La historia es apasionante y, más, si la cuentan quienes la forjaron. Gregorio Gutiérrez, Guti, fue un piloto que se jugó la vida en la Guerra Civil. Y esto cada día durante tres trágicos años.
Gracias a que pequeñas localidades de la provincia de Ciudad Real, como Valdepeñas o Saceruela, han reconstruido los aeródromos que tuvieron en contienda fratricida, historias como la de Guti vuelven a salir a la luz.
Desde estos aeródromos de La Mancha partió a decenas de misiones por toda la península.
Me parece de lo mas interesante esa iniciativa de recuperar los aerodromos, siempre que se haga de un punto de vista historico, y no politico. Y es que ya estamos escaldados de la memoria historica, ese tongo.
ResponderEliminarAun mas interesante las vivencias de toda la gente que luchó en aquella guerra.
SEÑOR OGRO.
ResponderEliminarEs importante lo que dices : recuperar las historias de aquella guerra en el aspecto HISTÓRICO y sin usarlo de ninguna de las maneras como argumento político. Esta historia del GUTI es el reflejo de una época en que aldeanos de qazada se transformaron en pilotos de cazas, sin pasar por academia alguna, y por pura necesidad de la guerra por parte del bando republicano.
Y las vivencias de uno de ellos resultan dignas de ser recordadas por su interés histórico.
Este hombre, que fue piloto de un "Katiusha" durante la Guerra Civil, tiene para mí, un especial mérito, pues a pesar de haber sufrido en sus carnes la represión por el simple hecho de haber sido piloto de un bombardero rojo y tener que pasar unos años en la Legión para redimir ese "horrible delito", tras serle conmutada la pena de muerte, siempre fue un hombre tremendamente respetuoso no solo con sus compañeros de arma, sino con sus enemigos.
ResponderEliminarNo vendría nada mal más personas como él con verdadero espíritu de reconciliación para cerrar de una vez antiguas heridas que algunos se regodean en mantener abiertas.
DON TRECCE
EliminarCommentaire merveilleux.
Ojalá hubiera, como dices, muchos perdedores y ganadores de la guerra civil que asumieran el respeto por el contrario en la contienda.
Tal como dices el GUTI, tras pasar las que pasó, se merece un monumento en mitad de la MANCHA a tamaño de estatua de La Libertad.