Basta con asomarse a la ventana y contemplar el paisaje. La corrupción y la ineficacia marcan las coordenadas de la vida nacional y, mientras unos españoles luchan irracionalmente para no serlo, no faltan tontosdelhaba dispuestos a reírle las gracias a sus respectivos jefes de fila y quitarle importancia a una situación lamentable.
Siempre nos ha gustado a los hispanos "moralizar" sobre los modos de actuar del otro, del vecino, para nunca jamás tratar de remediar lo que tanto nos gusta moralizar, pero es que ahorita mismo España es la copia de aquella que Quevedo, Cervantes, etc. nos pintaban de pícaros y ladrones, con la diferencia de que entonces aún llegaba el oro de los galeones de América.
Este obsceno baile de intermediarios desahogados y monterillas trincones que desfilan por los telediarios protestando su presunción de inocencia forma parte de un retrato de época que se ha quedado viejo en pocos meses.
Son fantasmas del tiempo del dinero fácil y la pólvora del rey, la vida muelle al amparo del poder local y regional, los regalos de lujo y los cohechos alegres, una época tan reciente que su recuerdo irrita por contraste con esta angustia cotidiana que forma colas en los comedores de caridad.
Las mujeres de los corruptos, habituales testaferros de sus entramados fiduciarios, acuden a los juzgados sin maquillar para aparentar una aflicción circunspecta, mientras en las joyerías de empeño se ve a viudas muy dignamente arregladas que llevan las alhajas de la familia en una bolsita de terciopelo.
El dinero que falta en las economías cotidianas se evaporó por alambicados túneles de ingeniería financiera; ahora ni siquiera cabe el consuelo moral de las cuerdas de presos ni de las ruinas de los poderosos, porque cada quiebra de un rico arrastra los cascotes del desplome del empleo.
Tellagorri
trincones,malandrines
Pues si te paseas por sus páginas, descubren que están absolutamente convencidos de no haber roto un plato, de que la corrupción es consustancial a la derecha, y que la izquierda sigue, como la virgen María, "sin pecado concebida" y sin conocer varón.
ResponderEliminarSí, CARTAS MARRUECAS. Y lo mismo les pasa a los nacionalistas.
ResponderEliminarY es debido a que ambos (socialistas y nacionalistas) tienen el profundo convencimiento de que todo lo público les PERTENECE abintestato, por resolución de Moisés o del hermano de Adan.
Nuestros socialistas son señoritos de yate y escopeta, han sabido buscar su bién a costa de defender, supuestamente, a los trabajadores, ¿no os hace grácia?
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