejecución por conspiración en 1812.
El escritor conoció a su esposa Adèle Foucher siendo niños porque sus familias eran amigas. En 1822, cuando él ya comenzaba a tener éxito como escritor se casó con Adèle, a la que también había cortejado uno de los hermanos de Victor.Adèle le dio a Hugo cinco hijos en siete años. Pero cuatro de esos cinco hijos fallecerían de forma cruel. Léopold, el primogénito, murió al poco de nacer; Léopoldine se ahogó a los 19 años; y Charles y François-Victor, murieron de tuberculosis y cáncer, respectivamente. Además, el único que sobrevivió, Adèle, acabó internada en un psiquiátrico.

Por su parte, Adèle contestó a los escándalos de su marido iniciando una relación con un amigo suyo: el crítico literario CharlesAugustin Sainte-Beuve, admirador de Hugo. Adèle murió en 1869 en brazos de Victor, pero él nunca abandonó a Juliette. Ni a sus muchas amantes jóvenes. A sus 76 años, el novelista comenzó una aventura con Blanche Lanvin, de 20 años, la hija de unos amigos a su servicio. Solo una apoplejía del escritor, ya anciano, puso fin a esta sucesión interminable de conquistas.

Lo más sorprendente de todo es que el ajetreo sexual y las tragedias familiares no le impidieron ser uno de los autores más prolíficos en todos los géneros literarios ni ser un activista emblemático de la Tercera República francesa y uno de los mayores defensores de los derechos del hombre.