25 febrero 2019
Si desaparecieran los expertos, sólo los echarían de menos sus madres
Para Taleb (Amioum, Líbano, 1960) uno sólo debe fiarse de quienes están expuestos de forma directa a las consecuencias de sus teorías en el mundo real. Los consejos del resto, economistas, políticos, intelectuales, politólogos, deben tratarse con el máximo escepticismo, pues carecen de las dos virtudes que más valora: la credibilidad y la integridad.
"Si alguien quiere quedarse con una parte de los beneficios, también debe compartir los riesgos", asegura NNT desde su apartamento de Nueva York. "Si las decisiones más importantes no las toma gente que sufre las consecuencias de sus actos, el mundo es cada vez más vulnerable a un colapso sistémico. De ahí la reciente revuelta de las clases populares contra los presuntos expertos: de forma visceral, han detectado que esa gentuza no se juega la piel y, por tanto, jamás aprenderán de sus errores".
La supervivencia de los fontaneros, los modistos o los afinadores de pianos depende de la opinión de sus clientes. También los médicos pueden irse a la quiebra si un paciente les demanda por una operación fallida. Incluso una parte del mundo académico está sometida a controles objetivos y rigurosos por parte de sus compañeros, una versión avanzada de jugarse la piel.
Pero, ¿qué ocurre con los burócratas e intelectuales que tanto detesta Taleb?
"Que sólo se someten al juicio subjetivo de otros burócratas o intelectuales, no a la presión por la supervivencia de la realidad", dice.
Ni Obama ni Donald Trump ni sus asesores saben lo que significa una guerra. Y lo mismo ocurre con los banqueros: pueden correr todos los riesgos que quieran, que si pierden todo su dinero, no acaban de taxistas. El sistema les rescata, para que puedan perder aún más dinero.
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Totalmente de acuerdo en que nunca se debería hacer caso alguno a esos EXPERTOS que nunca arriesgan danda propio.
ResponderEliminarDON PEDRO
EliminarMe alegra que pienses así.
La de expertos que nos rodea y que carecen de toda credibilidad e integridad.
ResponderEliminarDON BENJAMÍN
EliminarPor hacer caso a algunos de esos "expertos" en varias ocasiones he terminado con el ordenata medio changado.
Nunca me fío de información que procede de "algún experto".
ResponderEliminarDON BRUNO
EliminarBuenísima forma de ir por la vida.
Así es, por desgracia. Uno de tantos casos, fue el de las llamadas Preferentes, en que la pobre gente se dejaba llevar de lo que dijera el experto, en este caso el director de la sucursal bancaria, al que, en ocasiones, conocían de siempre. Y mira como acabaron: Estafados.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarLa de miles de personas a las que estafaron engañando de mala manera. Debieran de haber ido a la carcel cada empleado que enchufó un papel de esos a los mayores de 65 años.
En España a los expertos se les llama tertulianos, al punto de ser citados como fuente de autoridad por uno de los defensores de los golpistas. Dijo algo como "la gran mayoria de los tertulianos dice que .."
ResponderEliminarTras esto, apaga y vamonos. Uno empieza a cuestionarse si el TS es tribunal supremo o tertuliano supremo.
SEÑOR OGRO
EliminarEs que hoy día los TERTULIANOS están convencidos de que son reencarnación TULIO Cicerón y se hacen denominar como el orador sabio de Roma.