16 octubre 2018
Los corsarios legalizados de Guipúzcoa
En vista de las numerosas pérdidas en la rutas comerciales y con ánimo de protegerlas y equilibrar fuerzas, Carlos V (Carlos I) firmaba una carta en Burgos, en la que daba licencia a los guipuzcoanos para armar por mar e fazer los daños que pudieren en ropa de enemigos, haziendoles merced de todo lo que así tomaren enteramente.
Por primera vez, un fuero real incitaba a armar naos y demás embarcaciones para luchar y saquear bajo su pabellón. La primera patente de Corso para toda Gipuzkoa. Bajo este documento, no eran piratas ni actuaban bajo el embargo real que obligaba a combatir. Podían atacar a los enemigos de la Corona y previo juicio, llevarse como ganancia lo capturado bajo la fuerza de las armas.
Los armadores guipuzcoanos emprendieron campañas mercantiles y bélicas con gran éxito para desgaste de los adversarios de la Corona. Al calor de los beneficios y la honorable consideración que se tenía de los corsarios, la flota crecería de forma exponencial en los siguientes treinta años.
El capitán donostiarra Francisco de Illarreta ampliaba el área de influencia hasta Escocia e Irlanda y declaraba haber armado su propia nao de 200 toneladas con 600 hombres. El capitán armador corsario y alcalde de Deba, Domingo de Gorocica, añadía que se fueron a buscar enemigos hasta Terranoba en distancia de mil leguas y detallaba el ornamento de la flota guipuzcoana, que incluía banderas y estandartes y atambores y bífaros, dando la sensación de orden de la infantería de marina creada por Carlos V en 1537.
Las operaciones de estos corsarios eran anfibias. Pisaron tierra enemiga con sus insignias reales, tocando sus tambores y flautines, sembrando el caos.
El corso vasco, que ya se ejercía en la Baja Edad Media, fue decisivo para contrarrestar el acoso de sus aventajados vecinos franceses. Aseguró rutas comerciales y se convirtió en una fuerza militar que dañó intereses enemigos.
Iñigo Puerta
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Más corsarios tendría que haber habido en España para equilibrar los daños que franceses y, sobre todo, ingleses causaron a las naves españolas.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarSí. debieran haber triplicado el número de barcos corsarios con pabellón de la Corona.
Aquello era equiparar a los pescadores vascos con los piratas ingleses, los cuales eran más depredadores que marinos. Y hubo serios palos de los corsarios guipuzcoanos a los británicos.
ResponderEliminarTenian tal cinismo los british que tras unas incursiones de corsarios vascos a su tierra, protestaron energicamente ante la Corte de Madrid. Al parecer los pescadores guipuzcoanos les habían dado para el pelo.
EliminarDesde antiguo al corso se dedicaban los pescadores de la Costa francesa vasca, los de Saint Jean de Luz y Bayona especialmente.
ResponderEliminarDON RAFA
EliminarEn esa zona que citas era ya una honorable profesión dedicarse a la piratería los pescadores.
Se sabe que localidades costeras completas vivian de las rapiñas a los barcos mercantes que los corsarios obligaban a buscar refugio en ellas.
ResponderEliminarDON IÑIGO
EliminarEra el caso de Bayonne, San Juan de Luz, Guetaria y Orio.
Mas palos tendriamos que haber dado a la perfida albion y a los franceses de la epoca. 600 hombres para un barco de aquellos tiempos me parece un numero trenendo, no sabia podian llevar tantos.
ResponderEliminarSEÑOR OGRO
EliminarSí, también a mí me parecen excesivos 600 soldados dentro de una de aquellas naos. Creo que podían llevar un máximo de 200. Pero el error de detalle viene del historiador que ha estudiado este tema : AZPIAZU.
Los que más se dedicaban al pirateo eran los marineros de lo que hoy se denomina la CORNICHE BASQUE. Al servicio de Francia.
que tal vieja verde?
ResponderEliminar¿Te aburres mucho sin tener a nadie que vaya a tu bloc,verdad, MONONEURANAL?
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