"La Calor"

Como sugiere Ramón Gómez de la Serna, hay que poner los termómetros al revés mientras los ventiladores afeitan el sol.
Qué hemos hecho para soportar sin blasfemias este verano sin piedad, con moscardones y avispas atacando, un infierno sin cigarras. Ni botijos.

Añoramos la España de las asas y pitorros, de los pañuelos negros, de la sed beduina, cuando no se había inventado la pesadilla del aire acondicionado. Pero tenemos derecho a disparatar porque se nos están ablandando los sesos, como al Caballero de la Triste Figura, en cuya historia se habla hasta de rogativas y procesiones para pedir a Dios que caigan chaparrones.
En España se han registrado temperaturas más altas que nunca y te lo dicen a cada instante los móviles.

Añoramos aquel botijo de Gila, cuando el explorador le dice al porteador negro: "Llevamos 20 días en el desierto sin encontrar un oasis. Vete a Segovia y dile a mi mujer que te dé un botijo con agua fresquita".

• R.  POZO