31 julio 2012

Olimpiadas racistas

Desfiló el indio Gerónimo y al pigmeo Lamba, que compitió con arco, le afilaron los dientes y lo presentaron como caníbal... Los capturaron, "adiestraron" en unos días y los pusieron a competir. Ocurrió en los JJOO de 1904.

Objetivo: demostrar que el "civilizado" vencía al "salvaje" San Luis. Año 1904. Terceros Juegos de la era moderna. La final del sprint olímpico estaba a punto de comenzar y los contendientes en sus marcas.

Cuando sonó el disparo de salida quedó claro que no era una carrera normal. Algunos de los corredores se asustaron tanto por el bang que quedaron como petrificados. Otros salieron disparados en todas las direcciones como alma que lleva el diablo entre risas y abucheos de hordas de comedores de palomitas. Los que llegaron a la línea de meta hicieron tiempos que superaría cualquier colegial.

Había indios, pigmeos y guerreros africanos, patagones... todos ellos reclutados a la fuerza como experimento racial destinado a probar que su atletismo natural era inferior al del blanco civilizado.


La idea (dejar sentada para siempre la supuesta supremacía del hombre blanco) fue del director de los Juegos, James Edward Sullivan, un arrogante bwana al que sólo le faltaban el salacot, la pistola y las botas de media caña para ser un negrero.

Invitó a diversos científicos para que dieran fe de su teoría de que un blanco bien alimentado y entrenado superaba las aptitudes naturales y la fuerza y elasticidad muscular de un aborigen selvático. Fue una carrera sórdida y los organizadores quedaron encantados de confirmar que los salvajes eran atletas muy inferiores a los civilizados.

El bochornoso espectáculo no sólo ocurrió en los 100 metros. También en jabalina, disco, longitud o juego de la soga. Un jinete murió aplastado por su caballo, otro atleta falleció en el salto de obstáculos. Los habían instruido sumariamente sobre las reglas de los distintos deportes, pero como los monitores les hablaban en inglés la mayoría no había entendido nada.

A un pigmeo llamado Lamba le habían afilado los dientes y fue descrito en el informe oficial de los Juegos como caníbal.

En 1904, en los III Juegos de San Luis, Misuri, se inició la tradición de dar medallas de oro, plata y bronce a los tres primeros puestos de cada prueba. Y  se incluyeron por primera vez la lucha estilo libre y el boxeo como deportes olímpicos. Lo que no se recuerda tanto, sin embargo, es que los organizadores, unos racistas redomados, incorporaron al programa el Anthropological Day (el Día Antropológico) y el desfile inaugural mostró a hombres de razas supuestamente inferiores que luego participarían en pruebas paralelas a la competición oficial.

 El 1 de julio, en las instalaciones de la Exposición Universal que se celebraba ese mismo año, desfilaron sioux, patagones, pigmeos, ainos japoneses, cocopas mexicanos e incluso turcos y sirios que se iban a someter a las mismas pruebas "de los civilizados".

En esa muchedumbre pudo verse la silueta del viejo apache chiricahua Gerónimo, que tenía 81 años y desfiló como "indio ejemplar". Por aquellos años se habían puesto de moda los zoos humanos, espectáculos  que reivindicaban el mismo estatuto científico de las piezas que aparecían disecadas en los museos de historia natural. Exhibían a aborígenes, desnudos o semidesnudos, en escenarios que replicaban toscamente su medio natural. Las exhibiciones empezaron a ser muy populares en Europa y EEUU en la década de 1870, cuando Livingstone y Stanley dieron que hablar del continente negro.


El cazador alemán Karl Hagenbeck, que suministraba animales salvajes a muchos zoológicos europeos, al sobrevenir la crisis los sustituyó por hombres, mujeres y niños, a menudo de pecho. Secuestró en una expedición al Sudán a un grupo de nativos nubios, que paseó como atracción por París, Berlín y Londres. Raptó a docenas de nativos de las tribus de Tierra del Fuego, pero como era un hombre civilizado pidió y obtuvo el pertinente permiso oficial del gobierno chileno.

El Jardin Zoologique d'Acclimatation parisino, organizó 30 "exhibiciones etnológicas" hasta 1912 . 

Malnutridos, tratados como mercancías o con un paternalismo que no siempre proscribía la crueldad, forzados a actuar ante el público, el viaje europeo (también hay estampas viejas similares en el Retiro madrileño) fue para casi todas aquellas personas una pesadilla a la que pocos sobrevivieron.

Los antropólogos bendecían esta oportunidad para ver de cerca ejemplares de su campo de estudio, examinarlos y establecer jerarquías raciales. Durante el siguiente medio siglo o más la doctrina de la supremacía blanca creció peligrosamente en Europa y América, tal como evidencian el nazismo y el Ku Klux Klan.

Sin embargo, en 1936 el atleta americano Jesse Owens ganó cuatro medallas de oro bajo la mirada impasible de Hitler en los Juegos de Berlín. Desde entonces el dominio de los hombres de color (Bob Beamon, Carl Lewis...) ha sido contundente, por no hablar de Usain Bolt o de deportes como el baloncesto, boxeo, fútbol americano o béisbol, donde la velocidad, agilidad y fuerza son primordiales.

Aquel año de los Juegos de San Luis Mark Twain anotó:  "Hay muchas cosas cómicas en el mundo, entre ellas, la creencia del hombre blanco de que es menos salvaje que esos otros a los que él llama salvajes".



13 comentarios:

  1. ¿Es eso que cuentas, cierto? Lo de las Olimpiadas del 36, no, lo de Sullivan. Si es cierto sí que resulta sórdido, no solo por la miserable exibición de esa pobre gente sino por despertar en los espectadores ese bajo instinto depredador que, en mayor o menor medida, llevamos todos dentro.

    No le hizo ningún favor a nadie, la verdad..

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    1. DOÑA CANDELA
      Es absolutamente cierto. Y trataron a los diversos indígenas de la forma más humillante y atroz. Peor, mucho peor que a animales de circo.

      Los anglos de aquella época, como los germanos de todas, eran unos miserables "supra-hombres" que siempre consideraron al prójimo no sajón como un animal a ser utilizado.

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  2. Y luego se permiten el lujo de llamarnos racistas a los españoles. Aunque ahora están pagando su pecado con un complejo de culpa que no se lo salta un gitano.
    No hay useño que no vaya al psiquiatra si se le escapa la palabra negro.
    Al final, como siempre, pagamos las culpas de nuestros antepasados.

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    1. DON CAPI
      No sé yo si los sajones se sienten culpables de algo porque es la gente más egocéntrica y tonti-culo de las clases de tipos existentes. Salvo los teutones que hace dos mil años y ahora siguen siendo de "raza superior y capacidad intelectual incomparable con nadie".

      Lo única virtud que les hallo es la enorme huella de puritanismo con que salieron de su Gran Bretaña tras las "pasadas" por el luteranismo. Eso les convierte en totalmente culpables en dos acciones que el hispano jamás ha valorado : la mentira y el robo.

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  3. Interesantísimo. Mientras que nos pasan por los morros constantemente (con nuestro aplauso, hay que decir), la leyenda negra española, hay que ver como esconden y callan los purísimos anglosajones su pasado menos recordable vamos a decir.

    Es realmente hediondo lo de esas olimpiadas.

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    1. SEÑOR OGRO

      Si, es realemente HEDIONDA la mentalidad de esas gentes que no son sólo de 1904 porque persisten.

      El sajón tiende a despreciar al que no lo es por muy "rostro pálido" que sea.Y el sajón americanizado es ya el colmo a cuenta de su vocación innata de sacar un dolar a lo que sea.

      No hay que olvidarse de que los british, sean de Inglaterra o de sus descendientes en América, son de ORIGEN GERMANO todos. Vienen de Vercingetorix, el caudillo que fue apresado por Julio Cesar.

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    2. Mmm, no se, ¿Vercingetorix no era galo?. Como se enteren los franchutes la liamos.

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    3. SEÑOR OGRO
      No, en absoluto. Era el jefe de las partidas germanas que obligaron a Cesar a construir un puente sobre el Rhin.

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  4. Pues no creo que todo esto haya cambiado mucho, ganarán mucho dinero, incluso alguno será admirado, pero al fin y al cabo sólo es para el deporte (aunque hayan dado un toque exótico a la Casa Blanca).

    Fuera del deporte y la música, poco más.

    Yo creo que era más por lo exótico que por el color, si cogen a un gañán de Las Hurdes también lo pasean y lo ponen a correr los 100 metros.

    addenda - imagínate la cara de esos si pasan por lo más profundo de las vascongadas y se encuentran aberchales unicejos con boina a roscapachapa viviendo asilvestrados, analfabetos crónicos y practicando la zoofilia (tanto por montar en vespa por los montes* como por cepillarse a esos animales tan feos que sólo sirven para satisfacer los deseos primarios del macho alfa y que en ocasiones también pegan tiros al invasor, sí, me estoy refiriendo a las putas etarras... es que acabo de enterrarme del akelarre del pasado fin de semana en Zarauz)

    * expresión recogida en ese chiste que cuenta cómo un paisano va a pedirle pasta a un amigo y le dice que no tiene un duro. Pasado un tiempo el amigo que no quiso prestarle la pasta se encuentra con un apretón y empieza a trabajarse a una de sus ovejas, ésta, sorprendida, empieza a correr monte abajo, en éstas lo ve el amigo y dice, ¡¡será cabrón!!, dice que no me da pasta porque no tiene y se compra una vespa para ir por el monte...

    De todos modos algunos negratas están "mu subiditos", no soporto a LeBron James, ojalá les ganemos el oro.

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    1. DON ISRA
      Sí, los siguen utilizando para su diversión, a los negros. Y siguen discriminándolos por mucho derecho humano que hagan alarde en las propagandas.

      Los aquelarres de aquí son ya tan permanentes que ni nos llaman la atención salvo cuando se llevan a alguien por delante. Si cogieran a unos cuantos mutikos de Ataún o Lazkano podrían exhibirlos como en 1904.

      Como bien dices, hay negratas que se han vuelto más chulos que las princesas germanas de castillo en el Rhin. Pero les sucede como a los extremeños de Tierras Sioux : que por mucho que se hagan llamar Harkaitz y lleven chapela, a las primeras de cambio les salen los hábitos de Villanueva de la Serena.
      Tengo una duda ¿Elvis Presley era negro o el negro era Louis Armstrong?

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    2. Pues Elvis los sacó del gueto (al menos para la música) cantando sus canciones, en gran parte se lo deben a él.

      (extremeños... ¿por qué?, jajajajajaja)

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  5. Ahora las Olimpiadas son "buenistas", pero en el fondo es lo mismo, poner en ridículo a los negros.

    Pero a los progres les encanta "la igualdad de oportunidades", sin pararse a pensar que en atletismo los africanos se hinchan a ganar medallas y no necesitan "invitaciones".

    Un saludo

    Un saludo

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    1. DON FEROZ
      Sí, estoy de acuerdo con lo que dices.
      Ya quisieran muchos blancos sajones tener la mitad de las marcas de atletismo que ostentan los negros.

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