22 julio 2009

A KORKOREKA le preocupa la TORTURA

A Ercoreca, alias Korkoreka, diputado del PNV en el Congreso, le preocupa la tortura. No, sin embargo, la que padecen a diario miles de ciudadanos que no comulgan con su reaccionaria ideología y se hallan amenazados por los pistoleros de ETA y sus chicos de la gasolina.

No la angustia de quienes temen ser asesinados, secuestrados o extorsionados, y ver atacados y destruidos sus negocios y sus casas.

No el sufrimiento que significa saberse en un entorno hostil, en el que alguien, cualquiera, puede estar vigilando sus movimientos para delatarlos a los verdugos que administran la muerte física y, previamente, la civil, en el País Vasco.

No la tortura del silencio. Ese silencio espeso, miserable, cabizbajo, servil, que ha convertido a esta región, que ellos gobiernan en Diputaciones y Ayuntamientos,en una cámara acolchada que absorbe el ruido de la muerte, la amenaza y el chantaje y asfixia la libertad, la pluralidad y la vitalidad de la sociedad civil.

Esa tortura, que unas veces acaba en asesinato y otras muchas en exilio, no le preocupa tanto al PNV.

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A éste, al Korkoreka y sus compadres, les han inquietado mucho más la suerte y el bienestar de los que la practican. La de los torturadores.
Por eso, cuando anuncia que en el Congreso pedirá un gran pacto para que el Estado español, como ellos al franquista modo lo llaman, “no figure en el triste listado de países donde la tortura no está erradicada”, no se refiere al territorio que ellos han GOBERNADO durante 30 años. No.

El Korkoreka no está proponiendo un pacto para que España deje de figurar en el triste listado de países en que una banda armada y sus pandillas violentas imponen el imperio del terror. En que muchos ciudadanos y todos los políticos de la oposición precisan la protección de escoltas. En que todos los que no pertenecen a la familia nacionalista sufren el clima de intimidación y violencia forjado durante décadas.

Todo ello le hace verter ocasionales lágrimas de cocodrilo. Poco más. Al korkoreka le ocupan y preocupan otros asuntos. De modo que no es una sorpresa que aproveche cualquier falsa denuncia de etarras detenidos para hacer una de las suyas: alinearse con las acusaciones de tortura que contra las fuerzas policiales lanzan, por sistema, los terroristas y cargar contra la Guardia Civil, que es quien protege a muchos de los amenazados, quien persigue más eficazmente a los pistoleros y quien más víctimas ha puesto por ello.

Se ha apresurado el PNV, y no sólo él, a juzgar y sentenciar muchos casos de detenidos etarras. Lo ha calificado ya de tortura. Y, para rematar la pornografía política, lo ha elevado a síntoma de una enfermedad general.

¿En qué listado se incluye a España como país donde se practica la tortura? ¿En el de Amnistía Internacional, organización que cabalga hacia su desprestigio como fuente objetiva y documentada?

Es el País Vasco el lugar de España, y tal vez de Europa, donde más sufrimiento intenso y prolongado se ha infligido y se inflige a los ciudadanos. Esa es la tortura que el PNV tenía y tiene la responsabilidad de erradicar. Y no solamente no lo ha hecho. Ha pactado con ella.

Tellagorri

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2 comentarios:

  1. No se le ve muy partidario del PNV. Sospecho que Vd. lleva una vida clandestina.

    ¿Y cuando ha vivido más clandestinamente, con Arzallus o con Paco? A mi no se me quita de la cabeza una frase que oí y dice que todos los problemas de España vienen del antifranquismo.

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  2. CHIPPEWA

    No, no soy nada amigo ni complaciente con esa ralea de imitadores de Franco y Musolini, que es lo que son los nacionalistas y en especial los del PNV.

    Ya sabes que en este país a quienes primero persiguen los amigos de las dictaduras (la del PNV lo era) es a los que actuamos como defensores de la libertades. es decir, a los LIBERALES. Ni de izquierdas ni de derechas. Los liberales somos gente que anteponemos los derechos Humanos de libertad de expresión, de reunión, de conciencia, de asociación, etc. a cualquier otra consideración. Y apreciamos el orden y las garantías judiciales de las personas.

    Sí, vivo semi-clandestinamente hasta el punto de que jamás dejo mis datos reales en ningún lugar de Internet, tal cual como cientos de miles de vascos no nacionalistas.

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