Paula Dorronsoro descuelga el teléfono con la voz quebrada por los nervios. A estas horas (media mañana del jueves) 300 guardias civiles peinan la parcela del caserío Olalde a la caza de explosivos. Y la mujer, sola en la cocina de la casona, repite la misma frase como una letanía.
-No sé por qué me preguntas sobre explosivos. Si aquí sólo han encontrado abono para la tierra...
Hasta este martes, Paula, de 70 años, vivía en un caserío-bomba sin saberlo. Ese día, la Guardia Civil arrestó a sus hijos Igor y Aitor y les acusó de convertir este baserri de las afueras de Legorreta (Guipúzcoa) en un gruyère relleno de explosivos. Era el mayor polvorín de ETA en la Península, con casi 1.600 kilos de material desperdigado en diversos zulos. Pero Paula, con inquebrantable fe de madre, se niega a admitir la culpa de su prole.
-Los guardias están dando guerra. Pero aquí sólo han encontrado abono para la tierra.
En realidad, los chicos no sólo tenían despistada a su madre; durante años, también lograron esquivar a los expertos en terrorismo más sagaces. Hace casi una década que los especialistas en ETA detectaron por primera vez al comando Erreka (en vascuence, riachuelo). Sin embargo, la identidad de los terroristas seguía siendo un enigma. Nadie lograba poner rostro a sus escurridizos integrantes.
Este martes, cuando la Guardia Civil asaltó esta casona guipuzcoana ("una auténtica pocilga"), los agentes entendieron por qué. Además del arsenal, los hermanos habían construido una vida paralela que les protegía de los guardias. Uno producía queso "idiazábal" en el caserío; el otro trabajaba en una fábrica y criaba corderos lechales. Y, en sus ratos libres, participaban en competiciones de "trontza", un deporte vasco que consiste en serrar troncos a toda velocidad.
Eso sí, los hermanos dedicaban los ratos libres de sus ratos libres a su auténtica misión: que los comandos de ETA siempre tuvieran sus bombas a punto. Al menos, Aitor.
De vuelta al caserío, ahora es el padre, Justo Esnaola, de 74 años, quien empuña el auricular. Y la mera mención de ETA desata su ira. Con un espesísimo acento vasco, repite la coartada familiar: que a sus hijos sólo les han pillado unos sacos de un poderoso fertilizante: nitrato amónico. Nada más.
-Lo usamos de toda la vida. Cuando segamos, ponemos nitratos para que la hierba crezca rápido. Si eso es delito, pueden arrestar a los dueños de todos los caseríos de Euskal Herria. A ver si vamos a tener que ir al cuartel para pedir permiso para abonar...
En algo tiene razón: la presencia de fertilizante en una explotación rural no tendría por qué despertar las sospechas de la Guardia Civil. Sin embargo, el padre obvia algunos detalles.
Primero, que la cantidad de nitrato intervenida (más de una tonelada) parece excesiva para las necesidades de un simple caserío familiar. Segundo, que los Esnaola eran conocidos por sus querencias batasunas. Y, sobre todo, que los agentes no sólo se toparon con nitrato, sino también con los ingredientes (polvo de aluminio, nitrometano...) que convierten este fertilizante en el explosivo predilecto de ETA, además de las máquinas para mezclarlos. Y eso sin contar las pistolas, la munición y el ejemplar más reciente del Zutabe, el boletín interno de la banda.
-De eso no me hable, que yo no sé nada-, zanja el padre.
Según fuentes de la investigación, el ideólogo del caserío-bomba de los Esnaola fue Garikoitz Aspiazu, Txeroki. El jefe militar de ETA quería sacar los depósitos de explosivos de Francia y repartirlos en dos grandes almacenes: uno en Vasconia y otro en un país europeo.
"Así no tendríamos necesidad de andar para adelante y detrás por esa puta frontera (entre España y Francia)", le escribió en 2004 al entonces jefe de ETA, Mikel Albizu, Mikel Antza.
Al parecer, el plan de Txeroki salió adelante. El depósito europeo, ubicado en Órbidos (Portugal), cayó en febrero de 2010 con 1.500 kilos de explosivos. Y el vasco, desmontado esta semana, fue puesto en marcha por Aitor Esnaola, de 40 años, junto a su compinche Andoni Goikoetxea, que permanece fugado.
Ellos eran los almacenistas: el nudo gordiano del aparato logístico en España, que luego distribuía el material entre los comandos. Hay más dudas sobre el papel de Igor Esnaola, de 36 años. Según Interior, no era un miembro del comando Erreka, aunque estaría "en todo caso informado" de las andanzas de su hermano. En la tarde del viernes, fue puesto en libertad tras pasar tres días en el calabozo.
La cúpula de la banda no ahorró esfuerzos para evitar la detección del comando Erreka. Al parecer, ellos se limitaban a recibir los pedidos del aparato logístico, prepararlos y depositarlos en sus buzones: zulos excavados en el monte. Así, los comandos nunca entraban en contacto con los dueños del caserío. Ni siquiera conocían la identidad exacta de sus proveedores. Por eso, no podían delatarles si los cuerpos de seguridad les arrestaban. El blindaje parecía infranqueable.
Salvo sus enigmáticos paseos al monte, los Esnaola llevaban una vida anodina, como mandan los cánones del buen legal. Si acaso, en Legorreta se les conocía por su afición a los deportes rurales vascos. Sus especialidades eran la sega, que consiste en cortar hierba con una guadaña, y la trontza, en la que se sierran gruesos troncos en el menor tiempo posible. Y no se les daba mal: el 28 de septiembre de 2008, la pareja ganó el campeonato vasco de trontza. Ese día, la prensa local les retrató sonrientes con su trofeo y una chapela negra.
Sus éxitos llamaron la atención de la Fundación Eroki, subvencionada por la Diputación de Guipúzcoa, que les reclutó para su causa. Así, en 2007, participaron como trontzalaris en un proyecto para el "desarrollo integral" de la persona a través de los valores deportivos y el juego limpio.
Los políticos de esa Diputación merecen el premio a la "lucidez de noche" por subvencionar a una Fundación que tampoco se entera de nada, al parecer. Casualmente esa Diputación está en manos de PNV y EA.
Además del deporte, el trabajo era la otra tapadera de los Esnaola. Aitor se pasaba todo el día en el caserío-bomba, donde vivía con sus padres desde niño. Allí había montado una quesería de la denominación de origen Idiazábal tras pedir una hipoteca de 220.000 euros en 2009. El presunto etarra vendía sus productos a través de la red Artzai-Gazta, formada por 116 pastores vascos, e incluso se anunciaba en internet, donde publicaba su número de móvil.
Igor, por su parte, vivía en el centro de Legorreta junto a su mujer y sus hijos. De día, trabajaba a los mandos de una máquina de acabado en AMPO, una fábrica de válvulas en Idiazábal (Guipúzcoa). Y, por las tardes, criaba corderos lechales en el caserío Olalde.
Sus actividades de ganaderos eran la tapadera perfecta para acumular fertilizante sin despertar sospechas. Así lo evidencia el testimonio de un amigo de Aitor, que asegura :
-La semana pasada adquirió 1.000 kilos en Alsasua, pero tú también podrías comprar ese material si quisieras.
-Ya, pero en los registros también han encontrado detonadores, polvo de aluminio y varias armas...
-Si lo que han encontrado son escopetas, yo también tengo dos. Y además Igor es campeón de tiro de pichón... Pero, ¿de verdad han encontrado detonadores?
Poco a poco, el amigo cae en la cuenta de que su amigo trontzalari podría haberle ocultado durante años su pertenencia a ETA. "Yo sabía que Aitor había estado en las listas de EH...", admite. "Y siempre fue muy crítico con el tren de alta velocidad...".
¿Porqué será que a todos los nacionalistas les produce urticaria que se creen infraestructuras del XX como autovías y trenes de alta velocidad?
En los últimos años, Aitor se había convertido en uno de los cabecillas de la oposición al AVE vasco, una de las causas predilectas de la izquierda abertzale.
La otra conexión conocida de los hermanos con los batasunos fue su presencia en las listas de EH en 1999. Igor fue número nueve de la coalición abertzale en Legorreta y Aitor, suplente en Gaztelu (Guipúzcoa). En esa época, pocos vecinos sospechaban que su militancia fuera tan extrema como para empuñar las armas. Pero lo cierto es que, a la vez que se presentaba a los comicios, Aitor fue captado por el brazo militar del movimiento. Tardaría casi una década en ser arrestado.
La primera vez que la Guardia Civil detectó al misterioso comando Erreka fue en septiembre de 2002, cuando apareció en los papeles del etarra José Antonio Olarra Guridi. A partir de entonces, se convirtieron en una comando guadianesco: su rastro emergía cada cierto tiempo (en las notas de Susper, en las de Txeroki...), pero siempre se esfumaba antes de que los agentes pudieran descabezarlo.
La pista definitiva llegó hace justo un año, tras el arresto del abogado Jon Enparantza, perteneciente al frente de letrados de ETA. En su documentación, los agentes encontraron un mensaje cuyo autor se identificaba como "RK". En el escrito, envuelto en papel plastificado, pedía al abogado que le ayudara a concertar una cita en el sur de Francia con la dirección del aparato logístico. Y, de golpe, esas dos letras refrescaron la memoria de uno de los guardias.
-RK, RK... ¡Erre-ka! ¡El comando Erreka!
Así arrancó un año de pesquisas que desembocaron este martes en el asalto al caserío de los Esnaola. Los agentes se esperaban "algo gordo", pero no el jugoso botín que rescataron de las "cochambrosas" estancias de este edificio de 800 m². En total, casi 1.600 kilos de material, entre nitrato amónico y compuestos para transformar el fertilizante en explosivos.
En la operacion también cayó Lander Echeberría, ex parlamentario de HB, acusado de reclutar a Aitor Esnaola y de ejercer de enlace entre el comando y la banda. Además, los agentes buscaban al otro miembro de la célula: Andoni Goikoetxea Gabirondo, también aficionado a los deportes vascos (fue campeón de Euskadi de sega en 2006). El fugado ya fue condenado por agredir a su propia madre, concejal independiente, en el pleno municipal en Gaztelu, y por coaccionar a una abogada del PNV en la misma localidad junto a Aitor Esnaola.
Mientras avanzan las pesquisas, Santos y Paula siguen encerrados en su caserío a la espera de noticias. El jueves, cuando Aitor volvió a casa para ayudar al registro, el padre sólo pudo charlar unos segundos con él. "Fueron dos palabras, me dijo que se encontraba bien y ya está", se queja Justo. Luego se calla un segundo y estalla:
-¿Sabes lo que me da rabia? Que ahora voy a tener que comprar fertilizante para esta temporada. Me cago en...
"Cashero" hasta morir : primero el dinero y luego todo lo demás. Hablan de la racanería de los escoceses como ejemplares de "agarraos", pero no existe en el Mundo nada más tacaño que un "cashero" vasco.
Tellagorri
(Con información de GONZALO SUÁREZ)
caserio bomba esnaola
Jo, el final me ha dejado "pallá", vaya caca de padre. Me pasa a mí algo parecido con mis hijos y lo último que me preocupa es el dinero.
ResponderEliminarCon los etarras sucede como con el asesino del post de ayer, nunca se sabe qué hay en realidad detrás de un personaje en apariencia normal.
Parece que la Guardia Civil y la Policía están consiguiendo grandes éxitos últimamente. Espero que esto sea el resultado de la investigación policial y no la conveniencia de Rubalcaba para atraer un puñado de votos.
Un abrazo.
DOÑA ELENA
ResponderEliminarComo dices, el Patriarca rural es un ruín. Con toda la casa llena de explosivos y dos hijos que se van a la carcel su única preocupación es lo que le va a costar comprar de nuevo abonos.
Lo de detener etarras la clave está, me parece a mí, en la información que permanentemente obtienen y se intercambian algunos guardias civiles y algunos gendarmes. Cuando MadriZ les deja a su aire detienen todo. El problema es el cuándo les dejan actuar los políticos de Interior.
Tengo la convicción de que la Gendarmerie sabe en todo momento y desde hace décadas en dónde se esconde cada alimaña de éstas.
Uno de los ejes de la lucha antiterrorista debería ser en torno a la pregunta "¿de donde salen los etarras?, ¿como se forman?". Porque estaremos de acuerdo en que no nacen como champiñon cualquiera.
ResponderEliminarViendo a los padres de esta criatura, vemos a uno de los ejes: la transmisión del odio y la mentira intergeneracional, de padres a hijos. Es por ello me parece alucinante que se paguen inseminaciones entre terroristas encarcelados. Increible.
Y luego lo de siempre, la educación, los medios, los homenajes a terroristas como los que hemos visto estos días, y de los que nadie pide cuentas, etc.
Lo del padre preocupado por tener que comprar abono... impresionante. Que prueba del tipo de ética, de moral corrompida que se gastan por aquellas tierras.
SEÑOR OGRO
ResponderEliminarEs ya un clásico de "las causas" el hecho de que la mayoría de los etarras y demás nacionalistas proviene de las "leyendas" que los padres cuentan a sus hijos desde niños.
Lo venían diciendo Jon Juaristi y Mario Onaindia, ambos exetarras y luego los mayores luchadores intelectuales contra ellos, que se fueron a Eta porque en casa les habían contado desde la infancia tal cantidad de milongas de VICTIMISMOS durante el franquismo que creyeron necesario, a los 18 años, hacer algo para vengar tanta "ofensa".
Aquí ya se ve como el Patriarca de la tribu es batasuno puro y esa es la mentalidad en todo el GOYERRI, zona rural y escasa de cultura por excelencia.
Y este hombre, el viejo, con sus 74 años no pudo sufrir "violencias franquistas" porque era un NIÑO en la época de las represalias post guerra.
Así lo refleja Jon Juaristi en su obra La tribu atribulada, inspirándose en Kipling: Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes/ y por qué hemos matado tan estúpidamente./ Nuestros padres mintieron: eso es todo.
ResponderEliminarREINHARD
ResponderEliminarCierto. Observo que has leído y recuerdas lo escrito por Juaristi.
Y esa es una verdad irrefutable que personalmente he visto en numerosas familias "abertzales" conocidas por mí.
En varias casas en donde los padres habían sido gudaris en la guerra civil, los hijos terminaron en Eta.
Y supongo que también habrá sucedido en familias en que los padres eran combatientes comunistas luego encarcelados.
Ya sabía yo que haríais todo lo posible por entorpecer el "proceso" de paz y criminalizar a estos mutikos... esos petardos les habían sobrado de las mascletás de este año en las fallas.
ResponderEliminarO eso o son unos hijos de la grandísima puta y ese mierda de Eguiguren un miserable.
addenda- me rio yo de los serial-killer yanquis, coges a un pastor de esos de las profundidades de euscalerria, con la boina a roscachapa y esa cara de cabrón con pintas y se caga la perra cuando lo vea con un hacha en la mano...
ISRA
ResponderEliminarSiempre has sabido que la guardisibil y yo nos dedicamos a joder el "proceso de paz" y no sé de qué te extrañas.
Lo cual, lo anterior, tampoco es obstáculo para definir de hijodeputa profesional al Eguiguren, que lo es.
La verdad es que los mutikos no necesitan de efectos especiales para protagonizar pelis de killer yankees. Van sobrados. Aún hay alguna esperanza con los detenidos para muchos años porque les suele dar por estudiar temas al estilo de "Policromías rectales de los herbívoros de Iowa en el siglo XIII". Y entonces suelen empezar a distinguir entre un humanoide y un simple cuadrúpedo.
No cabe duda que el nitrato amónico, junto con los componentes polvo de aluminio y nitrometano forman una mezcla explosiva, pero también es un poderoso detonante el odio y las mentiras de unas ideas pasadas de padres a hijos y exacerbadas por unos políticos caciquiles que lo único que les importa es seguir gozando de privilegios; y desde luego, en nada difieren las ideas de los peneuveros de las de cualquier gerifalte de Extremadura o Castilla la Mancha, lo único que les importa son los fueros, si, los suyos, seguir viviendo bien a costa de los demás, y les importa un pepino la prosperidad de los ciudadanos, o si se mueren de hambre, para ellos su única obsesión, son los votos, y si su ciudad, región o país no prospera, no sera por culpa de ellos, sino por culpa de los ciudadanos que no hacen nada para salir adelante; y la guinda del pastel la deja el padre de estos dos energumenos analfabetos, cuando se lamenta de que va a necesitar comprar nitrato amónico, y no va a poder hacerlo en grandes cantidades, el analfabetismo cutre y cavernicola llevado a sus últimos extremos.Desde luego, las mentiras repetidas mil veces, en ciertas mentes pueden llegar a convertirse en verdades como puños.
ResponderEliminarUn saludo
Por un lado, un caramelo y mucho bombo, para endulzar el “buen” trabajo del PSOE en la lucha antiterrorista.
ResponderEliminarAunque poco hablan, que a uno de los hermanos le han liberado, sin pruebas de “complicidad”, aunque sí de estar informado.
Ya se sabe, esos secretillos que se guarda uno con su familia:
- Oye!! Este saco de polvillo (pentrita) que tienes aquí, ¿para qué sirve?.
- Para la fermentación del queso semi-curado de Idiazabal.
- Me dejas un poco de “cordón” , que voy a envolver un “paquete”.
Y por otro, el trago amargo de la liberación de algunos elementos históricos (¿golpe de efecto propagandístico para sortu-bildu …. en las municipales?). Con una de las liberaciones, bastante polémica, visto la manera de retorcer la Ley y liberarlo antes de tiempo.
Nos engañan y retuercen la ideas tantas veces, que uno no sabe que pensar.
Saludos
Tella y que más da todo esto cuando acabo de ver en el Telediario que el gobierno zapateril acaba de "arrejuntar" a dos etarras para que se apareen y traigan al mundo a nuevo vástago y futuro gudari? Además, todos sus hasta el momento fallidos tratamiento de fertilidad han costado a la Seg. Social más de 10.000 € (pagados por el contribuyente) más otros tantos miles de € en los viajecitos de tan enamorados etarras para que practiquen el coito vascuence...PSOE y ETA, ETA y PSOE, dos caras de una misma moneda, la de la sangre y el horror...
ResponderEliminarDON MANUEL
ResponderEliminarEstoy con Ud. En esta historia el trasfondo es UNO : poblaciones rurales semi-analfabetas fanatizadas por décadas de prédicas de frailes de los conventos próximos ( ahí en esa zona proliferan conventos de benedictinos mercedarios), así como la exclusiva de montar mítines para los peneuveros y batasunos. Ese es el territorio de los Eguibar, Permach y Tasios.
Y lo que circula por la atmósfera que respiran no es oxígeno sino ODIO en dosis másivas. Es la zona-cantera de los etarras. Todos estos mutikos terminan pasándose treinta años en una prisión. No tienen otro provenir. Pero han creado un territorio mucho más minado que el Sarajevo de los serbios de Milosevitz, y el lema para todos ellos podría ser = “villanos del mundo uníos”.
No se, todo esto es un dejà vu. Pasa igual con los delincuentes comunes antes de las elecciones, dan orden de limpiar las calles. Pero que ocurra con los etarras una y otra vez, y encima cuele, es alucinante.
ResponderEliminarDespues ya sabemos lo que viene, tras una fase de dar confianza al ciudadano, si se les ve remisos o poco crédulos en la eficacia anti etarra, pues se pasa a la fase del atentado. El atentado en el que muere un inocente concejal socialista de pueblo y que crea un martir util. Ojalá me equivoque, pero es que siempre hacen lo mismo..
ZED
ResponderEliminarNo te hagas ilusiones. El Rubal y los dirigentes etarras hace mucho que pactaron la liberación de los sanguinarios a cambio de la detención de los "pringaos" como éstos.
De esa forma los etarras siguen en los suyo con sus elementos importantes "soltados" de prisión y el Rubal puede ponerse medallas de detenciones.
CAROLVS
ResponderEliminarNo quiero ni comentar lo de la coyunda de esos etarras por simple repugnancia de lo que supone la actuación del Estado.
No, las dos caras de la misma moneda son Eta-PNV y los sociatas hacen el papel de putas de rastrojo para tener apoyos, o sea para pagar la tarifa.
DOÑA CANDELA
ResponderEliminarVeo que conoces el juego, siempre igual y repetido.
Ahora toca un atentado en donde puede caer algún probe candidato sociata a concejal y más votos a Psoe. A cambio los etarras en los Ayuntamientos y "arrejuntando" euros públicos.