26 enero 2010

Hoy toca don Arturo


En los últimos diez años, los de Picolandia me han puesto dos multas de tráfico, creo recordar. Nada grave: exceso de velocidad de once kilómetros por hora en vía de servicio y de veintialgo en autovía. Las dos aforé religiosamente, sin recurrir nada, y tan amigos.

El que la hace, la paga.

Pero aun así, las dos veces me quedó cierta frustración rutera, pues nadie me detuvo para identificarme. Sólo un coche entrevisto en el arcén, una mirada por el retrovisor mientras piensas «te han cazado, Arturete», y nada más. Ni flash usan ahora. Ningún guardia vestido de verde medio kilómetro más lejos, ordenándome parar y diciendo, con la mano en la visera: «Buenos días. Documentación, por favor», como mandan los cánones y la bonita tradición española. Nada. Al cabo de un mes o dos, carta oficial, etcétera. El hombre contra la máquina. Y punto.

Ahora me entero de que Tráfico va a invertir ocho millones y medio de mortadelos en nuevos radares fijos de carreteras. Y que se van a instalar –nunca lo adivinarían ustedes–, no en vías de doble sentido, donde ocurren siete de cada diez esparrames, sino en autovías y autopistas, donde la velocidad es más alta, pero el porcentaje de cebollazos más bajo.

Dicho en corto: que esos ocho kilos y medio no buscan evitar accidentes y salvar vidas, sino recaudar viruta.

Que es de lo que se trata; porque una cosa es que las cifras negras de cada operación salida o llegada sean más o menos estremecedoras, y otra que, con esto del carnet por puntos y la mayor prudencia de la peña que conduce, la Administración deje de sangrar al personal metiéndole el cinco de bastos en la pelleja.

Porque ojo. Jesucristo dijo hermanos, pero nunca dijo primos. Faltaría más. De manera que esto de los radares fijos, y que a usted y a mí nos hagan fotos y nos enteremos un mes o dos más tarde, demuestra varias cosas, pero sobre todo una: que, demagogias y telediarios aparte, a las autoridades competentes les importa un carajo que vayamos a doscientos treinta por hora, que nos matemos en la próxima curva o que saltemos la mediana y nos llevemos por delante a una pareja de jubilados, a un viajante de comercio o a quien sea.

Lo que quieren es que la caja registradora haga cling, cling. Cualquier absoluto hijo de puta puede pasar como un rayo con el Bemeuve, poniendo en peligro la vida de todo cristo, y lo que hará el coche de tráfico emboscado o el radar fijo y maravilloso marca Toshiba, o la que tengan los radares, es hacer una foto estupenda de la matrícula del coche, que es lo que interesa: que los numeritos y letras se vean claros, para saber a qué propietario de coche adjudicársela y trincar.

Pero al conductor, al fulano que en ese momento concreto es un peligro público, nadie lo para, ni lo identifica, y puede seguir quinientos o mil kilómetros adelante a la misma velocidad, hasta que se rompa la crisma o se la rompa a algún infeliz.

La pasta está segura, y la cosa, resuelta. A partir de ahí, a la Administración, a Tráfico, a quien corresponda, le dará lo mismo que, si el conductor tiene medios, compre los puntos perdidos a alguna de las avispadas gestorías que los ofrecen por Internet; o si es coche puesto a nombre de una empresa, que el propietario tenga un compadre en Nueva York, Hong Kong o Nairobi, a cuyo permiso de conducir atribuirle el marrón. Y que reclamen allí.

Así que, aunque no sirva para un carajo, hoy quiero reivindicar mi derecho ciudadano a ser detenido e identificado en carretera cuando meta la gamba. Es más. Exijo que, una vez hecho el retrato de atentos al pajarito, una dotación de picoletos me corte el paso con la autoridad debida, me haga aparcar en el arcén con gesto enérgico, y tras afearme la conducta –se ha pasado varios pueblos, etcétera–, el guardia Sánchez me haga firmar la papeleta correspondiente mientras el cabo Martínez mueve la cabeza y dice, reprobador: «Debería darle vergüenza, señor Reverte».

Más aún. En caso de que se me cruce el cable, y decida no parar y seguir a toda pastilla esquivando el control –que igual ese día me da por ahí–, reclamo mi derecho constitucional a ser perseguido por la Benemérita como Dios manda, con pirulos de destellos azules y sirenas de ordenanza, pi-po, pi-po, pi-po, derrapando en las curvas y todo eso, hasta ser reducido, identificado, esposado y puesto a disposición del juez Garzón, del juez Grande Marlaska o del juez que sea.

Uno paga lo que haga falta, que para eso estamos. Y más, mereciendo la multa o lo que corresponda. Pero puestos a que te la endiñen, por lo menos que sean guardias de carne y hueso, rediós. No una puta máquina.

ARTURO PEREZ REVERTE

Académico de la Real Academia de la Lengua.



25 comentarios:

  1. Pues todo eso me recuerda a otros cabrones, los propietarios de gasolineras, que no sólo nos pegan palos "de que te cagas" en la factura por la gasofa sino que además te la tienes que echar tú.

    Lo próximo será darles las gracias por robarnos, que se están perdiendo las buenas maneras.

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  2. Hola Tellagorri.
    Hay que ver las cosas que les pasa a los conductores.
    Aquí en mi calle, que es muy larga y tiene dos carriles "parriba" y otros dos "pabajo", dicen que han puesto un radar hacia la mitad. No sé si será verdad, pero desde que se rumorea, no oigo los frenazos de antes ni las motos de grandes cilindradas como si se jugasen el Campeonato del mundo.

    Yo, que fui muy lista para sacarme el carnet de conducir, resulté muy torpe para conducir, por lo cual siempre voy de copiloto y conservo intactos todos mis puntos, jeje.

    Pero es verdad lo que cuenta Reverte, sólo interesa recaudar, lo de menos es la seguridad en las carreteras.
    Aunque yo prefiero la foto impersonal de la máquina, pues los uniformes verdes cuando se acercan hacia mí, me provocan cague.

    Besitos.

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  3. La fotografía es ciertamente muy grafica y denota que el malestar de Reverte es un sentimiento general... Yo por el contrario, prefiero que no me paren...Me ha parado la guardia civil en varias ocasiones y tengo sentimientos encontrados...En una ocasión lo pasé muy mal (yo no se si auquel tipo tendría el síndrome del norte)...pero se me pusieron los mismísimos de corbata...saludos cordiales.

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  4. Porque ojo. Jesucristo dijo hermanos, pero nunca dijo primos.

    Cada día es más y más certero don Arturo. El caso es que la culpa de todo esto la sufren los agentes de trafico, ya que todo esto es ideado por Rubalcaba y sus secuaces, que intentan a través de las multas llenar las vacías arcas estatales. Los agentes son más disuasorios que cualquier otro método, pero es más fácil instalar una maquinita, ajustarla para que salte a los 121 kilómetros por hora y a la "dinerito pa la buchaka". Además siempre esta luego el juego del gato y el ratón con los señores de verde, que si esto que si lo otro, ese juego tan español.

    Como le gustan a Rubalcaba los juguetitos, que si los radares, que si SITEl, que si los móviles para comer FAISAN, que si...

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  5. Gallardón me encasquetó una multa por exceso de velocidad que era falsa, se trata de un radar por el que paso todos los días, por lo que siempre pasó por ahí a 70. Además en la multa y foto figuran las 13:12 y yo paso por a partir de las 19:00 horas, en la foto se ve que es de noche.
    El resultado es que por narices tiene que pagar esa especie de impuesto revolucionario, ya que recurrir me cuesta más que la multa.
    Saludos

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  6. Pérez Reverte dice verdades como puños.
    Máquinas, sólo máquinas para recaudar; la seguridad les importa un pimiento.

    Deben pensar que los radares les salen más a cuenta que las piezas de recambio y la gasolina para los vehículos de la Benémerita, así como los uniformes de estos.

    Ahorrar dinero por un lado y recaudar por otro. ¿Para qué? Para regalárselo a la policía de no sé donde y a las mujeres musulmanas para que se hagan feminazis (entre otros).

    Y hablando de la Guardia Civil, si ellos mismos han afirmado que lo del caso Faisán es alta traición, ¿a qué esperan para defender la Patria? ¿Hay que llevarlos de la manita?...

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  7. El gran Arturo tiene razón, coño.
    Lo que ocurre es que en la actualidad las dotaciones humanas de la Guardia Civil de Tráfico están sensiblemente mermadas.
    Que les pregunten a los putos políticos a que se debe tal causa.

    Se ha de tener en cuenta que cada día hay más guardias civiles en "paro técnico" debido a la limitación de sus funciones en todo el territorio nacional y posiblemente Tráfico, dentro de poco delegue sus funciones de control en carretera a las respectivas autonomías de los cojones, como ocurre en Yanquilandia con sus también respectivas polícías estatales.

    Mandaría carallo el cambalache, Imagínate que sales en tu buga desde Madrid y vas a toda hostia por la Nacional II runbo a tierras catalanufas.Cuando pasas quemando rueda por las provincias de Guadalajara y aledaños no te para ni Dios, porque la poli estatal de Castilla no tiene un duro, está en quiebra y sus agentes de carretera sólo disponen de una docena de bicis para perseguir a los delincuentes.O sea, que hasta aquí uno le puede pisar a fondo hasta sacar el pistón por el tubo escape.

    Entras en la provincia de Zaragoza y casi más de lo mismo. La policía estatal de carretera ha suplido el casco reglamentario por el típico cachirulo (pañuelo a cuadros anudado en la mollera)y en vez de coches de alta gama para perseguir a los infractores, utiliza tractores con remolque pintaos de amarillo. En este sector uno tiene que estar al loro, porque los del cachirulo no se andan con hostias y si desde un otero divisan que vienes cagando leches, te cruzan el tractor en la carretera con lo uno puede dejarse los dientes en el puto remolque y además no te salvas de una jartá de hostias ni aunque interceda la Virgen del Pilar. Se ha de tener en cuenta que los ancestros de los cachirulos aragoneses de Tráfico, ya se las vieron con Napoleón y tienen fama de cerriles, cabezones y brutos.

    El el supuesto que uno se haya librado de los tractores, uno tiene que bajarse en Fraga (Huesca) para mear, cagar, comer y atarse los machos puesto que a los pocos kilómetros se encuentra la frontera estatal catalanufa....terror de todo aquél que viaja hacia aquellos lares.
    De entrada a uno le sorprenden tres grandes rótulos que se divisan dos kilómetros antes de entrar en la antigua provincia de Lérida..."LLEIDA, TERRA LLIURE"..."ESTAT CATALÁ"..."PAISOS CATALANS",,,
    ¡Coño!...al loro colega, que ya no estás en España... ¡estáa en el extranjero,!-musitas con el corazón en un puño, al ver el atuendo de la poli estatal catalanufa...Barretina en lugar del casco, chaleco con los escudos de Catalunya y del Barça, pantalones de pana de media caña, faja roja supliendo al cinturón, medias azulgranas y como calzado, la clásicas alpargatas de esparto con cintas negras...y encima todos van montaos en burro (el auténtico, exclusivo y protegido burro catalán, está claro)....

    Antes de pisar suelo catalanufo, uno es sometido a un interrogatorio y tiene que demostrar que sabe expresarse en catalán, o de lo contrario te chapan la verja y te quedas a verlas venir en la puta frontera catalano-aragonesa....
    Si por lo menos sabes decir sin acento español "bon día", "bona nit" y "¡Visca Catalunya Lliure" entonces te obsequian con un bocata de pá am tomáca y te dejan pasar.....

    Este relato es un mínimo extracto de un sueño que me persigue desde hace años. Disculpen las molestias.

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  8. ISRA

    Otra pandilla de golfos los gasolineros. Lo curras tú, y te lo cobran ellos a precio de restaurante con Maitre.

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  9. ELENA
    Una cosa es que en las calles urbanas te sacudan, porque además debiera de ser más duro por la cantidad de imbéciles que se llevan por delante a niños y madres o ancianos, y muy otra en las carreteras de 25 kms seguidos de recta con dos carriles en cada sentido y que el peligro está en que te duermas.

    Donde deben de estar los guardisibiles y los radares es en las carreteras secundarias.

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  10. DADAISTA

    Lo de que la guardisibil te pare tiene la bondad de que ves el careto del cabrón uniformado o del que sólo está a impedir que te tomes la carretera en broma.

    Antes, hace unos años y cuando las matrículas eran indicadoras de origen, en TERUEL y en ESTELLA (Navarra) había unos picoletos dedicados en exclusiva a parar y multar a coches guipuzcoanos (vascos de los cojones), aunque fueras a 40 kms. hora.

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  11. Está claro que los guardisibiles son mucho más disuasorios y además tenían la ventaja de que te permitia una charleta en plan rebajas, según el picoleto que te tocara, porque los había de los que sólo cumplian con uno de los TRES LEMAS del Cuerpo=
    Vista larga, paso corto y mala leche.

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  12. CABALLERO ZP

    El gran cocodrillo que os gobierna necesita pasta para sus megalomanías y os va a sacudir siempre y en todas las circunstancias.

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  13. LEONA

    Muy bien definido : ahorrar dinero en picoletos y arrancar la pasta con maquinitas. OBJETIVO ÚNICO de la Dirección General de Tráfico.

    Sí, tienes razón en lo de la denuncia esa del caso Faisan. ¿Porque no se mojan y presentan sus querellas penales?
    Porque el Rubalcaba se los merendaba con cal viva.

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  14. JOSE LUIS

    Estupenda fabulación que podría convertirse en realidad a poco que éstos de ahora sigan un lustro más.

    Lo has desarrollado con humor e inteligencia y me he reído mucho.

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  15. GUERRERA DE LA LUZ

    Vamos, mi querida GUERRE, tú también no te me enfades que al paso que voy me voy a encontrar con todo el colectivo femenino de Internet queriéndome rajar.

    Ayer no te contesté a tu último comentario porque estaba hecho polvo me fui a la cama. Eran ya las doce más o menos.

    Y lo de las fumatas es una chufla con cariño y con sentido del humor.

    Nada que ver con ataques a religión ni a tí.

    Anda GUERRE, comprende que uno es bastante obtuso y poco delicado con las damas. Acostumbrado a que nos exijais IGUALDAD, he escrito lo que hubiera escrito si el contestado fuera Isra, José Luis o Charne.

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  16. ¡¡¡Lo que me río con el señor Valero!!! Las intervenciones de ayer fueron muy buenas, con ese habla cuartelero tan bien transcrito, pero la de hoy... ¡Dios, qué risa! Mis enhorabuenas.

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  17. No cabe duda alguna que la instalación y ubicación de éstos radales no es más que un "tributo" que el Gobierno zapateril nos quiere imponer. Es una forma más de recaudar dinero del contribuyente y si cierto es que no le importa la seguridad y vida del ciudadano, si le interesa muchísimo la guita que va a recaudar, gracias a ello.

    Y, "pa qué" nos vamos a engañar..., pisar le piso al coche y..., como ésto sea así..., voy a pagar más multas que pelos tengo en la cabeza por que, ya no es solo que le pise, si no que además tampoco tengo complejo de camaleón!!. No solo no muevo la cabeza si no que además mis ojos se centran en la carretera y, no veo nada de lo de alrededor.
    Me enteraré de las multas cuando lleguen a casa.

    ...y los cabrones éstos..., venga a recaudar!!.



    Un abrazo.

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  18. HABIA UNA VEZ

    Observo que ya has detectado que el Gran De valero es un auténtico descriptor de la más cruda realidad.

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  19. DOÑA LOLA

    Te van a ir cayendo las multas a manta como no te fijes un poco en los bordes de las carreteras, en donde si situan esos robots llamados radares.

    Cuando se circula por recorridos conocidos se sabe en dónde están. Y en otras partes es cuestión de observar lo que hacen los vehículos anteriores.
    Si ves que los que iban a 140 de golpe empiezan a ir más despacio, ojo, allí hay un radar cerca.

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  20. Ya que el capitán saca la bici a relucir, todavía me acuerdo siendo muy niño, de cuando la bici era un medio fundamental de transporte. Por entonces, los coches todavía no existian. Alguna que otra mobilette, algunos Leyland, algunos Barreiros y sobre todo, bicis, muchas bicis circulando entre burros y carros. España parecia la China o el Vietnam que vemos ahora, pero más a lo bestia. Las escasas carreteras estaban plagadas de baches y la mayoria de ellas, eran caminos de tierra por donde todavía andaban lo arrieros.
    Yo vivía entonces en un pueblo de la Ribera del Júcar. Recuerdo que en lugares estratégicos donde confluian los caminos de entrada al pueblo, se situaba una pareja de la G.C., a veces dos, estáticos, imponentes, con sus tricornios negros y con sus capas verdes. Los pobres jornaleros que regresaban de sus tareas, iban cayendo como moscas...
    Los paraban a un lado de la cuneta. Quejas, lloros, imploros que caian al vacio ante la impasividad de los guardias. Por la Luz, los pilotos, frenos, chapas del impuesto municipal. Raro era el que se libraba. Por una causa y por otra, les clavaban una multa de entre 50 pesetas y las 100, el sueldo del dia, a veces de dos. Eso si no se llevaban la clásica ensalada de hostias si alguno se atrevía a medio protestar, que eso era un dia si y otro también, lo de las hostias digo...(espero que no me lea el buen Doramas)...
    Lo cierto es que yo y algunos amigos, nos íbamos cada tarde a ver el especáculo...!Que hijos de puta!...de nosotros digo. Los otros, ya lo sabíamos.
    De alguna manera los chavales éramos el rádar de aquella época. Hoy son máquinas y es que los tiempos cambian una barbaridad.

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  21. Sr. Tellagorri: ¡Qué gran ventaja de la matricula europea!

    Sr de Valero: menudos sueños...que no dejan de tener ciertos aires de realidad si cambiamos los carteles por pintadas sobre los muros de alguna construcción agropecuaria...Recuerdo una en la A-2 (Lleida-BCN) que eran dos flechas en direcciones opuestas...en una marcaba "Espanya" y en la Otra "Catalunya"...Carteles de este tipo hacen dificil que nos podamos entender entre los diferentes pueblos...Falta consenso de lo que es España y con esta educación, al paso que vamos...

    un cordial saludo

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  22. CHARNEGUET

    Recuerdo esa época que describes y así era la realidad. A la pareja de bigotudos guardisibiles se les tenia muchísimo más miedo que a un batallón de legionarios de los de ahora.

    Sigo sin entender porqué esa manía de multar que tenian los verdes, y en un país en que era dificil juntar dinero para comer.

    A lo que has contado de forma insuperable, voy a añadirte un dato.
    Cuando ya proliferaban los coches y en Territorio Sioux había etarras, la "guardisibil" montaba todos los días CONTROLES en carreteras muy concurridas y estrechas ( No había aún rastro de autopistas ni autovias)para incordiar y ralentizar la marcha de los vehículos.

    Un trayecto de 15 minutos se convertía en una cola de espera para pasar de dos horas.

    Y, a lo que voy, lo curioso era que en cuando llegabas a su altura, en la cola, si te veían con corbata decían que siguieras.

    A los barbudos les desmontaban el coche y los tenian con los brazos contra una pared durante media hora.

    De aquello deduje que los verdes, procedentees la mayoría del campo extemeño o andaluz, tenían el concepto de que un tío con corbata era un señorito y por tanto no podía ser ni etarra ni chorizo.

    Magnífico el relato tuyo.

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  23. No, no estoy enfadada Tella, ya sé que te has echado unas risillas a mi costa, pues mira que bien, me alegro wapo.

    ¿Igualdad? pues vaya ... ahora hasta nuestros hombres se acogen a las consignas feminoides para excusarse... ains! pero qué daño nos han hecho a todas las desgraciadas feminazis, qué pesadilla :s

    Pues no Tella, yo no quiero ser igual que ningún tío, corazón.

    Un beso.


    (sobre el post prefiero ni opinar, yo acabo de recuperar el carnet, que me habían quitado todos los puntos y me lo notificaron de un día para otro, así que imaginate, el calentón que llevo con este tema...) je je

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  24. GUERRERA DE LA LUZ

    Alabados sean los ángeles, arcángeles, querubines y serafines que te rodean. Menudo peso me has quitado de encima.

    He empezado a cuestionar si debo contestar a las inteligentes féminas que dejan comentarios aquí, porque termino con casi todas enfurruñadas conmigo.

    Te pido disculpas por lo que te haya podido molestar con mis chuflas.

    Un muy cariñoso saludo. Ya sabes que te queremos los que hemos tenido la suerte de leerte.

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  25. Por supuestísimo que estás más que disculpado cielo, no pasa nada.

    Jajajaja alabando a mis angelitos... me troncho...

    Un cariño para ti también, muchas gracias ;)

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