Ida Vitale, último premio Cervantes |
Desde el Nobel hacia abajo, todos los premios literarios son perfectamente ridículos, eso es algo que me gustaría que se tuviera claro. Ningún verdadero amante de la literatura sabe quién ganó el premio Nobel hace dos años, hace tres o en 1984.
Del mismo modo, la gente a la que le gusta de verdad el cine no hace aprecio alguno del Oscar, ni aquellos que llevan toda la vida escuchando y estudiando la música pop dan ninguna importancia a los Grammys.
Estas cosas, Nobel, Oscar, Grammy, se hacen para la plebe, como el papel higiénico o las campanadas de fin de año.
Lo único que da prestigio en esta vida es ser leído.
Cuanta verdad encierra en ese párrafo.
ResponderEliminarAl final resulta siempre que los premiados son unos desconocidos y ello redunda en el desprestigio de la mayoría de los premios literarios.
De acuerdo completo con tus palabras, amigo CABALLERO.
EliminarEs muy probable que los premios ayuden a los autores a vender más libros, discos o películas, pero esos premios en el apartado literario ya no representan. No dicen nada al lector vocacional.
ResponderEliminarCreo, como tú, que todos esos premios esconden intereses ajenos a la calidad literaria.
EliminarHasta la propia ACADEMIA SUECA del Nobel está a la altura del barro en prestigio. Y además sus miembros son unos impresentables.
ResponderEliminarEra impensable que la ACADEMIA SUECA de los Nobel iba a incurrir también, como si fueran andaluces socialistas, en la corrupción.
EliminarOtros son los motivos por los que se mueven estos premios, que poco o nada tienen que ver con la calidad de la obra premiada.
ResponderEliminarEso creo yo también, amigo TRECCE.
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