Junto con el secular enfrentamiento bélico con el Islam, el fenómeno de la repoblación fue el rasgo más peculiar del medioevo español en comparación con el resto del occidente europeo.
Tras el paulatino avance de los soldados cristianos hacia el Sur, había que ir habitando las tierras que quedaban abandonadas por los musulmanes, fenómeno que acabaría configurando a España y los españoles tal y como hoy los conocemos.
España es un país humanamente muy uniforme debido a la fusión de sus pobladores causada por la Historia común que ha conformado nuestra nación, a través de repoblaciones de territorios abandonados o perdidos por los musulmanes.
El fenómeno de la reconquista y la subsiguiente repoblación desde los núcleos cristianos del Norte ha sido único en los países de Europa por haber sido España el único territorio en el que se dio la ocupación estable y el enfrentamiento con el Islam.
De modo que mientras que en otros países de Europa la fijación de las poblaciones pudo haber estado mucho más justificada, en España la homogeneización de la población vino forzada por las circunstancias históricas; puede afirmarse, pues, que en España todo el mundo proviene de pobladores NORTEÑOS que en un momento u otro de la Edad Media encaminaron sus pasos hacia el Sur.
Este proceso repoblador comenzó a las pocas décadas de establecidos los primeros núcleos de resistencia cristiana en las cordilleras del Norte de la península.
Aunque se ha constatado documentalmente el comienzo de tareas repobladoras en lugares del extremo Nordeste de la meseta en fecha tan temprana como 759, bajo el reinado de Fruela I, no será hasta casi medio siglo después, en los primeros años del siglo IX, cuando empiece a efectuarse un TRASVASE importante de la población cristiana concentrada al Norte de la cordillera para efectuar la repoblación de las tierras que acabarían denominándose Castilla a cargo de pobladores provenientes de tierras cántabras y vascas.
El torrente repoblador desde territorio vascongado se deslizó por los valle de Mena y Losa y se prolongó principalmente en dirección al Ebro y a Norte de las actuales provincias de Burgos y Palencia.
De Cantabria lo repobladores se vertieron por rutas aún hoy conocidas (la de los Foramontanos), principalmente a las actuales provincias de Burgos Palencia y Valladolid.
De Asturias se dirige a lo que acto seguido se con formaría como reino de León.
De Galicia asimismo hacia León y el actual Portugal.
Del reino de Navarra partió una esencial aportación la repoblación del reino de Aragón, aunque los navarros participaron también grandemente en la de lugares tan distantes como Castilla, la Mancha o Mallorca.
Según avanzaba el empuje militar hacia el Sur, la tarea repoblación le secundaba.
En los siglos Xl y XII la repoblación de Salamanca, Zamora y sus comarcas se llevó a cabo principalmente con pobladores provenientes del Norte del Duero, como palentinos, burgaleses, cántabros asturianos, VASCOS y riojanos, e incluso de otros reinos, como navarros aragoneses.
En las crónicas de repoblación de Segovia y Ávila también se especifica el origen norteño de los pobladores, de Galicia a Aragón sobresaliendo entre todos el sector oriental de la primitiva Castilla, e decir, Norte de Burgos, Cantabria, Logroño y Vascongadas.
Simplemente echando un vistazo a los topónimos de repoblación comprobaremos la dimensión de la inmigración norteña en el resto de la península.
Atendiendo a la inmigración vasca nos encontramos en la provincia de Palencia con Báscones d Ebro, Báscones de Valdivia, Báscones de Ojeda y Cascón de la Nava; en Burgos, con Villabáscones de Bezana, Villabáscones, Bascuñuelo, Basconcillos del Tozo, Basconcillos, Báscones de Zamanzas, Bascuñan y Vizcaínos; en Asturias, Báscones; en Cuenca, Bascuñana de San Pedrc y Gascueña; en Álava, Bascuñuelas; en Lugo, Bascós; en Orense Bascojs y Bascos; en Soria, Bascones; en Cáceres, El Gasco; en Guadalajara, Gascueña de Bornova; en Madrid, Gascones; en Toledo, Vascos; en Sevilla, Loma del Gascón; y en Portugal, Vascóes y Vasconcellos.
En cuanto a los navarros, nos podemos encontrar con: en la provincia de Salamanca, Narros de Matalayegu~ Naharros de Valdunciel, Naharros Nuevo y Narrillos; en Cuenca, Naharro y Garcinarro; en Valladolid, Gomeznarro; en Soria, Narros y Valdenarro en Guadalajara, Naharros; en Segovia, Narros de Cuéllar y Gomeznarro; en Ávila, Narros del Castillo, Narros del Puerto, Narros de Saldueña, Los Narros, Narrillos del Álamo, Narrillos del Rebollar y Narrillos de San Leonardo; en Valencia, Navarrés; en Zaragoza, Herrera de los Navarros y Villar de los Navarros; en Huesca, Navarri; en Álava, Navaridas, Navarrete, Nafarrate y Napardi; en Vizcaya, Nafarrena; en La Rioja, Navarrete; en Teruel, Navarrete del Río; en Almería, Los Navarretes y Los Navarros; en Murcia, Los Navarros y Los Navarros Bajos; en Madrid, Navarrosillos; y en Portugal, Navarros y Nafarros.
Parecida cantidad de topónimos dejaron los pobladores gallegos en las cuatro esquinas de la península, conformando junto con vascos y navarros los tres orígenes territoriales que más constancia han dejado en la toponimia, fácilmente comprobable en cualquier atlas de España.
Esto por lo que se refiere a los topónimos evidentes, puesto que en otras muchas ocasiones los inmigrantes poblaron lugares ya bautizados o que lo serían según otros criterios, lo cual puede dar una idea de la magnitud que hubo de tener la INMIGRACIÓN VASCA y NAVARRA en toda la península durante siglos.
Han llegado hasta nosotros numerosas fuentes documentales que nos permiten conocer con bastante detalle el proceso repoblador llevado a cabo en las tierras meridionales, sobre todo a partir de la batalla de las Navas de Tolosa, durante los siglos XIII y XIV.
Los más importantes son los libros de repartimiento, en los que se consignaban los repartos de bienes inmuebles (tierras, edificios) que se efectuaban entre los que habían participado en la conquista de un territorio o los que acudían a repoblarlo.
Otro tipo de documentos son las nóminas de pobladores, en las que se recogían los nombres de los que acudían a repoblar las nuevas tierras.
Finalmente, las cartas pueblas, aparte de establecer los fueros y libertades de los participantes en la repoblación de un lugar, organizaban la repartición de tierras entre ellos.
En las zonas de Valencia y Murcia, por ejemplo, gracias a los Libros de Repartimiento se conocen los lugares de procedencia de los pobladores así como los que iban a ocupar.
La aportación repobladora navarra en el levante se extendió por decenas de localidades.
En VALENCIA:
Albaida, Albalat, Albalat deis Sorells, Alcudia, Alfafar, Bairen, Barchell, Beniamen, Benioral, Bocairente, Bixquert, Campanar, Carcagente, Castellón de Albufera, Chinqueir, Cocentaina, Coscollar, Gandía,Garuvel, Gatova, Godella, Godelleta, Gorga, Játiva, Liria, Lullen,Marchelenes, Marines, Masamagrell, Muro, Onteniente, Patraix, Polop, Roteros, Rizafa, Segorbe, Turch y Valencia.
En Murcia: Alguazar, Alquerías, Cotillas y Tiñosa.
Los pobladores norteños desempeñaron asimismo el papel esencial en la repoblación de las lejanas tierras andaluzas, las últimas en ser conquistadas.
Un ejemplo de no pequeña magnitud es el de las zonas de España que mayor porcentaje de pobladores aportaron a Sevilla y otras importantes localidades andaluzas: la cornisa cantábrica y la zona central castellana principalmente los burgaleses, los montañeses y los vizcaínos. (No olvidarse de que la palabra "vizcaínos" designaba a todos los habitantes de Guipúzcoa, Alava y Vizcaya).
Los pobladores de Jerez de la Frontera fueron en su mayor parte castellanos leoneses, participando asimismo numerosos contingentes de aragoneses, catalanes y navarros.
Otro ejemplo es el de Cádiz y su entorno, fue poblado por castellanos, leoneses y catalanes.
La repoblación fue una ingente tarea que abarcó varios siglos y en la que se involucraron todos los territorios de España sin que la fragmentación regnícola la afectase.
Al igual que en la tarea bélica, todos los reinos peninsulares participaron conjuntamente en la labor de volver a dar vida humana a las tierras arrebatadas a los moros. Esta labor común fue uno de los motivos que más peso tendrían, con el paso de los siglos, en la configuración de la concepción de España como comunidad humana unitaria por encima de divisiones territoriales, con adelanto a muchas otras naciones europeas.
Por razones obvias cada reino se ocupó principalmente de poblar sus espacios naturales de expansión —Castilla el centro y Sur peninsulares, Navarra y Aragón el Valle del Ebro, Cataluña el Mediterráneo—, pero también participaron indistintamente en toda aquella nueva tierra que necesitase aportación de hombres.
Los navarros, como hemos visto, se extendieron por TODA LA PENÍNSULA.
A la repoblación del reino de Toledo acudieron junto con los castellanos del Norte numerosos aragoneses y catalanes. En la carta-puebla de Coria del Río (Sevilla), Alfonso X el Sabio otorgó dicha localidad a 150 omes de Catalunna.
En la repoblación de Valladolid también participó un importante número de catalanes. Estos últimos y los valencianos representaron, lógicamente, el contingente más importante de repobladores de las Islas Baleares, pero se vieron acompañados en su labor por multitud de aragoneses, navarros y castellanos, además de italianos y franceses.
España y los españoles somos la culminación de la evolución que ha conducido a dichos pueblos a través de los siglos a formar la sociedad que hoy formamos, sociedad notablemente homogénea si la comparamos con otras europeas.
Y así es y será pese a Rodriguez Zapatero y a todos los disgregadores vocacionales que tratan de "diferenciar" "naciones" dentro del conjunto. Como también tratan de ganar una guerra civil que perdieron. Pero la Historia no admite "vueltas".
Tellagorri
NOTA BLOGUERA
Hay una interrogante que algunos se han hecho alguna vez : ¿Los peces duermen? Y la respuesta científica es " Todos los seres necesitamos variar nuestra temperatura para conciliar el sueño, por eso digo que dormir no se puede aplicar directamente al estado en el que se encuentran los peces cuando se disponen a descansar. Como cualquier ser vivo, ellos también necesitan un tiempo de reposo, ya que todos los animales respondemos a los ciclos horarios y estacionarios de este planeta, y cuando esto ocurre regulan la altura de flotación mediante la vejiga natatoria y se mantienen en equilibrio moviendo de vez en cuando las aletas, disminuyen el ritmo cardíaco y suspenden completamente cualquier movimiento para conseguir algo así como una corta hibernación.
Los peces siempre están alerta, con lo cual no concilian el sueño de la misma manera que nosotros, al igual que algunas aves, sólo descansan con la mitad de su cerebro la otra mitad está constantemente alerta para detectar a los depredadores. Pasado un tiempo indefinido se despiertan y descansan con la otra mitad.
Conclusión: no duermen completamente".
Pues, bien, los sociatas sobreviven en la misma circunstancia : con la mitad del cerebro despierto, igualito que los peces pero durante las 24 horas del día.
de como conciencia nacional
Ilustrìsima pero menuda herejìa està usted diciendo!!! entonces segùn este texto quiere decir que todos los espanoles descendemos directamente de vascos, astures y càntabros??!!
ResponderEliminarAnda! pues ahora resulta que el peneuvismo y el catalanismo fascistas no tienen ya ningùn sentido porque todos descendemos del mismo padre y de la misma madre...en fin...
Un entrada excelente, me he quedado anodadado leyendo, me encantan todas estas historias que nos retrotraen al inicio de los tiempos...y ademàas ahora resulta que yo, ya que mi familia es originaria del pueblo de Lagunilla (provincia de Salamanca) al que yo tanto amo, quizàs tenga orìgenes vasco pues leo que los vizcaìnos repoblaron la zona, ya ve usted, que lo mismo en mis orìgenes ancestrales no era maketo!
Ademàs todo esto que nos cuenta, nos sirve, como bien dice, para darnos cuenta del choriceo de los sociata-peneuvista-catalanistas que nos quieren montar "naciones" por todos lados con el ùnico objetivo de destruir Espana, cuando en realidad somos el pueblo màs homogeneo de la Vieja Europa.
POr cierto, excelente metàfora del socialismo zapaterista con lo del pez durmiente.
Un saludo.
CAROLVS
ResponderEliminarYa ves. Lo simple que es comprender el porqué durante siglos se tenía una fuertísima idea de unidad de las Españas. Todos los norteños se esforzaron por poblar territorios conquistados al moro ( en muchos casos porque suponía regalo de tierras y botines), de lo que resulta que los habitantes del centro y sur tenían y tienen muchísimas más raices de gallegos, cántabros, astures, vascos, catalanes, que de magrebies.
Por ello en Sevilla o Córdoba los apellidos son de origen cántabro, astur o vasco y navarro, y no hay rastro de antepasados nazariés o moros.
Por tanto, quizá no seais tan maketos como suponen los peneuveros.
Lo que sí es cierto es que había muchísima más cohesión entre los habitantes de España que entre los del sur y norte de Alemania, o de Francia. Y no digamos nada de Italia, en donde hasta Garibaldi y Verdi ( en el siglo XIX) cada cual iba por su lado.
Los que peor fueron tratados y maltratados fueron los MOZARABES o bolsas de cristianos que habitaban entre islamistas durante siglos, conservando sus costumbres y religión. Cuando fueron liberados, los cristianos norteños los miraban como a moros y los tenían como habitantes de segunda clase.
En sí, al terminar la reconquista apenas quedaron habitantes de origen moro, los moriscos, y éstos tuvieron que irse por decretos de expulsión de Felipe III en los años 1600. De cualquier forma eran muy pocos en relación al resto de procedencia norteña.
Entonces habría que autodeterminar las provincias vascongadas de habitantes vascones, es decir, toda España, para quedarnos, tras el "numerito", igual que ahora.
ResponderEliminarMagnifico post Tella, en teoría irrefutable salvo por la teorías descabelladas de los nazios y asimilados, porque hablamos de Arana, pero como te lea Blas Infante se revolverá en su tumba, los andaluces con moros, no españoles de sangre vascona.
Y en cuanto a la adenda sociata, pues que decir, broche de oro para post brillante. No obstante si me gustaría hacer una matización al respecto (con su permiso, por supuesto), el hecho de que una mitad esté despierta no es óbice para que esté inerte.
ISRA
ResponderEliminarLo de los nazios no tiene por dónde cogerlo y por eso mi interés en que culturizando se ven las realidades tal como fueron y son. Pero con taliboinas, la culturización es imposible.
Blas Infante, probablemente oriundo o descendiente de santanderinos, era un ajilipollúa como muchos de los que tocaron vivir en esa época de principios del siglo XX : unos probes diablos en busca del Arca de la Alianza de Abraham.
Creo que tienes razón en lo referente a los cerebros progres : la parte despierta se mantiene INERTE.
Hola Tellagorri.
ResponderEliminar¡Menudo disgusto le acabas de dar a más de uno!
Interesante entrada, muy aleccionadora y "abridora de ojos".
Así fue, Andalucía quedó despoblada tras la conquista de los territorios musulmanes y gracias a la donación de casas y territorios, se fue repoblando con las gentes cristianas del norte.
Se entregaron tierras a nobles y colonos, así se crearon los grandes latifundios que aún hoy existen en Andalucía.
Lo del pez ha sido un puntazo. Nunca me paré a pensar si los peces dormían, sí sé que no tienen memoria, igualito que ZetaPé.
Un abrazo.
DOÑA ELENA
ResponderEliminarTal como comentas, sois los andaluces descendientes de norteños 100%, y sin la menor duda.
Lo que trato de demostrar, porque es cierto ciertísimo, que los españoles se sentían una unidad ya desde los siglos X y XI y especialmente a partir del XIV, cosa que no sucede en ningún país del resto de Europa.
Ya ves, cómo son las cosas : he pasado meses sin poder conciliar el sueño ni tranquilizar mi espítiru hasta saber SI LOS PECES DUERMEN o NO. Deduces que si se duermen se van al fondo del mar o del río, y que sin dormir no podrán tener energía. Era todo un misterio como el de la Santísima Trinidad pero en mucho más grave.
Un cariñoso saludo y no te enfades conmigo ni dejes de creer lo que digo aunque a veces vacile un poco, cordobesa.
Todos los habitantes de Guipuzcoa, Álava y Vizcaya son Vizcainos. Lo has dicho tú...
ResponderEliminarY yo añado: y Bilbao la capital de Vizcaya.
Para qué decir más.
P.S:
Veo que se apunta a al teoría de que los Bilbainos colonizaron no ya España, sino el mundo.
Bienvenido a la luz.
¿Enfadarme contigo? Siempre de guasa.
ResponderEliminarDistinto lo veo con el amigo Dams, atisbo tormentas por el horizonte vizcaíno. Espero que no vengan con riadas.
DAMS EMINENTE
ResponderEliminar¿No estabas de vacaciones?
No podías soportar la tentación de decir una bilbainada y ahí ha quedado. Pues, sí, hasta 1978 a las provincias vascongadas se las denominaba sucesivamente así : cántabros, vizcainos. Durante siglos confundieron con la misma palabra tanto a santanderinos como a vascos. Luego comenzó a usarse el "vizcaínos", y en la Constitución de 1812 de Cádiz se usó por primera vez la denominación de Vascongadas.
En 1979 se inventó el nombre de País Vasco/Euskadi a solicitud de los taliboinas peneuveros.
El problema radica, a efectos de vicainos, de que Vizcaya sólo lo constituían Bilbao y Marquina, y que el resto no existía. Cuando se citaba al Señorío de Vizcaya se hablaba de unos pocos paletos que habitaban a orillas del Nervión y de los muchos guipuzcoanos y alaveses que conformaban el Señorío.
Guipuzcoa tenía cuatro docenas de poblaciones que eran más importantes que toda Castilla en los años 1.300. En tanto que los habitantes de Bilbao se limitaban a observar porque ni se les tenía en cuenta.
Hasta el siglo XIX en que unos cuantos guipuzcoanos fueron a explotar las minas de hierro de la Orilla Izquierda y montar astilleros similares a los que tenían en guipúzcoa, los bocheros no sabían ni usar la boina.
Luego, sí. En el siglo XX fundaron bancos y acerías. Y comenzaron a veranear en playas de Guipúzcoa.
Maestro, llego un poco tarde ya para hacer un comentario, debo decirle que anoche ya lei el magnifico e interesante post que ha puesto; solo voy a decir que, un recordatorio como este, debia de estar expuesto en todas las aulas de los colegios, al igual que los mapas de Expaña, tanto fisico, como politico, figuraban en nuestros tiempos en todos los colegios, al menos le servira de referencia al personal patrio para saber de una puñetera vez cuales son sus origenes, y al menos, las futuras generaciones, crecerian con la mente mas despejada y podrian dedicarse a estudiar otras materias que se ajustaran mejor al nivel de inteligencia de cada uno.
ResponderEliminarUn saludo
DON MANUEL
ResponderEliminarGracias por lo que dice. Y sería una excelente idea que en los colegios enseñaran, como mínimo,el contenido de una página como ésta o similar, a efectos de que, como bien dice, las generaciones futuras sepan de dónde puñetas venimos todos los habitantes de la antigua España, hoy convertido en ESTEPAIS.
En nuestra época estudiabamos Historia de España, no de Cataluña, Madrid o Euskadi como ahora, y el gentío no sabe ni dónde caen en el mapa Logroño y Castellón.
Quien controla el pasado, controla el futuro. Quien controla el presente, controla el pasado.
ResponderEliminarOrwell (1984).
Buen post Tellagorri, pero eso ya no lo enseñan. En Cataluña hay niños que no saben que el Ebro nace en Fontibre, ni que Fontibre está en Santander, hoy Cantabria.
Que risa, lo del pez, añado que si el pez es una dorada tiene, además, memoria a corto plazo (Dorada Dolly, película "La Sirenita)
DOÑA CANDELA
ResponderEliminarBuena frase la de Orwell.
Debieran de enseñar estas nociones mínima de Historia básica de España en todos los colegios.
Cariñosos saludos