24 septiembre 2011

De fontanero a carroñero

Ángel de Cabo, hijo de emigrantes a Suiza, se ha quedado con la Nueva Rumasa de Ruiz-Mateos. Antes lo hizo con Marsans. Alérgico a los periodistas, su lema es: "La crisis es una bendición, trae progresos"

Los enemigos de Ángel de Cabo, alias El Fontanero, suelen tacharle de burdo e iletrado.
Mientras sus rivales quiebran, él no para de expandir su bisnes. Se ha convertido en el líder de un sector en auge: comprar empresas que nadie quiere y exprimirlas hasta el final. Para unos, De Cabo es un audaz reciclador de proyectos fracasados; para otros, un buitre que se nutre de la desgracia ajena.

Primero, compró constructoras en quiebra como Teconsa. Luego, se hizo con los Viajes Marsans del malhadado Gerardo Díaz Ferrán. Y estos días, a sus 44 años, está inmerso en su mayor desafío: el asalto a Nueva Rumasa, el grupo de los Ruiz-Mateos.

Pese a esta hiperactividad, De Cabo ha sabido mantenerse en la penumbra mediática. Como buen cazador, conoce las ventajas de la discreción. Jamás concede entrevistas. Esquiva los saraos económicos. Y, hasta la pasada semana, ni siquiera facilitaba a los medios un retrato oficial.

Reside en su chalet de El Bosque, una exclusiva urbanización a 20 kilómetros de Valencia. Allí, protegido por muros encalados y palmeras kilométricas, vive desde hace una década junto a su esposa, María Consuelo Garrido, de 43 años.

Amigos, empleados e incluso rivales cumplen la omertà que dicta Don Ángel. Los pocos que la rompen trazan el retrato de un hombre ambicioso, ultracompetitivo y algo faltón.
Al liquidador no le agrada el alcohol, ni el juego, ni el ligoteo. Vive con su mujer de siempre. Bebe agua y cocacola. Se pasa el día enganchado a su ordenador. Cuentan que sólo tiene dos vicios: los habanos y los coches. Conduce un Porsche, un Mercedes...".

Ángel de Cabo Sanz (22-V-1967) nació en Suiza de una familia de emigrantes valencianos. Heredó de su padre el oficio de fontanero, pero no tardó en rebelarse contra sus humildes orígenes. Con veintipocos, ya gestionaba una próspera empresa de reformas en Valencia. Grandes edificios, chalets de lujo, urbanizaciones... Cañería a cañería, sentó los pilares de su fortuna.

Pero al inquieto Ángel se le quedó pequeña la fontanería. Exploró otros negocios: la construcción, la hostelería... Hasta que, hace una década, descubrió otra fontanería más lucrativa: desatascar las tuberías de empresas en quiebra.

El epicentro de su actividad es el bufete Aszendia, con sedes en Castellón, Valencia y la calle Serrano de Madrid. A sus órdenes trabajan 200 profesionales, que ya han cerrado 600 operaciones, con volúmenes de facturación de hasta 3.000 millones.

Un puñado de elegidos forma su círculo de confianza: Gabriel Segura, Iván Losada, Pedro Sánchez... De Cabo escucha sus consejos, pero se reserva la última palabra.

El liquidador pasó como un espectro por la empresa turística. Al principio, los empleados le conocían como el señor del puro.
El empresario delega esta función en su mano derecha, Iván Losada. A sus 36 años, este abogado astuto, de verbo centelleante y gusto por los trajes caros, es el nuevo director general de Nueva Rumasa.

Porque, no nos engañemos, en eso consiste el oficio de liquidador. En aplicar terapia de choque a negocios que se hunden. El señor del puro husmea empresarios acogotados por las deudas y les ofrece una salida fácil: quedarse con su marrón a cambio de una cantidad simbólica.
Una vez dentro, los liquidadores actúan como el personaje de Richard Gere en Pretty Woman. Recortan plantilla, renegocian deudas, venden activos, cierran unidades no rentables... Es decir: asumen el trabajo sucio que un empresario normal no puede afrontar.

Pero el oficio no está exento de riesgos. Hay que blandir el bisturí en plantillas crispadas por la penuria. Y eso requiere piel gruesa y mucha templanza.

Si el negocio sobrevive al shock, De Cabo lo vende con plusvalía. Si no, lo liquida sin miramientos. Y, mientras se decide, saca todos los beneficios que puede. En Viajes Marsans, por ejemplo, el administrador concursal denunció los sueldos "extremadamente altos" de los ejecutivos nombrados por De Cabo. El mejor pagado, Iván Losada, se llevaba 500.000 euros al año.

El asalto a Nueva Rumasa se gestó hace cinco meses, en largas entrevistas con los Ruiz-Mateos.
El secretismo sobre los términos de la venta es absoluto. Los acreedores han pedido acceder al contrato de compraventa. En Rumasa insisten en que se han deshecho de "todas las empresas", algunas en concurso de acreedores: Dhul, Clesa, Trapa, Garvey, Elgorriaga... A cambio, Ángel de Cabo asume las deudas de las empresas: unos 1.500 millones de euros.

Para adquirir Nueva Rumasa, De Cabo ha recurrido a una sociedad prefabricada: Back in Business. En el registro, consta como una empresa de seis meses de vida y sólo 3.000 euros de capital social.

Su nombre también aparece vinculado a una estrambótica operación con Muamar Gadafi. Un hombre de su órbita, Ángel Olmos, anunció en 2010 la construcción en Libia de 4.000 viviendas y cinco hoteles, además de mezquitas, salas de congresos, centros comerciales... De aquel proyecto, valorado en 800 millones, nada más se supo.

Con estos precedentes, la Justicia se ha puesto en marcha para controlar la compraventa. Así, la Fiscalía Anticorrupción ha alertado de que la venta de activos de Nueva Rumasa podría suponer un delito de alzamiento de bienes. Mientras, un juzgado abulense ha apartado a la empresa de la gestión de Chocolates Elgorriaga.

Con información de Sergio Moreno


12 comentarios:

  1. DON MAMUMA
    Si llega a ser ingeniero se queda con el palacio de la Zarzuela para alquilarselo al Borbón.

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  2. Estos tipejos hacen buena la creencia de que "nunca sirvas a quién sirvió", o lo que es lo mismo: pobres de los que caigan enb las garras de los nuevos ricos. Me recuerda al caso de Paco el Pocero, por ejemplo, allá en Seseña (Toledo).
    Saludos y buen finde

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  3. DON JUAN
    Estos tipos están proliferando ultimamente. Se dedican a apoderarse de empresas y negocios en quiebra sin poner un duro, y tras renegociar con los bancos las deudas de los que les han vendido simbolicamente el tinglado, obtienen beneficios vendiendo los inmuebles y tras pagar las deudas se quedan con mucho dinero.

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  4. Bueno, se supone que esa es la base del liberalismo económico, aspirar a ser mejor, no conformarse con lo que tienes, superarte y que te lo permita el Estado.
    Que un fontanero haya sido capaz de enriquecerse me parece admirable.
    Si entramos en ya en el chanchulleo, la malversación, el trapicheo ilegal, estamos hablando no de un emprendedor sino de un especulador.

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  5. ELENA
    Sí, éste es un puro especulador de ruinas ajenas.

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  6. Los hay en todas partes, pero listillos de éstos abundan bastante en Valencia. Se ve que la naranja, posiblemente por su alto contenido en vitamina C, aguza el ingenio.

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  7. DON BWANA
    Debe de ser eso : que la naranja ingerida diariamente activa mucho el ingenio pícaro.

    Conozco a un como éste que hace muy poco se apoderó de un edificio completo, repleto de viviendas alquiladas, en el Paseo de Gracia de Barcelona, y cuyo dueño debía 1.500 millones a un Banco. Le propuso y el barcelonés aceptó, hacerse cargo de la deuda con el Banco a cambio de que pusiera el inmueble a su nombre. Renegoció con el Banco el aplazamiento de la deuda, y con las rentas de las viviendas le llegaba sobradamente para pagar al Banco. Con lo que sin poner un euro encima de la mesa se apoderó de un ediicio completo en propiedad en el mejor lugar de Barcelona.

    Y el barcelonés ¿qué ganaba con ésto? se preguntara vuesa merced. Pues lo que le dijo el trapichero : quitarle una gran preocupación de tener una deuda así.

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  8. Don Javier, menudo bisturí fino le metiste al fontanero. ¿Y quien no tiene quejas de los fontaneros?. Caros, vienen cuando quieren, cobran lo que les da gana, tratan mal al cliente y les tienes que aforar al contado. Menuda escuela, por cierto que dicen que consiguió lo que nadie, crear un cisma dentro de la familia Ruiz Mateos. Los empleados ya pueden temblar. Saluditos amigo Javier.

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  9. angel de cabo no es el unico, me llamo jose de cabo primo hermano de el , si investigan a los que firmaron por las ventas de un euro veran quien son los chorizos

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  10. hola soy jose de cabo primo hermano de esta alimaña , lo que tienen que hacer es no dejarlo salir y meter dentro a su mujer y su cuñado que esos dos si que son carroñeros , no pueden vivir sin vestidos y bolsos de marca , y han destrozado la vida a la familia de angel , que nos señalan igual que a ellos y muy lejos de la realidad , somos una familia de trabajadores y de clase media , y lo decimos con la cabeza bien alta , no como ellos que ahora que el esta fuera se rie de todo el mundo y en primer lugar de su familia , si yo hablara les cerraba esa bocaza de fanfarrones , un saludo

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