29 octubre 2010

"Moro" y profesoras tontidelculo

Te lo voy a explicar en corto, chaval. Sin irnos por las ramas.Esa maestra, profesora, docente o como quieras llamarla, es imbécil. Tonta del culo, vaya.

En el mejor de los casos "suponiendo que no prevarique a sabiendas, prisionera del qué dirán", une a su ignorancia el triste afán de lo políticamente correcto. La cuestión no es que te haya reprendido en clase de Historia por utilizar la palabra moros al hablar de la Reconquista, y exija que la sustituyas por andalusíes, magrebíes, norteafricanos o musulmanes.

Lo grave es que a una profesora así le encomienden la educación histórica de chicos de ambos sexos de catorce o quince años. Que la visión de España y lo español que muchachos de tu generación tengan el resto de su vida dependa de cantamañanas como ésa.
Tienes dos opciones. La primera, que desaconsejo, es tu suicidio escolar. Mañana, en clase, dile que no tiene ni puta idea de moros, ni de Historia, ni de lengua española, ni de la madre que la parió. Te quedarás a gusto, desde luego; y las churris te pondrán ojitos por chulo y por malote. Pero en lo que se refiere a esa asignatura y al curso, puedes ir dándote por jodido. Así que lo aconsejable es no complicarte la vida. Ésa es la opción que recomiendo.

Tu maestra, por muy estúpida que sea, tiene la sartén por el mango. Así que traga, colega, mientras no haya otro remedio; que ya tendrás ocasión, en el futuro "todos pasan tarde o temprano por delante de la escopeta" de ajustar cuentas, real o figuradamente.
Así que agacha las orejas y llama a los moros como a ella le salga del chichi.

Paciencia y barajar. Por lo demás, duerme tranquilo. Por muy maestra que sea, eres tú quien tiene razón. No ella. En primer lugar, porque el habla la determinan quienes la usan. Y no hay nadie en España, en conversación normal, excepto que sea político o sea gilipollas "a menudo se trata de un político que además es gilipollas", que no llame moros a los moros.
Ellos nos llaman a los cristianos arumes o rumís, y nada malo hay en ello. Lo despectivo no está en las palabras, sino en la intención con que éstas se utilizan. La buena o mala leche del usuario. Lo que va, por ejemplo, de decir español a decir español de mierda.

La palabra moro, que tiene diversas acepciones en el diccionario de la Real Academia, pero ninguna es peyorativa, se usa generalmente para nombrar al individuo natural del norte de África que profesa la religión de Mahoma; y es fundamental para identificar a los musulmanes que habitaron en España desde el siglo VIII hasta el XV. Desterrarla de nuestra lengua sería mutilar a ésta de una antiquísima tradición con múltiples significados: desde las fiestas de moros y cristianos de Levante hasta el apellido Matamoros, y mil ejemplos más.

Así que ya lo sabes. Fuera de clase, usa moro sin cortarte un pelo. Como español, estás en tu derecho. Aparte del habla usual, te respaldan millones de presencias de esa palabra en textos escritos.

Originalmente se refiere a los naturales de la antigua región norteafricana de Mauretania, que invadieron la península ibérica en tiempos de los visigodos. Viene del latín maurus, nada menos, y se usa con diversos sentidos. Caballo moro, por ejemplo, se aplica a uno de pelaje negro. En la acepción no bautizado se extiende incluso a cosas "vino moro" o personas de otros lugares "los moros de Filipinas".

Hasta Gonzalo de Berceo aplicaba la palabra a los romanos de la Antigüedad para oponerlos a judíos y a cristianos. De manera que basta echar cuentas: la primera aparición en un texto escrito data de hace exactamente mil ochenta y dos años, y después se usa en abundancia.
"Castellos de fronteras de mauros", dice el testamento de Ramiro I, en 1061. Por no hablar de su continuo uso en el Poema de Mío Cid, escrito a mediados del siglo XII: "Los moros yazen muertos, de bivos pocos veo; los moros e las moras vender non los podremos".
Y de ahí en adelante, ni te cuento. "Las moras no se dejan ver de ningún moro ni turco", escribió Cervantes en el Quijote. La palabra moro está tan vinculada a nuestra historia, nuestra sociedad, nuestra geografía, nuestra literatura, que raro es el texto, relación, documento jurídico antiguo u obra literaria clásica española donde no figura.
También la usaron Góngora, Quevedo, Calderón, Lope de Vega y Moratín, entre otros autores innumerables. Y tan vinculada está a lo que fuimos y somos, y a lo que seremos, que sin ella sería imposible explicar este lugar, antiquísima plaza pública cruce de pueblos, naciones y lenguas, al que llamamos España.

Imagínate, en consecuencia, la imbécil osadía de tu profesora. El atrevimiento inaudito de pretender cargarse de un plumazo, por el artículo catorce y porque a ella le suena mal, toda esa compleja tradición y toda esa memoria.

Arturo Pérez Reverte



22 comentarios:

  1. Córdoba mora, ojos de mora, mora de la morería...
    Habría que cambiar hasta el nombre de algunas calles cordobesas además de algunas expresiones como éstas.
    En Córdoba hay una calle que se llama "Calle Morerías", otra "Calle Moriscos", lo mismo que otra que se llama "Calle Judíos", y no pasa nada.
    Aquí no nos rasgamos las vestiduras por tonterías y mojigaterías como éstas.

    En mi pueblo también hay familias con el apellido Moros, no me cabe en la cabeza llamar a "Mari Moros" "Mari Musulmanes", jajajaja. Qué montón de gilipolleces madre mía, y qué pena de niños dejados con toda la buena voluntad en manos de incultos de solemnidad.

    Estoy totalmente de acuerdo con el artículo de Reverte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. DOÑA ELENA
    Además de calles y apellidos, siempre, desde los romanos, a los del norte de Africa se les ha denominado MOROS. Como dice Reverte, de maurus o maritanos, pues ellos llamaban a todos los norteafricanos como mauritanos.

    Pero como las EDUCADORAS y EDUCADORES no están al nivel ni de un cuarto de bachiller de mi época, no es posible sacar cerezas de un alcornoque. Lo malo es que a tus hijos y demás hijos y a mis nietos los van a educar como unos come-bellotas.
    Otra variedad de esa tontunada progre e inculta de solemnidad es denominar SUBSAHARIANOS a los negros. Como si a nosotros nos llamaran subfranceses, o a los franceses subteutones.

    ResponderEliminar
  3. Es que nosotros tendríamos que educar a los maestros, no sabe cuántas veces tuve ganas de corregir las estupideces de mis maestros con un puñetazo...

    Y como decía el mejor músico del Paraguay, Luis Alberto del Paraná: Arriba los morochos!

    ResponderEliminar
  4. Reverte suele estar casi siempre acertado. Y esta vez es una de las que más.

    ¡En qué manos están nuestros niños! (y niñas, para que no se enfaden las menestras)

    ResponderEliminar
  5. Ay con lo politicamente correcto...y ay ay ay cuando encima eso se impone a chavales, a niños.

    Corrección impuesta desde los medios, desde las paridas de la casta, desde el sistema educativo, desde..... es un bombardeo constante. La última, ahora parece que los socialistas quieren controlar los recreos de los crios, para que jueguen a "juegos no sexistas" (sic).

    De lo que se trata en definitiva, es de saltarse a los padres, de ignorar sus creencias o sus ideas para directamente meterles en el cerebro lo que deben pensar; muy al estilo por ejemplo de las politicas nacionalistas: injerencias idiomáticas, reescritura de la historia, acordémonos de como en Cataluña se quería controlar que los niños no usaran el español en los recreos, etc, etc. La lista es interminable.

    Perdonen si me repito, pero insisto, en tema de libertades, nada hace suponer que el siglo XXI vaya a ser mejor que el XX.

    ResponderEliminar
  6. Terrorífico.

    Con que tranquilidad nos dejaban nuestros padres en el colegio, sabían que vendríamos aprendidos y educados, hoy ni lo uno ni lo otro, y encima tenemos que echar horas extras en casa para desintoxicarlos de tantísimas tonterías.

    Además, en este caso concreto, me gusta tirar de generalizaciones, sobre todo porque no me equivoco, y a moro siempre le añado gustosamente "de mierda".

    Saludos cordiales maestro.

    ResponderEliminar
  7. EL REY VIUDO
    No sé en Paraguay cómo estaís de calidad de profesorado pero seguro que mil veces mejor que el existente en esta década en España.

    ResponderEliminar
  8. DAMS
    En muy malas manos se hallan nuestros niños, y con la agravante de que quieren convertirlos en chinitos de batallón ( no de botellón, que también), en pobres tipos que sin compañía se pierden hasta en dentro de un ascensor.

    ResponderEliminar
  9. SEÑOR OGRO
    Tal como comentas ya hace tiempo que llevan adoctrinando en sectarismos a los niños, y en Territorio Sioux hace muchos años que se denunció que en las Ikastolas era costumbre colocar una mochila llena de piedras en la espalda a los infantes que, durante los recreos, soltaran alguna palabra en castellano.

    ResponderEliminar
  10. ISRA
    Sin ninguna duda, sucede lo que comentas : a los niños cuando salen del cole hay que DESINTOXICARLOS.
    Los pobres van a crecer con una empanada monumental si los padres no se preocupan de saber qué es lo que les enseñan en el día a día.

    He comprobado que a los profes lo que más les molesta es que te acerques al cole en horario lectivo a ver a los niños ni aún en el recreo. Les aterroriza ser observados en sus actuaciones con los niños.
    Y yo acostumbro a hacerlo con mis nietos ( 4 y 3 años), de vez en cuando, y observo las caras de mala leche corporativa que ponen todas ellas a nivel individual cuando me ven, que suele ser seguido de "aquí no se puede estar hasta que los niños terminen el horario", aunque te estés fumando un cigarrillo en el parking.

    ResponderEliminar
  11. ROMANCE DE ABENÁMAR

    "¡Abenámar, Abenámar,
    moro de la morería,
    el día que tú naciste
    grandes señales había!
    Estaba la mar en calma,
    la luna estaba crecida:
    Moro que en tal signo nace
    no debe decir mentira."
    Allí respondiera el moro,
    bien oiréis lo que decía:
    "Yo te lo diré, señor,
    aunque me cueste la vida,
    porque soy hijo de un moro
    y una cristiana cautiva;
    siendo yo niño y muchacho,
    mi madre me lo decía:
    que mentira no dijese,
    que era grande villanía:
    por tanto, pregunta, rey,
    que la verdad te diría."
    "Yo te agradezco, Abenámar
    aquesa tu cortesía.
    ¿Qué castillos son aquéllos?
    ¡Altos son y relucían! "El Alhambra era, señor,
    y la otra la Mezquita;
    los otros los Alixares,
    labrados a maravilla.
    El moro que los labraba
    cien doblas cobraba al día,
    y el día que no los labra,
    otras tantas se perdía.
    El otro es Generalife,
    huerta que par no tenía;
    el otro Torres Bermejas,
    castillo de gran valía."
    Allí habló el rey don Juan,
    bien oiréis lo que decía:
    "Si tú quisieses, Granada,
    contigo me casaría;
    daréte en arras y dote
    a Córdoba y Sevilla."
    "Casada soy, rey don Juan,
    casada soy, que no viuda;
    el moro que a mí me tiene
    muy grande bien me quería."

    Anónimo del siglo XV.

    Ni anónimo ni nada, esto está escrito, sin duda, por un asqueroso facha de la época.

    ¡Vivir para ver!.

    ResponderEliminar
  12. Isra apunta un añadido y tiene toda la razón para hacerlo, por lo que yo añado estas letras escritas por el Académico:
    "toda esa compleja tradición y toda esa memoria"

    Aprovecho pues esta última frase, para recordarle a Don Arturo que la expresión o palabro "moromierda", (con o sin guión de separación), también está presente en nuestro vocabulario popular así como en nuestra memoria.

    Sería de agradecer que el insigne Académico (si es que verdaderamente desea mojarse), presentara ante la R.A.E. la correspondiente ponencia para añadir al diccionario tal expresión o palabra.

    Aunque ya se sabe que una cosa es escribir un artículo más o menos punzante en un dominical, y otra muy distinta entrar a degüello a la hora de presentar una ponencia. Los Académicos y escritores de renombre acostumbran a cogérsela con papel de fumar por aquello del prestigio y "el qué dirán".

    Y es que una vez logrado el prestigio, la pela es la pela, Eminencia.

    ResponderEliminar
  13. Los nuevos progres dirán los que quieran de Reverte, pero tienen más razón que un santo. Moro es y moro se quedara. Firmo y refirmo el comentario de Isra, vaya país que tenemos que decir que los moros conquistaron España durante 8 siglos es políticamente incorrecto. Y en mi casa, y a mis hijos, lo siento mucho (en realidad no lo siento, pero queda bonito), pero aquí en Calahorra, todos son moros, y sin son pequeños, moritos; en femenino moras y moritas, y si le ponemos una erre más, pues nos sale morritos con lo cual queda al descubierto que Pajin es la culpable. Después de esta chorrada de la Pajin, estoy deseando que mi hijo de clases de historia, que me parece que cuando llegue a casa va a tener ración de historia verdadera.

    ResponderEliminar
  14. DON CARLOSCC
    Qué bonito y qué propio para la ocasión. Que el ABENÁMAR se dé una vuelta, otra vez, por estas tierras a correr a leches a todos esos y esas profesores y profesoras ( otra de las jilipolleces inventadas contra la Gramática por esta panda de analfabetos plenos de soberbia) que ni saben que Granada, Córdoba y Sevilla son fruto de la morería.

    Parece, según creerán los progre-mierdas, que en el siglo XV había mucho facha amigo de Franco, porque tampoco saben cuándo era eso del siglo XV.

    ResponderEliminar
  15. SEÑOR DE VALERO
    Dado que el académico Arturo es miembro de nuestra Cofradía de la Ilustración, le haremos saber lo que vos solicita. Y a buen seguro, y no por inmodestia, sospecho que sigue los avatares de estos nuestros blogs, los únicos que aún mantienen el sentido de la independencia, con cultura rezumando en cada comentario, y seguidores de los principios más elementales del liberalismo de calidad de 24 kilates y pureza 100%.

    ResponderEliminar
  16. JAVIER POL
    Asombrado me dejas pues te creía en tierras isleñas y hablas de nuevo de tu Calahorra riojano.

    Pues, sí señor, son moros, moritos y moritas y algunos, además, como dicen Isra y De Valero, con su añadido.

    ResponderEliminar
  17. Por todos es conocido que desde que entro este Gobierno ha cambiado radicalmente la manera de llamar a las cosas. Yo por mi parte tengo la intención de seguir llamando a las cosas por su nombre. Por poner un ejemplo, yo seguiré llamando a Rubalcaba hijo de puta, al igual que lo llamó el padre de una de las víctimas de la banda de asesinos con la que el negocia y con los que toman cafés miembros de su partido.
    Lo dicho, hijo de puta.
    Saludos

    ResponderEliminar
  18. CABALLERO ZP
    Y los hay más, muchos más, merecedores de aplicar el castellano correcto de toda la vida. Los hijos de puta que ha enviado Pachi el Duce a negociar con batasunos, entre ellos su segundo de a bordo llamado Pastor.

    ResponderEliminar
  19. Desde luego, cuando los tontucos analfabetos, no tienen nada que hacer, se dedican a revisar la historia para tratar de enmendarla a su gusto y conveniencia, y esta estupidez de hablar y hacer lo políticamente correcto para no levantar suspicacias, y lo ofender a los que vienen de fuera, y menos si son magrebies, ya se pasa de castaño oscuro, joder¡¡, señores que hemos tenido 800 años de dominación de esta gente, coño¡¡, ya esta bien¡¡, pues en todos los pueblos y ciudades de Ex-paña, hay nombres que nos lo recuerdan; como dice Dñª.Elena:""Habría que cambiar hasta el nombre de algunas calles cordobesas además de algunas expresiones como éstas.
    En Córdoba hay una calle que se llama "Calle Morerías", otra "Calle Moriscos", lo mismo que otra que se llama "Calle Judíos", y no pasa nada"".Pues bien, en Madrid, tenemos una toponimia en el nombre de las calles muy variado, por ejemplo, también tenemos una calle de la morería, una plaza puerta de moros, porque en su día fue una de las puertas de entrada a Madrid, una parte de muralla medieval, y eso precisamente es lo que enriquece las ciudades, a los ciudadanos y a la cultura de cualquier país que se precie.ya basta de gilipolleces y llamemos a las cosas por su nombre, porque cuando alguien va a Córdoba a ver la Mezquita, le importa un huevo como se denomine a los habitantes que la construyeron, lo que quiere ver es el monumento en si, la construcción, la cultura que trasmite, en fin quiere ver algo que ha sido realizado por antepasados que supieron imprimir su cultura en todo lo que hacían, con hombres sabios como Maimonides,Averroes, cuya obra ha pasado hasta nuestros días por la importancia de sus autores, no por como se llamaban.Así que dejemonos de tonterías y ""al pan, pan, y al moro, moro"".
    Un saludo

    ResponderEliminar
  20. DON MANUEL
    Todo es cuestión de formación académica. Y porque no se atreven a meterse en más zarandajas ya que si lo hicieran terminariamos hablando como los de las de las Hurdes de principios de siglo XX.

    Y la RAE estaría de sobra y sería clausurada.

    Estas generaciones de profesores tienen muchísimos menos conocimientos escolares que nosotros cuando teniamos doce años.

    Y si hablamos de los políticos, aparte de causar tristeza su nivel educativo, nos encontramos con una mayoría que cree que las Navas de Tolosa eran barcos del pueblo guipuzcoano de las alubias negras con sacramentos y los carnavales.

    "Probe" futuro de país.

    ResponderEliminar
  21. ¡Moro, negro, viejo, paralítico, marica...! Subsahariano, de color, minusválido, opción alternativa...

    ¡Caca, pis, culo, pedo..!

    No si al final tendremos que educar a nuestros hijos al revés y decirles ¡No se dice subsahariano..caca!

    La cuestión es mutilar el idioma quitándole matices imprescindibles y palabras clave para sustituirlas por otras descafeinadas. La neolengua de Orwell ya forma parte del Sistema.

    ResponderEliminar
  22. DOÑA CANDELA
    La NEOLENGUA de Orwell está en pleno apogeo.

    Tanto Quevedo como Cervantes o Cela y Perez Reverte llaman y llamamos a los hijos de puta de esa directa forma : hijos de puta.

    Dejar de decir moro o negrito o indito no les cambia en nada la estima del prójimo hacia ellos.

    ResponderEliminar