28 junio 2010

Johannes Anglicus : Duos non habet

"Duos habet et bene pendentes (Tiene dos y cuelgan bien)", proclama el diácono, tras examinar concienzudamente los testículos del recién elegido Papa.

-¡Deo gratias!, responden todos los presentes a coro.

Sólo entonces, el Papa podía levantarse de la sella stercoraria, una silla de mármol rojo con el asiento agujereado, a través del cual el diácono hacía la comprobación ritual de su virilidad. Sólo entonces, el Papa electo podía ser proclamado sucesor de Pedro.
La ceremonia perduró hasta los tiempos del Papa León X (1513-21). El Vaticano no quería volver a exponerse a la vergüenza de una Papisa. Con una, con la Papisa Juana, había sido suficiente.

Una mujer capaz de engañar al mayor aparato de poder de la época y usurpar el papado católico escondiendo su identidad sexual, cuya historia resume así el dominico Jean de Mailly en su Chronica Universalis Mettensis: "Se trata de cierto Papa o, mejor dicho, Papisa, que no figura en la lista de los Papas u obispos de Roma, porque era una mujer que se disfrazó como un hombre y se convirtió, por su carácter y sus talentos, en secretario de la Curia, después en cardenal y, finalmente en Papa. Un día, mientras montaba a caballo, dio a luz un niño. Inmediatamente, por la justicia de Roma, fue encadenada por el pie a la cola de un caballo, arrastrada y lapidada por el pueblo durante media legua".

Había nacido en el año 822 en Ingelheim am Rhein, cerca de Maguncia. Su padre, Gebert, era monje itinerante y crió a su hija en un ambiente de estudio y fervor religioso. A los 15 años se enamora de un monje y, para poder seguirlo, decide disfrazarse de chico.
Descubrió que la única manera de continuar unos estudios sólidos era la carrera eclesiástica, por aquel entonces vetada a las mujeres.
Ella maldecía su suerte de ser mujer mientras se retorcía el cerebro pensando en la manera de continuar con su aprendizaje. Así, Juana decidió convertirse en Johannes Anglicus.
Entró, bajo su nuevo nombre, como copista en la iglesia. Con su nueva personalidad, Juana viajó de monasterio en monasterio, donde pudo relacionarse con grandes personajes de la época.

Viaja a Constantinopla, donde conoce a la emperatriz Teodora, Atenas y Tierra Santa.

Abandonada por su amante y despechada, Juana pone rumbo a Roma. Con una idea diabólica en su mente: alcanzar el trono pontificio. Llega en el 848 y no tarda en introducirse en los círculos pontificios. Un día la presentan al Papa León IV, que queda prendado de su cultura, erudición y aparente virtud.

Juan/Juana fue escalando los peldaños de la Curia vaticana hasta conseguir la púrpura cardenalicia y convertirse en un referente de la corte papal. De hecho, en julio del 855, a la muerte del Papa León IV, Juana fue elegida para sucederle, bajo el nombre de Joannes Septimus.

La usurpación se había consumado. La Papisa echaba por tierra la teoría teológica de la sucesión apostólica, encarnada desde Pedro siempre por varones.

Pero, como reza una lápida que se conservaba en el lugar en que murió, Petre, Pater Patrum, Papisse Prodito Partum (Pedro, padre de padres, propició el parto de la papisa). El parto la delata, es lapidada y borrada de la Historia. Lo dice también el domínico medieval Jean de Mailly.
A su sucesor, Benedicto III se le puso como fecha de elección el año 855 y, así, se borra de un plumazo la existencia de Juana en el papado. Pero su historia perduró viva durante siglos y fue dada por cierta por la propia Iglesia hasta el siglo XVI. Los luteranos veían en ella a la prostituta de Babilonia, descrita en el Apocalipsis.
Hasta se sabe que su amante era el embajador Lamberto de Sajonia. En uno de esos encuentros pasionales, Juana quedaría embarazada.

Para la iglesia católica se trata simplemente de una leyenda medieval, creada por la iglesia de Oriente para desacreditar a Roma. En 1601, el Papa Clemente VIII tuvo que declarar falsa la leyenda. La mayoría de los historiadores le dan crédito y la consideran uno de los secretos mejor guardados de la Historia.

Tellagorri

POST SCRIPTUM
Será, según los vaticanistas, una leyenda, pero al bloguero no convence de que lo sea porque no tiene sentido que den por válido el hecho del "tocamiento de bolas" a todo nuevo Pontifice ni de la existencia de la "sella stercoraria" hasta 1513. Silla muy bien descrita hasta en sus materiales y en su denominación. Si los "historiadores" del Vaticano dan por bueno lo segundo es porque se habia producido el primer fundamento : que se les coló una fémina, del que dicen que es una leyenda. Además existe, en museos, abundante iconografía de la época al respecto.
Creo que algunos blogueros, como Charneguet y Dams, podrían tener sus interpretaciones y aportaciones.

18 comentarios:

  1. D. Javier: Gracias por abrirnos la mente con este interesantisimo post. Desde luego, hay muchos misterios sin resolver en la iglesia, y quiza, si se conocieran, se tambalearian sus cimientos.
    Un saludo.

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  2. DON MANUEL
    La iglesia esconde inmensos secretos y algunos terroríficos. Pero buen cuidado tienen de que, durante siglos, nadie pueda investigarlos en sus secretísimos archivos, los mejores del Mundo.

    También ahí se guardan manuscritos hallados en el Mar Muerto que demuestran que Jesús no murió en la Cruz. Ni resucitó, claro.

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  3. Uno de los mayores misterios de la Edad Media. Como bien indica, hasta el siglo XVI era una leyenda más o menos creíble que debió negarse debido al uso que hizo de ella la reforma protestante. Habida cuenta de los casos de hombre que han ingresado en conventos y han permanecido allí durante años sin que nadie supiera nada, creo que puede ser una historia perfectamente verídica sin que por ello haya que clamar al cielo ni rasgarse las vestiduras o criticar a la Iglesia. Yo lo veo como una interesantísima curiosidad.

    Recomiendo para los interesados en el tema la novela de Donna W. Cross "La Papisa", donde relata la historia de Juana de Ingelheim de un modo riguroso a la vez que ameno.

    Un saludo

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  4. ¡He encontrado mi vocación!¡Deo gratias!
    Examinador y palpador de escroto Papal....previo a su arrancamiento.¡Deo gratias!
    Criadillas de Ratzinger al jerez: ¿que diría Arzak?.
    ¿Un chacolí de Guetaria para acompañarlo?.

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  5. PABLO
    Nadie, a estas alturas y en este blog, se rasga las vestiduras por haber acaecido sucesos como el que se comenta.
    Incluso si el Vaticano a estas cosas las hubiera tratado con naturalidad, así las hubiera recibido la gente. El problema siempre viene cuando se ocultan o tergiversan los hechos.
    Gracias por el libro que recomiendas.

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  6. DAMS
    Ya no puedes ejercer esa repentina vocación que has recibido de forma tan espiritual. Ya no se palpan escrotos papales. DEO GRATIAS.

    Además el plato culinario que propones no resultaría dada la edad de las criadillas.

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  7. De toda esta interesante historia se infiere que la Juana andaba mermada de prominencias pectorales.

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  8. BWANA
    No necesariamente. Porque las damas son muy capaces de disimular sus tetas y más con los ropajes amplios de monjes que usaban en la época, además de que los purpurados y demás prebostes exhibian inmensas panzas, por lo general, con sus correspondientes también grandes pectorales.

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  9. Tellagorri, siempre me ha apasionado esta historia medieval, que como muchas otras de su època rozan la leyenda, sin embargo, yo pienso como tu y creo que tambièn deviò de existir sino no tendrìa ningùn sentigo el tocamiento gueval que le hacìan a los santos padres...es uno de esos misterios que se guardan entre las paredes de San Pedro, con lo machistas que son en este gremio les debiò joder sobremanera la elecciòn de Juana como papa u obispo de Roma...

    Saludos.

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  10. CAROLVS
    Ambos sacamos idénticas conclusiones dado que no tiene sentido la existencia de la SILLA TOCAHUEVOS sin la preexistencia de una Papisa que se les coló.

    Y, como bien dices, con lo machistas que eran y son les resultaba inadmisible reconocer lo evidente, por eso ( siempre que suceden estas cosas recurren a ello) BORRARON toda huella documental a efectos de historiadores.

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  11. "fellatio non petita accusatio manifesta".

    Eso de tocar los güebos da credibilidad a esa historia tan increíble. Viendo como solventaron el problema tengo esperanzas que en 1300 años los moros dejen de lapidar mujeres.

    A lo mejor por eso viene la frase de "más rabo que el papa" (o era el diablo, total para el caso...)

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  12. No dudo que la historia pueda ser real, Tellagorri, aunque lo de que, dando un paseo a caballo, dio a luz... No sé. La inteligencia y determinación de la que hace gala para lograr unos objetivos, no casa con el final, esperpéntico que tuvo.

    En cuanto al ritual de la sillita, pués qué decirte. Me resulta bonito y entrañable. No sé por qué de dejar de hacerlo. Las tradiciones se deben conservar...

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  13. DON ISRA
    Hay probabilidades, como supones, de que en otros 1.300 años los moros nombren Mulá o Ayatolá a una mujer. Eso sí, por error.

    Lo de la sillita tocaguevos los delata definitivamente.

    Yo no sé si es "más rabo que el Papa" o "El toro es toro hasta el rabo". De eso sabrá más Dams.

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  14. Hola Tellagorri.
    También creo que la leyenda no es tal sino caso verídico y real.
    ¿No es de ahí de donde viene la figura del Camarlengo?

    Desde luego, lo que no haga una mujer...

    Un abrazo.

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  15. INISFREE
    De las historias de allá por loa años 800 puedes pensar lo que quieras, ten en cuenta que quien dice que iba a caballo cuando dió a luz era un frailungo, y la realidad podría diferente.

    Lo que no tiene vuelta es el objetivo de la silla stercoraria.

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  16. DOÑA ELENA
    Lo de CAMARLENGO no creo que tenga que ver con el asunto aunque para asegurame he ido a Wikipedia y dice lo siguiente :
    Hasta el siglo XI, el Archidiácono de la Iglesia romana era responsable de la administración de los bienes de la Iglesia (es decir, de la Diócesis de Roma), pero sus numerosos y antiguos privilegios y derechos llegaron a ser un obstáculo frecuente a la acción independiente del Papa; como resultado de ello, cuando el último Archidiácono Hildebrando de Cluny fue elegido papa con el nombre de Gregorio VII en 1073, suprimió el Archidiaconado y fue cuando el cardenal encargado de la supervisión de la Cámara Apostólica, -es decir, el gobierno temporal de la Santa Sede-, pasó a ser conocido como camerarius o camarlengo.
    El camarlengo, durante la Sede Vacante, también actúa como jefe de Estado en funciones de la Ciudad del Vaticano. Sin embargo, durante este tiempo, no es responsable del gobierno espiritual de la Iglesia Católica Romana.

    Probablemente al diácono ese encargado de verificar si son BENE y DUAS lo cataplines, le llamarían el TOCAPELOTAS CELESTIAL.

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  17. Lo único que queda claro es que la papisa, (o debiera decirse mamisa?) faltó al voto de castidad.
    Otra posibilidad es que fuera hermafrodita y teniendo atributos masculinos y femeninos, quedara preñad@ por faltar al voto de castidad.

    Cosas veredes que non creyeres!

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  18. ASPIRANTE
    Se te está contagiando idéntica fantasia retorcida que la del Maestro ISRA.

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