Las fantasmadas de Piparreche o alunados con poder

La ensoñación de Ibarreche de actuar como si fuera el jefe de Estado de una nación tiene un coste elevado para las arcas públicas. Importantes recursos económicos de los Presupuestos de la comunidad se detraen cada año con el fin de mantener la ficción de que el País Vasco tiene voz propia en el panorama internacional.

En sus dos mandatos, el presupuesto destinado a acción exterior ha experimentado un aumento del 178% y de una sola delegación en Bruselas se ha pasado a ocho, con la vista puesta ya en la apertura de una novena, cuya localización está por concretar.

Lo cual indica que al Gobierno vasco, a la hora de abrir una embajada por su cuenta, lo que menos le importa es dónde. El presupuesto para estas oficinas asciende este año a 14 millones de euros. El Gobierno vasco basa su derecho a mantener estas representaciones diplomáticas en una sentencia del Constitucional que falló a favor de la apertura de la oficina en Bruselas, argumentando que en la capital europea se toman decisiones que afectan al País Vasco.

Sin embargo, no está claro qué tipo de decisiones pueden justificar las oficinas vascas abiertas en Venezuela, México o Argentina. Este tipo de partidas presupuestarias -que suponen un abierto desafío al Estado- hacen muy difícil de entender el respaldo que el PSOE ha anunciado a las cuentas de Ibarreche. Los socialistas tendrán que dar muchas explicaciones sobre su apoyo a esta ficción de un País Vasco al margen de España.


Es cierto que el Piparreche prometió irse a casa (Llodio) en caso de que no pudiera celebrar su consulta, pero querer es poder. Es cierto también que Obamarretxe prometió convocar su referéndum ilegal "en ausencia de violencia", pero da igual también: porque "los vascos podemos". Ya sólo nos queda añadir a nuestro ADN la innovación y la internacionalización para tener presencia en el mundo -presencia "propia", claro.

Así que los vascos podemos presumir de un voluntarismo innato, que a buen seguro nos permitirá lograr todo aquello que se nos antoje, porque "querer es poder", porque "nosotros podemos, sí", porque éste es "un Pueblo en marcha" ( como no para de pregonar cada vez que abre la boca el piparreche) y además camina decidido hacia su autodeterminación nacional guiado por un vasco de puro pedigrí como Obamarretxe.

Increíble que en Europa haya soplacirios de este calibre, creyéndose como poco estar al frente de un país "potencia mundial", cuando todos los vascos, a los que nos desgobierna el Piparreche, podriamos caber en un hotel de los de la nomeklatura de Pekin. Todo el territorio de Vasconia o patatal denominado "Euskadi" no alcanza las dimensiones de la provincia de Badajoz.



Por Tellagorri

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