09 marzo 2012

Teodorín, el juergas

Cambiaba de coche según el color de los zapatos que calzaba. Gastó 275.000 dólares en un guante de M. Jackson... El hijo del dictador guineano vivía como un marajá hasta que la policía asaltó su mansión en París, el patio de recreo también de los herederos de los tiranos de Gabón y Congo

Un fin de semana en Sudáfrica: un millón de rands (100.000 euros) en champán. Una tarde de compras en París: 30 trajes de marca al armario. Un coche favorito: el Bugatti Veyron, el más caro del mundo, valorado en dos millones de euros y capaz de alcanzar los 400 kilómetros por hora. Tiene dos e intentó comprar un tercero...

La policía judicial gala nunca había visto nada parecido. Por el volumen y el importe, el material confiscado en el palacete de seis plantas del número 42 de la Avenue Foch batió todas las expectativas y todos los récords. Y eso que su indiscreto dueño, Teodoro Nguema Obiang Mangue, alias Teodorín, lucía el pasaporte de uno de los países más depauperados del planeta.

Coches de hiper-lujo, palacios con 100 habitaciones, cuentas secretas, inversiones en arte y antigüedades, fiestas con prostitutas y vinos de colección...

Mientras sus pueblos se debaten entre el hambre y la pobreza, para algunos dictadores africanos y sus familias, París sigue siendo una fiesta. Lo denunciaron en marzo de 2007 Transparency International, Sherpa y otras ONG dedicadas a combatir la corrupción de los regímenes totalitarios. Y la opinión pública se ha enterado ahora, una vez que los jueces se han decidido a requisar el inmenso y más que sospechoso patrimonio de estas dinastías de sátrapas.

"Si, a los 50 años, un jefe de Estado africano no posee al menos un piso en los Campos Elíseos, es que ha fracasado en la vida", anuncia un chiste muy comentado del dibujante Dominique Goubelle. Suena cruel, pero es más real que la vida misma.

La semana pasada, la Oficina Central para la Represión de la Delincuencia Financiera (OCRDF), que investiga el caso de los llamados Bienes Mal Adquiridos (BMA), concluyó su registro del palacete, puesto a nombre de la sociedad guineana Somagui Forestal: en realidad, una tapadera corporativa tras la cual se oculta Teodorín, hijo favorito del presidente de Guinea Ecuatorial, ministro de Agricultura y Bosques de la ex colonia española y futurible sucesor de su progenitor al frente de Guinea.

Tras 10 días de inspección, los agentes requisaron un total de 200 metros cúbicos de objetos con un valor estimado de casi 40 millones de euros. Hicieron falta tres contenedores para llevarse el contenido de las 101 habitaciones de esta cueva de Ali Babá con 30 empleados de servidumbre donde el heredero amontonaba riquezas adquiridas en los mejores locales de subastas y tiendas de anticuarios de la ciudad.

Cuando los jueces de instrucción Françoise Desset, Le Loire y René Grouman ordenaron investigar el patrimonio en suelo francés de tres mandatarios africanos sospechosos de desvío de fondos públicos, la familia Obiang era aparentemente la menos avariciosa.

Donde el presidente Denis Sassou Nguesso (Congo) y su clan poseían 18 fincas inmobiliarias y 112 cuentas y su difunto homólogo Omar Bongo Ondimda y su sucesor Ali Bongo (Gabón) detentaban 39 pisos y 70 depósitos bancarios, los Obiang tan sólo podía ser relacionada con una propiedad, una solitaria cuenta y una decena de coches de lujo. Razón por la cual quizá tardaron más en meter mano a su patrimonio.

Hasta octubre de 2011, no se decidió la OCRDF a acudir con una orden de registro al palacete que Teodorín posee a 500 metros del Arco de Triunfo. E incluso entonces fueron comedidos puesto que se limitaron a inspeccionar el garaje. Lo que descubrieron los agentes es el sueño de cualquier fan fatal de la automoción. Una colección de coches exclusivísimos entre los que destacaban un Aston Martin rojo V8 V600 Le Mans (40 ejemplares en todo el mundo), un Maserati MC12 (50 ejemplares) y un Rolls Royce Phantom coupé,además de Ferraris, Porsches...

"¿Pero quién era este tipo y de dónde sacaba tanta pasta?", se preguntaban los investigadores.

Pues Teodoro Nguema Obiang Mangue, 45 años, es el hijo de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, presidente de Guinea Ecuatorial, con su primera esposa, Constancia Okomo.

Según The Times, estudió en los 90 en la Pepperdine University de Malibú (California), pero de acuerdo con el Sidney Morning Herarld, sólo estuvo unos meses yendo a clase porque prefería ir de compras por Rodeo Drive.

Si se hubiera limitado a vivir a todo tren, quizá no habría llamado la atención de las autoridades. Pero, convencido de su impunidad, Teodorín empezó a gastar desaforadamente y las facturas terminaron en poder de los jueces de uno y otro lado del Atlántico. Cuando se es dirigente de un país con más del 60% de la población en la pobreza, estos despilfarros conviene realizarlos de forma más discreta, debieron de haberle advertido sus consejeros. Si se lo dijeron, desde luego, él no lo oyó o no quiso oirlo.

En 2004, se hizo con dos propiedades en Ciudad del Cabo por seis millones de euros. Dos años después, adquirió la más extensa finca de la Serra Retreat en Malibú (California) y, como no le cabía su colección de 12 automóviles, tuvo que alquilar un espacio en el Petersen Automotive Museu. Al parecer, en aquel tiempo fue cuando desarrolló la manía de elegir el coche en función de la ropa o el color de los zapatos que llevaba cada día.

En 2007, un informe del Departamento de Justicia norteamericano desveló que la fortuna de los Obiang deriva de "la extorsión, robo de los fondos públicos y otras conductas corruptas". También apuntaba que el tirano y los suyos reciben "sobornos" de un porcentaje de los beneficios de las petroleras extranjeras y calculaba que Teodorín había desviado a cuentas de EEUU unos 50 millones de euros. Así que, en octubre pasado, el Senado dio luz verde a una incautación de bienes por valor de 52 millones: la villa de Malibú valorada en 22 millones, un avión privado, coches de lujo...

El Gobierno de Malabo ha emitido un comunicado en el que expresa su "indignación" por la "ilegítima persecución de las autoridades francesas". En su versión, Teodorín es su delegado permanente adjunto ante la UNESCO y su casa, por tanto, está protegida por inmunidad diplomática.

Tras 10 días de registro, la prensa del Hexágono ha hecho público el botín de Teodorín y ha empezado a escarbar en su estilo de vida, que uno de sus empleados ha descrito a la policía como "alcohol, putas y coca".
Parece que a los cachorros de los sátrapas africanos, en París, va camino de acabárseles la fiesta.



16 comentarios:

  1. Telepatía????????te estaba preparando un correo con vida,obra y milagros.Me parece un tema indignante,quizás porque viví alli y me sigue tirando aquello.Un pueblo que se muere mientras su presidente and family viven como autenticos reyes.Es una pena que un país que posee el 22% del petroleo mundial se esté muriendo de sed y de hambre,mientras Teodorín and family se pegan la gran vida por el mundo entero.Yo veo todos los reportajes que emiten por las televisiones de Guinea y es una pena ver como está el país,igual que hace 40 años o peor.Tengo amigos que acaban de llegar de alli y está igual que hace mogollón de años.No progresa.No avanza.No comen.Es injusto.Milllllllllll besitos don tella, me encantaaaaa saber que tenemos telepatiaaaaaaaaaaaa jajajajjajajajajjajaj

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    1. DOÑA MIDALA
      Pos, debe de ser eso : TELEPATÍA. Y gracias por tratar de prepararme un tema bonito.
      Uséase que has vivido en Guinea. Conozco a una señora jubilada que estuvo de maestra allí en tiempos franquistas, cuando era colonia española, y dice como tú que carecen de todo los pobres negritos del pueblo. Y ahora están peor porque el dinero del petroleo se lo queda esta familia de sátrapas golpistas.

      Pero Africa no tiene solución hasta que pasen unas cuantas décadas.

      Los del Congo y Uganda son además genocidas declarados. Y no le andarán muy lejos lo de Gabón.

      Un cariñoso abrazo, galeguiña

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Lo de estos tíos es increíble. Por cierto que es raro que los franchutes le hagan esta jugada a Obiang. De todas formas los negritos se lo tendrían que hacer mirar, no se conoce uno solo que no sea un ladrón redomado. No se, con tanto negrito y que no sean capaces de poner a uno que sea decente, es un poco cantoso.
    Saluditos.

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    1. DON ZORRETE

      Estoy de acuerdo. Y también a mí me extraña lo de los gabachos con exclonia española pero la Gendarmerie no se suele andar en bromas con los delincuentes de todo tipo.

      No sé si todos los negros son ladrones pero hasta el Nobel MANDELA tenía una mujer que robaba a manta en su nombre.

      Siguen bajo la dictadura del machete de quién más machetes reune a su alrededor para imponerse a los demás.

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  3. Javier te felicito, un post de lo más ilustrativo
    Es realmente denigrante que personajes como este no esten bajo tierra.
    Que quieres que te diga Javier te parecerá raro, pero la cara de tu prima también me suena.

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    1. Gracias, DON MAMUNA.

      Es posible que conozcas a Casimira porque ella es muy internacional y hasta ha estado alguna vez en Alcorcón.

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  4. Magnifica entrada. Ilustrativa de como viven los sátrapas africanos.
    Y parece mentira que en vez de intentar ayudar a su pueblo, acaben oprimiendolo más. Luego dicen que si somos racistas y tal y tal como decía aquel... pero es que menudos ejemplos.

    Saludos maestro.

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    1. Se me olvidaba, recuerdos y todo lo que ella quisiera a su prima Casimira...señor señor...

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    2. DON LORENZO

      Estas pandillas de chupa-sangres debieran de ser sometidos a trabajos forzados en un campo yankee, que allí sí saben cómo tratarlos. O en el mejor de los casos dejarlos encerrados de por vida en Alabama junto a un campamento del Ku-klux-klan.

      La prima Casimira te agradece tus gentilezas y ofrecimientos de galantería.

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  5. No entiendo el post Tella, los sacrificios que tiene que hacer estos dictadores, obligados por las circunstancias, para que su pueblo sea feliz sin tener que sufrir la presión de echarle gasolina a un Aston Martin con el precio que está alcanzando ésta.

    Deberíamos aprender de los gabachos, no se les caen los anillos por tenerlos en Paris y nosotros montamos el pollo porque quiere venir un yanqui a montar no sé qué de una ciudad de ocio, invirtiendo tropecientos millones de euros y creando miles de puestos de trabajo.

    Pues eso, al yanqui que se lo lleven los gabachos y nosotros nos quedamos con los negritos, pero no lo que recogen la fresa, con los buenos, los de la pasta.

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    1. Vaya, DON ISRA, y yo que creía que los querías invitar para organizar un sábado de fogatas con ellos.

      Ni ricos ni probes, y sin ser racista para nada, no los quiero ver en Europa por parte alguna.

      Además a tu prima Casimira no le caen bien porque no hacen juego con ninguno de los pares de zapatos que usa.

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  6. Queda demostrada la discriminación que tenemos que aguantar los españoles. Los negros que nos envían se dedican al aparcamiento de coches o a vigilar la entrada a supermercados y despachos de quinielas. En cambio, los franceses se quedan con los que invierten la pasta gansa.
    Un caso muy revelador.

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    1. DON BWANA

      Sí, son muy selectivos los gabachos cuando ven dinero pero también son los pocos que no tienen remilgos para hacerles sudar la badana cuando descubren sus trapicheos en territorio galo.

      Aquí nos vienen los desgraciados y que no se quejen porque se les deja circular en paz.

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  7. Lo que yo no entiendo es como el pueblo no se les rebela y les cortan la cabeza. Y luego los juanetes para hacer callos guineanos.

    Este post es un buen argumento a favor de la igualdad de razas, demuestra que los negros son igual de fils de puta que los blancos, si se tercia.

    PD: Que pedazo de hortera el Teodorín.

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    1. DOÑA CANDELA
      Yo creo que son más hijodeputas los negros que los blancos, a pesar del sumo grado de hijaputez de algunos blancos.

      Es el cúmulo, como dices, de HORTERA. Todos ellos.

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