Los súbditos del Estado malayo de Kelantan creían haberlo visto todo, tras asistir a meses de peleas públicas entre sus sultanes, disputas en los juzgados por los coches de lujo de la familia o a la huida de una princesa tras denunciar su violación.
Pero entonces llegó el príncipe Tengku Muhammad Fakhry, entró en el hospital donde su padre se recuperaba de problemas cardiacos y se lo llevó, semiinconsciente, con la intención de trasladarlo a Singapur.
"No podíamos creer que hubieran llegado a tanto", dice el carpintero Husam, que regenta un taller cerca del palacio real, sobre la guerra abierta entre los hermanos por la sucesión al trono.
Finalmente, policías armados con rifles automáticos lograron detener el vehículo antes de que llegara al aeropuerto y evitar así el presunto secuestro del sultán Ismail Petra Yahya Petra a manos de su hijo. Se trata sólo de un día más en la vida de la que podría ser considerada la peor Monarquía del mundo.
Malasia ha tenido siempre una de las realezas más peculiares, gracias a un sistema de sucesión por el que nueve familiares reales de diferentes Estados, incluido el de Kelantan, se turnan para ocupar el trono durante cinco años.
El actual rey, el poco carismático Mizan Zainal Abidin, tendrá que ceder su puesto dentro de dos años, para que un Consejo de Regentes determine el próximo elegido entre los restantes ocho monarcas del país. En situaciones como ésta, donde el sultán se encuentra gravemente enfermo, una sucesión a tiempo puede suponer la oportunidad de reinar en todo el país.
El sistema de rotación fue ideado para evitar disputas, pero en su lugar ha creado una de las familias reales más caóticas del mundo, sometida al escándalo casi diario por parte de príncipes acusados de cometer delitos que van del robo al asesinato o el rapto. El descontrol ha llegado a tal punto, que bandas de príncipes han llegado a enfrentarse en las pistas de baile de algunas de las discotecas más conocidas de Kuala Lumpur, la capital del país.
La guerra abierta por el sultanato de Kelantan, Tierra de Truenos, comenzó el pasado mes de septiembre, cuando el príncipe regente, Tengku Muhammad Faris Petra, expulsó a su hermano Fakhry del Consejo de Sucesión encargado de elegir al próximo sultán. El favorito se deshacía así de un rival díscolo y ambicioso, que meses atrás había sido acusado de secuestrar, torturar y violar a su esposa, una joven modelo indonesia con la que empezó a relacionarse cuando ella aún era menor de edad. "Me mantenía cautiva las 24 horas del día" ha denunciado Manohara Odelia Pinot, que escapó aprovechando un viaje oficial de la familia real a Singapur, solicitando auxilio en la embajada de su país.
El escándalo de la joven princesa venía precedido de la muerte de un príncipe por sobredosis, el encarcelamiento de otro después de matar a su madre, el fallecimiento de la esposa de un sultán a manos de practicantes de magia negra, el asesinato impune de varios súbditos o la pérdida de fortunas millonarias en casinos de las Vegas.
Reducidos a un papel supuestamente ceremonial desde la independencia del país en 1957, los monarcas de Malasia han logrado mantener privilegios, fortuna e influencia. Las primeras voces se preguntan, todavía en voz baja, si no ha llegado la hora de que pierdan las tres.
El sonido de 77 salvas se encargó de despedir el pasado mes de enero al hombre que muchos consideran culpable o, al menos, pionero del desenfreno monárquico en Malasia. El sultán del Estado de Johor, Iskandar Ismail, fue enterrado en el Mausoleo Real a los 77 años, entre las alabanzas de una prensa local que destacó su "papel histórico", "carisma popular" y "cercanía con el pueblo". Los obituarios descuidaron mencionar su manía de agredir a los conductores que osaban adelantarle en la autopista, el incidente en el que ató con correas de perro a dos policías o el día que mató a tiros a un hombre que se había acercado a su helicóptero, obligando a su padre a intervenir para evitarle la cárcel.
"Un sultán no debe responder a las alegaciones. Eso sería rebajar su posición en la sociedad", fue durante años la respuesta del secretario del sultán de Johor, que gustaba de patrullar las calles en un Rolls Royce armado con un fusil, parando en persona a los infractores de tráfico para obligarles a hacer flexiones hasta caer rendidos. Ninguno de los escándalos del príncipe impidió que subiera al trono en 1984, cuando le llegó el turno de convertirse en rey.
El Gobierno civil del entonces primer ministro Mahathir inició una ofensiva para destripar de privilegios a un monarca que, según varios testigos, tenía otra muerte en su historial: el asesinato a golpes y con su palo de golf de un caddy que no pudo contener la risa tras uno de sus golpes fallidos. Las cosas apenas han cambiado desde entonces: el hijo del fallecido sultán de Johor, Tengku Ibrahim Ismail, ascendido al trono al finalizar el funeral de su padre en enero, ha necesitado un perdón especial después de matar a un hombre en una reyerta de discoteca.
El final de la inmunidad judicial para la realeza, convertida en ley hace 17 años, no ha impedido que decenas de príncipes y princesas sigan violando las normas, con la garantía de que la policía no se atreverá a arrestarlos o serán exculpados gracias a sus contactos en la judicatura y el Gobierno.
Los sultanes han logrado mantener parte de su influencia política gracias al dinero amasado y el control que ejercen sobre un importante número de votos en sus Estados, donde siguen siendo propietarios de los palacios históricos y a menudo han desarrollado importantes negocios en los sectores de la energía, las telecomunicaciones o la construcción.
Los políticos nacionales los quieren de su lado, sobre todo cuando se acercan elecciones.
Los monarcas de Malasia no han respondido a los recientes escándalos con promesas de redención, sino pidiendo la vuelta de la inmunidad judicial que el Gobierno les retiró en 1993 y la creación de leyes que impidan las críticas a su comportamiento. Así, las nueve familias reales, que se han peleado por casi todo en los últimos años, han sumado fuerzas en el único objetivo que hoy parece ponerles de acuerdo: el regreso a los tiempos en los que no tenían que responder ante nadie.
"Hay que acabar con la ridiculización de los monarcas de Malasia y recuperar el respeto perdido", asegura el príncipe Tengku Zainol Rashid, del estado de Kedah, portavoz de la campaña que denuncia la desprotección en la que viven decenas de príncipes repartidos por todo el país.
La petición implica un regreso a los años posteriores a la independencia del Reino Unido, cuando los sultanes vieron compensada su pérdida de poder político, refrendada posteriormente en la Constitución, con el mantenimiento de su posición por encima de la ley. Sin posibilidad de ver sus escándalos reflejados en la prensa o llevados ante el juzgado, seguros de que no tenían que explicar sus actos, generaciones de príncipes crecieron en la Malasia poscolonial con la sensación de poder entregarse sin reparos a la dilapidación de sus fortunas y los excesos, a la espera de que les llegara el turno de reinar.
El actual gobernante supremo y decimotercer rey de Malasia fue coronado en abril de 2007, en una ceremonia de corte medieval que contrastó con la imagen moderna que el país ha logrado labrarse en los últimos años, levantando los que en su día fueron los rascacielos más altos del mundo (Torres Petronas), desarrollando una de las economías más prósperas del sureste asiático y organizando eventos internacionales, incluida una de las carreras del calendario de Fórmula 1.
Al compás de la orquesta de los sultanes, vestido con traje ceremonial estampado en oro, el monarca besó la daga real que simboliza el poder monárquico, mientras cientos de súbditos vitoreaban "¡Larga vida al rey!". El nuevo rey, Mizan Zainal Abidin, volvió al día siguiente a sus actividades preferidas, caballos y golf, y desde entonces ha tenido un reinado gris.
Tellagorri
(Información de El Mundo)
existe monarquia peor malasia
Pues que quiere que le diga; que espero que no lleguemos aqui a endiosar a nuestros "monarcas" hasta ese punto, dejando que las hijas reinen por periodos de tiempo, turnandose en el cargo de por vida, y encima tener que aguantar a toda la parentela de primos venidos a menos; hay que joderse como corrompen algunos el ejercicio del poder, y las lacras que han dejado los ingleses en todas las colonias dependientes.Y lo que me hace gracia, es que en Malasia Los fundamentos de su gobierno toman como punto de partida el sistema parlamentario de Westminster, y que el islam sea la religión oficial, con lo cual me viene a confirmar que cualquier jefecillo de tribu, de banda, de partido, con unos cuantos sicarios detras, puede ser Rey, capo de la mafia, o presidente de un gobierno, eso si, muy democratico.Lo que se perdieron los portugueses cuando perdieron el control del territorio en favor de los holandeses en 1641.
ResponderEliminarUn saludo
Es lo que tiene obteneer el poder por mandato divino: sólo hay que darle cuenta de los actos al dios de turno.
ResponderEliminarSe sabe si esta familia tiene algún pariente en la Península Ibérica?
Porque este tipo de comportamientos me recuerdan a alguien, aunque allí al ser más numerosos se multipliquen los actos.
Mme. de Guillotin, cuán necesaria es vuestra presencia en todo el orbe!
DON MANUEL
ResponderEliminarYo creo, conforme a lo que comenta, que toda la culpa de la existencia de estos crápulas la tienen los británicos, que, no sé porqué, allí por donde pasaron dejaron países que son unos manicomios permanentes.
ASPIRANTE
ResponderEliminarSí, eso de ser "rey por la gracia de Díos" como lo eran los reyes europeos hasta la Revolución francesa, y las organizaciones de gobierno que dejaron los british por onde pasaron, produce estos efectos.
A la pregunta que haces no puedo confirmarte de si hay parentescos, pero debe de ir en el cargo comportarse de formas similares en todas partes.
Cuantas guillotinas necesita la pobre Malasia, de acuerdo a lo que sugieres y que esta vez es realmente de urgencia.
Tipos que matan a su caddy a palos por reirse, o que dirigen el Tráfico con un rifle, están mucho mejor con la cabeza cortada.
Ilustrìsima, poco a nada tienen que ver estos reyezuelos impuestos en tiempos coloniales con las grandes Monarquìas constitucionales y modernas de Europa como España, G.Bretaña, Bélgica, Suecia, Dinamarca, etc etc...
ResponderEliminar...estas gentes no es por ser reyes, sino por ser criminales, por lo que deberìan ser juzgados y eliminados del poder. Una monarquìa parlamentaria garante de la constituciòn con una sucesiòn en vìa de primogenitura (masculina o femenina) adaptada a los modos made in UE està bien, pero este descontrol no puede ser aceptado ni por un monàrquico como yo, es incluso peor que los procedimientos electivos de los reyes godos...
Un saludo.
CAROLVS
ResponderEliminarSí, el sistema recuerda el electivo de los GODOS que se asesinaban uno tras otro en cuanto alcanzaban el Poder, y antes.
Yo no sé si son reyes "de verdad" o no, pero son unos criminales natos necesitados de muchísimas guillotinas.
Comprendo que a un monárquico no le gusten estas cosas, pero si te fijas las monarquias árabes son muy por el estilo.
Como digo amigo yo soy monàrquico pero también demòcrata y defensor de la justicia, y lo de estos "reyezuelos" es cuanto menos, como bien dices, de guillotina...
ResponderEliminarHay gente que sabe divertirse... aquí nuestra monarquía salvo el putero y la "cachonda" de la fea pocas historias que echarse a la boca, salvo la sargento de la Leti que cuando ve un micrófono le hacen chiribitas las ingles.
ResponderEliminarPero bueno, cualquier excusa es buena para sacar la guillotina.
Veo que ahora estoy en Tellagorri Bureau, exquisito nombre para tan exquisito blog.
adenda- y el puto verano sigue y sigue
Vaya, veo que cualquier callo malayo de la familia real puede llegar a ser soberano. Entre primos, hermanos, príncipes y demás ralea forman toda una "joyita de la corona".
ResponderEliminarY encima, el pueblo oprimido y engañado haciéndole la ola a esta panda de asesinos.
Menuda mezcla de monarquía, islam y herencia británica. Explosivo.
Al final vamos a tener que dar gracias a Dios por nuestra familia real, y es que siempre hay alguien que te hace bueno por muy malo que seas.
Un abrazo.
Pd.- ¿Y ese cambio de nombre?
Otra pd.- Te voy a dar más motivos para alegrarte por dormir en Territorio Sioux: anoche, a las 23´15h. marcaba el termómetro de mi terraza 35º. No sé cómo no me encontré a mis hijos derretidos esta mañana.
ISRA
ResponderEliminarComo dices, esa familia real o irreal pero actuando de monarquía tiene todos los boletos para ser pasados por los machetes malayos, que deben de ser igual de efectivos que la Guillotina.
El nombre nuevo o añadido del blog está a millas de leguas de alcanzar la EXQUISITEZ de un título como "from elvis presley boulevard".
Ten paciencia, hombre. Que dentro de 20 días se acaba agosto y viene un Septiembre...........más calorífico pero más cercano a Noviembre.
DOÑA ELENA
ResponderEliminarYa ves lo que se estila por aquellos lares en asuntos de familias reales o grupos de parientes asesinos natos.
Y en los emiratos árabes y en Arabia Saudí aún deben de ser peores.
Te vengo diciendo desde hace tiempo : En ESPAÑA no se puede vivir. Pero como soís maketos os empecinaís en seguir a esas temperaturas. Ven a Territorio Sioux que aquí LA CALÓ queda sustituida por permanentes manifas nazis recorriendo calles por todos los pueblos ahora que la mayoría están en fiestas.
En la imagen de portada observarás que hay dos pueblos con playas separados por un RÍO ( el Bidasoa). Bueno, la parte inferior de la foto es Hendaye y por tanto France, y la que está a la otra orilla del río desembocando ( parte superior de la foto) es Fuenterrabia o España. Ya ves que están cerca pero resultan como dos continentes diferentes.
Nunca he comprendido la necesidad de familias reales. Que caigan ya de una buena vez por todas
ResponderEliminarA la cama no te irás....me he quedado de piedra pómez, que mira si es raro.
ResponderEliminarY como se lo montan los reyes reinas y princesas, lo malo es que les dura poco porque mueren jóvenes. Más se parece el espectáculo al Chicago de Elliot Ness que al que era de esperar en un lugar paradisiaco.
Sirve de consuelo, todavía existe un sitio donde el pueblo traga más que en España, ya se, mal de muchos....pero no lo puedo remediar.
DOÑA CANDELA
ResponderEliminarYa ves que hay peores familias que la borbónica nuestra o que nos ha tocado a nosotros.
Como dices, parecen Chicago boys de Al Capone cada uno y todos los miembros de esa familia de primos, hermanos y cuñados.
Lo más curioso es el detalle que has detectado : que los malayos aún tragan más que nosotros o que son más resignados.
Un cariñoso saludo