18 noviembre 2009

Qué fácil es manipular a cualquier población


Obviamente, todo el mundo tiene perfecto derecho a tener la ideología que le parezca pero lo que alarma e indigna, es que nos quieran inculcar una ideología anticapitalista y antioccidental subrepticiamente, de una manera furtiva y casi subliminal.

Porque nadie ha planteado discutir nada de esto. Nadie ha sometido a nuestra consideración que en la educación que se le da a nuestros hijos se trate a Estados Unidos, Alemania, Israel o Francia como países esencialmente opresores, racistas, sexistas, discriminadores e imperialistas.

¡Para eso los hubiéramos dejado estudiando en Cuba! donde todo eso se enseña de gratis y donde, además, carece de importancia porque el mejor maestro es la realidad de una sociedad "liberada". En Cuba, al menos, nos era fácil mostrar el contraste entre las promesas y las realidades. Pero aquí, en España, es mucho más fácil estafar a los jóvenes con la vieja promesa utópica: una sociedad que tenga todas las ventajas de la criticada pero ninguno de sus inconvenientes. ¡Como si eso fuera posible!

Lo alarmante es que se pretende realizar esta transformación de la sociedad, de nuestra manera de pensar, y de la de nuestros hijos, a nuestras espaldas, sin nuestro conocimiento y sin nuestra aprobación.

Estamos siendo sometidos, día y noche, a un verdadero lavado de cerebro.

Esta no es una afirmación gratuita. Pregúntense vuestras mercedes, ¿que películas o programas de televisión ven, señorías del pueblo, que no critique despiadamente la historia de Estados Unidos o sus instituciones?

¿Que película o que programa de televisión donde no se presenten instituciones básicas como el ejército o la CIA como integrada por fascistas?

¿Acaso Oliver Stone no afirmaba en su película sobre John F. Kennedy que había habido una enorme y monstruosa cooperación dentro del gobierno para asesinar al presidente de Estados Unidos?

¿Cuántas películas describen los crímenes del Vietcong en comparación con las que presentan como monstruos a los soldados norteamericanos?

¿Cuántas donde se presenta a los padres como sádicos abusadores de sus propios hijos?

Individualmente, ninguna tiene mayor trascendencia. Es sólo una película o un programa de televisión pero, cuando esos temas se repiten durante años, ¿acaso no influyen sobre nuestra percepción de esas instituciones? Individualmente, ninguna tendrá mayor significación pero, en su conjunto, constituyen toda una operación de "lavado de cerebro."

En todas las grandes burocracias hay racistas o antisemitas o machistas o enfermos mentales, pero ¿acaso se les puede considerar como representativos? ¿Por qué se nos quiere convencer de que es así?


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No sólo en Madrid sino en la mayoría de las universidades de todo el país, la enseñanza de las humanidades se han convertido en una serie de cursillos pseudorrevolucionarios dirigidos a demostrar que la civilización occidental es la causante de todos los males de la sociedad moderna.
Como si todo el mundo moderno, empezando por la ciencia, no hubiera sido, precisamente, una creación de la civilización occidental. Se trata de una viraje, asombrosamente negativo, que se ha producido delante de nuestros ojos y que la mayoría de los latinoamericanos que viven en este país ni siquiera sospechan.

Nuestra cultura se apoya en las lecciones de la historia, nos dice cómo los hombres han organizado su vida y sus instituciones en distintas épocas, y qué tipo de vidas les permitieron esas orgnaizaciones; como actuaron sus dirigentes, y qué consecuencias han tenido esas acciones sobre todos; se apoya en lo que la ciencia ha sido capaz de descubrir sobre la naturaleza y en la influencia que ha tenido sobre nuestras vidas.

En última instancia, lo que da autoridad a las ideas que sustentan nuestras vidas es el legado acumulado de la Civilización Occidental, con su mezcla de ética judeo-cristiana, humanismo clásico y renacentisa, racionalidad científica, y el individualismo liberal democrático que fue concebido en Europa y, quizás, alcanzó su mayor expresión en Estados Unidos. Es ese legado sobre la condición humana lo que la universidad ha trasmitido a generación tras generacióón de estudiantes europeos.

Hasta nuestra época.



Aunque los marxistas-leninistas criticaban la cultura burguesa al menos no rebajaban su importancia. El hecho de que Balzac fuera un monárquico políticamente reaccionario nunca entibió la admiración que Marx sentía por su obra.

Criticar la civilización occidental siempre fue considerado por los primeros comunistas como un extremismo infantil. Tras el triunfo de la revolución de 1917, cuando un grupo de intelectuales y artistas denominado Prolekult, se dedicó a criticar la cultura burguesa, el mismo Lenin les recordó agriamente que lo primero que tenía que hacer el proletariado era apropiarse de la cultura burguesa antes de soñar con superarla.


Según los multiculturalistas, Europa está atravesando una revolución demográfica que ya ha alterado, y seguirá alterando, la composición étnica y, por lo tanto, cultural de las naciónes.

El multiculturalismo es un movimiento carente de base. No es popular dentro de ninguna minoría en EUROPA o, en todo caso, sólo entre jóvenes de estas minorías influidos por académicos de extrema izquierda.

El multiculturalismo va contra el proceso natural de integración a la cultura de un país. Ha surgido y se ha desarrolado dentro de las elites intelectuales izquierdistas de este país, y se ha expandido gracias a erróneas políticas gubernamentales. Sin enormes subvenciones se marchitaría rápidamente.

Lo curioso de todo ello es que cada quién dice, por quedar bien, que es muy multiculturalista pero no admite que una tribu de gitanos o de subeuropeos (negritos y moros) se instalen en su urbanización o en su edificio como vecinos.

La razón de la alarma que doy sobre el lavado de cerebro es por motivos muy simples : a las personas que tienen una formación académica y profesional profunda no se les lava el cerebro ni inyectando Fairy. Los lavables son, hoy en día mayoría, los que carecen de todo eso que denominamos "formación".

Por Tellagorri




6 comentarios:

  1. Cuando publique el post sobre el Opus, y me puse a rebuscar en busca de información o vídeos que me ayudasen, y encontré en Youtube los vídeos sobre aquel maravilloso programa de televisión que era La Clave, uno no puede dejar de pensar en lo que tu comentas. si este programa no tiene cabida en la televisión de hoy en día que la intelectualidad y la formación de hoy en día esta bajo mínimos.

    ¿Quienes compran ensayos en la librerías? Personas de más de treinta años, y cuidado a escondidas no vaya a ser que les señalen como bichos raros. Hoy en día se premia al trepa, dejando de lado a las pocas personas que son capaces de pensar y razonar en otras cosas, solo interesa los grandes hermanos, las belenes esteban, pepitos blancos y las bibiana aidos de turno. Y vamos por una cuesta abajo y sin frenos, lo que viene es mucho peor.

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  2. Eso que dices del lavado de cerebro y lo de criticar un modelo del que gozamos sus ventajas, sin aceptar sus inconvenientes, es la hipocresía diaria de los que atacan el capitalismo, pero de hecho gozan de él.

    Me recuerda a aquellos "camaradas" que promulgaban el reparto de tierras entre los trabajadores. Un reparto equitativo del pueblo para el pueblo, pero ¡oigan! mis tierras que no me las toquen.

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  3. A los que tanto critican a los EEUU, yo les recordaría que gracias a ellos, no toda Europa habla alemán hoy en día.

    Lo digo siempre, en los países donde ha habido un sistema de libre mercado, hay riqueza, y en los que ha habido un sistema político socialista, sólo miseria; y esto es demostrable.

    Me parece repulsivo oír a la progresía desde sus cómodos sofás de un país capitalista, alabando sistemas políticos como el de Cuba y criticando los males del mundo occidental. Además lo hacen desde la libertad de expresión que les otorga el sistema del que precisamente ellos abominan.

    La historia nos demuestra que el progreso y el bienestar de los pueblos sólo se ha conseguido gracias al sistema capitalista, cayendo estados por su propia miseria en los sistemas comunistas.
    Jamás he visto a nadie saltar el muro del comunismo hacia dentro, sin embargo sí he visto mucha gente que arriesga su propia vida para salir afuera.

    Y para acabar digo que al que no le guste QUE SE VAYA.

    Un abrazo.

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  4. JAVIER

    Les da vergüenza comprar libros no progres o ajenos a las mariconadas, y es porque además no les gusta leer.

    Por ellos, los libros tendrian el mismo destino que les daban los dominicos inquisidores.
    Me quedo con Hoy en día se premia al trepa, dejando de lado a las pocas personas que son capaces de pensar y razonar en otras cosas, solo interesa los grandes hermanos, las belenes esteban, pepitos blancos y las bibiana aidos de turno.

    ADELAIDA

    Eso de repartir lo ajeno pero sin tocar lo mío es la filosofia de todo sindicalista y de los adoctrinados en el marxismo. Al fin y al cabo es pura hipocresia y mentira todo lo que predican, y lo saben.

    ELENA

    Yo también pienso que donde no hay libre comercio y mentalidad de ser emprendedores para salir de la pobreza y crear riqueza, es lo que hacer prosperar a las sociedades.

    Si en la España de los 1950 nos hubieran dado algo del PLAN MARSCHALL ( como dieron a Alemania, Italia y Francia) para 1960 hubieramos sido tan ricos como ellos.
    Aquí se empezo a levantar cabeza con el dinero de los turistas y de los emigrados a Europa.

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  5. Hay una auténtica inmersión, un proyecto de ingeniería social destinado a modificar todas las pautas de comportamiento que conforman la sociedad.
    El objetivo supremo del poder, hoy, es aniquilar cualquier vestigio de corte tradicional.
    Ya sea en la educación o en la estructura familiar, en la religión o en la identidad nacional, la política marcha expresamente orientada al exterminio de todo lo que recuerde a la sociedad «vieja», caduca, de todo lo que pueda representar un obstáculo para la sociedad «nueva».

    Este proceso no ha empezado ahora, lleva muchos años en marcha, pero es ahora cuando se ha convertido deliberadamente en programa de gobierno: se trata de liquidar, de hacer desaparecer el mundo tal y como lo hemos conocido.
    Y, demagógicamente, se asienta sobre un malentendido e irreal progreso, sobre un avance que no es sino retroceso, sobre una retrógrada y falaz modernidad.

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  6. Así es como tenemos a toda esta turba de jóvenes que no son capaces de argumentar nada y solo se limitan a soltar lo que otros les dictaron.
    Saludos

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