Parece mentira la facilidad que tiene España para producir estampas. Para regresar al blanco y negro, al No-Do, al folclore veraniego como si no hubiera pasado el tiempo. Laca y joyas para recibir a la sección femenina de la familia Obama, gente amontonada en la calle bajo el rigor de un sol africano; la oscura pasión que siente este país por la multitud y por hacer cola. Los lotes de productos de la tierra ofrecidos como regalo. La horterada.
Estas estampas que desmienten la modernidad y recuperan lo ancestral, lo pueblerino agrícola de azada, el poblado de palurdos con la boca abierta ante un "aiga". Este agradecimiento colonial, esta alegría súbita e infundada, esta grotesca predisposición al acontecimiento, el circo ha llegado a la ciudad.
Griterío, pancartas, todo como si fuera una parodia. Si Berlanga quisiera rodarlo en clave de humor no tendría que hacer ningún esfuerzo de guión. Las imágenes recogidas por todos los noticiarios ya producen por sí solas la mezcla exacta de risa y angustia de La escopeta nacional.
Michelle Obama, en este viaje, parece más Evita Perón que la primera dama de la primera democracia del mundo. Esta mujer que ha dicho que, gracias a la presidencia de su marido, se siente por primera vez en mucho tiempo orgullosa de los Estados Unidos. Justo lo contrario de los que nos pasa a muchos. Y, además, demuestra con esa frase que es tan pueblerina y cateta como los que la aclaman.
Qué poca elegancia social o sentido de la dignidad mínima en cada miembro de esa sociedad de papamoscas. Qué diferencia con la población de París o de New York en donde el gentío ni se molesta en mirar lo que sucede a cinco metros de su persona aunque aparezcan un Papa de Roma o una reina de Gran Bretaña.
Es evidente que mentalmente una parte muy considerable de la sociedad española necesita como el aire de respirar sentirse "multitud", masa vociferante o carnavalera, y además busca con ansía meterse en una cola. Da lo mismo que la cola sea para irse de Madrid a estar dos horas en algun lugar haciendo colas de 24 horas, como para comprar una entrada de algo. Sin cola no hay espectáculo que valga por muy bueno que sea.
Ese gentío luego gusta de salir en algún telediario diciendo que lleva 23 horas en una cola para adquirir las entradas de ver a cuatro titiriteros de carromato, o la llegada de una Michele a un Mac Donalds.
Tellagorri
gente hortera habita este pais
Se acuerda usted de "Bienvenido Mister Marshal", con un Alcalde (el genial José Isbert), a la cabeza banderita en mano esperando la llegada de los americanos, y la cara que se le queda a todo el pueblo, cuando pasan de largo formando una inmensa polvareda??.Pues eso, ni mas ni menos, es lo que ha pasado con la llegada de la señora Obama a Marbella, el genito se ha arremolinado por los alrededores, intentando saltarse el perimetro de protección, para ver si podian conseguir un souvenir que les transportara a la gloria y a la fama, qué diria yo, un retrato con la primera dama, quizas un beso, tocarla, o arrancarle algun boton, o al menos, hacerse con un lazo de los que se sujetaba el pelo la niña; pero ha sido imposible, ni siquiera han cejado en su empeño cuando la niña ha querido darse un baño en la playa, que daba lo mismo que fuera privada, pues las marujas en bañador, o en bikini, con los colgajos al descubierto, hacian cola tras el cordon de seguridad, con sus neveras, para ofertarle un trozo de tortilla de patatas con pimientos, y que Michel Obama les sonriera con agrado por la simpatia de las gentes del lugar, y cuando estuvo en Granada, viendo la Alhambra, y despues en un tablao en una cueva, mas de una expontánea se presento con el traje de farales, dispuesta a enseñarle a bailar flamenco, aunque claro de esto la primera dama de EEUU, no se percató, porque el excesivo servicio de seguridad, se ocupo de crear una tupida red, para que nada distrajera el solaz y tranquilidad de su jefa.
ResponderEliminarEn fin, pais, que diria Forges¡¡¡¡¡.
Un saludo.
Tellagorri, en primer lugar ya me he fijado en el cambio de nombre, muy acertado por cierto, a Tellagorri Bureau.
ResponderEliminarEn segundo, como dices, esta es la vuelta al catetismo de los 50 y del Bienvenido Mr. Marshall, en este casi Bienvenida Mrs. Obama...desde luego como le gusta a los connacionales toda esta parafernalia animada desde los medios de comunicaciòn casosos y los programillad del corazòn. La Obama se habrà ido pensando cuàn pueblerina es quì la gente, aunque pensàandolo mejor en la mayor parte de los USA no nos andan a la zaga, porque como podrà used ya saber y yo confirmo por experiencia personal, los estadounidenses son MUY pero que MUY paletos, quitando a los de las grandes ciudades tipo NY o San Francisco, vamos los habitantes de la América profunda que constituyen el 90 % de la poblaciòn. Pero volviendo al producto nacional, yo he echao en falta los niños vestidos con os trajes tìpicos y ofreciendo productos tìpicos de la tierra...en fin...RIDICULO...
Que le vamos a hacer, en España "semos asìn", por eso los discursos populista zapateristas han triunfado durante dos elecciones consecutivas...
Saludos.
DON MANUEL
ResponderEliminarPrecisamente de Pepe Isbert y aquella su pelicula que cita me estaba acordando estos días al ver los noticiarios.
Ud. retrata de manera perfecta las "estampas" que se han ido produciendo a lo largo de los días con la gordita mulata en España.
Es curioso el detalle, que Ud. saca y es absolutamente real en esta España de BMWs y TOYOTAS, el que el gentío siga yendo a la playa con su tartera de tortilla de patatas "con pimientos", tal cual años 1950.
Eso y la bata de la marujas para ir a comprar pan, conservan a España en la cursilada incurable y por los siglos de los siglos.
Si es que cuando llegan los gabachos o los teutones o los british ( que tambieén son un rato largo de palurdos) y ven a estas gentes siguen viendo lo mismo ue veían los viajeros del XIX al bajar de los Pirineos : una España atrasada, labriega y orgullosa de sus ordinarieces.
Desde Mariano José de Larra a aquí no ha cambiado nada salvo el tipo de vehículos.
CAROLVS
ResponderEliminarEl cambio de título del Blog se ha debido a una humorada mía al comprobar que la palabrita "blog" poco tiene que ver con lo que contienen estos espacios de internet. Y puestos a imaginar, pues, llamémosle LA OFICINA de....
Das una explicación realmente importante al porqué en España gana elecciones un tipo como felipe Gonzalez o ZP. Por la catetada nacional persistente y que, tal como le comentaba arriba a Don Manuel, sigue idéntica a la de los tiempos de Larra.
Sí, ya sé que en Arkansas, Utah del Norte y del Sur, Indiana o Mississipi y Menphis son igual de catetos que aquí. Pero no creo que tengan muchas ocasiones de dejarse notar, salvo en los libros de Faulkner o en alguna peli de las de antes.
Me pregunto qué hubiera pasado si a Laura Bush se le hubiera ocurrido venir a España de vacaciones. Las manifestaciones de pacifistas, verdes, rojos, antiglobalización, desgreñados, piojosos, rastafaris y porreros de toda índole hubieran llegado desde Ronda hasta Arriondas, y aún más allá. Lo cierto es que, además de horteras, somos unos papanatas de tomo y lomo.
ResponderEliminarSEPTIMIUS
ResponderEliminarCierto. Si se le ocurre a LAURA BUSH acercarse por aquí, todos los desgreñados y semianalfabetos progres estarían dando voces en los campanarios.
La población española, de media, tiene un nivel cultural no precisamente deslumbrante. Ésto se traduce en unos gustos y unas actitudes que son las que defines acertadamente en la entrada. Hay un borreguismo y un gusto por lo hortera realmente preocupante. Si cabe, el verano es aún más adecuado para observarlo por doquier.
ResponderEliminarYo, en particular, huyo de tener vacaciones en esta época del año como de la peste. Allá donde vayas, allá donde mires, mal gusto, pintas ridículas, personas mediocres pero muy pagadas de sí, griterío innecesario, mala educación, mala educación, mala educación... y además, a mucha honra.
Tienes mucha razón, en este país nos gusta meternos en las multitudes, hacer colas interminables y hacer la ola a cualquier personajillo o famosillo que nos visite.
ResponderEliminarNos gusta salir a la calle en masa "como valientes" aunque sea para insultar al personaje detenido sin otorgarle la presunción de inocencia. Etc., etc.
Una cosa sí tiene positiva la visita de la señora Obama para la Costa del Sol: la espectacular publicidad que se está haciendo de la zona por todo el mundo. Impagable.
Un abrazo.
INISFREE
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con todo lo que comentas, tanto sobre la horterada general como sobre el periodo vacacional. Es horroroso ir a ninguna parte en esta época.
Creo, como tú, que los gustos de los españoles por lo chabacano y ruralista van a ser muy dificiles de erradicar.
No le entra en la cabeza a una ama de casa ir con la familia a una playa sin llevarse su tortilla de patatas y sus pimientos, tal como si estuviera en la huerta de casa.
DOÑA ELENA
ResponderEliminarBienvenida de nuevo por terrenos de cotilleos y desmitificaciones todas. Esta es zona en que se sacan los colores hasta a los pardillos más chulos del mundo.
Lo de la propaganda de la Obama, según describía el otro día Don Manuel, se debe a que ese Hotel de Marbella, que es de la cadena RITZ, estaba o está de capacaída y el dueño de la cadena le había pedido a su amigo Barack que le echara una mano para que su hotel saliera en los telediarios del todo el Mundo.
Y probablemente, la Michele, además de tener gratis los 5.000 euros por noche que cuesta su habitación habrá cobrado una buena comisión por venir y hospedarse.
De ahí a que el gentío sea estupido y le haga la ola, ya se sabía que iba a ocurrir. Lo malo es que hasta el Borbón ha entrado en el juego. O también tiene una comisión.
Por suerte soy algo agorafóbica y huyo de las multitudes sistematicamente.
ResponderEliminarDa vergüenza ajena ver en la tele como la gente saluda o asoma la cabeza, o escuchar comentarios sobre la Obama que da igual si es presidenta consorte o Belén Esteban, como si muchos no tuvieran vida propia y precisasen de estas gentecillas para llenar sus cerebros de algo.
Ya decía yo...ahora me entero de porque la Obama ha ido a Marbella en lugar de ir, por ejemplo a Galicia...recorrido de buenos hoteles y cultura de buena mesa, eso que se pierde, porque la comisión se la gastará en ropa hortera..o en una lipo de nalgas, a saber.
CANDELA
ResponderEliminarQue no te quepa la menor duda : el gentío en general carece de capacidad para vivir su propia y exclusiva vida; necesita de los chismorreos ajenos y de los acontecimientos externos para llenar sus cabecitas de algo en que pensar.
Ya ves, en este mundo globalizado a lo sajón casi todo es un bluff porque lo aparente encubre intereses particulares alguien siempre.
Un cariñoso saludo
Maestro, en Estepaís sólo hemos cambiado el gasógeno por las 16 válvula y el turbo del BMW, pero la forma de pensar no ha evolucionado nada de nada.
ResponderEliminarQue se vayan todos a ver a la Obama y así me dejan más espacio para aparcar y andar por la acera.
EMINENCIA FRAY RUY
ResponderEliminarTienes razón. Uno esperaba que estas generaciones que ya no saben lo que es una azada y un carro con burro, estuvieran acordes también con el 16 válvulas en su mente y modo de percepción de las cosas.
Qué vá. Igual de paletitos que entonces. Y los mismos que hacían colas para ver a la mulata, hacen mañana igualiatas para ir a ver una procesión de Semana Santa o un desfile de maricones o un funeral de una folclórica.
Has dado plenamente en la diana, este es el país de la pandereta para los "guiris" y así seguiremos hasta el fin de nuestros días. Siempre me ha llamado la atención el poco bagaje cultural que poseemos por regla general los españoles, parecemos los que años atrás se decía de provincias, y lo de la Michelle no deja de ser el Bienvenido Mr. Marshall de Berlanga en pleno siglo XXI.
ResponderEliminarPasamos de no levantarnos al paso de la bandera estadounidense a besar la compresa de la primera dama en menos de un parpadeo, y no se nos caen los anillos entre medias, pero tampoco es de extrañar en un país donde una cajera es Ministra de IGUAL DA, y una pordiosera es la reina de la televisión.
Tenemos simplemente lo que nos merecemos amigo.