16 marzo 2009

Nos están lavando el cerebro y sin permiso


Obviamente, todo el mundo tiene perfecto derecho a tener la ideología que le parezca pero lo que alarma e indigna, es que nos quieran inculcar una ideología anticapitalista y antioccidental subrepticiamente, de una manera furtiva y casi subliminal.

Porque nadie ha planteado discutir nada de esto. Nadie ha sometido a nuestra consideración que en la educación que se le da a nuestros hijos se trate a Estados Unidos, Alemania, Israel o Francia como países esencialmente opresores, racistas, sexistas, discriminadores e imperialistas.

¡Para eso los hubiéramos dejado estudiando en Cuba! donde todo eso se enseña de gratis y donde, además, carece de importancia porque el mejor maestro es la realidad de una sociedad "liberada". En Cuba, al menos, nos era fácil mostrar el contraste entre las promesas y las realidades. Pero aquí, en España, es mucho más fácil estafar a los jóvenes con la vieja promesa utópica: una sociedad que tenga todas las ventajas de la criticada pero ninguno de sus inconvenientes. ¡Como si eso fuera posible!

Lo alarmante es que se pretende realizar esta transformación de la sociedad, de nuestra manera de pensar, y de la de nuestros hijos, a nuestras espaldas, sin nuestro conocimiento y sin nuestra aprobación.

Estamos siendo sometidos, día y noche, a un verdadero lavado de cerebro.

Esta no es una afirmación gratuita. Pregúntense vuestras mercedes, ¿que películas o programas de televisión ven, señorías del pueblo, que no critique despiadamente la historia de Estados Unidos o sus instituciones?

¿Que película o que programa de televisión donde no se presenten instituciones básicas como el ejército o la CIA como integrada por fascistas?

¿Acaso Oliver Stone no afirmaba en su película sobre John F. Kennedy que había habido una enorme y monstruosa cooperación dentro del gobierno para asesinar al presidente de Estados Unidos?

¿Cuántas películas describen los crímenes del Vietcong en comparación con las que presentan como monstruos a los soldados norteamericanos?

¿Cuántas donde se presenta a los padres como sádicos abusadores de sus propios hijos?

Individualmente, ninguna tiene mayor trascendencia. Es sólo una película o un programa de televisión pero, cuando esos temas se repiten durante años, ¿acaso no influyen sobre nuestra percepción de esas instituciones? Individualmente, ninguna tendrá mayor significación pero, en su conjunto, constituyen toda una operación de "lavado de cerebro."

En todas las grandes burocracias hay racistas o antisemitas o machistas o enfermos mentales, pero ¿acaso se les puede considerar como representativos? ¿Por qué se nos quiere convencer de que es así?


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No sólo en Madrid sino en la mayoría de las universidades de todo el país, la enseñanza de las humanidades se han convertido en una serie de cursillos pseudorrevolucionarios dirigidos a demostrar que la civilización occidental es la causante de todos los males de la sociedad moderna.
Como si todo el mundo moderno, empezando por la ciencia, no hubiera sido, precisamente, una creación de la civilización occidental. Se trata de una viraje, asombrosamente negativo, que se ha producido delante de nuestros ojos y que la mayoría de los latinoamericanos que viven en este país ni siquiera sospechan.

Nuestra cultura se apoya en las lecciones de la historia, nos dice cómo los hombres han organizado su vida y sus instituciones en distintas épocas, y qué tipo de vidas les permitieron esas orgnaizaciones; como actuaron sus dirigentes, y qué consecuencias han tenido esas acciones sobre todos; se apoya en lo que la ciencia ha sido capaz de descubrir sobre la naturaleza y en la influencia que ha tenido sobre nuestras vidas.

En última instancia, lo que da autoridad a las ideas que sustentan nuestras vidas es el legado acumulado de la Civilización Occidental, con su mezcla de ética judeo-cristiana, humanismo clásico y renacentisa, racionalidad científica, y el individualismo liberal democrático que fue concebido en Europa y, quizás, alcanzó su mayor expresión en Estados Unidos. Es ese legado sobre la condición humana lo que la universidad ha trasmitido a generación tras generacióón de estudiantes europeos.

Hasta nuestra época.


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Aunque los marxistas-leninistas criticaban la cultura burguesa al menos no rebajaban su importancia. El hecho de que Balzac fuera un monárquico políticamente reaccionario nunca entibió la admiración que Marx sentía por su obra.

Criticar la civilización occidental siempre fue considerado por los primeros comunistas como un extremismo infantil. Tras el triunfo de la revolución de 1917, cuando un grupo de intelectuales y artistas denominado Prolekult, se dedicó a criticar la cultura burguesa, el mismo Lenin les recordó agriamente que lo primero que tenía que hacer el proletariado era apropiarse de la cultura burguesa antes de soñar con superarla.


Según los multiculturalistas, Europa está atravesando una revolución demográfica que ya ha alterado, y seguirá alterando, la composición étnica y, por lo tanto, cultural de las naciónes.

El multiculturalismo es un movimiento carente de base. No es popular dentro de ninguna minoría en EUROPA o, en todo caso, sólo entre jóvenes de estas minorías influidos por académicos de extrema izquierda.

El multiculturalismo va contra el proceso natural de integración a la cultura de un país. Ha surgido y se ha desarrolado dentro de las elites intelectuales izquierdistas de este país, y se ha expandido gracias a erróneas políticas gubernamentales. Sin enormes subvenciones se marchitaría rápidamente.

Lo curioso de todo ello es que cada quién dice, por quedar bien, que es muy multiculturalista pero no admite que una tribu de gitanos o de subeuropeos (negritos y moros) se instalen en su urbanización o en su edificio como vecinos.

La razón de la alarma que doy sobre el lavado de cerebro es por motivos muy simples : a las personas que tienen una formación académica y profesional profunda no se les lava el cerebro ni inyectando Fairy. Los lavables son, hoy en día mayoría, los que carecen de todo eso que denominamos "formación".

Por tellagorri

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2 comentarios:

  1. Varias cosas porque la entrada da para mucho. Interensantísima. Si algo les molesta es el liberalismo al que atacan sin desmayo, piensan que nos tienen que gobernar en todos los ámbitos. Por eso odian Estados Unidos.

    1º El multuculturalismo para occidente pero los progres no van a Iran, Afganistan, Cuba, etc a intentar que esos faros en la niebla que gobiernan allí incluyan su amada doctrina en sus paises.

    2ºCritican la sociedad que les permite ser lo que son, y si algo los define es su gran amor (incluso desmedido) al dinero. Hoy escucho en la radio que Garzón a ganado desde que es famosete y da charlas (18 años +/-) la friolera de 15 millones de euros, y mira que es progre el símpático.

    3º Lo de manejar la educación me enferma, pero hay que tener encuenta que se garantizan sus futuros votantes.

    Bueno lo dejo que me alargo mucho y no quiero aburrir.

    P.D. Leer Chesterton ya entonces les daba caña. Hubo una revista que no triunfo, pocos la comprábamos una pena.

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  2. Muy bueno el comentario, ULTIMO HOMBRE LIBRE.

    Es muy completo y clarificador y resulta una extensión de lo que pretendía exponer.
    Gracias. Saludos

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