Hace algunos años, en el canal de entrada de San Juan de Puerto Rico, frente a los castillos del Morro y San Cristóbal, me llamó la atención una enorme bandera española que alguien ondeaba en un edificio blanco próximo a la embocadura.
"Son las monjas", dijo quien me acompañaba, que era mi amigo y editor en Puerto Rico Miguel Tapia. "Y eso es que está entrando un barco español." No hablamos más en ese momento, pues estábamos ocupados en otras cosas; pero lo de la bandera y las monjas me picó la curiosidad. Así que después procuré enterarme bien del asunto, que resultó ser una bella historia de lealtades y nostalgias. Algo que realmente comenzó hace más de un siglo, el 16 de julio de 1898.
Aquel fue el año del desastre. Trece días antes, la escuadra del almirante Cervera, que había salido a combatir sin esperanza en el combate más estúpido y heroico de nuestra historia, había sido aniquilada en Santiago de Cuba por el abrumador poder naval norteamericano.
Los buques de guerra yanquis bloqueaban la isla de Puerto Rico, impidiendo la llegada de refuerzos y suministros a las tropas cercadas. En esas circunstancias, el Antonio López, un moderno y rápido buque mercante que había salido de Cádiz con armas y pertrechos para la guarnición, recibió un telegrama con el texto: "Es Que Usted Haga Llegar Preciso El Cargamento Un Puerto Rico Aunque Sí Pierda El Barco". Veterano, disciplinado, profesional, con los aparejos en su sitio, el capitán del Antonio López, que se llamaba don Ginés Carreras, intentó burlar el bloqueo estadounidense. No lo consiguió.
El 28 de junio, cuando navegando sin luces y pegado a la costa intentaba entrar en San Juan, fue localizado por el USS Yosemite, que lo cañoneó. El capitán Carreras logró escapar a medias, varando el barco en Ensenada Honda, cerca de la playa de Socorro, desde donde en los días siguientes intentó llevar a tierra cuanto podía salvarse del cargamento. Pero dos semanas más tarde, el USS New Orleans se acercó para dar el golpe de gracia, destrozándolo a cañonazos.
Fue entonces cuando se tejió la historia que les cuento. Bajo el bombardeo, un tripulante del Antonio López, que se había atado la bandera del barco a la cintura antes de echarse al agua para intentar ganar tierra a nado, llegó gravemente herido a la orilla. Nunca pudo averiguarse su nombre, pues murió en brazos de un puertorriqueño de los que acudieron a ayudar a los náufragos.
"Que no la agarren", suplicó el marinero mientras moría, señalando la bandera. Y el puertorriqueño cumplió su palabra, quizá porque se llamaba Rocaforte y era de padres gallegos. Hombre supersticioso o religioso, y en cualquier caso hombre de bien, por no incumplir la demanda de un moribundo, la guardó en su casa durante años. Y al fin, un día, pensó en las monjas.
Eran españolas, de las Siervas de María, instaladas en la isla desde 1897. Atendían un hospital junto a la boca del puerto, y permanecieron allí después de la salida de España y la descarada apropiación de la isla por los Estados Unidos. Acabada la guerra, las hermanas, con la natural nostalgia, adoptaron la costumbre de saludar desde la galería del hospital, agitando sus pañuelos, cada vez que un barco de su lejana patria entraba o salía en el puerto.
Eso dio a Rocaforte la idea de confiarles la bandera. Se presentó en el hospital, contó la historia a la madre superiora, y le entregó la enseña. Y desde entonces, cuando entraba o salía de San Juan un barco español, las monjas hacían ondear en la galería, en vez de pañuelos, la vieja bandera del barco perdido.
Todavía lo hacen, un siglo después. De las veintisiete monjas que atienden hoy el hospital de las Siervas de María, ya sólo cinco son compatriotas nuestras. Pero cada vez que un barco español pasa frente al hospital, navegando lentamente por la canal de boyas, su capitán cumple el viejo ritual de dar tres toques de sirena y hacer ondear la bandera en respuesta al saludo de las monjas, que desde la galería agitan la suya.
De haberlo sabido, aquel anónimo marinero del Antonio López que hace ciento doce años se arrojó al mar, intentando ganar la playa bajo el fuego norteamericano con la enseña de su barco atada a la cintura, estaría satisfecho.
Me pregunto si quienes salieron a la calle tras el último partido del Mundial de Fútbol, llenándolo todo de colores rojo y amarillo, serían conscientes de que se trataba de la misma memoria y la misma bandera. Y de que, al ondearla con júbilo en calles y balcones, rendían también homenaje a tanta ingenua y pobre gente que, manipulada, engañada, manejada por los de siempre, ordenaron los que diseñan banderas pero nunca mueren defendiéndolas–, cumplió honradamente con lo que creía eran su deber y su vergüenza torera. Y esto incluye a las monjas de San Juan.
ARTURO PEREZ REVERTE
las monjas de puerto rico
Una bella y emotiva historia, sin duda. Pero también, sin duda alguna, ésta y ninguna otra del mismo cariz, jamás será contada en clase a las nuevas generaciones, así como tampoco las grandes gestas de nuestros hombres de guerra en la mar, ni tampoco las escabechinas que se desarrollaron en tierra defendiendo esa bandera que representa nuestra Patria.
ResponderEliminarLos actuales programas de enseñanza no contemplan dichas acciones. Para el gobierno socialista es preferible tener un millón de ignorantes borregos que diez alumnos ilustrados.
Ilustrìsima, una historia muy emotiva y que da la medida de lo que en un tiempo representaba el honor patrio...comparto lo dicho por el Cardinale di Valero, al gobierno socialista no le interesa que en los colegios nuestros jòvenes sepan que hubo gente a lo largo de los siglos que muriò defendiendo esa bandera y la patria que representaba, cientos de batallas perdidas o ganadas en Europa y en Indias, pero siempre en defensa del honor y de esos colores que representan la sangre de los caìdos por la patria y el amarillo del sol, ese sol que jamàs se ponìa en nuestro Imperio...ahora ZP y sus ministros y ministras prefieren las señeras e ikurriñas, asì como los monumentos a Casanova, Carrasclet o Sabino Arana, se empeñan en negar la bandera patria y la definen como sìmbolo franquista inculcando a nuestros jòvenes que lucirla es un sìmbolo de fascimos mientras que las anteriormente citadas o cualquier otra bandera mora es sìmbolo de progresismo y buena ciudadanìa...
ResponderEliminarUn saludo.
SEÑOR DI VALERO
ResponderEliminarComo bien dice vos, ni esta historia ni la Historia en trazos gruesos enseñan desde hace décadas.
Y muchísimo menos nada relacionado con la BANDERA, no vaya a ser que nos volvamos como franceses, británicos y yankees. Unos asquerosos explotadores de colonias y añorantes de ello.
CAROLVS
ResponderEliminarPrecisamente, en base a lo que tú dices es por lo que Reverte se empeña en meter en artículos y libros todo lo que detallas como intencionada organización progre para que nadie de las nuevas generaciones sepa que España tuvo HISTORIA.
Como dice José Luis estas y otras muchas historias son carne de olvido para las nuevas y futuras generaciones, que a lo más que llegan es a unir una bandera con unos deportes. Ni el caballo de Santiago que los tiene bien puestos, se pueden igualar a las monjitas de Puerto Rico. Anoche estuve ojeando los libros de mi hijo el mayor que ahora comienza a cursar 5º y sencillamente penoso... España se hunde cada vez más en la mierda, y lo que es peor desde las alturas solo se habla de nuestra bandera por unos logros deportivos y no por su Historia.
ResponderEliminarJAVIER POL
ResponderEliminarNo conozco los textos escolares de los niños actuales pero me imagino que serán basura y adoctrinamiento, amén de ausencia de conocimientos de Historia, Geografía,Gramática, etc.
Y no nos vayamos a lo actual. Desde hace generaciones la juventud no tiene ni puñetera idea de lo que fue la Revolución Francesa y la Toma de la Bastilla, o de la existencia de Ilustrados en España con Carlos III, ni de quién era Carlos III.
Suponer que desde Franco aquí en la enseñanza estudien la Historia de Gran Bretaña, Francia, Alemania o Italia, además de la de España, es ser un iluso "suposidor".
Una historia preciosa que bien podía ser el final de una película.
ResponderEliminarAhora bien, y por eso de que soy más práctica que una rebanada de pan untada de mantequilla, lo de morir por la bandera... como que no. La defenderé y la ondearé con todo mi respeto, hasta la amaré, pero lo de morir lo dejo para los valientes y osados patriotas, porque a la hora de salvar el pellejo me vuelvo descaradamente apátrida.
Muy ¿oportuna? la imagen de la monja ¿francesa?
Por cierto, a ver si me dices cómo has llegado a la conclusión de que soy más práctica que un desayuno.
Besos.
DOÑA ELENA REVERENDÍSIMA
ResponderEliminarA estas alturas morir por lo que representan los que aparecen en las televisiones y en la Prensa como "ciudadanos españoles", desde luego que no merece la pena.
Con un gentío que vibra con las pedorras analfabetas y con el furbo, es muchísimo mejor estarse mirado el crecimiento de las alcachofas. Y, además, entretiene mucho.
Qué cómo he llegado a la conclusión de que Vos sois práctica como una tostada untada de mantequilla? Con la frase inicial sobre morir por la bandera ya lo has dicho todo al respecto.
Pero es que, además de tu lirismo de Blog y llevado con sensibilidad, Vos soís la representación prototipo de la persona ( no digo mujer)que antes de creer que en Córdoba había una mezquita de los años 900 tuvisteís que ir a comprobarlo in situ y preguntar a expertos la fecha de antigüedad de las piedras que quedan. Y probablemente exigiriáis un certificado analítico sobre el modo de obtener la datación y su fiabilidad.
Todo lo cual engrandece vuestra personalidad.
Sobre la oportunidad de poner a una monja francesa en la IMAGEN DEL DÍA, también teneís razón : no es por la adecuación al tema del día sino por hacer contrastar la imagen de MONJA de siempre con la que algunos querrían que fuera y que son tan "líricos" como vos en vuestras manifestaciones blogueras.
Tengo la convicción de que si en el momento en que estáis planchando primorosamente una camisa, de vuestro ilustre y siempre sensato marido, se os apareciera Espronceda soltando versos junto a vuestra oreja le dariáis con la plancha en la cabeza. Por inoportuno y "estorbador".
Que ALÄ os guie hacia la zona de las huries para poner orden en el harén.
Que sí, que ya me he enterado, no me lo repitas tanto.
ResponderEliminarCon lo de Espronceda no sabes lo que me he reído, pero lo mejor de todo es que es verdad, no dudes que le daría con el pico de la plancha en la cabeza si viene a descuadrarme mis horarios. A veces pienso que tengo mentalidad alemana, así cuadriculada, cada cosa a su hora y me fastidia que me turben mi cuadrícula.
Por eso no soy mucho de perder el tiempo con las vecinas, aunque las aprecio y me aprecian.
En las antiguas colonias españolas se conservan tradiciones muy emotivas como la descrita. Yo no la conocía, pero es bueno comprobar que no solo existen malos recuerdos de los españoles y se les reconoce el valor.
ResponderEliminarOtra ceremonia preciosa es el cierre del puerto de La Habana, con uniformes de época y a pesar del régimen de Fidel. Son cosas curiosas..
Hoy se hace un uso verbenero de la bandera por pura ignorancia, pasada la verbena lo politicamente correcto y la vulgaridad son los que mandan.
En la tierra hay pobres,demasiados pobres, tambien hay ricos, demasiados ricos, y lo que tenemos que lograr es convivir todos, porque la tierra no es de nadie, solo del viento; Palabras de nuestro inclito y bien amado lider Pepe gotera ZParo; Entrevista de ayer con Mohamed VI, ...Hola como estas,- bien y tú, bien, bueno, "lo que importa es la foto"(frase de Pepe Gotera ZParo).
ResponderEliminarHago esta pequeña entradilla,para reseñar que, con individuos de la catadura de Zparo, dificilmente, se daran gestas como la que cuenta el genial Perez Reverte, hoy escuchando un debate de intereconomia, alguien decia que, en Melilla, los militares estas aburridos, porque no tienen medios materiales para para enfrentarse a un hipotetico asalto de los moros, los tienen olvidados, sin medios, sin moral, y asi, cualquier moro sátrapa puede invadir lo que quiera, puede que quede el orgullo(como el del marino del Antonio Lopez), pero nada mas, si a eso le añadimos lo que dice D. José Luis de Valero.-""Los actuales programas de enseñanza no contemplan dichas acciones. Para el gobierno socialista es preferible tener un millón de ignorantes borregos que diez alumnos ilustrados"". Tendremos un pais desestructurado,donde en vez de ciudadanos, seremos zombis.Y asi a esa mezcla le añadimos que el estado lo quiere controlar todo(vease la ultima del Sr.Rugalcaba, nombrar a un comisario de su cuerda(al que trajo a Roldan de vuelta a España despues del expolio),como jefe supremo de la policia judicial para casos de corrupción, por encima del CNI;entonces la cosa cambia, ya no seremos solo borregos, sino que seremos borregos controlados, y el que se mueve, si que saldra en la foto.Con estos politicos, dificilmente se podran dar gestas como la que usted narra, porque en unos años no tendremos ni pais.
Un saludo
DOÑA ELENA
ResponderEliminarHe dado a publicar contestación y me salía que ERROR. Y no había contestación. Así hasta tres veces. Y luego resulta, mucho más tarde, que me aparecen las TRES. Googler está más pirado que ZP.
Ves tú cómo el viejo Tellagorri casi siempre acierta?
DOÑA CANDELA
ResponderEliminarEn efecto, en la América hispana conservan mucho mejor que aquí los viejos valores nacionales españoles.
Lo de lo Habana debieras de contarlo porque será muy bonito de leerlo.
DON MANUEL
ResponderEliminarCon la entrevista entre el moro y ZP nos hemos enterado de la inmensidad de ESTADISTA que tiene el mutiko.
Con ese, las otras, y el Ruba vamos de mal a PIOR.
Perfectamente planificado, como dice Ud. sobre el aborregamiento nacional, para que las masas sean absolutamente iletrados y no se les ocurra coger un libro, no vaya a ser que se contagien y se les estropee la neuroncita.
Impresionante historia, por no decir bellísima historia.
ResponderEliminarY no será que no lo hemos gritado a los 4 vientos lo de la banderita con el fútbol era sólo fútbol, como se puede comprobar día a día.
Virgen santa del amor hermoso como está sor croissant.
ISRA
ResponderEliminarMe he acordado de tí repetidas veces cuando leí esta historia, y que luego hice eco yo al respecto, y que no sirvió de nada porque siguieron con las banderitas hasta que se acabó el furbo.
Quién se acuerda hoy de ellas?
Bonito nombre les has puesto a la dama : SOR CROISANT. Y parece estar como los croisants recién hechos. A la Reverendísima de Córdoba no le gusta ponga este tipo de imágenes. Y tendré que dejarlo.
Hermosa historia, soberbiamente narrada.
ResponderEliminarGracias por exponerla, Maestro.
Cuando uno escucha estas anécdotas de la Historia Patria, tan llenas de heroísmo, entrega, sacrificio, orgullo,amor...
Pues eso, que lamenta haber nacido en estos tiempos de cobardes, acomplejados e hideputas.
SU EMINENCIA ASPIRANTE
ResponderEliminarEstamos de acuerdo. Nos ha tocado, y a tí más que a mí, "vivir entre estos cobardes, acomplejados e hideputas".
Aunque el entorno mío no es precisamente como el existente en París. Ahh París. Olaláa, olalá, Paris.
Os haré un pequeño resumen Maese. El puerto de La Habana es una bahía cerrada en forma de bolsa muy segura para los barcos. Hacia las 9 de la noche el cañón de una nave ordenaba el cierre a los accesos de la ciudad aislando San Cristóbal de la Habana del resto del mundo. Bajo un arco de la fortaleza aparece un pelotón de artilleros vestidos al estilo militar del siglo XVIII con casacas y pantalones rojos, pelucas blancas y botas negras y escenifican este antiguo ritual colonialista.
ResponderEliminarLa ceremonia procede de día de la explosión del Maine. El 25 de Enero 1898 el acorazado norteamericano entró en el puerto de la Habana, se supone que no en plan de guerra pero estaba armado hasta los dientes. Se le ofreció un tratamiento exquisito, no obstante, para no dar lugar a acciones de guerra, sin embargo sufrió una fuerte explosión accidental que fue utilizada por los americanos muy oportunistamente para el ataque a la voz de “Recordad al Maine y al infierno España”. Esto supuso el cierre definitivo del puerto.
El cañonazo ha sido sustituido por salvas en la actualidad, pero sigue siendo una ceremonia muy emotiva.
Un saludo.
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ResponderEliminarCANDELA
ResponderEliminarBonito recuerdo y bonita ceremonia.
Aquel barco iba preparado para ser explosionado por ellos mismos y provocar la guerra con España, a efectos de apoderarse de nuestras últimas colonias y quedarselas los gringos.
Y así lo hicieron. Lo planificaron entre el magnate HEARST (El de Ciudadano Kane) y Teodoro Rooselwet.
Como alguien dijo (maldito Alzheimer): el pueblo español es un gran pueblo para el 2 de mayo, pero no para el 3, el 4, el 5, el 6...
ResponderEliminarY así nos va.
¿De qué sirve querer tanto a la bandera (a tu patria, que es lo que representa), si cuando hay que dar lo mejor de cada uno, nos tiramos atrás?.
Para eso lo mismo hubiera dado que, tras el Mundial, hubieran salido a la calle con la bandera de la coca-cola.
CAPITÁN TRUENO
ResponderEliminarQué razón llevas : daba igual hubieran salido con la bandera de la Coco Cola o de la Cruz Roja Internacional.
Ahora, en estos años, la bandera y los actos religiosos de Semana Santa son una misma cosa : FLOLCLORE.