El primero en descubrir el engaño fue Arturo, de 67 años, jubilado. El vecino de Las Herencias (700 habitantes, en Toledo) había tenido fondos de inversiones antes y sabía que cuando se suscribe este tipo de producto se recibe un informe mensual con el detalle de las cotizaciones.
-Mira, Félix, que a mí no me llega la carta con la información, -preguntaba el afectado, tímidamente al principio, a Félix Arroyo, 52 años, el director de la única sucursal bancaria del pueblo, de Caja Castilla-La Mancha, el hombre al que confiaban ciegamente sus ahorros los herencianos, tan ciegamente que algunos incluso le entregaban el fajo en efectivo y ni pedían la libreta que demostrara el ingreso.
-El correo está fatal. No te preocupes, que yo te lo arreglo, -fue su primera respuesta. Luego ampliaría el catálogo de excusas: "Están arreglando los ordenadores"; "ven mañana, que tengo una reunión"; "estoy en un curso en Toledo"; "espera, que el fondo está subiendo"; "te juro por mi hijo que de hoy no pasa"; "ahora mismo estoy apretando el botón para lo tuyo"...
Cuando a Arturo se le agotó la paciencia y montó en cólera, Félix se mostró ofendido: "A ver si vas a pensar que te estoy robando el dinero". Y así hasta que el 22 de febrero Arturo se dirigió a una oficina de la CCM en otra localidad y pidió que le miraran su fondo.
Nada. Ni rastro de la cuenta. No había existido nunca.
La voz corrió rápido por Las Herencias. Resultó que tampoco estaba la cuenta a plazo fijo del pintor del pueblo, ni la de varios agricultores y albañiles, ni la del repartidor y un montón de jubilados.
Se calcula que son medio centenar de vecinos y es probable que la suma supere los dos millones de euros: 100.000 ha perdido Arturo, 130.000 el pintor.
El caso de Félix Arroyo, casado, padre de un hijo de unos 10 años, se ha convertido en noticia habitual. Cada vez son más los directores o empleados de entidades bancarias que vacían las cuentas de sus clientes y se fugan con el dinero al Caribe.
No hay estadísticas policiales al respecto, pero se ha detectado, sólo en el último año, una decena de casos.
Los 10 casos que siguen suman un desfalco de, al menos, 22 millones de euros.
A Santiago Pelayo Sanmartín se le tenía por un hombre de costumbres fijas, tranquilo, esposo y padre de dos hijas, muy formal... No cabía esperar una cosa así de él. Pero el 9 de mayo de 2012 salió de trabajar de la entidad de La Caixa en Vilagarcía de Arosa (Pontevedra), donde se encargaba del cobro de morosos, y ya no regresó. Se le sitúa en Sudamerica, probablemente en Brasil, porque unos días después de su desaparición llamó a un hermano, sólo para decir que estaba vivo y colgar sin más explicación. Atrás dejó a mujer e hijas, un agujero en las cuentas de sus clientes de un millón de euros, y una multa que le pusieron el día de la fuga y que sirvió para que su socio en una promotora supiera que había comprado con dinero de la empresa un Lexus RX 400, del que, como de Santiago Pelayo, no se ha vuelto a saber.
No medió denuncia de la familia, pero los medios locales publicaron que también se llevó fondos de los suyos, incluso de su hermana, jueza en Vilagarcía.
Manuel Jesús Cortés Santana es el nombre que se esconde tras el apodo de Manolito el de Caja Rural, detenido en mayo (2012), tras un breve periodo huido en Alemania. Manolito se encuentra actualmente en libertad con cargos pendiente de un juicio en el que tendrá que responder por los 1,7 millones de euros que presuntamente extrajo de los depósitos de más de una treintena de sus clientes.
Manolito era empleado de Caja Rural en Ayamonte (Huelva) y siempre había exhibido un alto tren de vida, pero como tenía una inmobiliaria a nadie extrañó su enriquecimiento.
José Lorenzo Hernández, de 41 años, escribió una carta de despedida a sus hijos de 13 y 14 años en las que le decía que no estaba contento con su trabajo, que tenía dificultades económicas y que se marchaba a Sudamérica. Pensaba distraer así la atención de los agentes que seguían los pasos de este cajero de una sucursal de la CAM en Yecla (Murcia), quien planeó minuciosamente su asalto y fue poco a poco esquilmando las cuentas de su clientes hasta presuntamente apoderarse de 450.000 euros.
En junio pasado, la policía lo detuvo muy lejos del Caribe, en Badajoz.
Josep. Está en paradero desconocido y con seis millones de euros desaparecidos de las cuentas de la entidad de CaixaBank que él dirigía en Mont-roig del Camp (Tarragona) desaparecidos. Esa es la situación actual de Josep María Boncompte, quien tras dos décadas tratando con los vecinos del pueblo se había ganado su absoluta confianza. Huyó en julio del año pasado.
"Ni me fui a México ni me dedico al narcotráfico", decía con ironía Manuel Mori a los medios en agosto pasado, cuando saltó el escándalo. Manolín el del Pastor, como apodaban en Cangas de Onís (Asturias), al bonachón director de la sucursal, de 42 años, hijo y nieto de bancarios, que logró burlar los controles del Banco de España hasta que una auditoría sacó a la luz el chiringuito que tenía montado. Presuntamente retiraba dinero de cuentas a plazo fijo (hasta cinco millones) para realizar inversiones por su cuenta al margen de la ley. Manolín ya no trabaja en la entidad pero no ha sido despedido ni denunciado.
No hay que moverse de Cangas de Onís para documentar esta otra presunta estafa, llevada a cabo en este caso por un agente de Bankinter del que sólo han trascendido las iniciales, J. L. G., de 52 años, detenido este 14 de febrero, y al que se acusa de defraudar 478.000 euros a unos 40 clientes.
L. G. B, de 45 años y empleado de una entidad bancaria aragonesa, fue detenido en junio de 2012. Se le acusaba de apropiarse de los ingresos que los clientes realizaban para pagar préstamos hipotecarios y de entregarles a cambio justificantes no validados. Uno de los estafados estuvo a punto de perder su piso.
En septiembre pasado la Audiencia de Barcelona condenaba a Jordi Barellas Martínez, ex director de la principal sucursal bancaria de la Caixa d'Enginyers de Barcelona, a dos años de cárcel. Estafó más de cinco millones de euros a ocho de sus clientes más importantes, la mayoría de avanzada edad. Se le aplicó el eximente de alteración psíquica al sufrir esquizofrenia.
Ella era una anciana soriana de 93 años y una cuenta de 427.000 euros y él un ambicioso gestor del Banco Santander. Según denunció la anciana, el empleado le hizo firmar hasta 26 documentos en blanco que R.S.H. habría aprovechado presuntamente para realizar extracciones de sus cuentas por valor de 324.000 euros.
a.m. Ortiz
NOTA : No es de extrañar lo más mínimo que sucedan estos hechos tras el "ejemplo" o modelo delincuencial organizado en España y que alcanza desde el Palacio de la Zarzuela a todos los políticos, desde los asiduos a las "Casas del Pueblo" hasta incluso a los que más van a misa, y las posteriores actuaciones judiciales con colofón conocido : todo archivado o a punto de estarlo.
timos bancarios
Demencial el ritmo al que se destruye el país. No creo que tuvieran en mente, los padres de la patria, que ésto se fuera a ir tan deprisa a tomar por donde amargan los pepinos mientras ellos se enriquecían a manos llenas. Y luego hay quien se pregunta porque hay hostias por ser politicastro. Es sencillo, así el banquero te mirará mejor tanto a la hora de hacerle un favor cómo a la hora de evitarle la cárcel.
ResponderEliminarUn saludazo.
DON PEDRO
EliminarEn el siglo XVII existía en Sevilla el reinado gansteril de MONIPODIO que se quedaba con un tercio de los oros y platas que llegaban en los galeones de América.
Ahora es toda ESPAÑA un patio de Monipodio con los políticos de guias en el arte de robar más.
Estamos rodeados de gangsters por todos lados. Unos actúan a lo bestia, como los ejemplos que ha seleccionado; otros, más finos, cargándote comisiones por sacar tu dinero e incluso por el número de operaciones que aparecen en tu cuenta. Ésto en lo que se refiere a la banca; del resto del mundo gangsteril ya tenemos bastantes informaciones todos los días.
ResponderEliminarDON BWANA
EliminarSe hablaba de la picaresca de los siglos de Oro españoles en donde los Duques y los "Lazarilloos de Tormes" engañaban a todo prójimo que se dejara, pero tengo la sospecha de que jamás habiamos llegado al grado de mangancia actual.
Lo de los Bancos que comenta es bien sabido y terminamos por resignarnos a sus hurtos permanentes. Da igual que le llamen comisiones como novenarios a la Virgen de la Regla, todo es lo mismo : robar al usuario sin la menor verguenza ni reparo o respeto a las personas. Terminamos por alegrarnos cuando nos dicen que una entidad bancaria ( en donde no tengamos nada, claro) está a punto de quiebra.
Jo...lines, que panda de mangantes.
ResponderEliminarEstá claro que me he equivocado de carrera, porque estaría en edad de largarme con las mulatas, si hubiese opositado a la banca.
Me acuerdo de otro, en Granada, que se largó con el dinero de los jamones que le habían encargado unos cuantos...
...¡.país...!
FugisaluDos
DON FUGI
EliminarLo de los bancarios ha sido y es muy habitual en estas décadas de "dedomócratas" y en mi pueblo hubo uno del BBV que, además era el gerente de la sucursal, que todo lo que en taquilla ingresaba lo hacía a sí mismo, no al Banco. Y cuando la gente comenzó a pedir cantidades sobre lo depositado, el tío se murió y el Banco dijo que "En Santa Marta tienen tren pero no tienen tranvía, que si no fuera por la olas......."
Justo eso es. En cierta ocasión trabaje en un sitio donde robaban los jefes. Lógicamente allí terminaron robando hasta las personas que menos pudiese uno imaginar. En cierta ocasión el jefe de taller dejo dos Land-Rover fuera de la instalación en la calle con la excusa de que no cabían y arrancaban mal ademas, el lunes siguiente a uno le faltaba el motor y al otro el cambio. Nos enteramos que había alquilado un tabuco en San Blas y allí había hecho una reparación a un tipo con el motor y el cambio robados y esos motores y cambio pesaban un cojon, no eran calderilla. En Fin, es lo que hay cuando la degradación moral empieza como en el pescado por la cabeza... tengo anécdotas muy buenas de aquella época, jajja era para morirse aquello.
ResponderEliminarSaluditos.
DON ROBERT
EliminarEsa empresa de la que hablas tiene mucha gracia porque el llevarse hasta los motores de DOS LAND ROVER ya tiene gaita.
También lo que comentas es lo habitual : quiebran misteriosamente empresas que venden mucho pero en donde roban desde los jefes hasta el último peón. A imitación y semejanza del actual Estado de Hecho, que no de Derecho.
Y luego algunos tienen el morro de echar la culpa a los.....gitanos, por llevarse las gallinas de un corral.
La verdad es que un asunto de los más despreciables; robar los ahorros de gentes que te daban su confianza e irte a vivir la vida padre a un pais de mierda. Ojala se pillen tal sifilis que se les caiga la picha al suelo, ojala acaben con el culo como un abrevadero de patos.
ResponderEliminarSi al final aquello de guardarlo todo en el colchon no será tan malo. Eso, o dientes de oro, como se hacía antaño.
SEÑOR OGRO
EliminarSí, no sé si son miserables per se, pero el país sí está en la situación moral de MISERABLE. De ahí todas estas cosas.
Y hablando de CULOS no te pierdas el artículo filosofo-fisiológico de hoy del Gran Isra. Es todo un tratado sobre lo que son estos mangantes en realidad.
Esto sólo confirma aquello de que es más ladrón el que crea un banco que el que lo roba.
ResponderEliminarPero lo peor es que bancos rescatados con MI DINERO ahora quieran cobrarme en conceptos de los más variados (temperaturas extremas, problema para la bilocación estacionaria, etc) una desvergüenza de comisiones.
Un banco es lo más parecido a las Administraciones públicas, cambias estudiar la oposición por estudiar económicas (casi todos quieren tocarse los güebos en un banco) y a echar horas en un sillón, y si te lo puedes llevar crudo mejor que mejor.
Los fundadores de Bancos y sus secuaces los explotadores de los mismo debieran de ser linchados publicamente para escarmiento de tanto mangante impune, y con BULA.
EliminarNos quita el Estado más impuestos para evitar que quiebren esos malandrines y encima nos mean encima cada vez que les saludas. Porque para Montoro y Cía. el saludar es también un gasto de cortesía.
Cierto lo que dices : montones de chavales estudiando empresariales o económicas para colocarse de taquilleros en un Banco como único objetivo de sus vidas.
el Patio de Monipodio, ciertamente, muy bien visto.
ResponderEliminarsaludos blogueros
DON JOSÉ ANTONIO
EliminarMonipodio y su cuadrilla sevillana eran unos aprendices de ladrones en comparación a los actuales políticos y bancarios.