04 febrero 2009

HIMNOS, BANDERAS y MEDICOS



Los escolares británicos aprenden que su bandera es el resultado de la fusión de las enseñas de Inglaterra y de Escocia y que fue adoptada por el Reino Unido a comienzos del siglo XVIII.

Los alumnos franceses explican sin vacilar que el color blanco de la bandera de la República, creada en la Revolución, es un legado de la monarquía y hasta los chavales irlandeses saben que la suya funde los colores de los orangistas y de los nacionalistas desde la época de Wolfe.

Por el contrario, no hay un estudiante español que no crea que la bandera de su país la inventó Franco e incluso muchos adultos están convencidos de que es el resultado de una modificación perversa de la enseña tricolor republicana y les causa estupor enterarse de que sucedió justamente al revés.

En el País Vasco, por ejemplo, los nacionalistas montan una escandalera cada doce de octubre con el pretexto de que España sigue celebrando el Día de la Raza (lo que es falso), pero silencian el hecho de que la denominación del himno oficial de la comunidad autónoma (que es el himno del PNV, compuesto por Sabino Arana Goiri), sea una imposición estilo franquista y exaltadora de "la raza", o sea, Himno de la Raza Vasca.

Quien se halle verdaderamente enfermo que no acuda a centros médicos públicos del País Vasco pues corre peligro de morirse y aprendiendo unas cuentas frases en vascuence.

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Saber euskera supone 17 puntos en la estimación de méritos para optar a una plaza de médico. Esto supera a los cinco puntos puntos que se otorgan por el conocimientos de tres idiomas, como inglés, francés y alemán.

También existe un gran contraste con los seis puntos que se conceden por un doctorado ‘cum laude’ o los 3,5 puntos que acreditan el haber impartido diez ponencias internacionales, lo que pone de manifiesto la importancia del euskera frente a los méritos científicos y académicos.

Para una persona que se presente a una plaza de oposición de enfermería en Euskadi, una experiencia profesional de cinco años le sumará 10,80 puntos, un master universitario oficial tres puntos y la publicación de dos trabajos científicos dos puntos.

Todos estos méritos se alejan bastante de los 17 puntos con que se valora el conocimiento del euskera para acceder a un puesto de enfermerería.

El señor Ibarreche y toda su ‘prole’ ¿acudiran a medicos con un buen nivel de euskera?

Lo más probable es que vayan a centros de Burgos o Madrid cada vez que un familiar coja una gripe, al igual que sus "compas" de Sabin Echea.



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3 comentarios:

  1. Está claro que en cualquier secta que se precia, lo que premia es la fidelidad y el grado de obediencia a la doctrina del gurú.
    Saludos

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  2. Cierto, CZP. Sólo que en el caso no es unicamente la lealtad a la secta lo que hay. Se trata de que, como en la Alemania de 1933 a 1941 se imponen unas condiciones laborales y mentales que, además de ser perjudiciales para la población, produce unos sectarios incapaces de darse cuenta que ese ambiente es totalmente fascista.

    A mí el uso y abuso de banderolas e himnos siempre me recuerda a los desfiles de las huestes de Musolini, de Hitler y de "revoluciones culturales" de Mao.

    No sé si el gentío de Castilla, Aragón, Andalucia o Levante está harto de oir siempre estas cosas y ya le da igual lo que suceda en territorio Sioux, o que desconoce este modo de vivir, pero sería conveniente y saludable que tomaran conciencia porque podría extenserse a ellos el problema y que un día despertaran con que para optar a ejercer la medicina o pretender ser azafata o abrir un comercio de botones e hilos tuvieran que examinarse de saber el idioma urdú o el sanghili.

    En el Mundo hay algo así como 25.000 idiomas hablados por unos cuantos y entre ellos están los de Vasconia, Galicia y Cataluña sin que a nadie interese usarlos salvo a los nazios que hacen bandera patriotica con ellos.

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  3. Es terrible el grado de inmersión nazionalista al que está sometida la sociedad vasca.
    Cualquier dia nos sorprenden con un documental a lo Leni Riefenstahl,e Ibarreche como Adolf Hitler.
    Aquellos documentales consistian, básicamente, en mostrar toda la maquinaria de desfiles nazis y en ver lo amaestrado y embobado que estaba un pueblo que soportaba sin inmutarse (e incluso con pasión) los discursos continuados de toda la cúpula dirigente del partido único, concluyendo con el maestro de ceremonias, Adolf Hitler.
    Como el Aberri Eguna,vamos...

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