Contrôleurs du trafic aérien

Ante el chantaje de un colectivo carente de cualquier carga de responsabilidad social y, sin embargo, rebosante de egoísmo, ha tocado las narices hasta al propio Gobierno de Zapatitos que, como es sabido, jamás hace nada de nada para evitar esta situación del viernes o los atascos que llegan hasta Burdeos en caso de una nevada en Burgos.
Cualquier razón que pudieran tener los señoritos esos de las pantallas con viones, la han perdido.

Sus inconsistentes argumentos buscando que entendiéramos su posición de privilegio daban vergüenza, más cuando el país está como está y, como ya alertó el Banco de España, el 40% de los 4,5 millones de parados reside en hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo.

Hasta ahora la Agrupación de Tontos Cualificados a la que llamamos Gobierno, había cedido antes los chantajes de los controladores y ninguno de sus miembros se había atrevido a llevar a cabo una regularización firme para plantar cara a estos “piratas”.

Más allá de que el incumplimiento del Estado de Alarma pueda acarrear penas de cárcel según está contemplado, estos señores deben ser castigados de forma muy severa administrativa y socialmente.

El daño que estos “golpistas” han hecho a los ciudadanos es tan grande, que no puede quedar así y dejar que pase el tiempo para que se calmen las aguas. Los autores, responsables y culpables del caos al que han puesto a todo un país, no pueden irse de “rositas”. Tampoco los de esa Agrupación a la que llamamos Gobierno.
No sé qué es lo que hay que estudiar para ser controlador aereo pero urge montar colegios de ellos para que el país tenga tantos como funcionarios tiene la Junta de Andalucia, en donde sobran los dos tercios de auxiliares administrativos, o asesores de no asesorar tiene el Gallardón, o digitalizados de cobro de nóminas tiene la Diputación peneuvera de Vizcaya.

Tellagorri

NOTA DEL BLOG : El Gobierno ha decretado el estado de alarma. Los controladores que desobedezcan a la movilización podrían enfrentarse con hasta 6 años de prisión. Según Fomento, los controladores están acatando las órdenes de los militares en las torres y vuelven al trabajo.

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