12 mayo 2009

El antijudaismo


El sentimiento ANTIJUDÍO es anterior al nacimiento de España como nación.
En la época romana estaban prohibidos los matrimonios entre hispanorromanos y judíos (cosa también prohibida por la ley judía), y la prohibición no quedó ahí, decretándose diversas limitaciones para estos últimos: no podían desempeñar cargos públicos; se les autorizaba a reparar las sinagogas, pero no a construir nuevas.

Esa era la situación en los momentos en que el imperio se desplomó.

Llegaron los visigodos y, desde el primer momento, Alarico II publicó en el 506 un código de leyes (el Breviarium Alaricianum) que endureció las restricciones: judío que convirtiese al judaísmo a un cristiano, fuese libre o esclavo, sería reo de muerte.


La legislación claramente se orientaba a evitar el proselitismo. En el año 589, durante el III Concilio Toledano, Recaredo da un paso importantísimo: abjura del arrianismo y se convierte al catolicismo (en realidad, la conversión habría ocurrido unos dos años antes, bautizándose en secreto).
Nace así el estado católico visigodo, y a partir de ese momento, sobre todo en el 613, por las disposiciones de Sisebuto, los JUDIOS son excluidos del conjunto de la sociedad, convirtiéndose en perseguidos.


Y si algunos de sus sucesores mostraron alguna tolerancia, no tardarían en venir otros que apretaron cada vez más: Recesvinto y Chintila fueron más lejos, intentando eliminar el judaísmo de raíz.
Bajo este último, en el 654, se arrancó una profesión de fe a los judíos toledanos, a quienes se impuso bautismo forzoso, comprometiéndolos así a que ni ellos ni sus mujeres e hijos tendrían trato con judíos no bautizados.


No practicarían la circuncisión, no celebrarían el sábado, la Pascua ni otras fiestas del rito judío; y aunque no les gustase, deberían comer carne de cerdo.

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La Anti-Defamation League (ADL), de Nueva York, realiza una encuesta en cinco países (octubre 2002) sobre las actitudes hacia los judíos.


Los países son: Suiza, España, Holanda, Italia y Austria. Son once enunciados antijudíos (la encuesta los denomina antisemíticos).

En casi todos los enunciados, los españoles son los más antijudíos y los holandeses los que menos.

Tradicionalmente, el antijudaísmo era un rasgo de la derecha, de las clases conservadoras, quizá por aquel argumento tan peregrino de que “los judíos mataron a Jesucristo”.

La realidad es que Jesucristo y todos sus seguidores eran judíos, pero esa realidad no cuenta para el prejuicio.

De todas formas, la situación actual es otra. El antijudaísmo básico es hoy más bien de izquierdas. La razón religiosa no cuenta. El asunto es esencialmente político. Se asocia a los judíos con el poder hegemónico de los Estados Unidos, sin pararse a pensar mucho en los muchos episodios de discriminación que los judíos han podido padecer en esa sociedad.

Según el sociólogo Amando de Miguel, la corriente del prejuicio se nutre de tres fuentes: la ignorancia, el temor a la diferencia y el resentimiento.


El ignorante rellena con estereotipos (la sabiduría popular) los huecos de lo que desconoce. Se teme a la persona que no es como uno porque puede ser un hipotético agresor o simplemente alguien a quien no se le entiende.


Ese extraño o lejano puede inspirar resentimiento, una especie de envidia rencorosa, cuando se le ve con poder o cualquier otra forma de preeminencia. Quizá el prejuicio contra los judíos beba de esas tres fuentes. Y se le ha caricaturizado como en la imagen de abajo que es una pintura de Chagall.

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6 comentarios:

  1. Si gastasen tanto tiempo y dinero como el que desperdician criticando y desprestigiando a los judíos, en denunciar y perseguir a los islamistas mejor nos iría a todos.

    Presuponer que unos ignorantes como nuestros izquierdosos "saben" por qué les odian es una poquito aventurado por su parte.

    Su anterior post muy ilustrativo (ya decía yo que siempre me habían parecido igual de "salerosos" los ingleses y los alemanes).

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  2. Gracias, ISRA, por tu comentario y coincido contigo en el juicio de que los izmierdosos son antijudios sin siquiera saber el porqué. Entra dentro del código de principios del carnet.

    Sí, ni los unos ni los otros son nada "salados", pero son igualmente crueles cuando aplican sus criterios con gentes ajenas (colonias y no arios).

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  3. Pues en esto no solamente participa la izquierda, estoy hasta el pelo ya de un bloguero que no me deja y que no hace más que ver sionismo por todas partes cuando yo hablo.
    Afortunadamente los matrimonios mixtos hoy en día deja la puerta abierta para compartir fe y tradiciones sin que dos personas dejen de amarse y tenga que armarse la marimorena en dos comunidades distíntas. Siempre habrá quién llame a anatema, pero hoy en día se le puede hacer un corte de mangas a quiénes digan estupideces que nos lleven a siglos pasados.
    Es más cuando dos de credo distínto -salvo las excepciones que todos sabemos- se enlazan, suele compartirse mejor las ideas y conocerse más en profundidad ambas creencias, yo diría que con mucho más respeto.

    Precioso tu post Javier. ;)

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  4. Querido Tellagorri jauna,

    Te doy un 11 sobre 10 por este post.

    Bravo.

    Tuyo,

    Trueno

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  5. ELEONORA, TRUENO y CARTAS MARRUECAS = muy agradecido por vuestros amistosos elogios, más por amistad que por calidad de mis escritos.

    Muy cordiales saludos a todos

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