Holanda sigue a la vanguardia de la defensa de la libertad en Europa y la denuncia del Islam.
Si Geert Wilders editaba hace unos meses un filme -Fitna- en el que denunciaba la realidad del Corán, ahora el político holandés de origen iraní y ex musulmán, Ehsan Jami, estrena la película ‘Entrevista con Mahoma’ en la que un actor caracterizado como el profeta habla sobre algunas cuestiones polémicas del Islám, como la situación de la mujer, poniendo en evidencia la realidad del Islam.
En el filme, que dura cerca de un cuarto de hora, se entrevista a un actor con una máscara de Mahoma que aborda temas como la situación de la mujer, los judíos o los apóstatas en el marco de esta fe religiosa.
En la entrevista, conducida por el mismo Jami, el supuesto Mahoma dice cosas que en la realidad son falsas como que las mujeres y los hombres son iguales, que se debe respetar a los judíos y que quienes abandonan la religión musulmana son libres de hacerlo.
En la producción han participado diferentes artistas, entre otros países de Pakistán o Irán, pero en las credenciales de la película solamente aparece el nombre de Jami, según este antiguo político laborista.
Para Jami su película no va contra el Islám, sino que es una creación ‘en pro de los derechos humanos’.
En una entrevista a la radio pública holandesa Radio 1, Jami explicó que con esta película opta ‘por las víctimas (…) por la gente en el mundo musulmán (…) que se encuentra presionada y en medio del barro’.
Jami aseguró que en su opinión la película ‘caerá bien entre la mayoría de los musulmanes’.
Jami es en la actualidad concejal independiente del ayuntamiento de Leidschendam-Voorburg (cerca de La Haya), donde empezó como político del Partido Laborista (PvdA).
En 2007 creó el movimiento crítico con el Islam ‘Comité Central de Ex-musulmanes’ y en varias ocasiones ha sufrido ataques y amenazas de muerte por sus declaraciones en contra de la religión musulmana.
El periodista CARLOS ALONSO explica la sustitución del periodismo por los blogeros :
TellagorriUna de las cosas que me llamó la atención del programa del último Congreso de Nuevo Periodismo era la mesa de Bloggers y Periodistas. Yo ya pensaba que era un debate zanjado y superado, que ya estábamos todos de acuerdo en lo fundamental: que un blogger no tiene por qué ser periodista, pero que se puede hacer periodismo perfectamente con un blog.
Que lo que importa no es la herramienta o el medio, y que el periodismo no es un producto, es un proceso. Que la participación de ciudadanos en la creación de información, lejos de dañar al periodismo, enriquece el panorama mediático. Yo desde luego lo tengo muy claro:
El periodismo ha perdido (si es que alguna vez lo tuvo) el monopolio, tanto de la producción como de la distribución de información. Informar es casi un derecho universal, y accesible a (prácticamente) todos.
Si lo que diferencia a periodistas e informadores es cierta cobertura legal que les protege de presiones e intimidaciones, la solución entonces no es restringir artificialmente la capacidad de informar sólo a los periodistas profesionales, sino ampliarla al resto de la ciudadanía.
Esa fue la batalla de Josh Wolf, blogger y activista que pasó 200 días en prisión por negarse a entregar los vídeos de una protesta anarquista a la policía. Su lucha fue reconocida por la Sociedad Americana de Periodistas Profesionales que le otorgó en 2006 el premio al periodista del año.
Una de las funciones principales del periodismo era la de gatekeeper (portero). Los periodistas gestionaban un recurso escaso: tiempo en radio y televisión, papel en el caso de la prensa, y decidían qué hechos noticiosos eran merecedores de cobertura.
En internet esta lógica tiene mucho menos sentido y cualquiera puede cubrir la necesidad de información de multitud de nichos o realidades diferentes de la mayoritaria. La misión del periodista por tanto cambia y ya no es tanto gatekeeper como comisario de información (comisario en un sentido museístico, de seleccionador y agregador).
El buen uso del enlace es una competencia comunicativa tan importante o más que la pirámide invertida.
Sin embargo, esta realidad de ciudadanos hiperconectados informando e informándose, saltándose la barrera de los medios tradicionales no implica que no siga existiendo demanda de información profesionalizada, especializada y de calidad. Lo que peligra es el modelo de negocio de los medios y su estructura, no el periodismo.
Quejarse de que la ciudadanía de alguna manera ‘invada’ nuestras competencias profesionales es no entender nada de lo que está sucediendo. Periodismo = medios, y lo que hay que hacer es explorar y trabajar para crear el periodismo profesional que esta nueva realidad necesita.
Devarios,algunos
Me alegra ver como alguna valiente planta cara al intocable Islam, aunque esto esté bastante lejos de darse en la sociedad española en la que vivimos.
ResponderEliminarEn referencia al periodismo y los blogs, es cierto que siempre nos han mirado con recelo, sobre todo en países como el nuestro en los que la información está totalmente controlada y dirigida.
Saludos