08 noviembre 2009

Las cuatro batallas que salvaron a Occidente



 
 
LUCHA ENTRE LIBERTAD y ESCLAVITUD.


La actual civilización occidental o cultura greco-romana ha estado a punto de ser borrada para siempre jamás en cuatro ocasiones a lo largo de los últimos 2.500 años,y evitada en cuatro acciones memorables (digno de memoria o de no ser olvidadas).
La última fue en 1944 cuando los aliados derrotaron a los nazis en Normandia y evitaron la cración a nivel mundial de un orden vertical de señores y esclavos. Sin intermedios.

La anterior ocasión lo fue en Lepanto cuando Felipe II evitó que toda Europa fuera actualmente dominio musulmán islámico, y posiblemente América también.El imperio turco ocupaba toda Asía, gran parte de Rusia y la Europa oriental hasta las puertas de Viena. Con Lepanto se evitó la otomanización de todo el continente.

La tercera vez lo fue cuando en el año 451 d.c. el general romano Flavio Aecio derrotó en los Campos Catalaúnicos (cerca de Orleans) a los 500.000 guerreros siberianos de Atila. Los romanos prepararon un formidable ejército con los gentes aportados por visigodos, alanos, burgundios y francos además de los propios soldados imperiales.

El choque entre las dos masas guerreras se produjo a 20 kms. de la ciudad francesa de Troyes.

En pocas horas, las tropas del orgulloso Atila fueron superadas, sobre todo gracias a la destreza que los visigodos demostraron en momentos puntuales.

La victoria fue aplastante para Roma, y el propio Atila llegó a ordenar se levantara una pira funeraria para quemarse antes de ser cogido prisionero. Sobre el campo de batalla yacían 160.000 hombres de ambos bandos.

Y la primera y la más gloriosa de todas lo fue en Maraton en el año 480 a.c. en que diez mil ciudadanos atenienses (de 16, 40 y 60 años de edad), convertidos en soldados hoplitas de la noche a la mañana, al mando de Milciades y Themistocles derrotaron a un inmenso ejército persa del rey Dario de más de 40.000 guerreros (y a las órdenes del general Datis, que invadieron las playas de Grecia con 600 naves y pretendieron borrar del mapa a la civilización griega.)

Lo que más se conoce de esta batalla, por parte de la gente, es que tras la victoria ateniense, el mensajero Fidipides recorrió a la carrera los 42 kilómetros que separaban la planicie de Maraton con la ciudad de Atenas, para comunicar a sus habitantes la salvación de su civilización y su fin al terror a ser esclavos del Imperio Persa.

El Imperio Persa o Iraní (persas, medos, sacas) abarcaba desde Afganistan y la India hasta Egipto, Babilonia y todo el próximo Oriente actual, con capital en Susa.



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Los atenienses elegian cada año a los diez generales que iban a dirigir a su ejército de ciudadanos normales transformados en soldados para cada ocasión, denominados HOPLITAS.
Al frente de los generales designaban a un "Polemarca" o General en Jefe y por un año también, en tanto que todos ellos representaban a las diez tribus que formaban la ciudadanía ateniense.

Entre Atenas y Esparta no sólo había una distancia de 250 kms., sino que los primeros eran todos iguales y en Esparta gobernaba una Monarquia que se designaba por elección y por turnos. En esa época el rey espartaco era Leónidas.

La ciudad de Atenas, a diferencia de las restantes griegas, no disponía de murallas salvo para proteger la Acrópolis.

El tipo de soldado ateniense u hoplita era de infantería pesada para la lucha cuerpo a cuerpo, con un escudo de madera de roble, reforzado con una placa de cobre, una coraza de cuero hervido y con placas de metal del tamaño de media mano cosidas en la zona abdominal, y una lanza de madera de tejo de dos y medio metros de largura, del grosor de un pulgar, con un regatón de bronce terminado en punta.

Se cubria con un yelmo dejando parte de la cara al descubierto y provisto de carrilleras para defender las mandíbulas.

La formación era de 8 en fondo, con un espacio de un metro para cada uno.



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El estilo de lucha de los persas se caracterizaba por la estrategia de esperar acercarse al enemigo para cubrirle con una tormenta de flechas, con una cadencia de varios disparos cada pocos segundos, y una gran cobertura de Caballería para destrozar a los soldados enemigos no abatidos por los dardos.

Según Herodoto, los atenienses, ante el ejército persa asentado en la llanura de Maraton en una proporción de cuatro contra uno, iniciaron el ataque obligando a los de Dario a avanzar. Sin Caballería ni arqueros, parecían una horda de suicidas y sin embargo fueron capaces de rodear (según táctica de Temistocles) a sus enemigos.

El plan de los generales atenienses, comandados por Milciades, era que, dado que los persas tenian su punto más debil en el centro, atacar por allí rompiendo la formación frontal persa, para luego abrirse y tratar de rodearlos por los flancos.

La clave estaba en poder avanzar y llegar todos juntos, con los escudos trabados, hasta el enemigo, que los aguardaba a mil quinientos metros de distancia.

Los atenienses marcharon marcando el paso y cantando un monótono grito de guerra = e-le-leu, e-le-leu.......mientras las trompetas y flautas detrás sonaban con todo su estridor.
Los persas se hallaban quietos con sus enormes escudos, y Milciades dió orden de CARGA a doscientos metros del enemigo.


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Los 10.000 hoplitas salieron a la carrera bajo una lluvia de flechas de hierro y bronce que caía sobre ellos, colocándo los escudos sobre la cabeza, y cuando se hallaron a escasos metros del enemigo bajaron los escudos y pusieron las lanzas de dos y medio metros de largura en posición horizontal, reventando las barrigas de los caballos persas.

Cuando, tras el choque, caían los de la primera fila de los hoplitas, eran sustituídos por los de la segunda y así sucesivamente.

Fue una matanza a degüello de orgullosos persas los cuales se giraron y salieron corriendo en busca de sus barcos, varados en las playas, hasta donde los persiguieron los hoplitas.

En Maraton cayeron 6.500 persas y 192 atenienses.

Poco después falleció Dario y le sucedió su hijo Jerjes I, quien estaba obsesionado con borrar del mapa a los atenienses y vengarse de Maraton.
Organizó una gran flota de más de 1.200 barcos y 300.000 soldados para invadir el Atica. Además sus ingenieros excavaron la península del monte Atos para atravesarla con su inmensa flota y evitar las tormentas de la costa. Abrieron un canal de más de dos kilómetros de largo y 30 metros de ancho por el que podían pasar tres trirremes a la vez.

Ante el peligro de la invasión bárbara, en el año 490 a.c., Temistocles logró crear la Alianza Helénica con las restantes ciudades griegas, salvo Macedonia que se opuso y Mileto y Eretria que ya estaban bajo la bota persa.

Después de la legendaris batalla de la Termópilas, en la que los espartanos al mando de Leónidas cayeron derrotados y muertos todos los combatientes, la flota griega se dirigió a la isla de Salamina.

Los persas destruyeron Atenas y sus habitantes se refugiaron también en Salamina.

El general en jefe persa, Margonio, decidió acabar de una vez por todas con los griegos, y con su flota de más de 1.200 barcos y 300.000 soldados se dirigió a la búsqueda de la flota griega, comandada por Temístocles y Arístides,y que constaba de 350 barcos y 85.000 hoplitas.

Gran parte de las trirremes persas fueron hundidas o capturadas. Era la victoria de los ciudadanos libres que se autogobernaban frente al sometimiento al poder de un autócrata. La diferencia entre ser libres o esclavos.

Por Javier Tellagorri





9 comentarios:

  1. Magistral lección de historia, y además muy instructiva para "uno de ciencias" que tiene bastante oxidadas sus neuronas.
    ¿Cuándo vamos a leer la noticia de una nueva derrota al islam como la gloriosa de LEPANTO?
    Me temo que está difícil la cosa, a la vista de la falta de decisión y verdadero liderazgo de algunos dirigentes actuales.

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  2. Gracias. FJ.

    Traigo el tema porque sospecho que desde hace décadas estas cosas no se enseñan en los libros de texto de los colegios.

    Y si no se tiene idea de lo que los antepasados hicieron para evitar caer en la esclavitud, dificilmente se puede conformar una mentalidad adecuada a lo de hoy.
    Y lo de hoy, como bien dices, es de nuevo el ISLAM.

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  3. Esto es increible, levantarse un domingo por la mañana y leerse esto al lado de un cafetito, pues que no tiene precio.

    Esas 4 batallas son, como tú dices, memorables, entre otras cosas porque son desconocidas lamentablemente, y si me permites mi humilde aportacion añadiría:

    Gaugamea, Actium, Navas de Tolosa, Poitiers, Tenochtitlán (entre otras).

    Me apasiona el tema de las batallas que cambiaron la historia

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  4. ISRA

    Esta mañana me he despertado pensando en ARÍSTIDES, un tío que tiene apellido vasco (probablemente porque conforme a Polikarpo, los hoplitas aprendieron de los "baskos" que iban por allí a buscar maiz para sus tortas de desayuno)y, sin darme cuenta me he metido en toda esta historia de batallas.

    De las cinco que citas hay una que desconozco :GAUGAMEA. Tendré que informarme si antes tú no me explicas de qué iba.

    ACTIUM era más un problema de romanos entre sí, pero no Poitiers y la Navas.

    Bueno, en vez de CUATRO, tendré que poner NUEVE.
    Aunque en la de Tenochtitlán no creo que tuvieran intención, si llegan a ganar los mexis, de invadir Europa.

    Me entero de que en GAUGAMELA el invasor era Alejandro el Macedonio, con lo que ésta tampoco me sirve.

    Y te has olvidado de la Batalla del Ebro, en donde los rojillos-rosas perdieron la guerra ante franquito.

    Mi preferida es la de SALVATIERRA (pueblo alavés)a donde se dirigieron el total de tropas GUDARIS de José Antonio Aguirre, para invadirla, y se tropezaron con el cuartelillo de la Guardia Civil de Salvatierra y tuvieron que salir corriendo hasta llegar a Bilbao.

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  5. Bueno, bueno, en esta casa se aprende hasta de estrategia militar. Esto no tiene precio.
    Creo que la Ministra Chacón debería venir a leer y aprender, jeje.

    Yo no sé mucho de batallas, pero conozco algo de la de Munda, entre César y las tropas de Pompeyo, que se libró muy cerca de mi pueblo.

    Saludos.

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  6. ELENA
    Si, en Munda se semi-acabó la guerra civil entre romanos de César y Pompeyo, dos generales que aspiraban a destruir la República e instaurar una dictadura personal y hereditaria.
    Tras Munda, Pompeyo huyó a Egipto y allí lo apresaron los de Cleopatra para congraciarse con Cayo Julio.
    Y le ofrecieron en bandeja de oro la cabeza de Pompeyo.

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  7. Hoy con algo de retraso, vengo a mi cita para continuar admirando, las magistrales clases de Historia que nos das. A las cuatro grandes batallas que salvaron nuestra cultura, hoy podríamos incluir a la batalla que tenemos por que la Alianza de las Civilizaciones, no deje la vieja Europa llena de mezquitas y mujeres con burqua. Y es que los hombres es el único animal que esta condenado a repetir su errores históricos.

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  8. JAVIER POL

    En efecto, la gran batalla pendiente ahora es echar de nuevo al Islam, pero lo veo muy dificil por muchas razones.
    Gadaffi dijo que nos invadiriían mediante la inmigración para terminar apoderándose del Poder. Y vamos camino de ello.

    Yo ya soy viejo, pero tú véte organizándote para emigrar un día con toda la familia a AUTRALIA, único lugar en el que los dirigentes han tomado medidas.

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    1. En 1944, el III reich estaba vencido .El frente occidental Según el famoso Us army SCHOOL OF WAR solo acelero el fin de la guerra en 18 meses. Los nazis perdieron la guerra en 19643 en el saliente de kursk al perder su reserva acorazada ......




      La segunda guerra mundial la gano el rkka con sujov a la cabeza, de quien ike fue gran admirador

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