"Abjuro, maldigo y detesto", se vio obligado a declarar Galileo en 1633 ante un Tribunal de la Inquisición en Florencia, renegando con esa fórmula de sus convicciones científicas y comprometiéndose a no investigar nunca más el movimiento de la Tierra.
Sin embargo, justo cuando se cumplen 400 años de los descubrimientos realizados por Galileo y publicados en el Sidereus Nuncios, la ciudad toscana se rinde a los pies del científico que revolucionó la astronomía.
Galileo (1564-1642) fue un ejemplar hombre del Renacimiento.Hijo de un innovador musical, también él era un gran conocedor de la música. Además, entre sus amigos no sólo se contaban científicos, sino también muchos artistas.
De hecho, de joven estudió en una escuela de dibujo. Por no hablar de su faceta literaria. Según Leopardi, Galileo era el mejor escritor en prosa de lengua italiana.La arquitectura también le apasionaba. Y redondeaba su sueldo haciendo predicciones astrológicas.
La exposición de Palazzo Stronzzi trata de reflejar la faceta multidisciplinar de la astronomía: desde su influencia en el arte hasta su impacto puramente científico, pasando por su perspectiva religiosa, el estudio de los astros para analizar el futuro.
El resultado es una muestra que reúne desde instrumentos científicos y de medición a libros de astronomía, pasando por cuadros de maestros como Boticelli y Rubens.
De Rubens se puede admirar por ejemplo Saturno devorando a su hijo, un cuadro con claras referencias galileanas.
Fue en la primavera de 1609 cuando cayó en manos de Galileo un singular objeto que por entonces se vendía en Venecia como juguete.Era un tubo con dos lentes en los extremos, que permitía ver los objetos más grandes.
Galileo se dedicó a perfeccionar ese instrumento que, en sus manos, se convirtió en un instrumento científico destinado a transformar el mundo. Mirando a través de ese aparato, Galileo vio el Universo de manera totalmente distinta a como decía la tradición, reforzándose su creencia en la veracidad de las hipótesis de Copérnico.
Vio, por ejemplo, que la superficie de la Luna estaba repleta de valles y montañas, igual que la de la Tierra; que en torno a Júpiter giraban cuatro satélites, que el Sol tenía manchas oscuras, que Venus mostraba fases como las de la Luna.
Sin embargo, parece ser que no fue Galileo el primero en utilizar un tubo óptico (como hace 400 años se denominaban a esos primeros telescopios) para llevar a cabo observaciones astronómicas, un invento que recientemente se ha atribuido a un óptico de Girona.
El propio Paolo Galluzi, considerado el mayor experto en Galileo del mundo, admite que fue probablemente un matemático inglés llamado Thomas Harriot (1560-1621) el primero en hacerlo. En agosto de 1609, después de haber observado la Luna con uno de esos aparatos, Harriot realizó el dibujo más antiguo que se conoce de ese satélite observado con un telescopio de seis aumentos.
Ahora, por primera vez, en la exposición de Palazzo Strozzi se pueden admirar los primeros dibujos del astrónomo Harriot de la Luna junto a los que realizo Galileo entre finales de noviembre y principios de diciembre de ese mismo año. La diferencia salta a la vista: aparte de tener un gran talento para el dibujo, Galileo disponía de un telescopio de 20 aumentos (lo que le permitía ver la superficie lunar 400 veces más grande) dotado de una lente de mejor calidad.
En la exposición se puede contemplar el único telescopio obra de Galileo que ha llegado a nuestros días. Se trata del que en 1610 realizó para Cosimo Medici. Mirándolo, cuesta creer que Galileo lograra revolucionar la astronomía con ese sencillo tubo de madera de 92,7 centímetros de largo y seis de diámetro forrado de piel.
Galileo,formacionuniversal
Querido Tellagorri:
ResponderEliminarPor lo cuentas parece ser que se han debido de perder datos en Blogger de este post que has enviado (cosa que, por desgracia, es bastante frecuente). Si pudieras añadir el texto que falta te lo agradeceríamos.
Un saludo cordial.
Tellagorri:
ResponderEliminarNo eches en saco roto lo del Premio Polikarpo. me parece una idea genial que hay que estructurar. Echaré un cable en lo que pueda. Te lo pongo aquí porque en el blog del Txapeldún no tengo modo de publicar. Dile que le enlazo en mi blog.
Saludos
Tellagorri:
ResponderEliminarNo eches en saco roto lo del Premio Polikarpo. me parece una idea genial que hay que estructurar. Echaré un cable en lo que pueda. Te lo pongo aquí porque en el blog del Txapeldún no tengo modo de publicar. Dile que le enlazo en mi blog.
Saludos
GRACIAS, Cadalso. Veo que has leído mi comentario a Trueno e iba a contactar contigo para proponertelo. pero te has adelantado.
ResponderEliminarDe momento he conseguido una imagen del Premio Sabino Arana que me ha pedido el Txapeldun, y dejo en vuestras manos, como tesknikos, el darle forma porque yo tengo poca imaginación para esos menesteres.
Habría que establecer unas bases y luego, tras decidir a quién conceder el POLIKARPO, los vamos adjudicando a los diversos blogueros.
Me encargo de comunicar tu encargo a Trueno.