06 mayo 2009

Membrillada de jilipollúas asilvestrados



Gran parte del mundo ha reaccionado con júbilo ante los problemas financieros a los que se enfrenta Estados Unidos. De hecho, muchos en los medios de comunicación se sienten desagraviados ya que habían estado prediciendo el fracaso de la economía de Estados Unidos durante años. Al igual que sucedió con los ataques del 11-S, existe la sensación de que la economía americana, propulsada por el consumo, se lo merecía.

Dice la Fundación Heritage que esa sensación sólo se ve agravada por el hecho de que ahora los mercados financieros mundiales son tan interdependientes y que cuando Estados Unidos estornuda, Europa y Japón se resfrían. Sin embargo, el periodista del Financial Times Phillip Stephens –que raras veces tiene algo bueno que decir sobre Estados Unidos– escribió sobre la crisis, que Estados Unidos y Europa Occidental ya no pueden consolarse con la ilusión de que pueden dar forma al orden global "a su imagen y semejanza".

¿Será, entonces, que para dar forma al orden mundial habrá que poner al frente al gorila Chavez, al indio mestizo Evo Morales y al analfabeto caradura de ZP?

Quizá aún más extraña es la extendida sensación de que el consumidor americano se lo tiene bien merecido por haber estado viviendo gracias su industriosidad y sentido del trabajo y por sentirse rico basándose en su poderío industrial y tecnológico.
Puede que sea una sana política financiera personal no vivir más allá de nuestras posibilidades, pero colectivamente, el consumidor americano ha sido parte esencial de los años del boom internacional. De hecho, cuando los inversores chinos decidan dejar sin crédito a Estados Unidos, también disminuirán la demanda americana de sus productos, tan omnipresentes en nuestro día a día.

No debiera de estar, precisamente, en el interés del mundo tener a Estados Unidos retorciéndose por los suelos. Sin liderazgo americano, uno verdaderamente se tiene que preguntar si sobrevivirán los principios del libre mercado y la iniciativa privada que han producido tanta prosperidad en el último medio siglo.
¿Estamos ahora ante un mundo tan distinto en el cual la petro-dominación rusa y el autoritarismo económico chino son los que ofrecen los modelos más viables?

¿Qué modelos aportan India y Brasil? ¿O las economías estatistas de la mayor parte del mundo en desarrollo?
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En las reuniones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en Washington los compungidos ministros de Economía de varios países contemplaban las consecuencias de la crisis, y por el ambiente reinante, quedaba clara la sensación de que el dominio de Occidente se había terminado.
Oséase, para toda esa panda de resentidos sociales que se alegran con los problemas de USA, producto del fracaso personal y de la invencible envidia al prójimo la de los resentidos, lo ideal es que el Mundo viva como los africanos de Kenia o Senegal. Todos de pastores de cabras. Y abajo la electricidad, los coches, las calefacciones, los frigoríficos, los ascensores y las autopistas.

Decía el Eclesiastés que "el número de tontos es infinito". Y yo añado que también el de los jilipollas-tontosdelhaba, según la clasificación que sobre el género gilipollesco está establecido.

Solo una democracia como la nuestra, asediada por todo tipo de corrupciones, de golfos en la política y en los Bancos, con jueces sometidos al Poder, es capaz de consentir que aventureros como Garzón campen a sus anchas sin que nadie les llame al orden.

Y aquí desenterrando fosas y pretendiendo procesar a Bush. Cientos de fosas y millones de parados. Tenemos dictadura progre para mucho tiempo, porque mientras los gringos no ayuden a conservar nuestras industrias, y los pepiños crean que España es la finca particular (como Franco) de los sociatas y en donde todo, desde la cultura y la Historia, son manipulables, el gentío vivirá adosado a la siesta mental.
Hasta que llegue el hambre de alimentos y se inicie una sublevación contra lo establecido, que es el tinglado sociata-progre-comunista-escisionista.

Por Javier Tellagorri
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4 comentarios:

  1. Es pura e insana envidia.
    Lo peor del caso es que está mal visto hablar bien de USA por las razones que comentas: su laboriosidad, su espíritu patriótico, su amor por su nación, al fin y al cabo.
    El número de tontos es infinito porque va aumentando día a día en progresión geométrica, y para muestra un botón, un sucedido que sufrí en carne propia: en un concierto de Celtas Cortos, el vocal agarra el micrófono y grita "contra el imperialismo yanqui...", mientras desde abajo le jalean levantando vasos de Coca-cola...
    Un saludo.

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  2. Gracias, ALAWEN, por el comentario y el ejemplo de tontunez perfecta.

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  3. Que me cuenten quienes son los adecuados para imponer el orden mundial, ¿los países del tercer mundo?
    La verdad es que mira que hay que escuchar soberanas estupideces al final de día.
    Saludos

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  4. No me extraña lo que le pasó a Alawen, esa gentuza se ha dado cuenta de que si chupan la teta correcta viven, y muy bien (tú critica al pp y a USA que tienes garantizado que tu disco se escuche en los 40 subnormales, te contraten los aytos sociatas en las fiestas y te hagan reportajes en el país).

    En cuanto a la solución todos deberían consultar a ZP, el aboga por el fin de los USA, la multiculturalidad, la vuelta a los orígenes (cada uno come lo que cultiva... vuelta al trueque, VIVA EL PROGRESO), la reducción de la jornada laboral, desempleo subsidiado de por vida (PER pero sin maquillajes), llegada masiva de inmigrantes para acabar con eso tan molesto como es la España católica... y claro, subvenciones mil, todos contentos a pagar, y cuando se acabe el dinero pues a hacer mas, si no es de nadie.

    ¿Que ha pasado para que toda la bazofia que no serviría ni para tonto del pueblo haya llegado tan alto como para suicidarnos a todos?

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