El contacto en vivo y en directo desde su regreso de Washington con el desolador escenario de su existencia, ha permitido a Cristina de Borbón ser consciente de la carísima factura pagada por ella, por sus hijos, por la familia real y, sobre todo, por la Corona, a consecuencia de los tejemanejes de Urdangarin.
Ve a su padre, el rey, a sus 75 años, cuestionado e impotente para enarbolar la bandera de la regeneración ante la corrupción política, al estar atado de pies y manos por los negocios de su yerno. Ve a su madre, la reina, ahora decepcionada del que creía el yerno leal, hasta que apareció su foto sonriente con la princesa Corinna, la amiga del rey, que además fue invitada a un congreso de Nóos.
Ve empedrarse más y más el camino para la sucesión de su hermano, el príncipe Felipe. Sobre todo, y eso es lo que más le duele, ve a sus cuatro hijos e imagina su difícil futuro, pese a ser nietos de rey, con su nombre eternamente mancillado por apellidarse Urdangarin.
Pero también se ve a sí misma seriamente amenazada de perder sus derechos dinásticos y, con ello, muchos de sus privilegios: coches, escolta, viajes gratis… Y también, definitivamente, esa asignación de 70.000 euros por sus tareas de representación institucional ahora interrumpida. Algo que tiene su peso, ya que tras su excedencia forzosa, Iñaki Urdangarin ya no aporta esos 1,4 millones anuales que le pagaba Telefónica, y los ingresos de la pareja se han reducido a los 100.000 euros que cobra la infanta en la Fundación La Caixa.
De eso hay que deducir la hipoteca del palacete de Pedralbes, que asciende a 50.000 euros al trimestre.
Consuelo Font
Pobrecilla seguramente como es tonta no se había enterado de los trequemanejes de su marido..
ResponderEliminarDON MAMUNA
EliminarSí, tan tonta como los demás borbones que creen que los "subditos" "semos" jilipollas.
Bueno, dado que todo lo que cobraba la familia, o casi todo, era procedente de prebendas reales o enchufes, lo veo justo.
ResponderEliminarPuede darle las gracias no solo a su marido, sino a su ilustre padre que en lugar de educarlos como a príncipes y princesas les dió un ejemplo de ladrón. Pero no suframos por ellos, algún ahorrillo tendrán en paraisos fiscales, ellos no se van a morir de asco como les está ocurriendo a tantos y tantos españoles tan bien nacidos o más, que la realeza.
DOÑA CANDELA
EliminarSí, tanto ella con su familia como él con la suya, ambos han recibido el ejemplo del enriquecimiento rápido e injusto con el "como sea".
Y, como dices, ella no va a quedar en la indigencia ( y si se quedara no daba pena a nadie) porque su papá es una de las mayores fortunas de Europa. Y el viejo, aunque es de mi quinta, parece mi abuelo. Debe de ser por las curas de whisky que se mete.
Nada para estar en forma como zumo de tomate con tabasco.
Siempre se puede hacer una colecta a nivel nacional,pues no hay derecho que se vaya a comer a Caritas,jejeje,un saludo,
ResponderEliminarEs lo que tiene vivir en una burbuja, que el día menos pensado explota.
ResponderEliminarDON ULTIMO DE FILIPINAS
EliminarLo malo de esa burbuja es que es la propia de malandrines y los tales casi siempre acaban ante un ropón.