08 agosto 2010

Ingenuidad global de consumidores

Es conmovedor observar lo manipulables que somos. Un restaurante de lujo, en California, se ha prestado a llevar a cabo un experimento ante las cámaras. Hicieron lo siguiente: rellenaron diversas botellas con agua del grifo y les pusieron marcas con nombres en otros idiomas para sugerir un origen exótico.

Se suponía que esas botellas contenían aguas muy especiales procedentes de manantiales del Amazonas y de sitios así. De modo que ofrecían a los clientes una carta de aguas, como habitualmente se ofrece una carta de vinos. La gente escoge la marca de agua que mejor le parece, fijándose en el nombre, el precio o lo que sea. Y acto seguido, el camarero abre la botella ante sus ojos y se la da a probar en bonitas copas. Y naturalmente, todos se sienten obligados a hacer algún comentario: que el agua es excelente, que perciben su extraordinaria pureza, su carencia de cloro y cosas así. Cualquiera de nosotros hubiéramos actuado igual, estoy seguro.

Hace poco leí un reportaje en el que se hacía una comparación muy significativa: mientras el metro cúbico de agua del grifo cuesta un euro, el metro cúbico de agua envasada cuesta de 2.000 en adelante.
La noticia, si es que esto puede ser noticia, es que el agua del grifo es perfectamente buena y saludable. La publicidad penetra en nosotros como un chorro de whisky en un trozo de bizcocho.

Inexplicablemente, en España se consumen unos 6.000 millones de litros de agua envasada al año. El gasto que supone es una locura. Algunas ciudades del mundo ya han prohibido la venta de agua embotellada al considerar inmoral que se pague tanto dinero por algo que sale del grifo.
Aquí tiene que cambiar algo. Como ese rollo de las bayas de Goji. ¿Han oído hablar de ellas? Han aparecido una especie de pasas del Tíbet, primero en tiendas de dietética y luego ya en fruterías y supermercados, que prometen todo tipo de beneficios: retrasan el envejecimiento, protegen el sistema inmunológico, previenen las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, los dolores de espalda, los problemas de próstata. Hasta dan paz. Se están poniendo de moda.

Sin embargo, ahora parece que contienen algún elemento tóxico. La Organización de Consumidores y Usuarios las ha analizado y ha pedido a las autoridades alimentarias que las retiren.
En fin. Somos de risa. Nos venden lo que quieren. Nos cuelan cualquier cosa. Estamos deseando pagar para creer. Es misterioso, pero es así.

Unicamente, además de agua del grifo, resulta un elixir con propiedades similares a la piedra filosofal de los alquimistas el agua de Complutum o Alcalá de Henares. Pero la facilitan gratuitamente.

Tellagorri


9 comentarios:

  1. Tellagorri, como experto en marketing que te digo siempre que soy, confirmo que esto que nos cuentas en MARKETING 100 %, es decir, vender algo a través de fuertes estrategias de comunicación que ayudan a distinguirnos de la competencia gracias a mensajes aduladores que llegan a la mente del consumidor creando una cierta imagen de nuestra marca. Es como la Coca-Cola y la Pepsi, si uno se la dan a probar sin ver el envase, muy pocos son capaces de distinguirlas, y sin embargo, cuando vemos en envase surge el debate de "esta es más dulce", "aquella tiene más gas", etc etc...es el poder de la marca sobre la mente del consumidor.

    En cuando a lo de la cantidad de agua envasada tengo que decir que yo SIEMPRE he bebido y seguiré bebiendo agua del grifo, porque es un agua sana (a pesar de lo que nos digan) y además cuesta 1.000 veces menos que la "mineral" y aún así te digo que en España, la gran mayoría de la gente bebe del grifo excepto en ciertas zonas como Bcna o Valencia donde el agua del grigo es realmente insana, ahí hay justificación. Sin embargo, en mi segunda patria, Italia, la mayoría de la gente compra agua envasada (natural y con gas), tendrías que ver los carros llenos de agua en los supermercados, a mi me entra la risa de la ignorancia supina de este pueblo, uno de los más influenciables por las marcas (de ahí el triunfo de los grandes diseñadores)...luego se escandalizan de mí que bebo el agua del grifo, ya ve: ¡ese agia hace mal a la salud! me dicen, y yo les digo que llevo toda la vida bebiéndola y estoy fuerte como un toro, y no como ellos...

    ...aquí tenemos por ejemplo la famosísima agua San Pellegrino que cuesta como 3 € la botellita y sirven en os mejores restaurantes de Milán, pues le digo que da asco, mil veces prefiero la del grifo de mi Madrid natal.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. D. Javier, impresionantes fotos del rompiente de Donosti, con un mar azul, y mucha agua; pero si le digo la verdad, para beber, y ducharme, prefiero el agua de Madrid, que viene directamente del rio Lozoya, agua fina, pura y cristalina, y eso que ahora viene depurada y pasa por el Canal de Isabel II, pero aun asi, da gusto, abrir el grifo, esperar unos minutos y "voila", tenemos agua fresca y rica para beber..
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. CAROLVS
    Como bien dices, quitando algunas pocas ciudades que carecen de un agua de grifo sana, en el resto del mundo occidental el agua embotellada es una manía tonta y estafadora.
    Y una moda. Cada día se ve a más chicas jóvenes con su botellita de agua "mineral" en la mano o en el bolso o en la mesa de trabajo.

    En Italia será un timo el agua envasada pero en Francía lo es aún más.
    En España tengo la sospecha de que muchas aguas envasadas ni siquiera son potables, como se descubrió hace un tiempo con al agua de Solares.

    ResponderEliminar
  4. DON MANUEL
    Sí, tiene Ud. mucha razón porque es sabido que el agua de Lozoya es una de las más sanas existentes.

    Y lo son también en la mayoría de las ciudades, unas con más cal que otras pero todas buenas.

    ResponderEliminar
  5. yo por ejemplo dudo que el agua de Vichy sea potable, porque a mi es beberla y venirme la arcada, y ésta es muy similar a muchas aguas que se producen en Francia como dices...

    ResponderEliminar
  6. Pero es culpa de los publicistas o somos nosotros, que estamos deseando que nos engañen y además dárnoslas de listos alabando las cualidades de tal o cual marca de agua?
    Porque a veces pienso que estamos deseando creer y aparentar conocimientos y sensibilidad.
    En otras palabras: fardar.

    Nadie puede dudar de las cualidades del agua del Lozoya, pero le garantizo que si no fuera por el exhaustivo tratamiento al que le somete el Canal algo de suciedad llevaría.

    ResponderEliminar
  7. ASPIRANTE
    En general, la causa primera de que se consuman productos innecesarios. creo yo, es la publicidad. Y esa publicidad encuentra terreno muy abonado en nosotros porque estamos ansiosos de probar o comprar algo "diferente".

    Otro ejemplo, tipo al del agua embotellada, está en el ACTIMEL. Las madres se lo dan a los niños porque lo oyen y ven e la tele, en sustitución a un yogour. Y el Actimel es un producto dañino para los niños porque los pone como una moto a la hora de acostarse y les quita las ganas de comer de forma que casi no se alimentan de otra cosa.
    ¿Porqué? Porque contiene una especie de cafeínas que hacen que el bebé o niñito esté como si se hubiera tomado media docena de cafés, y al mismo tiempo le quita el apetito, lo sacia.

    ResponderEliminar
  8. Lo de las bayas de Goji, me gusta. Estas Navidades mandaré una cajita a Moncloa (para que no se diga que no tengo en cuenta a nuestro insigne presi).
    ¿De que os extrañais que nos vendan agua del grifo si nos han vendido al inquilino de la Moncloa?. Hoy todo es marketing, y gente que traga y traga...

    ResponderEliminar
  9. CANDELA
    Buena idea la de remitir una caja de Pasas del Tibet, con todas sus toxicidades, al melocotón de invierno de Moncloa.

    Sí, nos venden todo. Hasta agua del grifo como si fuera un licor.

    ResponderEliminar