16 noviembre 2009

Estados vasco o catalán, ¿en base a la Edad Media?


Novelemos por un momento e imaginemos que hubiese sido cierta la existencia en siglos pretéritos de un Estado o Estados vascos que pos­teriormente hubieran perdido su independencia. Supongamos por un momento que fuese cierto que la existencia de los regímenes forales vascos demuestra una estatalidad distinta, una soberanía desaparecida. Supongamos que fuese cierto que los vascos hubiesen estado en tal o cual momento de la Edad Media engoblados en reinos o señoríos inde­pendientes del reino de Castilla o de Francia o de cualquier otro.

Sería una "novela" muy poco fundamentada en realidades. Sólo pura fantasía.

Pues bien, aunque así hubiese sido, ello no habría tenido nada de particular. Ese es el caso de todos y cada uno de los pueblos europeos, que en un momento u otro de la Edad Media pertenecieron a talo cual reino, ducado o cualquier otro tipo de señorío.
No aparecería la espe­cialidad del caso vasco por ninguna parte.

También los franceses, los ingleses, los italianos o los alemanes fueron súbditos (y en algunos casos hasta hace muy poco como Alemania e Italia ) de señores diversos.
En eso consistía el Antiguo Régimen. ¿De dónde sale la conexión lógi­ca entre eso y la reivindicación de inexistentes naciones?

Con instituciones estatales de origen medieval se puede justificar casi todo, lo mismo una teoría que su opuesta. ¿Haber estado gobernado un territorio hace mil años por un señor diferente del señor del territorio contiguo implica que se trate de naciones diferentes o que tengan hoy un derecho irrenunciable a formar Estado separado?

Hallar en la distin­ción señorial en un momento histórico dado de tal o cual territorio res­pecto de otro (por ejemplo, el reino de Castilla y el señorío de Vizcaya) llevaría a la sorprendente conclusión de que Europa habría de ser hoy un puzzle absurdo, consecuencia de la infinidad de señoríos y jurisdicciones que imperaron en cada lugar durante las Edades Media y Moderna hasta la aparición de los Estados actuales.

En ninguna parte de Europa a nadie en su sano juicio se le ocurre que haya que construir hoy un Estado en cada una de aquellas piezas. Por ejemplo, los suizos (los muy plurilingües suizos)  llevan nada menos que siete siglos estructurados en Estados análogos a aquellas repúblicas vascas confe­derales que nunca existieron y que imaginó Arana, y a ninguno de los habitantes suizos de Grisones, Schwyz, Turgovia, Valais, Tesino o Berna se le pasa por la imaginación que ello se corresponde con otras tantas nacio­nes distintas.

Si se atiende a nuestros nacionalistas parece que fue España el único lugar de Europa que estuvo fragmentado en varios reinos duran­te la Edad Media. De este modo presentan España como una .anorma­lidad en la historia de Europa, como un Estado y una nación que no tienen razón de ser por no haber existido nunca como tales.

El uso medieval del término las Españas, por ejemplo, ha sido y es utilizado hasta el aburrimiento por los nacionalistas como prueba de la inexis­tencia de un común sentimiento de españolidad. Pero la razón de ser de dicha expresión es muy otra.

En primer lugar, se trata de un recur­so literario muy común en aquella época, y no sólo en España: igual­mente se mencionaban las Galias, las Francias, las Asturias, las Aqui­tanias o las Galicias.

En segundo, era figura retórica muy extendida que hace referencia a las antiguas divisiones provinciales romanas: así, se seguía aludiendo a la España Citerior y a la Ulterior, o a la Galia Céltica, la Aquitánica y la Cisalpina.

En tercero, con ello se reflejaba el hecho de que España estaba compuesta por un conjunto de reinos, con lo que referirse a las Españas era equivalente a referirse a los diversos rei­nos de España. En cuarto, hay muchos casos en los que se utilizaba el plural para referirse a los territorios de un solo reino por los motivos literarios expuestos.

En cuanto a la fragmentación en reinos, a comienzos del siglo VIII, Inglaterra estaba dividida en siete: East Anglia, Essex, Kent, Sussex, Northumbria, Mercia y Wessex. No en vano se conoce aquella época como la Heptarquía. Esto es lo que suce­día sólo en Inglaterra propiamente dicha, pues escotos y galeses (restos de los britanos previos a las invasiones germánicas) iban por otro lado.

¿Qué pensarían los ingleses si a alguien se le ocurriese exigir un refe­réndum de autodeterminación en cualquiera de esas zonas para actua­lizar los derechos históricos nacidos de la existencia de un reino en el siglo VIII mediante su separación de Inglaterra en el siglo XXI?

Más aún: en el siglo IX la invasión danesa puso fin a la Heptarquía y provocó la división de Inglaterra en una mitad danesa y otra sajona. La frontera entre ambas mitades tuvo carácter oficial y fue incluso puesta por escri­to mediante el Tratado de Wedmere. La primera fue llamada el Danelaw, es decir, la tierra donde regía la ley de los daneses. El resto continuó bajo cetro y leyes sajonas. Se trata, pues, de otra división posi­ble de la Inglaterra actual, legitimada por una evidentísima partición estatal, a diferencia del Señorío de Vizcaya, que era un condado castellano.


De Inglaterra a Francia, Estado centralista por antonomasia y sólo con el paso de los siglos convertido en lo que conocemos hoy.

Este maravilloso país, desde la caída de Roma hasta su consolidación en la Edad Moderna, ha experimentado incontables divisiones, unificaciones, separaciones y distribuciones en reinos distintos. Muchas de sus actua­les provincias no se incorporaron a lo que hoy conocemos como Francia hasta fechas muy recientes, y tantas fueron las variaciones en su organización territorial, extremadamente cambiante durante las épocas merovingia, carolingia y bajomedieval, que se necesitarían muchas páginas para explicarlas.

Por mencionar sólo dos ejemplos eminentes, Clodoveo dividió el reino entre sus cuatro hijos a su muerte (siglo VI); el vasto Imperio de Carlomagno quedó dividido entre sus cuatro nietos (siglo IX); Y ésta fue la norma durante bastantes siglos más. Por ejem­plo, en el siglo XII el tercio occidental de Francia pertenecía a Enrique II de Inglaterra, el central a Luis VII de Francia, y el oriental al Sacro Imperio.

¿Son por ello, cada una de estas tres partes, tres naciones dis­tintas con derecho a Estado propio?

Comparemos Normandía con el País Vasco. Valoremos su enjundia como actor histórico independiente, enfrentado al reino de Francia, con orígenes étnicos e históricos bien diferentes, generador nada menos que de un reino tan importante en la historia de la Humanidad como el de Inglaterra. Y, sin embargo, a nadie
en su sano juicio se le ocurre pensar ni en Normandía ni en el resto de Francia que los habitantes de Ruán del siglo XXI no son franceses.

Hasta 1453 no se unificó Francia mediante la derrota de los ingleses, que habían poseído su parte occidental durante dos siglos. ¿Deberán los bordeleses exigir un referéndum de autodeterminación para reintegrar­se en Inglaterra?
La Provenza no se incorporó definitivamente a la Corona francesa hasta el siglo XIII. Debido a ello, ¿Marsella tendrá hoy derecho a separarse de Francia? El Franco Condado no se incorporó al reino francés hasta el reinado de Luis XIV (1678), quien se lo arrebata­ría a una España exhausta.

¿Negaremos a los habitantes de Besancon el ser franceses? ¿Estarán obligados a celebrar un referéndum de autode­terminación para reincorporarse a España? En tiempos bastante más cer­canos, Avignon se incorporó al reino de Francia en 1791. Los aviñone­ses, aunque enclavados en el Reino de Francia, eran súbditos del Papa. Hubo que esperar hasta la Revolución para ver la unión con Francia, convirtiéndose Aviñón dos años después de la anexión en la capital del departamento de Vaucluse. Y todavía hubo que esperar nada menos que hasta 1860, durante el reinado de Napoleón III, para que Saboya y el condado de Niza pasasen a formar parte de Francia. ¿Habrá de res­petar la República Francesa el derecho de autodeterminación de todas estas naciones?

De Francia a Alemania, y a tiempos muy recientes: la desmembra­ción del Imperio con la Paz de Westfalia (1648) conllevó la creación de 309 Estados.. ¿Habrá que conceder la autodeterminación a sus equiva­lentes actuales, dividiendo Alemania en 309 piezas nuevas?


Si se prefie­re ser más modesto podríamos llegamos hasta tiempos más recientes, como los de la Confederación Germánica de 1815, en la que ya entra­ban solamente 39 Estados. Y no sólo se dieron entre los alemanes divi­siones que llegaron hasta casi nuestros días, sino que hasta hace muy poco se enfrentaron bélicamente, como los bávaros y los prusianos en 1866. Ganó Prusia, allanando el camino hacia la preponderancia militar que le conduciría cuatro años después a la victoria sobre Francia. Y, ni aun así, se le ocurre a nadie en Alemania pensar que, a causa de esta guerra, o como prueba esta guerra, bávaros y prusianos pertenecen a naciones distintas.

Comparémoslo con España: ¿puede imaginarse una guerra entre Castilla y Aragón, o entre Andalucía y Extremadura, o entre Galicia y Asturias, en la segunda mitad del siglo XIX?

Pues,eso, exactamente, es lo que preconizan los chamanes abertzales del "penueve", porque les encanta la novela y novelar, pero han sido incapaces de escribir una obra literaria leible.

Yo lo entiendo porque "los brujos" o jefecillos del PNV  han sido y son exconventuales acostumbrados a leer exclusivamente fragmentos de la Biblia, y ya sabemos que ese Libro es un cuento oriental inconexo y de cien mil madres. Por eso, todos los que han escrito algo (catecismos y similares) en vascuence, han sido siempre curas parroquiales o frailes aburridos. No hay más literatura vasca que esa.

Salvo el NOVELÓN de Sabino Polikarpo Arana, pero ese está en castellano.

Tellagorri



12 comentarios:

  1. Fantástico Tellagorri.
    No tengo mucho que añadir, sólo que, exagerando, y siempre según los nacionalistas, podemos retrotraernos hasta la Pangea, en donde todos formaríamos parte de la misma mole de planeta.
    Ya podrían aprender de un país como Alemania, que lejos de mantener su separación, se une, acogiendo la próspera, a la otra en plena decadencia y tirar "palante", siendo el motor de Europa.

    Esta gente no es capaz de tener una visión objetiva de su propia historia. La manipulan, la inventan y, lo peor de todo, engañan a su propio pueblo demostrando con ello el desprecio que por él sienten.

    Besos.

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  2. Magnífico post,Javier.
    Yo coincido con la idea que expresó en su momento Pérez Reverte, donde decía que "la balcanización y el nacionalismo en España tiene su vertiente separatista en el simple negocio, en el dinero y en la trampa mezquina de los diecisiete reino de taifas que son las autonomías".

    Ese nacionalismo no se vive en la sociedad, salvo en minorias ruidosas que son manipuladas y agitadas por los políticos para que las nueces caigan del arbolito,

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  3. Brillante tu post, aunque ellos apoyarían cualquier nacionalismo paleto que intentase dividir Francia, Alemania o Inglaterra. El argumento que más le duele es el que expuso en un debate un contertulio sobre la identidad de los araneses.

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  4. ELENA

    Esta gente, la que sigue a los nacionalistas, no tienen ni puñetera idea de Historia.

    Se han adoctrinado en una breve y tosca leyenda falsa de principio a fin y que no se sostiene por ningún lado, pero ante la ignorancia generalizada de la realidad histórica, prefieren no cuestionar nada y seguir con sus Cuentos de Caperucita.

    NATALIA

    Sí, en un 70% y para los dirigentes nacionalistas es cuestión de DINERO.

    La masa social se implica poco en lo nacionalista pero tampoco SE OPONE, ni deja de ser ovejuna por el "por si acaso".

    Hay que tener en cuenta que el 80% de los empleos lo facilitan gente peneuvera, y los auténticos empresarios de siempre emigraron en los años 1980.

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  5. JOSE ENRIQUE

    Gracias por el comentario y sí creo que el tema de los ARANESES puede hacer pupa a los catalufos, al igual que aquí les duele que en su IPARRALDE o Euskadi Norte (Bayona, Biarritz, San Juan de Luz, Mont de Marsan, etc., la antigua Gascuña, son nacionalistas menos del 0.001%.

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  6. Eh, oh, ah, ... virgen santa, que lección de historia, como comprenderás no tengo nada que añadir a lo dicho.

    Me imagino a un profesor de Historia contando esto en el instituto. en media hora aprenden más que en cuatro años paseándose por los institutos.

    Por cierto, el video del aranés es éste:

    http://www.youtube.com/watch?v=_XNZs-I8BSY&feature=player_embedded#

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  7. ISRA
    Ya he visto el video que me has señalado sobre los ARANESES y la Rahola.

    Es que al final, a los nacionalistas se les van a rebelar sus propios publecitos exigiendo también su independencia.

    Han inculcado tan a fondo el "derecho" a la independencia sin fundamento, que un grupo de Eibar, otro de Arenys del Mar, etc. les terminarán declarándose independientes de Euskadi o de Cataluña.

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  8. A lo dicho por Isra, yo añadiría ¡La madre que me pario!, aunque poco puedo añadir yo para no estropear nada, solo un pequeño apunte a Isra, si esto lo cuenta un profesor en un instituto le dan una patada en su soberano culo (si es público) por soliviantar a los rebaños nacionalistas. No añado más que estropeo tamaña lección de historia, y sobretodo de sentido común, que como dicen por ahí es el menos común de los sentidos.

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  9. Una lección de Historia magistral, necesaria en estos momentos históricos tan subrrealistas, me ha encantado.

    He visitado las Vascongadas, es una tierra bellísima y sus gentes, me gustó conocerla.

    Ahora siento como si se me hubiera caído un "mito", ya te lo dije una vez, y es mi admiración a los intelectuales vascos, ¿dónde están los de ahora, cómo pueden consentir a esos paletos?, no me lo puedo creer, qué pena dan. Abrazos

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  10. PASION

    No te preocupes por los mitos que tuvieras sobre "la intelectualidad vasca", etc. porque ahora están todos en el exilio.
    Aquí sólo quedamos los nazios cultiva-berzas y unos pocos no nazios sin importancia.

    Todos los industriales emprendedores y creadores de riqueza, los escritores y profesores universitarios, etc. se fueron a la fuerza.

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  11. Excelnte post y extraordinario blog ,¡Felicidades!. Yo creo que se debia pedir responsabilidades a todos aquellos que desde las instituciones vascas o catalanas ,estan enseñanando una historia tergiversada que no se sostiene ,nada mas que con los hilos de la manipulacion ,en fin ,un saludo.

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  12. LUISCAR

    Gracias por tu comentario y por tus felicitaciones.

    Un cordial saludo

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