Léanlo :
Pasé mi infancia en el barrio de Chamberí. Mi adolescencia, en el barrio de Salamanca. O sea, buena combinación, creo. Ya mayor, volví a mi tierra —el Reino Unido— y me hice diputado. En Gran Bretaña existe la buena costumbre de que, más o menos cada semana, los diputados regresan a su distrito y reciben uno a uno a aquellos de sus electores que acuden con problemas personales, sugerencias e incluso solo para quejarse.
Pues bien, una de las primeras personas a las que recibió este diputado de Chamberí y aficionado taurino era una señora con la que la conversación fue más o menos así:
Es que es mi abuela.
¿Qué le pasa?
No, es que se ha ido.
¿Adónde?
No, es que ya no vuelve.
Ah, entiendo, se ha mudado.
No. No. Se la han llevado.
¡Cómo! (Yo ya preocupado, pensando que estaría en la cárcel o algo así.)
No. Se la han llevado al otro lado. Ya no vuelve nunca más.
Ah. Se ha muerto.
Pues... Pues sí, sí, si quiere usted decirlo así.
En España, cualquier persona normal diría "mi abuela ha muerto". En el Reino Unido la gente emplea cualquier eufemismo con tal de no pronunciar esa palabra tan contundente.
Quizá lo más importante de la vida sea la muerte. Lo que diferencia al ser humano del resto de la creación es que sabemos que vamos caminando hacia ella.
La Fiesta de los Toros nos obliga a pensar en la muerte y en la Humanidad.
El separatismo hay que rechazarlo por muchas razones políticas, entre ellas porque supondría la salida de nuestras patrias chicas de la Unión Europea. En mi país nuestros separatistas han querido adueñarse, sin éxito, de nuestras tradiciones culturales.
En España la Fiesta Nacional es mucho más que una tradición cultural. Es punta de lanza contra la dominación de mi cultura sajona sobre el resto del universo, cosa que no conviene ni al mundo, ni a España, ni a Inglaterra ni a Estados Unidos. ¡Ni a Cataluña!
Tristán Garel Jones
(fue ministro de Estado en el foreign office)
NOTA DEL BLOGUERO
Personalmente no me gustan las corridas de toros, pero tampoco los conciertos de los rockeros y parecidos, o los bailes regionales, pero nunca seré partidario de prohibir nada de nada, salvo la existencia de políticos analfabetos.
palurdos anti igual ezquerros
Javier, espectacular crítica la tuya.
ResponderEliminarNo puedo opinar al respecto, pues por un lado pienso en los toros, y por el otro pienso que las tradiciones son lo único que nos mantiene la nacionalidad, de no ser así seríamos todos estadounidenses...
Siempre,cuando escribo, esta mi tereré al lado.
Un saludo
Es que abrir el melón de las prohibiciones es un lujo que ninguna sociedad democrática se puede permitir. No sabes cómo puede acabar. Por esta regla de tres, hay tantas cosas potencialmente prohibibles... Seguro que si cualquiera de vosotros lo pensáis detenidamente, encontraréis, en vuestro día a día más de un ejemplo.
ResponderEliminarMATHIAS, REY VIUDO DE ESPAÑA
ResponderEliminarBonito alias.
Tienes razón : las tradiciones culturales, sean las de comer sopas ajo o beber de una bota de cuero vino que mancha las camisas y los calzoncillos, es lo que hace que tengamos elementos comunes que nos enriquecen como portadores de unas determinadas costumbres.
Cosa más tonta que beber, a media tarde, una taza de agua hirviendo mezclada con una hierba llamada té, y sin embargo esa tradición distingue a un british de un alemán o de un zulú.
Como bien dices, comiendo perritos calientes, hamburguesas, vistiendo pantalones de loneta y zapatillas de balocesto, estamos copiando la cultura de los estadounidenses.
Afortunadamente, aún tenemos que los gabachos se pirran por un anisete verde llamado Pernod, y los españoles por el tintorro.
INISFREE
ResponderEliminarEn el mayo francés del 68 el eslogan era PROHIBIDO PROHIBIR, con mucha sensatez ya que las prohibiciones son inherentes a espíritus totalitarios.
Puestos a prohibir, afición muy desarrolada en los socialistas de toda la vida, podrían empezar por hacerlo con todas aquellas manifas que son ostentación de un momentaneo estallido de euforia como cuando gana un equipo de futbol y llenan las calles de latas vacias de cervezas, o los maricones y mariconas, o las caravanas publicitarias electorales.
Y, por ser un tóxico neuronal, debiera o debiese de estar prohibido comer butifarra.
Queridìsimo maese Tellagorri, un ejemplo màs de cuàn estupido ha sido la violaciòn de la democracia que se ha llevado a cabo en el Parlamento Catalufo...todo, pese a los que abolicionistas y naturalistas engañados quieran pensar, ha sido llevado a cabo desde el odio y el racismo ante los español del fascismo-catalanista charnego y no por amor a los animalitos...si los toros hubiesen sido prohinidos por el Estado Español (como aquellos catetos llaman a la piel de toro), el Parlamento Catalufo habrìa votado por implantarlos de nuevo, vamos hacer siempre aquello que vaya contra lo español...como hablabamos ayer, estamos llegando a un punto de no retorno parecido al de 1936 con catalufos y socilaistas destruyendo España, parece que algo gordo se esta acecando, y esperemos que no huela a guerra...
ResponderEliminar...por cierto ayer leì màs estupideces catalufas:
1. El Ayuntamiento de Barcelona multarà a todos aquellos taxistas que tras la victoria en el mundial pusieron una banderita española en la antena de la radio.
2. El Parlamento Catalufo rechaza hacer un homenaje a los futbolistas catalanes que ganaron el mundial (Puyol, Xavi, etc) opr considerarlos traidores al catalanismo-fascista charnego.
3. El Parlamento Catalufo prohibirà la venta de muñecas flamencas en las tiendas de "souvenirs" por atentar contra el catalanismo.
...en fin, se necesitarìa un buen numero de tropas entrando por la frontera aragonesa para poner en orden a todos esos charnegos que al paso de la marcha militar gritarìan vivas al rey y a la patria como ya hizo don Juan José de Austria allà por 1652.
Saludos.
CAROLVS
ResponderEliminarLo que cuentas de los catalufos no extraña ya a nadie porque hacer tonterías es de tontos, y majaderías de majaderos.
Y, como bien resaltas, esos ezquerros multadores son en un 98% CHARNEGOS de origen extremeño. Con algún andaluz desnortado mezclado entre ellos.
El problema de los extremeños es que mentalmente están aún en el siglo XIX, y viven y actuán como los negros americanos esclavos que querían salir de la esclavitud. Los Malcon X del siglo XX en New York abogando por el exterminio del hombre blanco es lo más parecido a estos extremeños catalanizados que aspiran a destruír lo que ellos creen es la causa de sus siglos de servilismo a señoritos finqueros.
Y digo yo, ¿porque los ecolojetas no piden la abolición de los aizkolaris para defender el bosque vasco?..
ResponderEliminarPor comentar vamos _:-]
Asì es, el extremeño charnego catalufo se ha convertido a un racismo ofensivo para el resto del pueblo español, los hijo de la generaciòn inmigrantes y algunos todavìa inmigrantes quieren vengar las humillaciones sufridas por el catalàn auténtico en tiempos pretéritos...de momento ya se han hecho con el poder y desde ahì quieren demostrar que son màs catalanes que la Virgen de Monserrat comiendose una butifarra con la diestra y un patumaka con siniestra...en fin...estamos asistiendo a la dsmembraciòn patria, de esas España de los mil años, de esas España que orgulloso hacia ondear sus banderas por los campos de batalla y de la que ya no nos va a quedar màs que Madrid y sus alrededores...
ResponderEliminarSaludosò
SEÑOR OGRO
ResponderEliminarApoyo tu solititud de que se se prohiban las pruebas de AITZKOLARIS, de Carneros, de Arrastre de Piedra, etc. por los daños a bosques y animales.
Y, especialmente, que prohiban el chustu y el tamboril porque producen el sonido más triste existente. Exactamente parecido al sonido duerme vacas de la SARDANA.
CAROLVS
ResponderEliminarAl final quedarán como España las dos CASTILLAS.
De todo me quedo con lo de la sana costumbre de escuchar a sus votantes una vez a la semana, aquí llevan sin escuchar a la gente estos impresentables 30 años.
ResponderEliminarA pesar del ascazo que me dan las chanclas y los que las llevan no las prohibiría, cada cual es libre de hacer el ridículo si le viene en gana, salvo que alguna de esas uñas sobrenaturales me produjese algún daño.
Y de todo esto me quedo con la portada de El Mundo, brillante (y, lógicamente, no han tardado ni cero coma en sentirse aludidos)
Nos quieren imponer el pensamiento único y un único pensamiento.
ResponderEliminarNo soy aficionado a los toros, tampoco me molestan, pero no son los políticos quiénes para moldear nuestros gustos y nuestras aficiones.
Cualquier día de estos sale uno por ahí diciendo que Wagner es nazi y nos prohiben escuchar su música. Estos son así.
Ya se sabe, ampliación de derechos y libertades.
Lo único que me gusta, incluso me emociona, del espectáculo taurino, es cuando algún morlaco ensarta en su pitón al "diestro" y le destripa. Entoces me digo...!Coño! !Por una vez hay justicia!...Otra cosa sería enfrentarse al astado en igualdad de condiciones. Como hacen los Watussis cuando se enfrentan a un león para ser considerados hombres en su tribu. Colmillos y zarpas contra lanza. !Ahí es na!, que diria el castizo. !Pero lo de aqui!...!No me jodais!...que entre puyazos, banderillas y engaños, dejan al toro para el arrastre antes de estoquearlo. Un fraude, ya digo. Los únicos toreros que han mantenido una cierta dignidad, son aquellos que cayeron en el ruedo...Los demás, puro folclore. Andan entre orejas, rabos de los toros, cuando no, de los apoderados y las bragas de algunas viciosas espectadoras. Parece que lo de las lentejuelas, con el rojo de la sangre de los toros, forman un coktail irrefrenable para algunos miembros y miembras...Todos sin excepción, de nula talla humanista que dejan entrever su escasa condición evolutiva. Dicho esto, me cago en todos los que les privan ese derecho. Hasta para ser necios se precisa de la libertad. Si no, no lo serían...serían otra cosa y eso si que no. El necio lo es por necedad y los nacionalistas nos los quieren endosar por decreto ley por la via del Parlament... !Serán capullos!
ResponderEliminarISRA
ResponderEliminarParece de extraterrestres que un diputado dedique un día a la semana a escuchar a SUS VOTANTES.
En la Portada de El Mundo he visto quea PLACIDO DOMINGO lo llamaron "torero", "torero" y dió unos pases de toreo con su capa.
No sé si te refieres a eso.
APIRANTE
ResponderEliminarNo solo a Wagner, éstos son capaces de prohibir a Mozart y a Plácido Domingo. Lo suyo es prohibir. Pero esa actitud es propia siempre de aldeanismo y palurdez.
CHARNE
ResponderEliminarPor lo que describes de lo que es una corrida, es por lo que no me han gustado nunca. El "probe" toro llega a la muleta hecho un ecce homo.
Pero por mí como si quieren poner las corridas todos los días del año en todos los sitios. Allá cada aficionado y sus aficiones.
Peor es bailar y ver bailar la SARDANA.
D. Javier, permitame que personalice; cuando cumpli los 18 añitos (quien los pillara), mi padre, hombre aficionado a los toros, en vez de ponerme de largo y presentarme en sociedad, se le ocurrio alagarme invitandome a una corrida de toros; pues bien, el dia de marras, con un calor importante, nos presentamos en la plaza de las Ventas, y despues de enseñar nuestros tikets,el acomodador, nos sento en un tentido bajo de sol, pues bien, despues de la parafernalia de la presentación de los toreros, regar la plaza un poco,y fumarme un cigarro esperando la salida del primer toro, toro iba bien, incluso pedi unas cervezas para refrescarme; hasta que salio el primer morlaco, todo bien, despues de los primeros pases, llego el turno de banderillas,bueno, muy festivo, luego el turno del picador, eso ya me parecio un poco fuerte, y despues de unos cuantos capotazos el toro paso por debajo del sitio que teniamos asignado, y me quede mirando a aquel pobre animal sangrando a borbotones por el lomo, debido a la picada y las banderillas, y algo dentro de mi se rompio, viendo brotar toda a aquella sangre, y dio la casualidad, que el torero de turno, entro a matar justamente debajo de nosostros, y aquello acabo de revolverme, tuve que salidarme de la andanada donde estabamos y esperar a que finalizara la corrida, no lo pude evitar, al final, tuve que potar, y cuando mis padres salieron y verme palido,y con mal cuerpo, mi padre dijo "esto no es para ti".Pues bien, desde entonces no me gusta la llamada fiesta nacional, pero, jamas, y lo digo bien alto, jamas las prohibiria, como no prohibiria nada que a mi no me guste, excepto la estupidez, esa no la aguanto; y quiero recordar unos versos, creo que son de Bertol Brech, cuando dijo aquello de: "vinieron a por los intelectuales, y nadie hizo nada, vinieron a por los socialistas, y tampoco nadie hizo nada, luego vinieron a por los judios, y tampoco nadie hizo nada, despues, vinieron a por los comunistas, y nadie se movio, por ultimo, vinieron a por mi, y no habia nadie para hacer algo""; y por ultimo, los que vivimos las épocas de prohibiciones del abuelo, esta deriva que estan tomando los socialnazionalistas, nos parece absurda, y nos remonta a tiempos que creiamos pasados, pero por desgracia, la historia se repite.
ResponderEliminarY por ultimo, quisiera terminaqr con una frase de José Marti: ""Pues no tiene la capacidad de gobernar con justicia, y no debe gobernar el que no tiene la capacidad de convencer""
Un saludo
No, era una foto de Carod y Montilla con el titular
ResponderEliminarGANARON LOS ANIMALES
perdon por la falta garrafal: halagarme, cosas de escribir sin mirar
ResponderEliminarDON MANUEL
ResponderEliminarBuen estreno de tauromaquia la de Ud. Más o menos a mí me sucedió algo parecido en la plaza de Vitoria y en fiestas de la Blanca, cuand tenía 18 años y fuí invitado a ir a aquella ciudad a casa de un compañero y amigo de Universidad.
Creo que toreaban Dominguin y un par de toreros más de moda en aquel entonces. No he vuelto a ir a una plaza de toros ni he mirado jamás una corrida en la Tv.
Ambos estamos de acuerdo en que, a pesar de nuestras experiencias, jamás se debe de PROHIBIR NADA.
Bastantes prohibiciones tuvimos con Franquito y su brazo ejecutor la Santa Madre Iglesia española.
Este va a ser el trauma Javier, que estos pelagatos lo que en realidad quieren es ser como Franco, con el INRI de que Franco era un dictador y estos van de progre-democráticos.
ResponderEliminarEstos, que se las dan de luchadores por las libertades (desde los despachos se suda un monton), lo único que buscan es poder y dinero. No les importan los toros, corren que vuelan tras sus miserables espectativas de ser jefecillos de algo. España les viene grande y ¡zas!, la trocean. Hoy la excusa es el toro, mañana será otra.
CANDELA
ResponderEliminarSí, todo lo que dices es cierto, pero es que además hay que añadirle algo : son tan palurdos y aldeanos que ante la totalidad de España se sienten como tales, y necesitan ser los jefes de un cotarro más pequeño en donde ellos puedan sentirse señoritos e inquisidores, copiando a los antiguos señores feudales.
Estimado D.Javier: Interesantísimo artículo.
ResponderEliminarMi opinión, y sin la menor intención de ofender a ningún catalán es que la hipocresía ha ganado en Cataluña...
Y es que el Inglés lo ha explicado muy bien.