06 agosto 2017

Kepa del Hoyo


Kepa del Hoyo, que ni siquiera era Kepa sino Pedro del Hoyo Hernández (Almendralejo, 1970), tampoco era vasco, sino oriundo de esa ciudad pacense. Sus padres, un taxista y una ama de casa, se trasladaron al municipio vizcaíno de Galdácano cuando tenía un año y medio. Allí comenzó a frecuentar el ambiente radical de las "herriko tabernas» que lo llevó con veinticinco años a integrarse en las filas de ETA.
Fallecido el pasado lunes debido a una parada cardiorrespiratoria  en el módulo cuatro de la prisión de Badajoz, donde cumplía una pena de treinta años de prisión por los delitos de asesinato, atentado y colaboración con banda armada, no era un preso político como la izquierda abertzale reclama. Era un asesino.

Del Hoyo fue detenido en Bilbao en 1998 por su pertenencia al "Comando Vizcaya", al que suministraba información sobre miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Ertzaintza, de periodistas y políticos, entre ellos el expresidente del PNV Xabier Arzalluz o los miembros del PP vasco Carlos Iturgaiz y Leopoldo Barreda.
Eran los años del miedo; del ritual de mirar debajo del coche; de no hablar en público por temor a desaparecer. Pero también los del señalamiento y los de la dictadura del silencio cómplice. Como si de reescribir la historia se tratara, los que fueron guardianes del terror, dirigidos por el criminal Arnaldo Otegui, quieren imponer ahora el recuerdo de Kepa del Hoyo como adalid del pueblo vasco.
Ayer la izquierda abertzale le rindió homenaje en el municipio de Galdácano autorizado por la Audiencia Nacional. Entre ikurriñas loó a un hombre que no tenía más obra que los asesinatos perpetrados.

Kepa del Hoyo no fue el único miembro de ETA oriundo de un municipio sin lazos con las provincias de la reivindicada "Euskal Herria". Es el caso del burgalés José Luis Martín Carmona, alias "Koldo", y del leonés José Manuel Valdueza, ambos autores del atentado contra el creador de la unidad antiterrorista de la Ertzaintza, el sargento y militante del PNV Joseba Goicoetxea Asla, asesinado en noviembre de 1993.
El clan Troitiño no burla su origen palentino. Domingo Troitiño orquestó junto con el gallego Rafael Caride la matanza de Hipercor, el atentado más sangriento de la banda terrorista, con 21 muertos y medio centenar de heridos. Su hijo, Joseba Troitiño, siguió sus pasos con la colocación de dos bombas en los hoteles Bahía de Alicante y Nadal de Benidorm en 2003. También su tío, Antonio Troitiño, integrante del "Comando Madrid" y responsable del asesinato de doce guardias civiles en la madrileña plaza de la República Dominicana.

Singular es el caso de Iñaki de Juana Chaos. Hijo de un médico burgalés condecorado por luchar en el bando franquista durante la Guerra Civil y miembro de Falange, era un ferviente "españolista" que, cuatro años antes de enrolarse en la banda, lloró el asesinato del suegro de su hermana a manos de ETA.

M.Abad



12 comentarios:

  1. Estos hijos de inmigrados extremeños o castellanos se hicieron etarras para no ser discriminados como "no vascos". Los que no se hicieron etarras, muchos de ellos engrosaron las filas de Batasuna por las mismas razones. Un ejemplo claro es el dirigente batasuno Permach, de padres y origen zamorano.

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    1. DON SERGIUS.
      Sí, estoy de acuerdo.
      Pretendieron camuflarse de ser calificados como "churrianos" y se fueron al extremo opuesto.

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  2. El primer etarra destacado de origen extremeño lo fue "Chiki" Paredes Manot, el cual fue fusilado por Franco.

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    1. DON ANDONEGUI.
      Ese era un pobre chico al que muy jovencito engañaron los batasunos y que terminó ante un pelotón de ejecución, justo dos meses antes de que el Invicto se muriera.

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  3. En Cataluña entre los "charnegos" también sucedió algo parecido como por ejemplo con CAROD ROVIRA, hijo de un guardia civil.

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    1. DOÑA CANDELA.
      Viene a ser lo mismo pero sin terrorismo aunque el Carod es un tipo impresentable de cualquier forma.

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  4. En aquel ambiente asfixiante que impusieron los batasunos en el País Vasco por los años 1980, mucha culpa de que estos hijos de inmigrados se hicieran abertzales la tuvieron las ikastolas o escuelas de primaria en vascuence.

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    1. SR. VALERO.
      Efectivamente el veneno terrorista secesionista se empezó inculcando en aquellas ikastolas que el Régimen había legalizado.

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  5. En los barrios obreros de las poblaciones vascas, en donde la mayoría son hijos o nietos de extremeños, es en donde más ikurriñas ondean en los balcones. Y los chavales tienen por nombre tales como Arkaitz, Eneko, Iraitz, etc con apellidos de Lopez, Martinez, etc.

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    1. DON KING.
      Increíble pero cierto. Y eso sigue así a estas alturas.

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  6. Y los que van detrás de la pancarta, no sé si no se enteran, o les da igual y el caso es montar una verbena con cualquier excusa.

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    1. DON TRECCE.
      Las dos cosas : son antisistemas y creen que van a hundir al Estado español.

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