A pesar de que Mahoma se valió de la guerra santa para imponerse política y religiosamente, en un documento conservado en Persia llamado Achiname y Carta de la Paz, que la mayoría de los musulmanes desconocen, garantizó protección a los monjes del monte Sinaí y a los seguidores de la fe cristiana; además proclamó la paz y la fraternidad entre los seres humanos.
El 26 de abril del año 570 nació en La Meca, en el seno de una de aquellas poderosas familias de comerciantes perteneciente al clan Hasin, de la tribu de los Qurais, un niño que se llamó Muhammad o Mahoma.
El niño, huérfano desde los seis años, fue criado por un tío que se dedicaba al comercio por lo que consecuentemente se convirtió en un guía de caravanas. Ese trabajo, además de viajar, le permitió conocer las religiones judía y cristiana; además, en su primer viaje a Damasco contactó con los cristianos nestorianos y a los 40 años, cuando gozaba de una buena economía, pues a los venticinco se había casado con Jadicha, una viuda rica de su edad, y siendo ya reservado y meditativo, se retiró a orar y a meditar a una cueva del Monte Ira, cerca de la ciudad donde, según comunicó a sus allegados, recibió revelaciones del Dios Allah a través del arcángel San Gabriel, con quien realizó un viaje nocturno a la Jerusalén judaica, en el cual le impulsaba a seguir la religión de Abrahán.
Estas revelaciones se repitieron tres años más tarde por lo que, considerándose profeta y bajo el legado de Abrahán, Moisés y Jesucristo, frente al tradicional politeísmo de La Meca, su ciudad natal, comenzó a predicar la existencia de un Dios único y la vuelta a la religión de Abrahán. Rápidamente consiguió adeptos entre las gentes más pobres campesinas, de las que incorporó gran parte de sus tradicionales normas nómadas.
En La Medina, Mahoma se transformó en un político, religioso y militar: acaudillando a sus seguidores se apoderó primero de La Meca y en el 630 limpió la Kaaba de los ídolos paganos; seguidamente, en el 632, poco antes de morir, sometió a toda la Arabia, consiguiendo que las belicosas y dispersas tribus árabes pasaran a ser un pueblo unido.
MARÍA DEL CARMEN MARTÍN RUBIO,
HISTORIADORA
Un señorito del desierto que, por aburrimiento, se dedicó a leer la Biblia y copiándola se inventó una nueva religión que no era otra cosa que un collage del judaismo y el cristianismo.
ResponderEliminarTuvo mucha fortuna cuando los camelleros y las tribus aceptaron sus teorías relgiosas.
DON VILLAR
EliminarPerfectamente traducido al lenguaje vulgarizado.
Me recuerda a otro señorito de Bilbao llamado Savino Policarpo Arana, hijo de naviero, y que pasó su juventud de dilectante por los cafés. Y se inventó una variante del carlismo pero que 100 años después ha causado serios estragos.
ResponderEliminarDON CARMELO
EliminarBuena comparación porque los adeptos al Polikarpo consideran una religión la ideología que les dejó.
Al menos Confucio y Buda no copiaron a nadie, o no se sabe, y son profetas en China y alrededores por ideas propias.
ResponderEliminarDON CABALLERO.
EliminarAl parecer, esos dos sí son originales.
En todas las religiones y en las ideologías políticas los peligrosos son los interpretes, tipo Torquemadas en el catolicismo, o los Txillardegi, Madariaga y Monzón en el nacionalismo vasco.
ResponderEliminarDON FLORENCIO
EliminarExactamente. Esos son los peligrosos : los aficionados a interpretar las doctrinas originales, tanto en religión como en Política. Y nadie se libra de tales "adaptadores".
Y para colmo, en nuestra tierra, meten a Jaungoikoa o divinidad suprema en el ajo de la doctrina.
Todos los grandes asesinos y tiranos, han abogado en algun momento por la paz: desde Hitler, Goebbels, hasta el che. Pero por sus actos los conocereis.
ResponderEliminarMahoma es como se indica en la entrada, un caudillo que creo una fe religiosa perfecta para la guerra santa. Una cosa que recomiendo siempre, es que se estudie la expansion del islam.
La expansion del islam fue de record absoluto, se expandio a sangre y fuego en poquisimo tiempo. Ya no solo se impuso a otras tribus, sino que paso por encima del imperio persa (sasanida) y del imperio bizantino. Arraso culturas florencientes en todo el norte de africa ademas, y conquisto la españa visigotica con bastante facilidad.
Esto no se hizo con predica, sino con ejercitos, obligando a convertirse, a morir o a pagar. Ni 3 culturas ni pollas en vinagre, fueron un cancer, exactamente igual que hoy en dia. Pero en lo importante, miren como se expandio, y que luego vengan a decirnos que es una religion de "paz". Mis cojones.
SEÑOR OGRO
EliminarSuscribo todo lo que dices y no creo que quede nada por añadir. Está todo dicho por tí.
La leyenda de las TRES CULTURAS es otro de los inventos que hemos heredado y que es más falsa que un euro de madera.