30 septiembre 2012

Abén Humeya y Alpujarra

Tras la toma de Granada, los moriscos que se comprometieron (con Fernando el Católico) a quedarse en España, juraron que abjuraban de la religión musulmana y que adoptarian las costumbres de los cristianos en vestimentas, alimentación y usos. Casi cien años después, en tiempos de Felipe II, seguian sin cumplir lo acordado.

Lo cierto es que los moriscos de Granada seguían viviendo conforme a sus ancestrales costumbres, y lo que era más peligroso, haciéndolo más como musulmanes que como cristianos, pese a que, a partir de los decretos de 1502, ya la religión musulmana había quedado fuera de la ley. Era un problema viejo que ahora se renovaba, aplazado por Carlos V cuando en 1526 había accedido a que las disposiciones para obligar a los mo­riscos a abandonar su forma de vida y a insertarse en la comunidad cristiana habían sido suspendidas por cuarenta años.

Felipe II deci­dió entonces, habiendo oído a sus teólogos, que, puesto que el plazo concedido por el Emperador, su padre, había vencido, era preciso imponer los viejos edic­tos para una aculturación de los moriscos granadinos, no sólo en las prácticas religiosas, sino también en sus ritos y costumbres, incluyendo la propia lengua. Tal fue la sustancia del nuevo edicto promulgado a comienzos del año 1567. La reacción morisca no se hizo esperar. En principio se apeló, por la vía judicial, ante el nuevo presidente de la Chancillería de Granada, que lo era don Pedro de Deza.
En nombre de los moriscos negoció Francisco Núñez de Muley. Su razonamiento se basaba en que resultaba imposible el cumplimien­to del edicto a corto plazo, porque los moriscos no conocían la lengua caste­llana.

El criterio de la Monar­quía era, por el contrario, que mientras mantuvieran sus propias costumbres se aferrarían también a la religión musulmana de sus antepasados. Pero ¿Cómo podían convivir, si debían emplear la lengua castellana, que desconocían? Y eso era tan evidente que durante los primeros meses las autoridades abrieron la mano. Aun así, el descontento era cada vez mayor, traduciéndose en un aumento de los que huían al monte y se alzaban como bandoleros (los monfíes) y en las inteligencias con los corsarios berberiscos, que incrementa­ban sus incursiones en las costas granadinas.


El Marqués de Mondéjar señaló al Rey que un cum­plimiento de los edictos llevaría a un alzamiento, con todas sus graves conse­cuencias. De ese parecer fue el Consejo de Guerra. En cambio, el Rey encontró el apoyo del Consejo de Estado.

Entre tanto, un grupo de moriscos más resueltos planeaban ya la rebelión abierta, alertados por un cabecilla decidido: Farax-abén-Farax. Comenzaron las reuniones secretas de los conjurados en el barrio morisco del Albaicín. Su plan era sencillo: un ataque por sorpresa a Granada, para ha­cerse con la capital, y envío de emisarios a Marruecos y al bey de Argel para obtener el apoyo de las potencias musulmanas del Mediterráneo. Y para dar mayor fuerza a su alzamiento, eligieron un caudillo, dándole el nombre de Muley Mohamed Abén Humeya.

Se trataba de uno de los miembros más destacados de la nobleza granadi­na, don Fernando de Córdoba y Válor, caballero veinticuatro de la ciudad de Granada  ("Caballero veinticuatro" era un cargo equivalente al de regidor o concejal y estaba asociado a la nobleza y posición social de quien lo ostentaba), entonces fugado de la justicia. Con su nuevo título, renegando de su reciente vinculación al bando cristiano, Abén Humeya se proclama descen­diente de los antiguos omeyas, reivindicando así, otra vez, un reino musulmán independiente en la España andaluza.

Era como romper la tarea de la Reconquista, atentar a la esencia del Estado español, representado por la Monarquía católica. Se podía nego­ciar en cuanto al status de la población morisca. Pero la proclamación del nuevo rey moro en Las Alpujarras era toda una declaración de guerra. Una guerra iniciada por los rebeldes con un audaz golpe de mano sobre la capital granadina, aprovechando las fiestas navideñas.

El 25 de diciembre, Farax-abén-Farax entró en la ciudad con un contingente armado bajo las ór­denes de los monfíes, poniendo a saco a parte de la ciudad y provocando una tremenda alarma. Sin embargo, no consiguió el alzamiento del barrio morisco del Albaicín y tuvo que retirarse.

Para los granadinos de 1566 lo inmediato era lo que contaba. Lo que se les venía encima. Porque la rebelión estaba en el ambiente, aunque fuera dudoso que ven­ciera; a fin de cuentas, tras los edictos regios estaba todo el poder de la Mo­narquía. Pero lo que era seguro es que el triunfo del Rey no sería sin conflictos, sin violencias, sin derramamiento de sangre. La guerra se prolongó así increíblemente, en parte por las desavenencias entre los marqueses de Mondéjar y de Vélez, y también porque para aquella lucha, en riscos tan impresionantes, estaban mejor preparados los rebeldes granadinos.

Sólo el que ha penetrado en esa zona tan agreste (Órgiva, Capilei­ra, Trevélez, Válor) puede darse cuenta de sus dificultades. También, en cierta medida, hay que tener en cuenta el apoyo del mundo islámico; aunque no en gran número, lo cierto es que pequeños contingentes de berberiscos y turcos vinieron a sumarse al combate, no en cantidad como para resultar decisivos, pero sí para alentar a los rebeldes, haciendo más difícil su sometimiento.

De hecho, el propio Rey, alarmado ante la envergadura que estaban to­mando los acontecimientos, tomó dos medidas de excepción: la primera, nombrar a su hermano don Juan de Austria como generalísimo de las fuerzas cristianas, a fin de superar las divergencias surgidas entre Mondéjar y Vélez, y la segunda, acercarse él mismo al teatro de las operaciones convocando Cor­tes en Córdoba el año 1570; sería la única vez que el Rey reuniría las Cortes castellanas fuera de Madrid, desde que en 1561 la había convertido en la capi­tal de la Monarquía.

Cadiar y Galera fueron el centro de la resistencia, pero la amenaza morisca llegó hasta el asedio de Órgiva e incluso de sendas intento­nas sobre villas costeras tan importantes como Almuñécar y Salobreña.

Ahora bien, las incursiones y las rivalidades también se cebaron en el bando rebelde. Su primer caudillo, Abén Humeya, fue asesinado por Abén Aboo, que se alzó como nuevo rey, nombrando su general a El Habaquí, que también acabaría asesinado por Abén Aboo, deshaciendo de ese modo unas primeras negociaciones de paz con don Juan de Austria, tenidas en mayo de 1570 y protagonizadas por El Habaquí.


La insurrección, además, se extende­ría a la serranía de Ronda. Fue precisa una durísima campaña, llevada a cabo en pleno verano de 1570, para doblegar a los rebeldes, completando la acción bélica con una de las medidas más despiadadas: la expulsión de todos los mariscos granadinos, sin excepción, incluyendo hasta los mismos reconocidos como cristianos; sacán­dolos de sus lugares para trasladarlos, bajo vigilancia, a parte de la Andalucia Occidental, a Extremadura y a parte de Castilla. La dispersión del pueblo morisco de Granada fue casi completa. Los tratadistas cifran entre 150.000 y 200.000 los que sucumbieron en aquella implacable guerra de 1569 a 1570, poco antes de la batalla de Lepanto.

Posteriormente fueron expulsados de toda España.

NOTA : Para quien guste de profundizar en este tema detallo a continuación las fuentes básicas : Fernandez de Retana (Felipe II), Dominguez Ortíz (Historia de los Moriscos), Luis de Mármol Carvajal (Historia de la Rebelión de los moriscos), Archivo de Simancas, (Cámara de Castilla, legajo 2150).  Y también es un experto en moros el bloguero Isra.

Tellagorri


22 comentarios:

  1. Me llevaron allí ya de noche, yo dormitaba en la parte trasera de una furgoneta. Me desperté cuando la carretera zarandeaba la furgo y parecía que se iba a poner de manos. Noche cerrada, sin luna "Madre mía donde me habéis traído cabronacos, esto que es el Riff, Ketama o qué"?, jajaj por eso lo reconocí tan pronto, es inconfundible. No te lo vas a creer pero me llevaron a conocer a "Osses" que no se si recordarás que es un chaval español (entonces un niño pequeño) y del que decían los lamas que era una reencarnación del quinto lama o algo así. Se lo llevaron al norte de la India donde esta el Dalai Lama y ahora ya hombre se largo a ver mundo, dice que siempre seguirá esa religión pero que el pasa, que quiere hacer otras cosas, no se si estará en España. Estuve allí unos diez días con ellos (antes había estado con los Hare Krishna en Guadalajara en la alcarria unas semanas en una granja con vacas y que era su central aquí en España). Lo único que saque de allí es que estuve 10 días como todos los demás en pelota picada y que por esos andurriales hasta las mulas (con las que nos movíamos por la zona) sufren en esas cuestas. No se como se las apañarían los soldados con sus caballos, armaduras y demás para hacerles las guerra. Bueno sí lo se, allí no subían los sitiaban, les cortaban los suministros y cuando ya estaban medio joios entraban por donde podían. Un terreno muy malo porque el que ataca tiene que subir, mientras que el que defiende con solo tirar a rodar una piedra se convierte en un arma mortal. Los moros granadinos no podían convivir como un elemento extraño y cabeza de playa de los sarracenos eso esta claro. Ahora los tenemos en forma de quinta columna y pasara igual porque es un pueblo con mala cabeza. Si no al tiempo.
    Saluditos.

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    1. DON ROBERT
      Vaya experiencia. Y sé quién es el Osses ese que nombraron Lama y después se ha largado porque se aburre.

      De forma que ahí podian haber estado los moros aquellos hasta volver a reconquitar Granada si Felipe II no los echa. Lo que está claro es que incumplieron, tras ser derrotados en Granada con su Boabdil, el convertirse en normales cristianos en usos y costumbres. Ellos ni siquiera quisieron aprender el idioma.
      Lo gordo es que nombran rey a un mondongo de la nobleza granadina, el Aben Humeya. Lo que luego pasó también con el BLAS INFANTE que por mucho que se disfrazara de moro era un Notario sevillano con ínfulas de Polikarpo.

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  2. Demasiadas quintas columnas ya: proetarras, independentistas catalanes, moros, antisistemas, agencias de calificación, etc. Nos tienen rodeados.

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    1. DON ULTIMO DE FILIPINAS

      Sí, nos tienen rodeados. Y para colmo hay aún andalusís que dicen ser seguidores del chalao aquel de Blas Infante para restaurar el Califato en Andalucia.

      Los más peligrosos son los tontos iletrados que pueblan España a montones.

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  3. Los moros son traicioneros y llevan esa traición a través de los siglos.
    Sus modos de vida premedievales son parasitarios y dañinos para cualquier democracia. Por desgracia, las democracias, buenistas y garantistas, son incapaces de autodefenderse hasta que la infección sea tal vez mortal.

    Deberiamos aprender de la Historia y de lo que ya se observa en otros paises europeos, donde se forman getos musulmanes que nada tienen que envidiar a la rebelión morisca.

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    1. SEÑOR OGRO
      Tienes muchísima razón : hoy en día en cada icudad grande europea hay tantos o más moros que los que había en las Alpujarras y en el Albaicin. Y esos pueden en cualquier momento poner en muy serio peligro las democracias europeas.

      No estaría de más que recordaran la decisión de Felipe II.

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  4. Lo que no entiendo es que el Emperador no les metiera mano y dejara la pelota para su sucesor, siendo evidente que aquellos moriscos seguian practicando todas las costumbres musulmanas en poblaciones integramente islamistas, dentro de una España cristiana con la que no querían CONVIVIR.

    Como ahora en los barrios de Paris, Amsterdan o Hamburgo. Y naturalmente en Londres.

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  5. DON ZALDUM
    Porque el Emperador estaba dedicado en exclusiva a sus batallitas en Flandes e Italia y le importaba un carajo lo que sucediera en el interior de España. Usaba a España como Caja de Tesorería y de reclutamiento de Tercios.

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  6. Justamente a la Alpujarra granaina tengo pendiente un viaje, andando por las rutas del legado Andalusí, en esas bellas montañas y llegar hasta Trevelez, y asi vere la llamada cara oculta de estepais. Hoy en dia entre labriegos conviven ecologistas y budistas, y segun me relatan parece que el tiempo se congelo y es de una belleza sublime.
    Tras leerle a usted D. Tella, ya me he puesto fecha para este viaje: julio de 2013. Ala!!

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    1. DOÑA ANITA DINAMITA
      Debe de ser muy intrigante e interesante ese viaje a tierras de Alpujarras, que creo, como comentas, que es la cara oculta de España y que poca gente la conoce.

      Al parecer, y como dice ZORRETE, ahí tienen sede los budistas, que imagino convivirán con labriegos de los de verdad o al antiguo estilo.

      Que hagas ese viaje y me alegro que este post te haya hecho decidir hasta la fecha de ir. Por Alá que no te conviertan en muslime ni en budista.

      Un cariñoso saludo

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  7. Esto habría que contárselo a los de web Islam, página subvencionada y digamos "diridida" por un español "converso", de esos que son como los ex fumadores, más talibanes que el "ocsiso" Bin Laden y que defiende la patria de Blas Infante y otras majaderías por el estilo.

    La peor quinta columna que tenemos hoy en España "con difeirencia" es la de los bobos subvencionados, especie autóctona más peligrosa que todas las tribus juntas de berberes que asolaban nuestras costas del sur. Son contagiosos por lo simples y no necesitan subir montañas escarpadas para realizar su labor de zapa, solo un teclado, parte del dinerito de nuestros impuestos y un rey cristiano más tonto que Abundio dado a las "señoras" y al OH.

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    1. DOÑA CANDELA
      Buen comentario y muy propio de la majadería nacional circundante. Estamos rodeados, como dices, de "BOBOS SUBVENCIONADOS". Esos son la quinta columna que podría traer de cabeza al gobernante que no espabile. Desde luego con el Borbón estamos apañados : se le pueden instalar en la Zarzuela y no enterarse, mientras él toca el culete al servicio doméstico de palacio y da trompadas con la cabeza a todas las puertas que se le ponen por delante.

      No teniamos bastante y suficiente con los descerebrados de Territorio Sioux y de Catalonya la imperial, y para colmo nos surgen moriscos "predicadores".

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  8. Esta gente siempre jodiendo por lo bajini o por todo lo alto, no hay que andarse con medias tintas con ellos porque cuando puedan te la clavan.

    Por cierto, que querían que les pagáramos idemnización a los descendientes encima y con la aquiescencia sociata. Y ahora mismo acabo de ver el LD que unos "ulemas moderados" si eso pudiera darse, exigen al Papa que pida perdón por la Reconquista por haber osado pedir libertad para los cristianos en Oriente Medio (como lo haga me borro)

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    1. DOÑA MARIBELUCA
      Esta vez desde las alturas de la Alpujarra pero les da lo mismo hacerlo en Madrid o en Barcelona o en Almería. Jodernos a fondo.

      Lo de la indemnización que vaya a pedir el Moro marroquí está al caer : en cuanto cuatro saharaueis le den alguna molestia. Para despistar al gentío suyo y de paso ser más rico que nadie.

      Como dices, si el Bebedictine pide perdón a los moros es como para pedir que baje Carlos I y vuelva a saquear Roma.

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  9. Gracias por el post Tellagorri, como se ve no hemos aprendido nada; que se va a esperar de las generaciones victimas de la LOGSE.
    Al final con la morería y con otros que tal bailan acabaremos a gorrazos, mas que para echarles de España, para que dejen de una vez de dar el coñazo.
    Salud

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    1. DON JAIME
      Hombre, muy agradecido por el elogio. Pero llevas toda la razón : los políticos españoles de cualquier época nunva jamás han aprendido las lecciones del pasado y vuelven siempre a las mismas.

      Si hubo un tiempo en que linchaban judíos, pronto vamos a verlo, como comentas, con moros y rumanos. Por mangantes y guarros.

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  10. Muy interesante post. Por tierra andaluzas, murcianas y alicantinas, donde he vivido, siempre me llamó la atención el aspecto morisco que tienen algunos de sus habitantes; ahora me lo explico.
    Salude de mi parte, por favor, a Martita.

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    1. DON BWANA
      Esa impresión que usted dice haber sentido al ver a los habitantes de zonas andaluzas, murcianas y alicantinas, también la tengo yo desde hace muchos años. En general el andaluz, especialmente el de Sevilla y Cadiz, es de origen norteño ( de las repoblaciones por asturianos, cántabros, vascos según se expulsaba a los moros), pero en las zonas concretas que delimita creo yo también que quedó mucho morisco camuflado.

      Martita ha sido saludada en su nombre y lo agradece con cariño.

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  11. Es algo muy típico en el buenismo español, dejar las cosas a medio hacer por si acaso cambian... Nada, si se ha conquistado Granada y se ha impuesto la religión católica todo el mundo fuera. Ésto que parece una barbaridad es la realidad pura y dura. El Islam sólo entiende el Tú o Yo. Ahora andan pidiendo que el Papa pida perdón por la Reconquista, eso sí, ellos no van a pedir perdón por pasarse a los Visigodos por la Piedra. Los Reyes Católicos tendrían que haber hecho tabla rasa y todo eso que nos hubiéramos ahorrado. No queda mucho para que se repita el proceso, aunque quizás ésta vez estemos en desventaja, pues ellos siguen lo mismo de asalvajados y nosotros estamos, cada vez y gracias a memeces cómo la Alianza de Civilizaciones, abocados, por nuestro amariconamiento, a la extinción.

    Un saludazo.

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    1. DON C. S. PEINADO
      Suscribo íntegro tu comentario. La realidad actual de España y la de Europa es esa : los moros nos pueden volver a someter a su yugo. Y todo por haber andado en contemplaciones en tiempos de Carlos I y luego por la cuadrilla de malandrines que nos vienen sucesivamente gobernando.
      Tengo la convicción, y no por ser nada afecto o simpatizante suyo sino todo lo contrario, de que al único que los moros tenían verdadero pánico era a Franquito. Nunca lo incordiaron y una vez que lo intentaron salieron maltrechos.

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  12. Fíjate si estaban integrados después de tantos años de ocupación que ni el idioma conocían. Al menos ahora se molestan en aprender, y ya no solo están por el sur, los tenemos en los cuatro puntos cardinales de nuestra España.
    Hay un libro de Idelfonso Falcones que habla sobre ello, ficción e historia al mismo tiempo. "La mano de Fátima" se titula.

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    1. DOÑA XAD MAR
      Eso es, no solamente incumplieron el dejar de ser musulmanes que ni siquiera quisieron aprender el idioma castellano. Para no ser adoctrinados en las escuelas por los curas en la religión católica.

      Hoy, como dices, los tenemos por todos lados y el día que se levanten ante una consigna de moro terrorista extranjero, nos la vamos a ver y desear para no ser engullidos.

      He visto ese libro que citas de Ildefonso Falcones pero no lo he comprado ni leído. Quizá lo haga ahora que lo mencionas.

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