16 febrero 2015

El tren de huérfanos al Oeste

Cómo se organizó el envío al Oeste de hijos de inmigrantes desde Nueva York y otras ciudades. Es la cara oculta del sueño americano y duró hasta 1930. Muchos niños terminaron ‘esclavizados

A mediados del siglo XIX Nueva York fue la puerta de entrada a América para millones de inmigrantes que llegaban huyendo de la crisis, las hambrunas y las persecuciones que tenían lugar en Europa. La ciudad se convertía en el centro industrial y financiero del país y del mundo, también crecía la pobreza de gran parte de sus habitantes. Lo hacía hasta tal punto que se calcula que en 1854 y sólo en sus calles malvivían más de 35.000 huérfanos y menores abandonados o vagabundos.

Una realidad incómoda que había que esconder y para la que el pastor metodista Charles Loring Brace ideó un infalible remedio. Creó la Sociedad de Socorro a la Infancia, con el claro objetivo de acabar con "los delincuentes y vagos menores de edad" que abarrotaban las calles de Nueva York. El proyecto acabaría convirtiéndose en una forma más de la esclavitud que pervivió en Estados Unidos hasta bien entrado del siglo XX y en una de las muchas caras ocultas y terribles del sueño americano. 

La Sociedad de Socorro a la Infancia puso en marcha los Trenes de huérfanos que funcionaron durante más de 75 años (hasta 1930)  y transportaron a más de 250.000 niños hasta el Medio Oeste para ser supuestamente adoptados. La realidad es que al llegar a su destino la inmensa mayoría de los menores se convirtió en mano de obra gratuita para granjeros e industriales que les explotaron bajo contrato.
Los trenes efectuaban diferentes paradas y en cada una de ellas los niños, despojados de identidad y dignidad alguna, eran obligados a bajar y formar, ordenados por estatura, frente a las familias del pueblo que se reunían para inspeccionarles en el sentido más literal: se les examinaban los dientes, los ojos y los miembros para determinar si un niño era lo bastante fuerte para el trabajo en el campo o disponía de la habilidad y el buen carácter necesarios para cocinar, limpiar y servir en una casa.
Los bebés y los chicos de mayor edad eran los primeros en ser escogidos; las niñas mayores eran las últimas. Después de un breve periodo de prueba, los menores eran definitivamente asignados a las familias de acogida o devueltos al tren para probar fortuna en la siguiente ciudad.

Las ciudades de la Costa Este ya no tenían huérfanos, pero aquellos niños, en su mayoría inmigrantes irlandeses, italianos o polacos, seguían sin tener hogar. La vergüenza, el desarraigo y el sufrimiento llevaron a los niños de los trenes a ocultar esta historia en su vida adulta y sólo cuando sus hijos o familiares de segunda generación les animaron a hacerla pública se sintieron capaces de ello. Este silencio fue perfecto para las sucesivas administraciones, que nunca quisieron reconocer la realidad ni menos aún paliar el daño causado.

Así, también por casualidad, descubrí yo este oscuro e incómodo episodio en la historia de Estados Unidos una desapacible tarde del invierno de 1983 en casa de mis suegros, en Dakota del Norte. La nieve y el frío eran terribles fuera, el repertorio de juegos de mesa se había agotado y bucear en las estanterías de la casa curioseando qué podía leer, me deparó un hallazgo que iba cambiar mi vida: el bisabuelo de mi marido había sido uno de los huérfanos de los trenes. Se llamaba Frank Robertson, y viajó en uno de aquellos trenes desde Nueva York hasta Hamestown, en Dakota del Norte junto a sus cuatro hermanos cuando tenía 10 años.

Comencé a investigar y a leer, me entrevisté con buena parte de aquellos niños que aún vivían (unos 145 encontré). El trabajo de investigación concluyó con una novela: "El tren de los huérfanos" que ya han leído más de dos millones de personas sólo en Estados Unidos y que ha sido publicada en 40 países.

(Por Christina Baker Kline)


16 comentarios:

  1. Las miserias de las sociedades desarrolladas que se escandalizan por asuntos que, al lado de este, son nimiedades.

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    1. DON TRECCE
      Así es. Y el ser humano es el más miserable de los animales siempre guiado por su EGOISMO. Da lo mismo en las clases privilegiadas ( los neoyorkinos que organizan el tren) como en los aldeanos pobretones dispuestos a sacar mano de obra gratis en los pueblos del Oeste.
      No hay grado de civilización que corrija esa tendencia a sacar provecho del prójimo, sea niño o anciano.

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  2. El "espíritu" nazi lo ha habido en todas partes, incluído en USA.

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    1. DON LUPERCIO
      Ese espíritu que citas se suele hallar muy extendido y entre muchas gentes que aparentan ser muy "humanitarias".
      Si algo me repele y repugna es la explotación o maltrato a niños.

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  3. La verdad es dura casi siempre. Ahora, tampoco nos creamos la vida de los legítimos o de cualquier crio en Europa era muy distinta; a trabajar como burros desde pequeños, esa era el dia a dia.

    Si acaso, el grado de sordidez alcanza su maximo al ser huerfanos y divididos como ganado en lugar de como hijos. El ser humano es así, y en epoca de penurias, más, conviene no olvidarlo.

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    1. SEÑOR OGRO
      En efecto el uso de niños para explotarlos o esclavizarlos ha existido en Europa, lo hay ahora en Africa y en Asia y es una de las prácticas más básicas de los más brutales "dirigentes" en todos los tiempos.
      Pero que sucediera en la religiosa y bienpensante sociedad norteamericana es digno de hacerlo muy público para abochornar a tanto hipócrita vendedor de unos "ideales" que nunca han aplicado.
      He visto pelis y leído libros sobre los famosos reformatorios Usa y de Gran Bretaña del XIX y XX y resultan terroríficos.
      Sí, el ser humano es así de miserable.

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  4. Que "los buenos" de las películas hicieran estas cosas es sorprendente, aunque no tanto si conocemos lo que hicieron con los indios y los africanos importados. La bestialidad humana no empezó con el nazismo, como bien sabemos.

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    1. DON BWANA
      Eso es :"que los buenos de las pelis" hicieran estas cosas no casaba mucho hasta que nos ponemos a pensar en lo que esos mismos hicieron con los indios de las praderas y con los negros esclavizados en plantaciones de algodón.

      Está claro que, como comenta, el espíritu NAZI es anterior a Adolf y mucho más extendido de lo que sospechamos, tanto antes como ahora.

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    1. DON MAMUNA
      Como para atarlos a un poste untado de grasa y pegarles fuego.

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  6. Un asunto que no conocía pero que no me extraña lo más mínimo, al final cada día esta más claro que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos y que la linea que los separa cada vez es más difusa.... Supongo por otro lado que estas prácticas, o similares, debían estar bastante extendidas y que la "moral" de la época las justificaría como que siempre es mejor ser esclavo que vivir en la calle... No creo que ninguna "cultura" pueda ponerse como ejemplo, porque en cada país tenemos nuestras vergüenzas que tapar, especialmente desde que las ideologías materialistas imperan y tomamos a las personas como objetos productivos. Ni siquiera en la actualidad y en nuestra sociedad occidental avanzada nos libramos de cosas como el burka, los matrimonios concertados y practicas similares.... un bonito ejemplo contemporaneo al del post que también hace estremecerse es las actuaciones de los mormones y otras sectas pseudocristianas en USA.

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    1. DON CSC
      No, no se libra casi nadie de ser acusado de ese "nazismo" siempre a flor de piel de las sociedades, por muy avanzadas que parezcan.
      Aquí siempre hemos hecho desprecio y encarcelamiento del gitano, sin más, por ser gitano transhumante con su carro y su burro y bajo la excusa de que se dedican siempre a pequeños hurtos.

      Lo del burka es tema que no deseo meterme porque durante siglos hemos tenido a las monjas con sus TOCAS tapando la cabeza. Y aún sigue habiendo muchas de ellas en similar situación.

      Desconozco esas acciones que citas de los mormones. Sí ha habido mucho asesinato y esclavitud con sectas pseudo-religiosas que imponen su unilateralidad, y tampoco están muy lejos de nuestra sociedad. De momento te voy a citar como ejemplo de ejercicio absolutista sobre sus miembros la de esa organización denominada LOS KIKOS.

      Pero al margen de las imposiciones de tipo religioso lo triste es que las autoridades civiles sigan marginando y esclavizando a los que no son "como ellos".

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  7. No conocía a los kikos, pero me parecen un poco peligrosos algo así como el opus dei en versión corregida y aumentada. De momento parece que en Roma los tienen en cuenta, aunque nunca se sabe a donde pueden llegar.... En cuanto a los mormones, lo comentaba porque leí una vez una historias que hablaban de la fundacion de utah y salt lake city ligandolas con ciertas prácticas de secuestros y tráfico de mujeres por parte de los mormones polígamos...

    En cuanto al burka y las tocas de las monjas.... creo que entre estas prácticas hay una diferencia fundamental y es que el burka muestra la sumisión de las mujeres de la familia al hombre y me choca bastante con el derecho a la igualdad, y por otro lado una se hace monja más o menos libremente y se pone toca si quiere, a las que llevan burka es algo que les toca por haber nacido en una familia determinada, con muy poca libertad de elección.

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    1. DON CSC
      Gracias por la información y me alegro de que estemos más o menos de acuerdo en que hay varias sectas, tanto de tipo protestante como de fundamento católico que vienen a ser castrantes mentales para sus afiliados.
      Pero como es un mundo que prefiero no indagarlo porque no me interesa lo más mínimo lo que hacen, allá ellos en tanto en cuanto no descerebren y exploten a NIÑOS.

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  8. Las sociedades desarrolladas, ante el mínimo inconveniente, son capaces de las mayores atrocidades. Que se supongan depositarias de cultura y conocimiento no es impedimento para las acciones tiránicas... o quizá es el mismo conocimiento el que alienta estas acciones totalitarias que tan de moda se pusieron por aquella época, pues estoy seguro que más de un filósofo encontró mil bondades a este tipo de tráfico de seres humanos.

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    1. DON HEREP
      Muy bien desarrollado lo que la mayoría creemos sobre este tipo de sucesos en sociedades que presumen de muy civilizadas. En aquellos tiempos aún eran bastante aldeanos los estadounidenses, pero ahora mismo y si no hubiera televisión al instante harían lo mismo.

      Luego sus políticos hablan de las deportaciones, criminales siempre, de los rusos de Stalin, pero ésta de niños huérfanos de cortísimas edades no es imaginable en Occidente. Pero ocurre.
      Sí, y más de un filósofo y clérigo de cualquier religión son capaces de sostener que son acciones en "beneficio de los niños y de la sociedad".

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