"Lluvia ácida" en Tianjin

Lluvia con espuma  (cianuro de sodio)

Aparte de usarse en minería para extraer oro y plata, el cianuro ha sido fórmula de sofisticados métodos de aniquilación humana. Se utilizó en las cámaras de gas que esperaban a los judíos en los campos de exterminio nazis, y también en las que recibían a los condenados a muerte en EEUU. Garantizaba una muerte rápida, aunque angustiosa: asfixia, seguida de una sensación de quemazón interna y ahogo que terminaba en coma.


Cuando cayeron las primeras gotas de lluvia sobre la zona portuaria de Tianjin, al norte de China, algunas personas también sintieron el escozor en la piel que causa el cianuro de sodio cuando entra en contacto con el agua y se hace gas. Ante la amenaza de que la lluvia extendiese la contaminación química provocada por las potentes explosiones del 12 de agosto en un almacén de la terminal de contenedores del puerto, las autoridades locales continuaban minimizando ante la prensa el riesgo de lluvia tóxica. De repente se formaron sospechosas burbujas blanquecinas que zigzagueaban entre los vehículos.
Ahora las autoridades chinas ya han confirmado que el almacén contenía hasta 3.000 toneladas de diferentes sustancias químicas peligrosas, entre ellas 700 toneladas del temido cianuro de sodio. Otras autoridades fueron más prudentes y recomendaron evitar todo contacto con el agua de lluvia. La pregunta que se hacían muchos habitantes de la Nueva Área de Binhai era hasta dónde podría llegar la contaminación provocada por la combustión de enormes cantidades de sustancias químicas y la filtración de cianuro en el sistema de aguas residuales.
Desde la Oficina de Control Medioambiental se confirmó la detección de cianuro en la zona de exclusión, con niveles elevados en al menos ocho puntos de control de aguas, y 356 veces superiores al umbral de tolerancia en uno de los sitios analizados.
Para las autoridades, no obstante, la situación estaba controlada. La desconfianza era latente y se palpaba en las redes sociales. La aparición de numerosos peces muertos a orillas del río Hai, después de las lluvias, visibilizó esa preocupación a través de los miles de internautas que compartieron las imágenes.
La catástrofe se ha cobrado cientos de vidas y ha dejado sin casa a miles de familias, pero también ha causado otras heridas que permanecerán abiertas.

(Información de A.Lopez)