19 junio 2010

En memoria del General Escobar, guardia civil

El coronel Escobar, jefe del tercio urbano de la Guardia Civil destacada en Barcelona, era un hombre de una sola pieza, paradigma de guardia civil a la antigua usanza, de una honradez sin fisuras y de una disciplina sin reservas, tan exigente con los demás como consigo mismo. Y todavía algo más, no sólo se declaraba católico como tantos otros militares sino que era hombre de misa y comunión diaria.

Y era en nombre de su sentido de la disciplina y del juramento de fidelidad al Gobierno constituido que, igual como su superior el general Aranguren, jefe de la Guardia Civil en Cataluña, el coronel se había mantenido a las órdenes del Gobierno legítimo, representado en su caso por la Generalitat. De manera que aquella mañana sus hombres siguieron avanzando por la Via Layetana hasta llegar a la plaza Cataluña, donde los militares sublevados en vista de la resistencia que encontraban se habían hecho fuertes en el hotel Colón.

Había ordenado a su batallón de guardias civiles vestirse con el uniforme de gala del Cuerpo, a sabiendas de que dicha vestimenta resultaba la más elegante y respetada indumentaria militar existente.

El coronel ordenó a sus hombres entrar en el hotel pero, fiel a su estilo, fue el primero en entrar y así gestionó la entrega de los que allí estaban. Y una vez resuelta la situación siguió subiendo por el paseo de Gràcia hasta la iglesia de los Carmelitas, en la Diagonal, donde también se habían encerrado los escuadrones de Caballería salidos del cuartel de Lepanto, militares afines al sublevado Franco.

Pero allí la cosa era más complicada. Los encerrados continuaban disparando y alrededor de la iglesia se congregaban cada vez más civiles, anarquistas que estrenaban las armas que acababan de conseguir con el asalto al cuartel de Atarazanas y dispuestos a llevar adelante la revolución. La resistencia duró un par de días y también en este caso fue el coronel Escobar quien gestionó la rendición.

Pero aquí los que iban saliendo, oficiales sublevados y religiosos residentes en el convento, a pesar de las promesas de Escobar, fueron literalmente machacados.

Es fácil imaginar su decepción y su amargura y no digamos cuando en los días siguientes ardieron todas las iglesias de Barcelona y empezó la caza de los supuestos desafectos empezando por los religiosos. Pero a sus ojos el Gobierno continuaba siendo el Gobierno legítimo y su obligación era mantenerse a sus órdenes luchando contra los sublevados para intentar después restablecer el orden frente a los irresponsables.

De modo que, haciendo de tripas corazón, meses después estaba con fuerzas de la Guardia Civil en el frente de Aragón, al lado de las columnas anarquistas, y allí fue herido en un brazo y estaba convencido de perderlo cuando después de operarle el doctor Trueta se recuperó plenamente.
Y entonces ocurrió algo increíble. Pidió a sus superiores permiso para ir a Lourdes a dar gracias a la Virgen. Era difícil negar algo a quien había tenido una intervención tan decisiva a favor de la República, pero el propio Azaña, que fue quien en último término autorizó su viaje, dudaba que regresase. Pero el hecho es que regresó y que inmediatamente el Gobierno le encargó una misión harto delicada.

En Barcelona habían estallado los llamados hechos de mayo, que enfrentaron a la Generalitat y los anarquistas, y el Gobierno español había decidido recuperar el orden público. Él debía trasladarse inmediatamente a Barcelona para tratar de imponer el orden.
Efectivamente, se trasladó a Barcelona y en cuanto llegó empezó a actuar y pocas horas después unos disparos de ametralladora le dejaron gravemente herido. Lógicamente debía haber quedado parapléjico, porque los proyectiles afectaron varias vértebras, pero acabó recuperándose aunque le quedaron fuertes dolores que ya nunca le abandonaron.
Pero antes había logrado salvar las vidas de todas las monjas de conventos de Barcelona que iban a ser quemados y arrasados por la horda anarquista.Nadie, ni Companys, se habían atrevido a parar a los anarquistas y Escobar lo hizo.

Y unos meses después, convaleciente y cercano a los sesenta años, se reincorporó al servicio activo y, promovido a general, asumió el mando del Ejército de Extremadura. Y en este puesto dirigió la última ofensiva que llevó a cabo el Ejército de la República.

Al acabar la guerra, los dirigentes militares y políticos que se encontraban en Catalunya pudieron trasladarse a Francia, pero la zona central era una ratonera de la que sólo se podía salir por aire y, efectivamente, así salieron los principales dirigentes políticos y militares con excepción del general Escobar, que no era hombre para abandonar su puesto, de manera que cuando cesó la contienda él hizo formar sus unidades y se entregó al vencedor al frente de ellas.

E igual como había renunciado a huir declinó la oferta que le hizo el general Yagüe de facilitarle el paso a Portugal y con soldados que habían estado a sus órdenes fue llevado en un vagón de ganado a Madrid y luego a Barcelona, al castillo de Montjuïc, para ser juzgado por un consejo de guerra.

Por supuesto, en el lado nacional abundaban los que no podían perdonar a Escobar que se hubiese puesto enfrente de los sublevados. Creían, probablemente con razón, que si la Guardia Civil de Barcelona se hubiese puesto al lado de los sublevados éstos habrían triunfado en Barcelona con lo que tomar Madrid habría sido un juego de pocas cartas, de modo que no habría habido Guerra Civil.

Aunque había también quien, como el cardenal Segura, hicieron todo lo posible por salvar su vida. Unas gestiones que Escobar rechazaba, porque lo que él quería es que se le juzgase, convencido como estaba de que su razonamiento era impecable: se había mantenido fiel al Gobierno legítimo y no podía admitir que se le acusase de desleal y de traidor. Pero Franco era inflexible

La mañana de su ejecución pidió que la misa se adelantase lo más posible para que él tuviese tiempo para dar gracias después de la comunión. La ejecución de Escobar tuvo lugar en los fosos del castillo, donde se había fusilado al general Goded y donde un tiempo después se fusiló al presidente Companys, y se encargó de la ejecución un piquete de la Guardia Civil.

El general Escobar (genio y figura hasta la sepultura) al ocupar su puesto frente al piquete dijo al oficial que lo mandaba: “Usted dará las órdenes preventivas y dispararán cuando yo bese el crucifijo que llevo en la mano”, lo que puede parecer una ñoñería piadosa, pero que para él tenía un significado muy preciso.

Un militar puede morir fusilado de formas muy diversas. No es lo mismo que el enemigo, reconociendo su valor, le permita morir de uniforme y siendo él mismo quien dé la orden de disparar o que sea su propio ejército quien lo condene por traidor y antes de fusilarle le degrade rompiéndole la espada y arrancándole los galones. Él iba a morir vestido de paisano pero había logrado variar el significado del acto, el oficial iba a dar órdenes al piquete hasta llegar al “apunten”, pero la decisiva, el “disparen”, la daría él besando el crucifijo.
Así moriría como deseaba morir, como un jefe mandando a sus hombres.

Tellagorri

El mejor libro sobre la biografía extraordinaria de este ejemplar Guardia Civil lo escribió José Luis Olaizola en 1984 y titulado "La guerra del General Escobar".


15 comentarios:

  1. D. Javier, interesante relato que nos trae hoy, en parte ya conocia la trayectoria de este hombre, que como muchos en uno y otro bando hicieron gala de su valia y heroismo en pos de una causa que creian justa.
    La Guardia Civil, que ha sido tan denostada e incomprendida por todos los gobernantes de este pais, ha escrito paginas gloriosas en la historia de España, gracias a su abnegación,espiritu de sacrificio y lealtad; tambien tiene alguna pagina negra, pero por actos individuales de algunos que no han sabido respetar el lema que llevan por divisa.
    No hay que olvidar que en la tragedia que fué la guerra civil, la Guardia Civil, tambien estuvo dividida, y los miembros que quedaron en el bando republicano, al terminar al guerra, fueron purgados y muchos apartados del servicio,puesto que Franco, no se fiaba mucho de este cuerpo.
    Un saludo y buen fin de semana.

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  2. Lo has dejado en su posición, una descripción perfecta, de uno de los mejores mandos que han existido en la Guardia Civil. El libro una maravilla, aconsejo que lo lean. En estos momentos de indefinición de España, te agradezco el detalle.

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  3. DON MANUEL
    Sí, en el Cuerpo ha habido mucho majadero como los que fueron destinados durante el Franquismo al País Vasco, entre ellos Tejero y sus tenientes, pero en general es un Cuerpo que ha mantenido el orden en la España labriega durante varios siglos, a base de seriedad y mucho sacrificio.

    He traído a Escobar como demostración del prototipo que vive y muere conforme a los principios recibidos : lealtad al Gobierno legal y valor sin límites.
    Tal como hoy les sucede a millares de mandos que tienen que cumplir órdenes de un gobierno indigno y sufrir humillaciones diarias.
    E incluso saber que hay ropones que penalizan a quien grita ¡Viva la Guardia Civil¡, como es el caso de ese Juez de Sabadell.

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  4. Hay que reconocerle valor y fidelidad a sus ideas.
    El gobierno de la república perdió la legitimidad, por muy legal que fuera, al permitir los desmanes que llevó a cabo. Sólo pretendía la implantación de un régimen comunista en España.
    Violó todas las leyes sin recato alguno.

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  5. DORAMAS
    Me alegro de que hayas leído el libro de Olaizola (yo lo leí cuando se editó, allá por los años 80).

    Lo he traído aquí como un modesto homenaje al Cuerpo tras saber que en Sabadell un Ropón miserable ha condenado a un ciudadano por gritar Viva la Guardia Civil.

    Entre tanto oportunista de la República y de ahora, Escobar representa la dignidad.
    Un cordial saludo

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  6. ASPIRANTE
    Este militar no fue leal a la República por ideas republicanas. Lo fue porque en sus estatutos la Guardia Civil establece que deben siempre obdediencia al gobierno legal, les guste éste o no.

    Y en aquella época, por muy criminales que eran los socialistas de Largo Caballero y de Negrín y Azaña, los SUBLEVADOS carecían de legitimidad LEGAL.
    Por tanto, Escobar se limitó a cumplir con su obligación con el Cuerpo de la Guardía Civil, al igual que hoy lo hacen con el existente a pesar de que los desacreditan, hacen burla de ellos y los dejan sin respaldo moral en sus luchas contra el Terrorismo, el Narcotráfico y la Pornografía informática.

    En principio, todos los cuartelillos de la Guardia Civil que cayeron en zona sublevada se enfrentaron a los sublevados, pero media docena de picoletos no podían hacer nada contra regimientos completos de militares.

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  7. Tellagorri una historia impresionante la de Escobar, pero mucho más impresionante su misma persona, sus valores, su coraje, su firmeza y su disciplina...un hombre como los que ya no quedan. Se necesitarían muchos como él entre todas estas gentuzas que abundan ahora entre las filas de gobernante y militares...su sola presencia, tal Cid, servía para amedrentar al enemigo y todo porque era un hombre respetado.

    La muerte digna como fue su vida.

    Saludos.

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  8. CAROLVS
    Era el prototipo de militar entero, con pundonor, dignidad y sentido de la disciplina. Odiaba a las hordas anarquistas y comunistas que quemaban conventos pero jamás se le ocurrió traicionar a su Gobierno.

    Creo que hoy, de coronel para abajo, también hay dignos ejemplares que se tienen que morder los dientes para cumplir las órdenes de Ministras como la caballo separatista catalana, pero ahí siguen.
    Por si no lo sabes uno de ellos es el comentarista y bloguero DORAMAS.

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  9. Tellagorri: lo se lo se, familiares muy cercanos a mi ocupan puestos de relevancia en la Guardia Civil y la Policia Nacional de Navarra jugándose la vida por un gobierno mezquino que se ríe en su cara...

    me alegro de tener a Doramas entre nuestras filas

    Saludos

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  10. Como militar que fue juraría dar su vida por España, no por ningún gobierno ni ninguna ley.
    Si era el gobierno legal el que subvertía la ley, su obligación era situarse contra ese gobierno y perseguirle por los delitos que cometía.
    Cuando hice el servicio militar pretendían que jurase la constitución. Estuve ne la formación, besé la bandera, pero no realicé tal juramento, pues esta ley me ofende de tal forma que mi única intención es cambiarla cuanto antes.
    Por la constitución u otra ley, o por un gobierno legal pero ilegítimo no es que no me sacrifique, es que no me despeino.

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  11. No, No ASPIRANTE, no. Lo que dices no tiene sentido ninguno. Cuando un militar jura lealtad a las LEYES CONSTITUCIONALES, en el caso de una democracía, o a un Rey, en el caso de un país absolutista, no es él ni nadie el competente para juzgar y decidir no obedecer a ese Gobierno.

    Cualquier acto contra ese Gobierno, por muy malo que sea, se convierte en delito de REBELIÓN. Los golpistas lo hacen siempre pero también incurren en esa actitud delictiva.
    En el Ejército alemán de Adolf había millares de militares no nazis que se hallaban obligados a cumplir con su profesión y hacer la guerra aunque odiaran a Hitler.

    Si los militares decidieran, en cada caso, qué gobierno deben de obedecer, estariamos en el tipo de país bananero que son los sudaméricanos en que cada espadón ( como sucedía en el XIX en España) se creía obligado a alzarse contra el Gobierno.

    Tus reservas mentales en la Jura de Bandera en la mili no te eximen del juramento real o virtual que realizaste. Hubiera tenido valor si te hubieras negado a jurar la bandera y sometido a un Consejo de Guerra por desertor o por rebelión.

    Con tu teoría, que ahora es muy normalita en la gente por carecer de sentido de responsabilidad, podrías alegar lo mismo cada vez que te casas o que te nombran sacerdote.
    "No vale mi juramento de matrimonio porque lo hice pensando en que no daba el sí aunque oficialmente dije que sí, y por tanto que se anule mi matrimonio o mi nombramiento de cura".

    Y ya puestos, ¿porqué no te niegas a pagar todos los impuestos que te caen, desde el de impuesto de Circulación de tu coche, al de Basuras y Aguas, el IBI, o la Renta, en base a que consideras que este Gobierno de ZP ha vulnerado los principios elemnetales de la democracía?

    Unico caso de rebelión al orden constitucional reciente fue el de Tejero pero a sabiendas de que incurría en delitos de rebelión y sedición.

    Todos los días hay actos que nunca se responsabiliza nadie como son los jueces que no cumplen con su obligación, los policias que actúan cumpliendo órdenes injustas, etc.

    Una cosa es cumplir con la legislación establecida (el soldadito que en Afganistan tiene orden de no matar al enemigo en virtud de su obligada obediencia al mando), y muy otra decidir no hacerlo. En cuyo caso rompes tu juramento de lealtad y te sometes a sus consecuencias. En tiempos de guerra la deslealtad supone juicio sumarísimo y fusilamiento.

    El militar sublevado, como Franco y los suyos, lo hicieron a carta cabal de su actitud delictiva. En Gran Bretaña o Francia esas cosas no se dan jamás.
    Un general Patton que veía venir la invasión de Europa por los rusos de Stalin en cuanto salieran las tropas Usa de Europa, lo dijo y fue destituído y enviado a su casa o asesinado.

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  12. Estimado Sr Tellagorri:

    Quiero felicitarle por honrar a este hombre digno, del cual confieso no conocía nada.

    saludos cordiales.

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  13. DADAISTA

    Gracias. Y me alegro de que te parezca lo que era : un hombre digno y honrado, además de leal al espíritu de su Cuerpo.

    Un cordial saludo

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  14. El general Escobar es el más digno representante que ha tenido hasta nuestros días la Guardia Civil.
    De todas formas me gustaría que si pincháis en el link Foro del Guardia Civil que tengo en mi blog, valoráseis la opinión de los diversos mandos que en en dicho Foro participan con respecto al caso del juez de Sabadell.

    No se muerden la lengua. Están más que hartos de ser calumniados, vilipendiados y escarnecidos, pero respetan su juramento.

    Saludos.

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  15. DON JOSÉ LUIS

    Me alegro de que opines así de este PICOLETO. Era un hombre digno de figurar en todas las Academias Militares como prototipo de leal y valeroso.

    Miraré en tu blog lo que dices.

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