De cómo son los dirigentes del PNV de todo tiempo

Los dirigentes del PNV son unos señores que van a misa casi todos los días, se confiesan de sus pecados, comulgan y tienen un asesor espiritual, generalmente de la Compañía de Jesús.

Como cualquier nacionalista furibundo, superponen el concepto de la nación al pluralismo, a las libertades individuales y colectivas, a la democracia y a cual­quier otra norma de derecho internacional público.

- En 1931 suscriben un pacto con los carlistas para elaborar un Estatuto de autonomía.
- Dos años después lo rompen y se alían con los enemigos tradicionales de la Iglesia, la fe, la Compañía de Jesús y de todos los valores cristianos que dicen representar. Con los izquierdistas radicales de la República.
- En 1934 llegan a una alianza con el PSOE para apoyar la Revolución de Octubre, aunque se echan atrás en parte porque el general de Miñones (al que se fusila en la Guerra Civil) se niega a sacar a las tropas a la calle, y grupos de nacio­nalistas vejan el cadáver de Marcelino Oreja Elósegui (jefe de los carlistas vascos), su principal aliado en 1931.
- En 1936 "declaran" la guerra a Franco y traicionan, a la vez, a la Repú­blica y al Frente Nacional, pactando con los dos bandos, con tal de conseguir un Estatuto que les condujera a la independencia.
- La mayoría de los carlistas, con los que pactan en 1931, muchos de los cuales se oponen posteriormente al Estatuto y a la anexión de Navarra por los vas­cos, son fusilados.
- En 1937 entregan Bilbao intacto a Franco y reciben a los vencedores con honores militares. No destruyen la industria militar, lo que permite a Franco incrementar en un 60 por ciento su producción de acero. Unidades nacionalistas enteras se pasan al enemigo. O sea, a Franco.
- En San Juan de Luz y Roma pactan la rendición de Santoña a los italia­nos mientras el lehendakari Aguirre intenta trasladar "su" Ejército a Cataluña para inde­pendizar aquella región.
- Mientras están pactando su salida personal dejan a la República involu­crarse en abrir nuevos frentes en Brunete (Madrid) y Belchite (Zaragoza) para descongestionar el Frente Norte.
- Con la excusa de preparar la rendición de Santoña meten al Servicio Se­creto musoliniano en Santander, traicionando a sus aliados republicanos y facilitando la conquista a las tropas italianas y navarras.
- Terminada la guerra, se reúnen en Meudon (Francia) y deciden pactar, de nuevo, con los requetés.
-Inician su acercamiento a los nazis, los "amos" por entonces del mundo. Fracasada la intentona, se vuelcan a favor de los estadounidenses.
- En 1942, aquellos que quieren la secesión de España acaban trabajando para los estadounidenses, ayudándoles a consolidar el imperialismo en América La­tina. En contra de sus convicciones políticas, se encargan de delatar a los movi­mientos de liberación de Puerto Rico, Filipinas, Panamá, Santo Domingo y otras naciones sudamericanas, bajo la bota de dictadores.
- Espían a los partidos políticos en el exilio de la Segunda República para que cualquier intento de restauración política se haga anteponiendo sus intereses particularistas a los de la nación, colaborando con la CIA y el FBI.
- Pretenden -lo han pretendido siempre- crear la República de Euska­di en un territorio que no ha sido nunca independiente, intentando sojuzgar a un sector de la población (el 70 por ciento no nacionalista) y someterla a los dictados de un grupo mi­noritario, imponiéndole un idioma poco usado y unos símbolos de partido.

Al tiempo que odian visceralmente al prójimo, y carecen de prejuicios y es­crúpulos morales de cualquier índole, van a misa todos los domingos, tratan de mantener relaciones privilegiadas con la Iglesia y, a ser posible, un lugar privile­giado en el cielo.
Amén.

Tellagorri

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